Por José María Hernández Pérez
Índice de locales
Acera del Ayuntamiento | Arco de Zamora | Número 0.0 | Número 0.1 | Número 0.2 | Número 0.3 | Número 0.4 |
Arco de Toro | Número 1 | Número 2 | Acera del Pabellón Real | Número 3 | Número 4 | Número 5 |
Número 6 | Número 5 y 6 | Número 7 | Número 8 | Número 7 y 8 | Número 9 | Número 10 | Número 11 y 12 |
Número 13 | Número 14 | Número 15 | Acera de san Martín | Arco del Ochavo | Número 16 | Número 17 |
Número 18 | Número 19 | Arco de san Pablo | Número 20 | Número 21 | Número 20 y 21 | Número 22 |
Número 23 | Número 24 | Número 25 | Número 26 | Número 27 | Número 26 y 27 | Arco de san Martín |
ACERA DEL AYUNTAMIENTO
Los lados correspondientes a las aceras de poniente y norte poseían edificaciones similares a las actuales del Corrillo y fueron derribadas y construidas de nuevo. En letra cursiva se va a dar cuenta de quienes eran los propietarios de cada una de ellas, antes de la construcción de la actual Plaza Mayor. |
En 1907 abre tienda Leoncio Alonso y Crespo y de nuevo vuelven los Hijos de Manuel García, hasta que el local es recuperado por el Ayuntamiento. (Se traslada provisionalmente el Ayuntamiento a la Diputación en julio de 1897, para dejar paso a la Audiencia Provincial que amenazaba ruina y en diciembre se encuentra en la Lonja. Vuelve a la Plaza el 15 de setiembre de 1904, con motivo de la visita del rey Alfonso XII y cuatro años después se instala en esta dependencia el Archivo Municipal). El 25 agosto se había trasladado la Inspección de la Guardia Municipal al Ayuntamiento desde la Audiencia.
Número 0.1
Por ironías del destino, al cumplir la escalera 85 años, conmemora sus “Bodas de Mármol”.
Número 0.2
Esta vivienda era propia de la Casa de la Ciudad.
La finca se dedica a oficinas de la Fundación Rodríguez Fabrés, con acceso a través de unas artísticas puertas de madera, hoy desaparecidas. Antes de la guerra civil y hasta los años sesenta en que se jubila vivía aquí y cuidaba de los locales de la administración, Silvestre González. La entrada a las oficinas de la Fundación Rodríguez Fabrés daba acceso también a una residencia femenina en los años posteriores a la guerra civil y a finales de 1960 el Ayuntamiento compra las oficinas de la Fundación Rodríguez Fabrés, convirtiéndose en otra puerta de la Casa Consistorial.
Número 0.3
Las viviendas que se van a detallar tienen en común la similitud de dimensiones (aproximadamente un arco), la expropiación efectuada por el Ayuntamiento ante la negativa a construir de los propietarios y la edificación por parte del Consistorio. La primera era propiedad de la Real Clerecía de san Marcos; la siguiente del Mayorazgo fundado por don José Francisco Álvarez, ocupada por su hijo don José Narciso Álvarez de Rueda, Regidor perpetuo de la Ciudad y Comisario de la Fábrica de la Plaza; sigue la vivienda de la Capellanía fundada por don Antonio Nieto de Grado, conocida como la “Casa yerma” por la paralización de sus obras y a continuación las viviendas del Colegio de San Basilio. Anteriormente la última vivienda, junto a la tabernilla del vino blanco, había sido del Cabildo, desde 31 de agosto de 1544, por testamento del licenciado Juan Bedel, esposo de Beatriz Hernández. En 1606 se divide en dos para sus hijas Beatriz e Isabel y la de ésta es la que pasó al Colegio de san Basilio y más tarde al Concejo. |
Donde se encuentra hoy el café Novelty se viene diciendo que estuvo el café del italiano Cechini, inaugurado a los cuatro días de la batalla de Arapiles, en julio de 1812 y al que erróneamente se considera como el primer café salmantino. El más antiguo es el café de Grajal, situado donde hoy el “Abadía Plaza”, en el que ya en 1811 se daban bailes, pagándose 3 francos por persona cada noche.
El Novelty sería el mismo local, denominado “Café Nuevo” o “de Araujo”, cuya techumbre se desplomó el viernes 12 de setiembre de 1845, muriendo en el accidente su propietario don Antonio Soriano Sánchez, (que se alojaba habitualmente en el Parador de los Toros) y que nacido en 1800 en Lagunilla, del obispado de Coria, era hijo de Antonio Soriano y de Isabel Sánchez, también nacidos en el mismo pueblo. Durante la Guerra de la Independencia y siendo casi un niño estuvo en la guerrilla de Julián Sánchez “El Charro”, fue asentista del ejército liberal en la primera guerra carlista y gracias a sus buenas relaciones amasó una gran fortuna que le permitió ser uno de los mayores compradores de fincas desamortizadas. Casado con Florentina de Moreta Coca, de Miranda del Castañar, se convirtió en un acaudalado hombre de negocios y terrateniente con propiedades en Salamanca, Castellanos de Moriscos, Rágama y Ciudad Rodrigo, adquiriendo dos años antes de su muerte la dehesa de Arauzo con 5.350 huebras.
Sus hijos Rodrigo y Ricardo se deshicieron del inmueble del “Café Nuevo” vendiéndolo a don Vicente Rodríguez Santa María el mismo año de la desgracia, continuando los negocios del padre, aunque Ricardo solo le sobrevivió 10 años, por lo que Rodrigo, nacido en el pueblo de su madre en 1828, se hizo con las riendas, ampliando el negocio de asentista de granos, suministrador de recuas al ejército y brigadas de transporte, con el comercio de harinas exportadas por el puerto de Santander, acrecentando el capital familiar llegando a ser el mayor terrateniente de la provincia apoyándose en la política que le permitió llegar a Senador casi hasta su muerte en 1892. Ayudó también su casamiento con Pilar Gaviria Gutiérrez, hija del banquero e Intendente de la Casa Real, socio de la casa Rothschild en España y ganadero de reses bravas, en el cortijo “Seroncillo” de Gerena, don Manuel Gaviria y Alcoba, conde de Buena Esperanza y marqués de Gaviria.
Los varios locales pasaron a la propiedad de don Vicente Rodríguez Santamaría “El Solitario” dedicados a una casa de banca y a un extenso almacén de tripas de cerdo para matanzas, que se mantuvo cerrado durante muchísimo tiempo, posesiones que se extendían hasta la calle de Toro por la derecha y hasta la calleja de la Bola (hoy Doctor Piñuela, fundador del Asilo de san Rafael) por el lado posterior. Tenían una planta de 533 m2 y constaban de 3 pisos, bajo y sótanos. Eran el resultado de los dos inmuebles por su padre Vicente Rodríguez Santa María en 1877 y 1845, respectivamente. Pasaron a su propiedad, en 1885 a la muerte de su padre y después a la fundación Rodríguez Fabrés.
Una panera en la calle de Toro fue derribada por el Ayuntamiento, para alineación de la calle, tras ser expropiada en el precio de 16.417 pesetas.
Retrato de D Vicente Rodríguez Fabrés por J. Poujade |
El edificio del Asilo de La Vega fue reformado en 1905 y las obras de la Granja escuela de agricultura, con presupuesto de 8.582.083 pesetas, se iniciaron en 1914 siendo artífice de ambas el arquitecto jerezano, afincado en Salamanca, don Joaquín de Vargas Aguirre, sin que nos conste en que consistieron las reformas y las obras pues el archivo de la Fundación se perdió en 1920.
Devoto especial de dos vírgenes tapió dos retablos (no los trasladó de lugar, como se ha indicado en alguna parte) y construyó unos nuevos para enterrarse él en el suelo, delante del que había sido de la Virgen de la Vega, reservando el de la Virgen del Pilar, a la derecha, para sus padres y abuelos, una vez que se cumplieran las prescripciones sanitarias pues, momentáneamente, fue inhumado en el panteón familiar del cementerio salmantino, tras ser embalsamado por los doctores Bustos, Arturo Núñez y Gonzalo García.
Café Novelty con D. Luis González de la Huebra sentado al fondo |
Puesto el local en alquiler, con las obras iniciadas en enero, la noche del 1 de mayo de 1905 se inaugura el café horchatería Novelty, de los hermanos Federico y Vicente García Martín, con un banquete servido por el repostero Manuel Iglesias del restaurante Tournier de Madrid, competidor de Lhardy. Los hermanos García tenían una platería en la Lonja del Mercado, junto a la plaza del Poeta Iglesias y durante años fueron empresarios de la Plaza de Toros.
Decorado por Huebra, los muros están decorados con tapices de diseños de asuntos de caza, los veladores y sillas son de madera curvada y el mostrador también de madera lleva tapa de mármol. Los muebles y cortinajes son de color verde claro que es el que predomina en todo el establecimiento y los ventanales a la Plaza son de cristal emplomado. El artesonado del techo fue realizado por los artistas Alfonso García y Estanislao Curto y la iluminación eléctrica corrió a cargo del ingeniero Sr. Puig. Es abierto como cervecería, contando con salón de billares, pista de baile con claraboya de colores y restaurante, regido por el cocinero Cristóbal Puche. El 3 de agosto de 1906 se produce un accidente en la cocina, consecuencia de que al volcarse la máquina de café se derrama el ardiente líquido sobre los mozos Vicente Bazo y Julio Carranza, no alcanzando al citado cocinero. Julio Carranza, más tarde, se convierte en el cerillero del café durante muchísimos años.
El 6 de abril de 1905, obtienen la primera licencia del Ayuntamiento para sacar los veladores y las sillas a las aceras, y colocan el primer toldo de la Plaza Mayor que ocupaba seis arcos, en el café horchatería, dejando el paso libre bajo los soportales. El canon asciende a 25 pesetas por arco y año y en 1912 ya ha subido a 60 pesetas por arco.
En la noche del 15 de agosto de 1906 el recién llegado Gobernador Civil don Alberto Larrondo, acompañado del Inspector de policía señor Plaza y varios agentes de vigilancia, pide al sereno que le abra la puerta del café, negándose éste a hacerlo, por lo que lo hacen sus acompañantes, subiendo a toda prisa al piso principal y a la voz de “Alto al Gobernador” una veintena de contertulios sale huyendo, arrojándose incluso por los balcones de la Plaza. Se incautaron más de mil pesetas abandonadas en la mesa y quedaron fichados 9 contertulios de juegos prohibidos.
El 29 de junio de 1907 cierra Novelty por reformas que se adjudican al contratista Ramón Martín Ramos en 19.500 pesetas y se reabre el 2 de setiembre inaugurándose las veladas musicales con el pianista don Jesús Pinedo Álvarez, Primer premio del Conservatorio de Madrid, durante muchos años referencia musical del Novelty. En noviembre actúa la rondalla salmantina “Bohemios” dirigida por Eladio González. Además de las veladas de conciertos se dan espectáculos cinematográficos.
El 16 de noviembre se contratan los servicios del cocinero repostero que ha prestado sus servicios en Lhardy y en el verano en el balneario de Alhama de Aragón.
El 15 de diciembre actúa el “Quinteto Cosmopolita” compuesto por 3 mujeres bajo la dirección de J. Conte, acompañado del maestro Pinedo, llegando hasta el 3 de febrero del año siguiente, en que actúa Alfredo Roland, primer premio del Conservatorio de París, acompañado al piano por el maestro Pinedo.
A partir del 18 de diciembre de 1908 inaugura la temporada un septimino compuesto por: director Gustavo Benoit, contrabajo; Louis Borrel, saxofón; Alfredo Roland, violín; Jesús Pinedo, piano; Carlota Borrel, 2º violín; Luisa Benoit, violín ripiano y mademoiselle Delacroix, 1er violín. Actuaron durante seis meses estrenando como “propina” un pasodoble de la profesora de piano en Salamanca Manolita Algueró, la que correspondió dedicándoles otro pasodoble: “Gratitud”, que interpretaron el 16 de enero de 1909.
El 4 de mayo debuta la arpista Lolita Vercruysse acompañada del maestro Pinedo durante la temporada primaveral. Desde el 3 de noviembre, hasta el mes de febrero, actúa la orquesta de señoritas “Cosmopolita” dirigida por Gustavo Benoit, contrabajo, compuesta por Blanche Prat, violín, premio de Paris; Louise Benoit, violín ripiano, Premio de Bordeaux; Jeannete Frome, violoncello y Muriel Fife, viola, Premios de Londres; Cecile Prat, pianista, Premio de Nantes y Jesús Pinedo, harmonium, Premio de Madrid. Triunfó sobremanera la inglesa miss Jeannete Frome, con sus “solos” de violoncello.
En enero de 1910 Novelty intenta la contratación de las concertistas Hermanas Moreu, violín y arpa, que irán acompañadas al piano por el músico local maestro Pinedo, que han quedado cesantes por reciente incendio del teatro de la Zarzuela de Madrid.
El 11 de noviembre de 1911 inaugura la temporada el “Cuarteto Vasco” compuesto por María Zabala de Luque, piano; María Teresa Badenes, tiple; Celia Badenes, mezzosoprano; Eduardo Luque, violín y Jesús Pinedo al armonio, finalizando su contrato el 13 de diciembre.
El 2 de enero de 1914, comienza la temporada la Orquesta Cosmopolita integrada por Gustave Benoit, director, violoncello y contrabajo, primer premio del conservatorio de Toulouse; Buenaventura Daró, primer violín concertino, primer premio del conservatorio de Barcelona; señorita Muriel Fife, segundo violín y viola, primer premio del conservatorio de Londres; señorita Rose Gaudivert, pianista, primer premio conservatorio de Montpelliert y Jesús Pinedo, armonium, primer premio del conservatorio de Madrid. En noviembre de 1916 lo hace el Trío Tales, varios días: Vicente Montolín, clarinete; José M. Bertomeu, piano y el niño de 11 años Vicentito Montolín, oboe.
Contratado el concertista de bandurria Manuel López, acompañado al piano por el maestro Pinedo, hace una temporada de conciertos en marzo de 1918 y a continuación actúa el barítono de ópera Angelo Maini con el mismo acompañante una temporada. A primeros de junio actúa el sexteto del maestro Damián Vicioso (violín); Clotilde Pulido (violín ripiano); María Francés (violín 2º); Paulette Vicioso (violoncello) y Antonio Antunes (contrabajo). A partir del 17 de julio actúa un trío compuesto por: Pinedo, piano; Luis González, violín y Luis Santos, violoncello. En octubre dan comienzo los conciertos invernales con la actuación del cuarteto “Cabarat” compuesto por madame Cabarat, violín 2º y sus hijas: Germana, violoncello; Alicia, primer violín y Adriana, piano, vestidas con falda negra y blusa blanca. Vuelven en el mes de noviembre y de nuevo el 2 de febrero de 1921 para una larga temporada.
En mayo de 1919 actúa el “Quinteto Hispania” constándonos dos de sus integrantes: el concertino Juan Fabre y la violinista salmantina Elvira Losada. En diciembre de 1923 actuación durante unos días del Cuarteto Cosmopolita.
En su primitiva época y dada la penuria del momento que atravesaba la ciudad, tanto para el restaurante como para el salón, los propietarios tenían que valerse de sus propios medios y fabricar por sí mismos, de manera artesanal sifones, hielo y helados, con notable éxito, pues el hielo era vendido en grandes cantidades a cualquiera hora del día e incluso de la noche y la tradición de la heladería se ha mantenido hasta la actualidad, siendo célebre desde el primer momento su anuncio en prensa “Helados para hoy”. Vendía leche de cabra pura a 40 céntimos litro y mandaba empleados a la Plaza de toros para despachar medias noches, emparedados, pasteles y meriendas los días de corrida.
El día 1 de enero de 1911 el Novelty estrena puertas giratorias obra del artista Isidoro García y en ese mismo año se hace cargo de las cocinas Cristóbal Puche.
En 1914 la Fundación Vicente Rodríguez Fabrés arrienda de nuevo el café “Novelty” y el primer piso de la calleja del doctor Piñuela por 75 pesetas mensuales.
El 8 de marzo de 1918 fue traspasado a Emilio García Villa, alias “Revive”, que había sido maestro titular de la escuela de Sexmiro, y desde 1908 ejerce como tenedor de libros para el comerciante Enrique Prieto y dirige la hospedería “La Castellana”. Montó una exclusiva sala de billares, su restaurante era afamado y en él se celebraron infinidad de bodas de los habitantes de la capital y de la provincia, que finalizaban en animado baile, amenizado por una orquesta de músicos uniformados que actuaban también todas las noches en el salón redondo.
El 15 de abril de 1921 fue instalada una máquina para la fabricación de barras de hielo, artículo que se despachaba a cualquier hora. El 25 de mayo de 1928 el Rey Alfonso XIII y su hija la Infanta Beatriz, en su visita a Salamanca, son agasajados por el Ayuntamiento con una cena de gala servida por el “Novelty”, en la que el menú degustado fue: consomé doble, pastelitos Richelieu, langostinos Bella-Vista, pechuga de ave suprema “Regencia”, espárragos salsa holandesa y lomo al jerez. Helados, piña, dulces de frutas, pastelería y quesos. Vinos Burdeos, Riscal y Diamante, Jerez.
Las tertulias diarias eran muy frecuentadas y no cabe duda de la altura intelectual de las tertulias pues no hay que olvidar que, en la Salamanca de la época en que se inauguró, vivían personalidades tan ilustres como Luis Maldonado, José María Gil Robles, Pedro García Dorado Montero, los hermanos Domínguez Berrueta, Esteban Madruga, Indalecio Cuesta, Elías García Barrado o Federico Anaya.
Una de ellas denominada “La Sentina”, era presidida por don Miguel de Unamuno y sus componentes tomaban asiento en la zona izquierda, servida por el camarero Sebastián Gómez, en un rincón alumbrado por la mortecina luz de los soportales. La integraban miembros de profesiones liberales: Antonio Palacios, Fernando Iscar, José Onís, Guillermo Sáez, José Sánchez Gómez, Santiago Madrigal, Cándido María Cambón, Adolfo Núñez, Julio Salcedo, Antonio Díez, Gregorio Fraile, Filiberto Villalobos, Eufrasio Iglesias, Adolfo Vérgez, Godeardo Peralta, Casimiro Población, Eloy Bullón, Fernando Zaballa, Manuel Olivera, Luis García Romo, Manuel Hernández, Manuel de Castro, Manuel Gascón, Primo Garrido, César Real, Romualdo Hernández, Francisco Díez, José y Eusebio Calón, Bernardo Olivera, Manuel Peláez, Iscio Sánchez, Manuel Rubio, Jesús Firmat, Marcelino González, Eduardo Iglesias, Eudoxio de Castro, Vicente Redondo, Juan Manuel y Agustín Martín, Francisco Jiménez, Rafael Cuesta, Juan Partearroyo, Alfredo de la Mano, Eduardo García López, Cesáreo Calvo, Eloy y Luis Romano, Manuel Tirado, Cándido García Barrado, Gonzalo y Ramón Santos Mirat, Rafael e Ignacio García Cobo, Luis Infante, Enrique Esperabé o Blas Santos y como en ella se hacía política no era infrecuente ver en las listas de candidatos al Ayuntamiento o al Gobierno de la Nación a alguno de sus integrantes.
Encontrándose en Madrid el profesor Sáez hubo crisis de gobierno y en la Villa y Corte no tenían idea sobre la composición del nuevo gobierno, pero bastó una conferencia telefónica al Novelty y el doctor Filiberto Villalobos le facilitó la lista completa.
Se supone que el nombre de “La Sentina” se lo diera el propio don Miguel, que ya en 1902, emplea tal vocablo en su obra “En torno al casticismo”.
Siendo los tertulianos gente de orden en todos los aspectos se llegaba al extremo de exquisita puntualidad en los horarios y respeto absoluto a los asientos, sentándose los contertulios siempre frente a los mismos veladores.
Mereció ser diana de los graciosos dardos de las “Quisicosas” de El Adelanto donde despidiendo al Gobernador Civil don Luis García Alonso, se decía: “… Por eso en la levantina / ciudad, tendrá usté el anhelo / de Novelty su “Sentina” / del Casino y su “chamelo”. O refiriéndose a los veraneantes salmantinos en la vecina playa portuguesa de Figueira da Foz: “… Y al verse sin su piel fina / puede que algunos sí cejen. / Ese sí que es despellejen / y no el que usa “La Sentina”.
El 19 de abril de 1914 se celebra una cena en el Suizo, sin brindis, donde se reúnen 26 “sentinistas” obsequiados por Claudio Gambotti que se ha hecho cargo del afamado establecimiento el 2 de febrero y merece: “… No dirán que La Sentina / es tertulia atrabiliaria / que más bien es asamblea / permanente culinaria”.
Remozado el Casino en 1923 fue tomado por asalto por los miembros que quedaban de “La Sentina”.
La “Peña de los Brujos”, formada por aficionados a los toros, a los deportes o al teatro, presidida por José Cimas Leal y Morán, de la que formaban parte abogados, médicos, viejos ganaderos o propietarios, se asentaba en la parte de la derecha y era servida por el camarero Luis Beltrán, junto a la columnata que sostiene el artesonado. La integraban: Francisco Seirul-lo, Eduardo Bonín, Juan Manuel Sánchez de Carreros y su yerno Eduardo Aparicio, Santiago Sánchez de Terrones, Victoriano Angoso de Villoria de Buenamadre, Andrés Sánchez de Buenabarba, Andrés Segovia, Primitivo de Castro, Francisco Bravo, Pablo Unamuno, José Patricio García, Pedro Sandoval, Antonio Lamamié de Clairac, Eladio Rodríguez, Luis Revuelta, Carlos G. Ceballos, Gregorio Diego, Pedro Sánchez, Serafín Serrano, Eugenio Solís, Ramiro Lafuente, Moreno de la Parra o Ávila que fue presidente.
Se convertían en corresponsales donde quiera que estuviesen mandando telegramas a “la Peña” con los resultados de las corridas, de las exposiciones, de los conciertos, de los estrenos en el teatro y de cuanto reseñable hubiera, telegramas que se exponían en el escaparate del Novelty para deleite de todo el mundo.
Amigos y admiradores homenajean al torero Pepe Amorós en el Novelty. El Adelanto de 1 de octubre de 1931 |
En la parte de arriba se reunían en otra peña: José María Cossío, José Antón Oneca, José María Ramos Loscertales, Ramón Bermejo Mesa, José Camón Aznar o Armando Pavón.
Hubo otra pequeña tertulia eminentemente política conformada por personalidades de la talla de Diego Martín Veloz y Blas Santos Franco.
El primer turno de la mañana estaba dedicado a las tertulias de labradores, ganaderos, marraneros y ovejeros embaídos en sus tratos, a los que seguían las reuniones de estudiantes, en veladores presididos por tapices con pátina. Luego llegaban las tertulias de industriales, comerciantes y banqueros con la flor y nata salmantina: Pérez Moneo, Juan Casimiro Mirat, Carlos Luna, Primitivo Muñoz, Francisco Téllez, Miguel Iscar Peyra, Antonio Peláez, Siro Gay, Jesús Rodríguez, José María Viñuela o Fernando Angoso.
En el café Novelty por deferencia y respeto a las tertulias estaba prohibido jugar al dominó para que no molestara el ruido producido por las fichas sobre el mármol de los veladores. Recién inaugurado, en Ferias manda a sus camareros a la Plaza de Toros para despachar medias noches, emparedados, pasteles y mermeladas.
En los primeros tiempos fue el encargado de todos los camareros Eugenio Gutiérrez, y además de atender a la numerosa clientela, entre la que se encontraba una infinidad de estudiantes, (a los que ayudaron en sus apuros monetarios), destacaron: Sebastián Gómez Santos y Luis Beltrán Iglesias, que vendían al principio ramos de camelias y otras flores traídas de Portugal y Valencia, Juan José Gómez García, Isidoro Echevarría, Manuel Sánchez del Campo, Enrique Esteban Martín que se casa el 12 de octubre de 1917, los hermanos Fidel y Manolo Sendín, luego dueños de El Mesón, Sandalio Silguero de Los Limoneros o el cerillero Julio Carranza y el camarero más veterano de Salamanca, Vicente Santos Benito, que se inició de botones en el Hotel Comercio de la calle de Zamora, ya de camarero estuvo 4 años en el Suizo y otros 14 en el Pasaje, llegando al “Novelty” en 1922, para jubilarse el 31 de mayo de 1957. Posteriores son: Enrique Gaona, Vicente Martín, Daniel, Pepe, Adrián, Emilio o “Minuto”. Sebastián Gómez había regentado la pensión “La Castellana” en Zamora 1 y 3 y falleció el 22 de diciembre de 1935. Luis Beltrán y Juan José Gómez, fallecieron, respectivamente, el 24/4/1932 y el 30/5/1941.
En el “Novelty”, de Emilio García Villa, alias “Revive”, dan sus conciertos el cuarteto femenino Cabarat, con las hermanas Germana y Alicia Cabarat, violoncello y violín, respectivamente, (que 6 años antes habían actuado todas las noches siendo el trío Cabarat en el café “Términus”), el quinteto Hispania y la agrupación musical Bati-Randi que alterna sus actuaciones con el “Suizo” y con el “Pasaje”. Ya en 1923 actúa el cuarteto Cosmopolita. El quinteto Hispania estaba compuesto por Telmo Vela, primer violín, José R. Ontumuro, segundo violín, Manuel Montano, viola, Domingo Taltavull, violoncello y José María Franco, piano, conjunto que en 1922 da carácter oficial a su agrupación y la llevan en triunfo por toda España y el extranjero. En febrero de 1923 vuelve el cuarteto Cabarat.
La Unión Deportiva Salamanca nació en los salones del “Novelty” pues el 9 de febrero de 1923 se celebró la primera Asamblea General como Unión Deportiva Española de Salamanca, dimitiendo la anterior Junta Gestora y eligiendo una nueva presidida por don Federico Anaya, alcalde de Salamanca; Vice-presidente don Enrique Saavedra y Gaitán de Ayala: Secretario don Fernando Sánchez Sánchez; Vice-secretario don Enrique Esperabé de Arteaga; Tesorero don Pedro Gutiérrez Corcuera; Vice-tesorero don Fernando Domínguez Zaballa y Vocales, don Luis Maldonado y don Timoteo Gómez. También se nombraron los Delegados de las diversas secciones deportivas, pues se pensaban instalar, además del campo de fútbol, dos pistas de tenis, piscinas de natación, campo de tiro de pichón, pistas para concursos hípicos y carreras pedestres, aparte de magníficas tribunas. Se integraron en la Sociedad más de 1.000 personas.
En Asamblea Extraordinaria posterior se acordó la compra a don Gaspar Alba de sus terrenos de “El Calvario” mediante un préstamo de la Caja de Ahorros, con garantía hipotecaria de 51.000 pesetas y el dueño del “Novelty” don Emilio García Vila aportó la cantidad que faltaba: 13.000 pesetas.
En 1933 en el “Novelty”, que sigue con el mismo dueño, se dan tres conciertos diarios a cargo del Trío Madrid compuesto por Juan Bernal, piano, el salmantino Pablo Ceballos, violoncello y Juan Paláu, violín.
En sus locales se fundó en julio de 1936, la emisora Radio Nacional de España, por el general Millán Astray, cuando la emisora local E.A.J. 56, propiedad de don Manuel Martín García, que se encuentra en zona roja se halla en apuros económicos. Radio Salamanca se pone a disposición de la nueva España y se hace cargo de la emisora el fotógrafo Guzmán Gombau Guerra, transmitiendo ininterrumpidamente las 24 horas del día. Desde los altos del Gran Hotel se traslada la emisora a otras instalaciones técnicas montadas con todos los adelantos al frontón de san Bernardo y la redacción al palacio de Anaya, en un aula próxima la Escuela Normal de Maestros, inaugurándose el 19 de enero de 1937, con un discurso del Caudillo que comenzaba: “La España auténtica saluda al mundo”. Se nombra director a Jacinto Miquelarena y en febrero de 1938 Radio Nacional se traslada a Burgos, aunque los partes se siguieran firmando en Salamanca, excepto el del final de la guerra que se fechó en Burgos.
En los comienzos de la Guerra Civil el “Novelty” se constituyó en el centro neurálgico de la propaganda del Régimen, reuniéndose diariamente aquí los principales prebostes políticos y erigiéndose (no muy de tapadillo) en decisivo nudo de comunicaciones del espionaje y del contraespionaje.
Punto de reunión de los escritores del Régimen, pasaron por sus salones, entre otros: “El Tebib Arrumy” con sus crónicas de la Guerra civil; Agustín de Foxá que escribió aquí su célebre “Madrid de Corte a checa” o José María Pemán que dio forma a su “Poema de la bestia y el ángel”. También fueron asiduos contertulios Pedro Laín Entralgo, Dionisio Ridruejo o Antonio Tovar.
El café restaurante “Novelty” se remoza completamente en diciembre de 1940 por obra del arquitecto Francisco Gil, incluyendo una pajarera en la rotonda del medio y en las Ferias de 1943 inaugura la luz fosforescente, siendo el primer establecimiento que lo hace en España. Se dan diariamente conciertos de música clásica por excelentes profesores.
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En 1944 aparecen los célebres helados ”Ilsa” en el ”Novelty” y en “Las Torres”.
Publicidad de 1945 cuando el Novelty todavía era el Nacional |
En diciembre de 1946 llega la Orquesta Ávalos procedente de las mejores salas de fiestas, que regresa en octubre del año siguiente y en 1948 se escucha a la Orquesta Fuster, y a continuación el musical Quinteto Astoria Club.
A los herederos de Emilio García Villa, dueños del café “Nacional”, les sucedió en 1951 el empresario Aureliano García Barber, con dudosos negocios en Tánger, quien lo denomina ya en 1951 como “Nacional-Novelty” y en setiembre de 1954 se anuncia como de la empresa Domínguez, de Agustín Domínguez González, que llegaba de Barbadillo totalmente ayuno de lo que era el negocio del café pues su oficio había sido el de tratante y carbonero. Es auxiliado por su esposa doña Manuela Rodríguez.
Reabiertos el café y el restaurante en setiembre de 1961 con el machacón anuncio de ”Pida un cimbalino, no un café”, en 1963 se cierra el restaurante, se clausuran las bodegas y pasa a regir el negocio el hijo Francisco Domínguez Rodríguez, quien lo transforma radicalmente, en 1970, muriendo en 1972 a los 51 años, aunque su padre no fallece hasta el 8 de abril de 1974. Nuevamente bautizado como “Novelty” en 1964, sigue siendo lugar de encuentro de escritores y políticos, conspirándose en sus locales en las postrimerías del Régimen.
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El Ayuntamiento acucia ya a la cafetería pretendiendo extender sus dependencias y estuvo a punto de cerrar en 1978, ya que le expropió tres cuartas partes del local, incluida la zona trasera correspondiente al nº 3 de la calle del Doctor Piñuela. Fue redecorado por Salvador Yáñez en setiembre de 1979 y se colocó, en la parte más próxima al Ayuntamiento, la tienda de embutidos de la famosa marca “Finca El Gejo”, junto a una heladería, recordando la excelente elaboración que de este artículo se efectuaba en los primeros tiempos.
El café “Novelty” continúa en la actualidad prestando sus excelentes servicios, bajo la firma Hermanos Domínguez de la Peña, con “Paco Novelty” al frente, que ha simbolizado el homenaje a las tertulias literarias de escritores y poetas que por él han pasado en una estatua de tamaño natural de don Gonzalo Torrente Ballester, obra de Fernando Mayoral en el año 2000, sentado ante el velador que habitualmente ocupaba y desde donde impartía su magisterio intelectual hasta su fallecimiento en 1999.
Se halla aún abierta la Heladería, que ha permanecido a lo largo del tiempo, constituyendo un hito en la Plaza pues desde la fundación del café hubo una fábrica de hielo en su interior.
Número 0.4
Las dos viviendas, de igual extensión, también expropiadas y construidas a expensas del Ayuntamiento, eran: la primera propiedad de la Capellanía de Sancha Calamón, de la parroquia de san Julián y la siguiente la casa de Pedro de Oviedo Paz y Carrizo, Caballero veinticuatro, vinculada al Mayorazgo fundado por don Antonio Carrizo y habitada por doña Josefa de Oviedo, casa que en 1755 había pasado a ser propiedad de la parroquia de san Martín. |
Nada más terminarse la construcción de la Plaza Mayor en 1755, se instalan en esta esquina los primeros industriales: dos herreros y un veterinario.
Recién acabada la guerra de la Independencia Cayetano Lurasqui, que había nacido en 1752 instala su establecimiento de bisutería, juguetería y quincalla. Cuando la Plaza acaba de terminarse compró la totalidad de la vivienda abriendo el establecimiento en 1810 y al morir con 70 años, continuó con el negocio su esposa María Hernández Valeros, bajo la denominación de Viuda de Lurasqui, convirtiéndolo en la mejor bisutería de la capital, donde se vendían incluso bujías y parafinas y los juguetes denominados “tirinenes”.
Publicidad de Viuda de Lurasqui en Adelante, 1867 febrero 24 |
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El negocio de juguetería abunda poco en la Plaza Mayor llegando en 1886 la firma Cristóbal Rodríguez y Hermano al número 38, teniendo además artículos de ferretería, herramientas, quincalla, cristal, bisutería y regalos.
Propiamente jugueterías son José Román Gallego y Atilano Martín con establecimientos en la plaza del Corrillo 2 y 5, respectivamente y Moro e Hijos, en Zamora 1 y 3.
Más adelante, tras la guerra civil, Jesús Rodríguez López tiene una planta dedicada a juguetería donde se despliega el amplio abanico de juguetes personalizados.
El 6 de setiembre de 1887 la totalidad de la vivienda que era propiedad de la Viuda de Cayetano Lurasqui pasa a ser el comercio de telas “El Antiguo comercio de San Román” de Manuel González San Román y Hermano, (llamado Ricardo, que fallece el 3 de marzo de 1898), quienes llevados del fervor patriótico peninsular de aquella época y a ser oriundos de Fuentes de Oñoro, donde tenían otro comercio, le cambian el nombre y lo denominan “La Unión Ibérica”, donde se venden telas, colchas, franelas y brocateles. Se anuncian con entrada también por la calle de Herreros, 1, hoy Toro. En marzo de 1906 se trasladan, mientras duran las obras, a la calle del Prior 3 y 5.
El comercio de telas “La Unión Ibérica”, tras ser “Sobrino de Manuel González”, por fallecimiento de Manuel González el 20 de setiembre de 1908, antes de 1920 pasa a manos de Juan José Gómez como tienda de tejidos; luego, en 1926, el negocio se transforma en el café restaurante “La Granja Dorèe” fundado por el ingeniero de Obras Públicas Parisio Pérez, (dueño también del café “Regina” en la calle del Prior), quien muy pronto lo cedió a Valentín Pérez Sierra, de profesión contratista de Obras Públicas. Padre de una numerosa familia y dedicado a sus negocios, en 1934 regaló el café a su hija mayor Alfonsa, casada con Ramón Franco, quien inaugura el 23 de abril a las 9 de la noche un restaurante en el piso principal del café “La Granja” y una pensión en el segundo.
Banquete de inauguración del restaurante de la Granja Dorée el 23 de abril de 1934 con la asistencia del gobernador y del alcalde. Foto de Almaraz publicada en El Adelanto del 25 de abril de 1934 |
En febrero de 1936, pasa el conjunto a ser regido por el forfoledano Manuel Luis Sánchez, que había tenido antes el café “La Habana”, en la plaza de la Libertad y que era el encargado del café “La Granja”, quien contrae matrimonio con la citada hija al quedar viuda, ampliando el restaurante del piso principal y habilitándolo para café y tertulias. Fallece el padre de la propietaria el 2 de octubre de 1956.
Recuerdo como camareros de “La Granja Dorèe” al veterano Conde y a Villalta, así como a otro hermano de éste, que pasó al Astoria y como asiduos clientes hasta su muerte el 5 de setiembre de 1963 al patriarca de los gitanos Rafael Motos Jiménez, que se dedicó al trato como su padre y al elegante picador y caballista Pepe “Chicarro” Iglesias, que había fallecido tres años antes.
El café de “La Granja” en 1971 pasó a ser de Luis Inestal, que fue quien le cambió el nombre por el de “Los Escudos” y desde febrero de 1982 viene siendo dirigida la cadena de establecimientos por José Manuel Martín Regalado, pues son cuatro “Los Escudos”: Cuesta de Sancti Spíritus, La Reja y Plazuela de la Libertad. Se había ampliado el negocio en setiembre de 1982 inaugurando el Pub “Los Escudos”, con entrada por la calle de Toro, número 1. Explota además “Aguas Don Pepe, J.M.” con manantial de aguas minerales naturales sin gas en El Montalvo. Continúan efectuándose las transacciones comerciales y los tratos entre ganaderos.
Se cierra en setiembre de 2015 adquirido por el industrial salmantino, con restaurantes en Barcelona, Silvestre Sánchez. Siendo reinaugurado, manteniendo el nombre de Los Escudos, en abril del 2017.
Consistía en la vivienda de la Memoria de don Pedro Vidal, que expropia y construye el Ayuntamiento para cerrar la Plaza. |
A la esquina derecha de la Plaza, saliendo hacia la calle de Toro, llega trasladado desde otro lugar, en febrero de 1845 el sastre Mirat y en 1870 ya estaba la confitería de la señora Engracia (¿o señora Calixta?), mujer beata de las antiguas, que se pasaba el día rezando en constante bisbiseo. En cuanto sentía la campanilla que anunciaba al sacerdote portando el Viático de los enfermos por una esquina de la Plaza se ponía de rodillas, comenzaba a santiguarse y no se levantaba hasta que dejaba de oír la esquila por otro lado. Parecida puesta en escena realizaba cuando de un cortejo fúnebre se tratara.
En 1878 se convirtió en barbería y peluquería de Melquíades Estévez Martín, que en 1892 ha pasado a ser de sus hijos Lorenzo Estévez y Hermano, con local también en el número 8, principal, aunque Melquiades no fallece hasta el 15 de abril de 1939.
En 1904 roban las chapas anunciadoras del primitivo local que cierran con posterioridad a 1910, instalándose el negocio de al lado, “La Antigua”, sombrerería de Rafael García con sombreros de paja y reformas de sombrerería, que se anuncia en el número 2. El peluquero Lorenzo Estévez había fallecido el día 11 de mayo de 1907.
En 1926 cogió el traspaso “El Trust de las medias” de Ángel García Domínguez, que había sido empleado de la casa Siro Gay y que se había establecido anteriormente por su cuenta en otro local de la calle de Toro. Cierra el establecimiento el 1 de marzo de 1929 para trasladarse al número 17 de la Plaza, dejando el local a la actual joyería y platería “Santiago”, con especialidad en filigrana charra, dedicada también a la compra venta de oro y plata y a la venta de artículos de importación, que abre sus puertas el 8 de setiembre del mismo año. Dando muestras del descontrol en la numeración de la Plaza se anuncia en el número 2.
Santiago Martín Torres, nacido en Sequeros en 1882, llegado a la edad de buscar trabajo le tocó sufrir las privaciones de los empleados de comercio en la época, hasta que especializado en joyería se dedica a la profesión de viajante. Casado en 1915, con Pilar Cortés, que residía en Béjar, abre un bazar en esta ciudad y posteriormente ya viudo y con tres hijos muy pequeños llega a Salamanca y se pone a trabajar en la tienda de curtidos y cordelería de José Merás cuya tienda ya existía en la llamada Isla de la Rúa, nº 3, antes de 1880 a nombre de su padre Francisco Merás. Eran parientes pues el padre de Pilar tenía en Béjar la tienda de “Chocolate Merás” y se llamaba Federico Cortés Merás.
Se establece Santiago Martín por su cuenta en lo que a él le gustaba, el ramo de joyería y sigue vendiendo especialmente sus artículos de filigrana charra. En 1950 la única modificación en la estructura de la tienda que se permite es rasgar el pétreo muro y abrir un amplio escaparate a la calle de Toro.
A principios de los años cuarenta ayuda al patriarca Santiago en las labores de la tienda su hija pequeña Pilar, quedándose definitivamente al frente del negocio en los años cincuenta junto a su esposo, el abogado procurador Ángel Marcos, aunque todavía el patriarca no puede resistir el tirón de la tienda y continúa visitándola, hasta su fallecimiento en 1967.
La joyería “Santiago” sigue vendiendo sus especialidades regentada por la hija Pilar y ya viuda, en la década de los ochenta sus hijos Pilar y Ángel Luis Marcos Martín, ayudan en la tienda sin olvidar sus estudios, que acaban pero no ejercen, pues se ponen al frente del negocio.
Interior de la Joyería Santiago |
Los dos hermanos llevan a cabo en 1990 la renovación del interior del establecimiento para adaptarse a las necesidades comerciales del momento, pero mantienen intacta la noble fachada de madera, típica de principios del siglo XIX. La madre, Pilar Martín que durante tantos años llevó las riendas del establecimiento, ya jubilada desde unos años antes, fallece a finales de los noventa.
Número 2
Esta vivienda era propiedad de la Capellanía de Sancha Calamón, de la parroquia de san Julián y fue expropiada y construida a expensas del Ayuntamiento. |
Nada más terminarse la construcción de la Plaza en 1755, abrió sus puertas una sombrerería que, andando el tiempo se denominaría de “El Rincón”. En 1870 es el comercio de tejidos “Los Gavilanes” de un tal Romero, alias “El Bigotes”, que luego se estableció en la calle de Concejo. Llega el gran comercio de José y Vicente García Iglesias, conocidos por “Los Gallineros”, (¿o serán los mismos gavilanes?), accionistas de la empresa que va a construir la nueva Plaza de Toros de la Glorieta. Vicente fallece el 25 de enero de 1941.
Escaparate con cierre metálico diseñado por el arquitecto D. Santiago Madrigal para la tienda de textil de D. Matias Maroto en 1911 |
La tienda de tejidos de “El Rincón” de Cacho Hermanos y Compañía da el traspaso en 1935 a Felipe de Dios del Rey, que ha llegado de Arabayona de Mógica y se instala con sombrerería de señora y caballero con lo que vuelve de nuevo el negocio de sombrerería y la denominación de “Sombrerería del Rincón”, hasta que cierra en abril de 1942 para trasladarse al número 1 de la escalerilla del Pinto en su bajada.
En setiembre de ese mismo año ocupa el local de “El Rincón” el establecimiento de “Bogue” con especialidad en gabardinas, confecciones de caballero, pijamas y camisería a medida. Se trata de la firma Jiménez y García S. A. (Gumersindo Jiménez y Celso García), que se anuncia a primeros de los cincuenta con las pañerías Jiménez. Recuerdo como empleado a Jesús Merchán, hijo del guardia municipal José Merchán Sánchez, muerto en acto de servicio.
Celso García, excelente sastre salmantino, con taller en la calle de Zamora, frente al Casino antes de la Guerra Civil, gracias a los numerosos contratos para suministros al ejército consiguió ampliar su negocio y montó varias sucursales en Madrid: Puerta del Sol, 11, Carmen, 1, Serrano 50 y otra en el complejo Azca, del Paseo de la Castellana. Todos con el tiempo fueron absorbidos por “El Corte Inglés”, que por ironías del destino, nació como sucursal de la tienda “La Incompetible”, luego “La Popular” salmantina en los soportales del Corrillo, de los hermanos Gordo Centenera, descendientes del patriarca y fundador Fernando Centenera Pero Martín.
En Salamanca y en sociedad con Joaquín Moreno Rebollo, abrió la tienda de “Moga” en la Plaza Mayor, 21, luego ampliada al 20, y con Gumersindo Jiménez Livianos creó la “Sociedad Jiménez y García S. A.”, abriendo las tiendas de “Pañerías Jiménez”, también en la Plaza en el número 44, “La Fábrica”, en el Pozo Amarillo, 2, las “Nuevas Pañerías”, luego “Nuevas Galerías” en Toro, 23 y la “Camisería Bogue”. Falleció en Madrid en su finca de la Colonia de la Florida el 29 de mayo de 1969.
Continúa en este local la tienda de confecciones “Bogue”, hasta que se traspasa en 1981 a Pilar Calpe Timoneda quien se establece con el bazar “El Dorado”, con Casio, “rey y pionero del cuarzo y el digital” y especialista en relojes analógicos Casio, de los que se anuncia como único servicio técnico oficial.
A finales de la década de los noventa el bazar de “El Dorado”, se convierte en la tienda de bolsos y complementos de “Carlos Moga”, que afectado por la crisis cierra sus puertas a principios de 2011, poco antes de que lo haga la otra tienda de la misma propiedad en la Plaza, junto al arco de la calle del Prior, habiéndose convertido en la actualidad en una moderna heladería, en la que destacan como especialidad de la casa los helados de yogurt y la pastelería. Pertenece el nuevo establecimiento a una gran cadena internacional, la “Paradice Cream”. Tras el cierre de la heladería, abrió en 2017 el comercio “Be Beauty”, estética y uñas.
Esta vivienda era propiedad de Manuel Gutiérrez y también fue expropiada y construida por el Ayuntamiento. Anteriormente había sido de doña Felipa de Vargas, viuda de don Cristóbal Bernal, quien la adquirió en 28-V-1625 a don Leandro Guarijo y a su mujer Ana de Guzmán. Pasó a la Catedral por testamento de doña Felipa en 6-XI-1627. La acera del Pabellón Real no tenía edificaciones sólidas, estando formada por la “isla de cajones firmes”, casillas con pilares de piedra e incluso balcones para presenciar festejos en la parte que daba a la Plaza, propiedad del Ayuntamiento, que los alquilaba. El consistorio en 1619 proyectó estas edificaciones para cobijar a los comerciantes que instalaban sus puestos móviles en la zona destinada a espectáculos, dilatándose la obra entre 1691 y 1692. Esta isla constaba de una sola planta con puestos a los dos lados y disponía de bodega. La parte baja estaba constituida por un arco que daba acceso a la Plaza del Carbón o del Caño. Los puestos de madera se dedicaban a la venta de carnes y frutas en dos partes perfectamente diferenciadas en cuyo centro se alzaba “la torrecilla” del repeso (donde el actual arco de san Fernando) que tenía dos plantas, construidas en piedra y que se derribó en el mes de junio de 1730. |
En 1887, la Viuda e Hijo de Lurasqui traslada aquí el negocio que poseía al otro lado del arco de Toro. El matrimonio Lurasqui vivió en la Plaza, pero en el número 27, en la acera de san Martín y al fallecer doña María y su hija Filomena, casada con el abogado y político Miguel Zahera Herrero, a éste no le interesó continuar con el negocio y el local estuvo unos años cerrado.
Eladio Amorós Francés, ya en Salamanca desde unos años antes, ocupa el 1 de mayo de 1907 este local con la zapatería “La Revoltosa” que tenía en Toro, 35 (frente al teatro Liceo) y que era sucursal de la fábrica del mismo nombre en Madrid, Pez, 19. Le sustituye el 4 de mayo en su antigua tienda,
calzados “La Exclusiva” de Bernardo Acosta quien proclama no haber tomado traspaso ni existencias de nadie, pero la verdad es que en 1908 se anuncia como Sucursal de “La Revoltosa” y el 15 de noviembre se traslada a Toro, 4, junto al Arco de la Plaza.
La verdadera “Revoltosa” figurará siempre en la Escalerilla del Pinto 1 y 3 y en algún momento en la Plaza de la Verdura o Plaza del Mercado 1 y 3 pero jamás en la Plaza Mayor, ignoro porqué motivo. Eladio Amorós Francés, que amplió la tienda, era padre de los toreros Eladio y Pepe Amorós Cervigón.
En el principal se instala a principios del siglo la corsetera bilbaína Manuela Moure, que venía del número 45 de regentar la corsetería de Jacinto Niño.
Eladio que fue conocido en el mundo del toro como “El Chico de la Revoltosa”, se vistió de luces por primera vez con 13 años en una becerrada que se celebró en Tejares, debutando en Madrid en 1921 y tomando la alternativa en Zaragoza en 1928, durante las Fiestas del Pilar, de manos de Chicuelo, siendo testigo Nicanor Villalta, con toros de Graciliano Pérez Tabernero. Protagonizó la primera versión de la película “El Niño de las Monjas” en 1926 con Lolita Astolfi y murió en 1987 en el Asilo de san Rafael salmantino.
Eladio Amorós. Foto Gombau |
Pepe Amorós |
La zapatería “La Revoltosa” además de los calzados tuvo sección de blusas, faldas, abanicos, tejidos y ropa hecha. En 1919 Eladio Amorós amplía el negocio con las ventas al por mayor y fallece en Alicante el 30 de diciembre de 1921, aunque la tienda continúa abierta atendida por sus hijos: Eladio, Antonio, Pedro, José y Teresa
En estos años además de “La Revoltosa”, tienen tienda abierta como “Calzados Cervigón” en Quintana, 4, “La Imperial”, Doctor Riesco 13 y 15 y “Las Baleares”, Doctor Riesco, 63.
Reforma de la fachada de La Revoltosa por Victor D'Ors 1939 |
En 1939 pasa a la propiedad de Manuel Navarro Monjas, quien modifica totalmente su fachada, según el proyecto confeccionado por el arquitecto Víctor D´Ors y curiosamente también se anuncia en Plaza Mayor, número 2, como la joyería Santiago, aunque en el proyecto de modificación de fachada figure en el número 1.
El Adelanto 5 de abril de 1942 |
El 6 de abril de 1942 llega al local de la bajada de la escalerilla del Pinto 1, Felipe de Dios del Rey con su sombrerería y poco a poco va sustituyendo este negocio por el de labores relacionadas con la confección de géneros de punto, vestidos de novia y complementos.
En los años ochenta inaugura la tienda con especialidad en vestidos de novia “Feldy”, acrónimo de Felipe de Dios, con entradas que se comunican por la Plaza del Mercado 2 y Ruiz Aguilera, 14 y en la sociedad familiar formada al efecto, intervienen su hijo José María de Dios de Dios y otra hija, María Natividad como consejera delegada y propietaria.
El 5 de octubre la zapatería La Revoltosa cede el local por cesación del comercio comenzando la liquidación de géneros por reforma y cambio de industria, pero se demora en el tiempo hasta que llega al año siguiente la tienda de ropa y confecciones de señora “Milka”, propiedad de José María de Dios de Dios que ocupó estos locales, dando lugar a otro negocio distinto del existente en la bajada de la escalerilla del Pinto, a donde había llegado su padre, Felipe de Dios del Rey con la nueva “Sombrerería del Rincón” en el año 1942. El patriarca Felipe de Dios fallece el 13 de julio, con 84 años y es enterrado en el panteón familiar de Arabayona de Mógica. Dirige el despacho de la tienda José María de Dios, junto a su esposa María Encarnación Sánchez Jiménez, en la actualidad ayudados por su hija María del Carmen.
Milka fue cerrado en 2016 y tras largo tiempo con el local cerrado se inauguró, en diciembre de 2019, un restaurante Burger King de comida rápida.
Arco de la escalerilla de Pinto. Ansede y Juanes h. 1928 |
En la acera de este Pabellón Real adquirieron la casi totalidad de los inmuebles, cuando en 1799/1800 puso el Ayuntamiento en venta parte de los Bienes de Propios, Antonio Martín, Andrés Condado, José Aguirre, Pedro Esquiaín y algunos plateros. |
Las escalerillas de piedra se habían inaugurado el 26 de febrero de 1888 y junto a la pared de la confitería “La Madrileña” Juan Torres, en 1896, instaló un artístico quiosco de hierro y cristal para la venta de periódicos, en un ligero chaflán. Era el único punto de venta de la afamada revista “El Nuevo Mundo”. El quiosco, a finales de siglo, era regentado por Sebastián Álvarez, que también despachaba lotería. Denuncia el quiosco Segundo Gómez y desaparece por orden gubernativa el 3 de julio de 1900. Más tarde el quiosco se sustituye por otro más modesto, también metálico donde vende décimos de lotería la popularmente conocida como “La Barazala”, no sé si porque tal mujer fuera esposa o hija de José “El Ciego”, conocido por Barazal, que tuvo su despacho de prensa y loterías en la Plaza de la Lonja, 2, además de vender fotograbados, tras pasar por otro quiosco en el Arrabal. Su habitual pregonero antes de la Guerra era Cesáreo Moreno Martín, “El Manquito”. El primitivo quiosco de Barazal, antes de 1920, estuvo en Poeta Iglesias y era de madera pintada de ocre, ocupado después por el bar de Pepe “el hornero”. Durante unos años antes de la República fue el quiosco de la Acción Católica. |
Número 4, d).- Puerta de acceso a viviendas. En el principal desde 1885 se encuentra la peluquería de Eugenio López Benito quien fallece el 8 de agosto de 1913. En 1916 la peluquería pasa a ser de Santiago Pérez, montada con todos los adelantos modernos. Hacia 1921 y hasta pasada la Guerra civil se hace cargo Alberto Pérez Martín, como propietario, hasta su fallecimiento el 17 de enero de 1958. Prestan sus servicios en esta peluquería Hilario Leandro Toribio (que fallece en 29 de agosto de 1985) y Casimiro Hernández, quienes luego se establecen por su cuenta en la calle de san Justo, número 8 el primero, en 1942 y en la de la Rúa, junto al hotel Universal, el segundo, que luego se traslada a Ramos del Manzano 27, esquina a san Justo, el 25 de agosto de 1945. |
Jiménez Ridruejo 1930 |
Jiménez Ridruejo 1952 |
Número 6, d).- Puerta de acceso a viviendas. El médico dentista Ludeña, por mejora del local, se establece entre 1901 y 1906 en el piso principal y en noviembre de 1941 se instala la fotografía de moda Juanes. |
El Siglo en La liga de los Contribuyentes 30-09-1883 |
Comercio de tejidos de Eraña Noticiero Salmantino 8-08-1899 |
Número 7, d).- Puerta de acceso a viviendas. En 1860 la peluquería y barbería de Melquiades Estévez se sitúa en el principal. Tiene ya otra en el nº 1. Cuando pasa a ser de sus hijos Lorenzo Estévez y Hermano, en julio de 1897, exhiben un hermoso techo con una pintura representando “La Fama”. Aunque se dice que en 1899 queda al cargo de la peluquería solo Lorenzo Estévez habiéndose establecido en otro lugar Ramón, lo cierto es que en 1901 se sigue anunciando como gran salón de peluquería y barbería de Lorenzo Estévez y Hermano cuando efectúa reforma para introducir unos cómodos sillones, invento francés. Como nota curiosa se ha de consignar que en 1900 queda suprimida la “bandeja de Pascua” en ambos establecimientos. En setiembre de 1899 los precios son: Corte de pelo, 25 céntimos, Rizado, 25 céntimos y Afeitado, 25 céntimos. Al quedarse los hermanos sólo con el local del número 8, permaneció sin uso el primitivo local de la barbería del número 1 hasta 1926. Se da la circunstancia de que en la peluquería se venden canarios el año 1916. Continúa el establecimiento con diversos dueños hasta pasada la Guerra civil. En otro de los pisos vive don José María Viñuela Corporales, propietario de la camisería inglesa en el número, 44, de la Plaza. En el principal sobre el número 9, encima de la farmacia de Urbina se encuentra Julio Santiago Ceballos, representante de la sociedad de seguros “La Catalana”. |
Sombrerería de Luis Nava El Castellano 9 de abril 1903 |
Publicidad de Hijo de Antonio Peláez El Adelanto 26 de septiembre de 1942 |
Farmacia de Urbina a finales del siglo XIX |
El Arco de san Fernando. Juan Miguel Pando Barrero. 1964 |
En 1888 se construyó la escalinata para bajada a los soportales pues hasta entonces era una rampa de tierra demasiado peligrosa dado su gran desnivel y en 1902 existe un quiosco de prensa bajo el arco. El Ayuntamiento salmantino no se aclaró en su día sobre cuál era la ubicación para un evacuatorio. Habló primero de evacuatorios en la escalerilla del Ochavo y arco del Toril al pedir presupuestos el 27 de marzo de 1916, luego de un solo evacuatorio subterráneo en la escalerilla del Ochavo tras la aprobación del dictamen de la Comisión de Hacienda, después insistió en el arco del Toril a la aprobación del presupuesto de 12.500 pesetas en dos ejercicios: 1917 y 1918. Finalmente el 6 de junio la cifra exacta del presupuesto es de 12.423´68 pesetas para un evacuatorio en el arco del Toro. El proyecto, confeccionado por el arquitecto municipal don Joaquín Secall y Domingo, consistía en enrasar la escalinata, (construida en 1888 para salvar el desnivel de tierra existente), con el pavimento de la Plaza, por medio de una terraza central encristalada que diera luz al evacuatorio subterráneo, al que se accedería por medio de las escaleras resultantes en los laterales, de subida y bajada a los Portales de san Antonio. La terraza llevaría un cerco con balaustre imitación de los balcones del Ayuntamiento y en ella se fijarían 2 columnas de hierro para el soporte de los focos de luz eléctrica para iluminación. Se suprimiría el quiosco de prensa instalado en 1902. Se pensó en su inauguración para las Ferias de setiembre. Los evacuatorios constarían de 8 urinarios en dos baterías de a 4, mas dos retretes con placa turca para servicio gratuito, además de dos lavabos. Se instalarían además 2 retretes de pago. La obra sería de mármol y cristalería con puertas de hierro colado, detrás de las cuales se instalarían cristales esmerilados. Con este motivo desaparecían los antiestéticos armatostes de la Plaza Mayor que iban a quedar muy a la vista al modificarse la jardinería con la llegada en marzo del nuevo jardinero mayor municipal Francisco Cid, cuyo primer pensamiento era arreglar la Plaza y luego hacer un invernadero en la Merced.
Tal ensoñación no fructifica hasta el día 3 de junio de 1920 en que se abren sin ceremonia alguna. Dedicado a diferentes usos con el paso del tiempo: al principio fue alquilado a Rosa Martín que lo dotó de puerta metálica en 1931, situando la Continental de Turismo; después una parte se dedicó a salón de limpiabotas de Ricardo, “El Calvo”, que a su vez era dueño del salón de billares a la entrada de la calle del Prior y la otra mitad a despacho de prensa. Con el tiempo se estableció en la parte baja el negocio de cueros con especialidad en la confección de botos camperos de Angel Barrado Pérez, “Campero”, que llegaba de una zapatería en la calle de Toro al lado del Banco de España y que el 28 de febrero de 1944 se encuentra en el Corrillo, 3, para pasar luego a Meléndez 21. También fue despacho de localidades para espectáculos e incluso tienda de productos fitosanitarios. En 1964 desaparecen los urinarios y sigue el quiosco metálico. El 10 de febrero de 1965 inaugura la Oficina de Turismo Juan de Arespacochaga, director general del ramo, en el quiosco metálico acristalado. El quiosco de la Oficina Municipal de Turismo desaparece en mayo de 1994, al tiempo que la pequeña tienda de moda infantil que había en sus bajos, al efectuar el Ayuntamiento la reforma de las escaleras, por resolución de 15 de marzo, en la cantidad de 8.820.478 pesetas. |
El Adelanto del 12 de junio de 1904 |
Hipolito Montero en El Adelanto de 11 de septiembre de 1915 |
Número 10, d). Puerta de acceso a viviendas. En 1863 se encontraba en el principal la guarnicionería de Manuel García Prieto, que como se ha dicho antes, se traslada a los bajos de la Casa consistorial a finales del siglo XIX. En 1907 tiene su sede la representación de la compañía de seguros “La Catalana”. Ya en 1911 monta su clínica el dentista Manuel González Peláez, profesor del Instituto Rubio, que fallece en 20 de junio de 1927 y al marchar en 1914 a Toro, 2, pral. se traslada el doctor Matías Ludeña, desde el número 14, d), falleciendo el 12 de febrero de 1934. Desde 1931 venía ocupando el local su hijo, también odontólogo. A partir de enero de 1942 es la Sastrería Moreno. En una de las plantas de esta vivienda tuvo su despacho en 1901 el abogado Ángel Borrego de Dios que se hizo célebre por la construcción de una barriada en la carretera de la Estación, que incluía un Mercado público y una iglesia. En 1980 abre otra tienda en el principal la boutique Thossely y la Academia Salamanca, para preparación de oposiciones, ocupa el 2º, dcha. Cierra Thossely y ocupa su lugar, en 1984, “L´Homo”, con ropa para hombre. En el primer piso se instala la pensión “Los Ángeles” y también se alojan las oficinas de Internet, que estuvieron en la planta baja. |
El Fomento 6 de febrero de 1883 |
El Adelanto 17 de septiembre de 1942 |
| Fallece el 19 de junio de 1927 y bajo la dirección de Julio González Fernández, sufre diversas transformaciones girando en torno a la firma “La Costa Azul”, desdoblándose hacia 1946, en Sederías Doyes en el número 12, con su anexo de tejidos y confecciones “El Metro”, que tiene entrada por los Portales de san Antonio, 4 y en 1949 la firma se constituye en sociedad anónima y es regida por su hijo Eduardo, quien a primeros de los cincuenta, abre la camisería “Gon Val” en sustitución de “La Costa Azul”, junto a las sederías “Doyes” que cambia de negocio el 4 de julio de 1957 pasando a ser modas y regalos Cristy. Recuerdo como empleados a Amador Fuentes y a Luis Sánchez Sánchez, fallecido el 27 de junio de 1962.
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Bar restaurante El Reloj de la Plaza |
En el 12, “Sederías Doyes” se convierte en la oficina de “Viajes Salamanca”, regida por Juan José Marcos y posteriormente en la oficina de turismo “Portugal Interior”. En diciembre 2014 se transforma en almacén de “La tahona de la abuela”, con tapas saladas y dulces que tiene ya varias tiendas en Salamanca y una cafetería en Prior. Ana Sillero es la representante del establecimiento.
Número 12, d).- Puerta de acceso a viviendas. En 1851 se encuentra, en el piso principal, aunque por poco tiempo, la fábrica de guantes de Luis Mérel, que vende sus artículos al por mayor y al detall. Antes de 1900, estaba un taller titulado “Modista y Corsetería”, sin que nos conste el nombre de su propietaria. En agosto de 1903 muere en esta vivienda el notario don Isidoro Alonso Montero, que la ocupaba desde el 21 de junio de 1900. En 1904 pasa a ser de la modista y corsetera ortopédica Florentina Gombau, trasladada desde el número 38, 3º. Tuvo su despacho en este número el corredor de comercio Castor González Sánchez en 1912 y a partir de 1948, montó su estudio fotográfico el gran salmantino, conocedor y amante de la Plaza Mayor, sobrino de la anterior, Guzmán Gombau Guerra. Era el hijo menor del célebre fotógrafo Venancio Gombau y nació en 1911 en el estudio de su padre en la calle del Prior, 18. Especializado en el reportaje y en la información de actualidad colaboró en La Gaceta y en El Adelanto como periodista y como reportero gráfico. Fue locutor de las primeras emisiones de EAJ 56, Radio Salamanca, a su creación en 1935 y luego director al iniciarse la guerra pues el concesionario de la emisora, don Manuel Martín García se encontraba en la zona roja. Una serie de reportajes en la prensa sobre la Plaza Mayor dio lugar a la publicación en 1955 de un excelente libro donde se detalla y pormenoriza todo lo relativo a la Plaza, de la que es profundo y enamorado conocedor, dada su observación diaria privilegiada desde fuera y desde dentro de su domicilio. Suya fue la iniciativa, en marzo de 1944, de fundar una nueva cofradía semanasantera formada por integrantes del gremio de prensa, papel y artes gráficas, que dio lugar a la Hermandad Dominicana del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, con sede en el templo de san Esteban y en la que fue Secretario de la Primera Junta de Gobierno. Casado con Carmen Herrera con la que tuvo 11 hijos, en los años setenta se traslada a Madrid y dice adiós a la fotografía. Trabaja vinculado a la Asociación de la Prensa y fallece en 1984. Se establece en el 2º la boutique Thossely, que durante algún tiempo convive con la sucursal que había establecido recientemente en el número 10. |
Antes de 1873 es la relojería de Severiano García y desde 1879 aloja las pañerías y novedades de Senén Martín Angoso, casa que estaba especializada en artículos para el clero y que se anuncia como “Senén Martín”, con paños y novedades del Reino y extranjero. Anteriormente el comercio había sido de la firma Senén Martín y Compañía, con establecimiento en la misma Plaza Mayor en el número 31, a donde había llegado desde la calle de san Julián, frente a la iglesia. Tiene surtido de lo más selecto y elegante a precios económicos y confección esmerada de toda clase de prendas.
La Provincia 13 de septiembre de 1890 |
El Adelanto 16 de enero de 1923 |
Pablo Rodríguez reabre su establecimiento en el nuevo domicilio el día de Santiago de 1927, falleciendo el 4 de marzo de 1928. La tienda sigue especializada en hojaldres, hornazos, buñuelos de viento y panecillos de san Antón, ya de la Viuda, la célebre “Baltasara”, aunque dirigen el negocio su hijo Pablo y sus hermanas.
El Adelanto 4 de junio de 1927 |
La confitería de Pablo Rodríguez en la primera década del siglo XXI da paso a la tienda de relojería “Sun Time”, filial de joyería Paulino para venta de objetos de línea juvenil. Tras ser Oficina de información de la promotora Gran Monterrey hoy es y desde 2015 el restaurante de la Tahona de la Abuela.
Quintín Alonso. La Opinión 28 de septiembre de 1897 |
Plácido Alonso. El Adelanto 21 de diciembre de 1921 |
Más adelante se especializa en ventas a plazos de todo género de artículos: máquinas parlantes, discos, bicicletas, aparatos fotográficos o relojes de oro. Plácido Hernández, que había sido dependiente de Siro Gay, se especializa en corsés al abrir su propio negocio y luego abre una sucursal en la Lonja de la Cárcel, 2, junto a la farmacia de Hoyos, a donde traslada sus artículos a partir de 1917, denominando a la corsetería como la “Casa de las Fajas”.
Bicicletas Dürkopp representadas en Salamanca por Quintín Alonso. El Salmantino 9 de agosto de 1911 |
El local número 14, desde el 1 de febrero de 1918 pasa a ser la librería “Cuesta e Hijo” de Indalecio y Rafael Cuesta González, que trasladan su establecimiento desde la calle de la Rúa número, 5, antes nº 9, donde figuraba desde antes de 1880 como Antonio Martín Olivera de la Cuesta y posteriormente, al fallecer éste en mayo de 1885, como de la Viuda de Cuesta. Venden una nueva colección de postales sobre Salamanca en brillo y colores de gran aceptación entre los coleccionistas.
Librería Cuesta en la Plaza Mayor. El Eco Escolar, 31 de marzo de 1918 |
Calendario del Corazón de Jesús. Publicidad de librería de Cuesta en la Plaza Mayor 14 |
Recuerdo como empleados de la librería “Cuesta” a Jesús Melcón Duque, que luego se estableció por su cuenta en el paseo de san Antonio, frente a los Jesuitas, con la librería “San José” y a Francisco García, luego funcionario del Instituto Nacional de Previsión.
La librería “Cuesta” pone en venta su negocio e instalaciones en agosto de 1965 y permanece cerrada durante mucho tiempo hasta que el 18 de marzo de 1978 inaugura Carlos Moreno Rosado, otra sucursal denominada “Moga Sport”, que en enero de 1995 pasó a ser la Oficina Municipal de Urbanismo, por cesión en el legado del músico Gerardo Gombau y su esposa María de los Ángeles de la Cuesta Madruga, hija del librero, fallecida en mayo de 1984. La redacción de proyecto y la dirección de las obras corrieron a cargo del arquitecto Alberto López Asenjo. Hoy es la Oficina de “Salamanca, Ciudad del Español”.
Número 14,d).- Puerta de acceso a viviendas. En el principal se instala en 1852 el fotógrafo alemán de daguerrotipo Othmar Wehrlin, que se ha trasladado desde el número 33 de la Plaza. Después el local es ocupado por el médico dentista Matías Ludeña que se traslada en 1900 desde la calle de la Rúa, 33, pral., al número 7 y desde aquí da el salto de nuevo a la Plaza en 1908, pues hacia 1890 había ocupado el principal del número 44, con entrada por Concejo, 2. Hacia 1922 se muda al número 10, d). En 1909 y en el piso 3º se encuentra la fábrica de gorras de Antonio Aparicio Castellanos, que el 22 de abril de 1911 se traslada a Toro, 32/34, frente al Banco de España y fallece el 20 de noviembre de 1923. Se instala el 6 de febrero de 1918 la sombrerería de señora y niñas “Casa Asiaín” con un antiguo negocio de sombreros de moda y pieles últimas novedades que tenía Joaquín Asiaín Rioja en la calle de Zamora, 34, pral. desde antes de 1912. El 10 de junio de 1918 muere de tifus exantemático, que también han contraído su esposa e hijos. En 1919 presentan el denominado Salón de Novedades para señoras y señoritas, de Mlle. Berthe Bardon-G. Gloriod y “La Maison Française” posteriormente. En 1921 es ya el “Salón de modas” con especialidad en sombreros de señora. En el principal izquierda se encuentra el abogado y procurador Eduardo Jarrín Hostal a principios de los años veinte, falleciendo el 13 de agosto de 1925. Es el callista Arroyo quien se instala luego, hasta que el 1 de marzo de 1967 se inaugura el restaurante y mesón “Cervantes” dirigido por los hermanos Heras de la Calle, propietarios del edificio y en mayo de 1980 ceden la explotación del negocio a la familia García Sánchez. La parte superior de las viviendas sufre un aparatoso incendio el 6 de marzo de 1981. Sigue el restaurante “Cervantes”, que tras inaugurarlo César Domínguez, a mediados del pasado siglo XX, ha tenido varios dueños hasta llegar a “Tito García” en 1980, quien se inició en él como camarero y lleva la cafetería “Cum Laude” de la calle del Prior, 5; el bar Unamuno en la calle de Zamora; es socio de la cafetería Real y maneja las tiendas de Benetton. |
A mediados del siglo XIX llega la farmacia de Crespo, en cuya rebotica se reúnen los representantes del integrismo católico salmantino, capitaneados por don Enrique Gil Robles, que tuvo algunos rifirrafes con el obispo integrista padre Cámara, a quien tildaba de blando en su aplicación de la doctrina de la Iglesia. En 1895 se establece la sastrería de Emilio “Allú” que se traslada desde la calle Meléndez, 8, donde se encontraba ya antes de 1886 y en 1897 es ya la confitería de “Mariano Rodríguez”, abierta el 17 de marzo, quien advierte que no se quebranta la abstinencia tomando sus bollos suizos y ensaimadas pues están elaborados con manteca de vaca y no de cerdo.
Ha cerrado su establecimiento de la plaza del Corrillo, 20, donde se anunciaba con kilométricos versos y al año siguiente comercializa la típica ensaimada, elaborada al estilo de Mallorca, contratando un oficial repostero de la isla. Fallece en 1902, a los 58 años y continúa el negocio su viuda Fidela Iglesias Encinas que muere el 27 de enero de 1928 habiendo dado el traspaso el 17 de marzo de 1918, a “La Dalia”, confitería y pastelería de Matías Torrijos, que había inaugurado su tienda el 23 de marzo de 1912 en la calle del Navío. |
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En “La Dalia” se celebran reuniones de eclesiásticos, entre los que se encuentran varios canónigos. Ejerció como maestro del obrador Antonio Bolaño. Matías Torrijos, vestía siempre de impecable blusón blanco para despachar en la tienda y para pasear por la Plaza con su perro Lulú, hasta que el 5 de setiembre de 1949 se inaugura la tienda de camisería “Oscar”, de la misma propiedad que “Segurado”, poniéndose al frente un hijo de Gabriel Segurado, convirtiéndola en tienda de artículos para regalo, que cierra en 2011. En 2017 el local, algún tiempo cerrado, se convierte en parte del Mesón Cervantes. |
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Antigua escalerilla del Ochavo a principios del siglo XX. Tarjeta Postal de la imprenta Kadmos |
En 1805 don Anselmo Prieto solicitó modificar a su costa la escalerilla del Ochavo para realizar una covachuela bajo la meseta y se aprobó en 1807 con la condición de que enrasara la meseta con el enlosado de la Plaza. A la salida de la Plaza por la derecha de la escalerilla del Ochavo existía ya en 1891 un quiosco de madera para la venta de periódicos, regentado por Guillermo González Esteban, hasta su muerte en 16 de setiembre de 1923. El quiosco fue quemado en una de las muchas revueltas políticas de 1930.
A principios del siglo XX la covachuela alojaba un comercio de mantas y ropas de abrigo donde más tarde la “señá” Josefa expendía churros y buñuelos. La churrería fue sustituida por un despacho de pan donde se vendían especialmente sus dos variedades: francés y de viena, hasta que en 1925, la doble escalinata se transforma en curva en lugar de ochavada según proyecto redactado por el arquitecto Ricardo Pérez y la obra la realiza Francisco Mateos, siendo recibida el 20 de octubre de 1930. Desaparece el sótano que albergaba el despacho de pan, que era propiedad del hacendado, militar y político Diego Martín Veloz. Gracias a sus gestiones se consigue la pavimentación de la Plaza en sus acerones y soportales con cargo al Estado, por importe de 100.000 pesetas. En 1931 instala un quiosco metálico, junto a la pared de la joyería Paulino, Ángel Sánchez Miguel, que fallece el 8 de abril de 1995 y desde muy joven lo ha venido regentando su hijo, Ángel Sánchez Sánchez, quien nacido en 1942, desde muy pequeño ayudó a su padre, que ya vendía periódicos en distintas ubicaciones. En 1975 el Ayuntamiento pretendió prohibir que los periódicos y revistas se expusieran sujetos con pinzas a unas cuerdas contra la pared, exigiendo la colocación de vitrinas a los cuatro puestos existentes, pero la idea no fructificó.
Al jubilarse Ángel Sánchez Sánchez siguió el quiosco de periódicos vacío hasta 2009 en que hizo donación de él al Museo del Comercio, donde se encuentra. Hombre metódico para la apertura y cierre, lo era también para la comida que indefectiblemente se le servía a las 4 ½ desde el vecino Mesón Cervantes. Dadas las reducidas dimensiones del quiosco para alojar tanta prensa y revistas, durante toda la vida los ejemplares se guardaban por la noche en la calle del Prior 2, en el portal junto al estanco, y como no abría hasta las doce de la mañana, al volver diariamente con el carretillo desde el almacén nocturno se le había acumulado un buen rimero de la prensa, depositada junto al quiosco por los repartidores a primeras horas de la mañana. En el principal y con entrada por la Lonja de la Cárcel tiene su consulta el médico don José Gómez Díaz en los primeros años veinte. |
Números 16 al 18.- Con motivo de la venta de Bienes de Propios que el Ayuntamiento efectuó entre 1799/1800, los inmuebles correspondientes a los números que se reseñan desde el 16 al 18 fueron adquiridos por Anselmo Prieto Hermosillo y el número 19 por Matías Rodríguez Villa. Anteriormente había pertenecido estas casas, numeradas del 11 al 20 en 1730 al mercader Claudio Niset, la número 11; al comerciante José Carrera, la 12; a las hijas de Diego del Campo, la 13; al mercader Bernardo Fernández las 14 a 17; a Manuel Ignacio, la 18; a José Villarnate, la 19. La 20 pertenecía la capilla de música de san Martín, habitada por Cayetano Román. Desembocaban en el Corrillo de la Yerba en otra casa propiedad de Pedro Rodríguez Lorenzana. |
El Cornetín 09 de abril de 1899 |
El Porvenir 6 de junio de 1904 |
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El Adelanto 8 de setiembre de 1916 |
Interior de la Joyeria Paulino |
Interior del Bar Lígrimo 2 017-06-02 guiademicroempresas |
Factura de D. Prudencio Santos Benito para D. Luis González de la Huebra 1900 |
Bazar Santos. El Adelanto 21 de agosto de 1915 |
El Trust de las Medias. El Adelanto 5 de abril de 1928 |
Eusebio Santos. El Adelanto 9 de marzo de 1917 |
Comercio de Prudencio Santos. Mundo Gráfico 25 septiembre de 1912 |
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En 1891 existe el quiosco de Remigio Araujo en el Arco del Toril y una de las vendedoras de periódicos a primeros de siglo es la conocida como “La Gurrumenta”. En 1924 en el primer machón, bajo los soportales puso un taquillón de madera para distribución y venta de prensa, un personaje de pequeña estatura, llamado “El Mellizo”, quien por las tardes guardaba el taquillón en el primer portal hacia la calle de san Pablo. De aquí salía escopetado con un rimero de periódicos bajo el brazo y en un cabestrillo de cuero sobre el hombro, para su reparto domiciliario, un pequeño personaje entrañable a quien por su velocidad de desplazamiento denominábamos “Relámpago”. |
Números 20 al 27.- Los comercios desde el 20 hasta el 27, fueron alquilados por los distintos gremios de mercaderes, sederos, pañeros, joyeros, merceros y drogueros. |
Número 20
Francisco de la Peña Olazabal en Adelante 8 de octubre de 1865 |
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Camisería de Juan Sastre Mazo. El Progreso, 17 de septiembre de 1885 |
Sastrería Inglesa. Dianoux y Schweizer. El Fomento, 16 de diciembre de 1889 |
Factura de puros de la Expendiduría de D. Juan Meca para D. Luis González de la Huebra |
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Traspasa en 1901 la tienda a Ignacio Frutos y Manuel, que era muy respetado y querido en Salamanca, acaba suicidándose el 1 de noviembre de 1916.
Publicidad de El Buen Gusto e Ignacio Frutos. Archivo Huebra |
La hoy conocida como Lotería Primitiva tiene su antecedente en la que con idéntica denominación fue creada por Carlos III en 1763 a propuesta de su ministro marqués de Esquilache, para no crear un nuevo impuesto y allegar de esta forma recursos a las arcas del Estado y que pervivió hasta 1862.
Ya en 1794 se publicó un compendio de todas las Gábulas del Real Juego de la Lotería en una esfera artificial que comprendía los 90 números, de la cual se entresacaban los 5 que se habían de jugar. A la supresión de la Lotería Primitiva proliferaron las rifas más o menos benéficas, destacando en Salamanca, la de la Caridad, de la Nacional, de los Asilados del Pardo o de la Domiciliaria, que dieron lugar a numerosas quejas por el daño material y moral que hacían.
Celebrado el sorteo de la Lotería Primitiva en Madrid, los números eran dados a conocer al público salmantino de la forma en que consta en un anuncio de 1845, de la acreditada confitería del Arco de Panaderos, 4, donde se pone la tabla de loterías, en el lugar que luego, en 1896, colocó un quiosco de hierro Juan Torres, sustituido después por el conocido como de “la Barazala”.
En 1865 es Administrador principal de Loterías de Salamanca Ramón Bahamonde, número 2.050 y en 1877, Rafael Huebra, con el número 2.057.
Administración de loterías número 1 de Luisa Mañosa El Adelanto 23 de marzo de 1922 |
El local de la confitería “La Favorita”, pasa a ser de Nicomedes Rivero Hernández que fallece el 15 de octubre de 1962, y sus herederos, esposa Pilar González Ballesteros, fallecida en 11 de julio de 1982 e hijo Jesús, reabren la tienda agradablemente remozada en marzo de 1964.
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Hubo en Salamanca cuatro establecimientos con el nombre de “La Favorita”, pero solo uno de ellos tenía que ver con el negocio de los dulces. Fueron éstos: “La Favorita”, camisería parisién de Benés ya existente en 1886 en los soportales del Corrillo, 8; la camisería madrileña “La Favorita” junto al café Suizo en 1890; “La Favorita”, primera casa en equipos para novias en 1900 en la calle de Zamora, número 5 y “La Favorita”, fábrica de chocolates marca “San Juan de Sahagún” de Nicolás Hernández, en la calle de Toro, 60, cuyos productos se vendían en la tienda de ultramarinos de Isidro Corona, en la calle de la Rúa, junto a la librería de El Adelanto y en la calle de san Julián, en la casa de Manuel Candelas, en 1904.
A la confitería “La Favorita” la sustituyó una heladería y posteriormente la Agencia de Viajes Salamanca, trasladada desde el número 12 y a cuyo frente se encuentra como director gerente don Juan José Marco Muñoz.
Número 24 d).- Es puerta de acceso a viviendas. En uno de los pisos tuvo a primeros de siglo una Academia de corte y confección la modista Pilar Tavera Domínguez, fallecida el 3 de setiembre de 1982, que daba clases gratis por la tarde a jóvenes pobres y a las criadas “de servir”, como entonces se decía. También tuvo en este número su taller de corte y confección en 1912 Leonor Moya Muñoz en el 2º piso. |
La finca propiedad de Francisca Olave y Romero se vende al fallecer su dueña en 1866. La adquiere Ignacio Pozueta para su sombrerería y en 1886 es ya la tienda de su hijo Arturo Pozueta Escudero, comercio de novedades al por menor y sombrerería al mismo tiempo, con un gran surtido en sombreros de todas clases, gorras de todas formas y boinas de las mejores fábricas, a precios asequibles. Finalizando el siglo recibe los encargos para la venta a plazos de pianos (de cinco duros mensuales) de la reputada y conocida casa R. Marystany. En 1888 tiene sucursal en la misma Plaza en los números 53 y 54. Fallece el 30 de noviembre de 1923.
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Durante las Ferias y Fiestas de 1902 se celebró en Salamanca la Fiesta del Coso Blanco. La preciosa imagen del fotógrafo Aurelio Paz dos Reis perteneciente al Centro Portugués de Fotografía muestra un grupo de niñas bailando durante la misma frente a los arcos que albergaban entonces el comercio "Al Modelo de París", la peluquería de "Inestal" y la confitería de la "Baltasara", donde hoy se encuentran la joyería Cordón y la cafetería Berysa. La fotografía permite contemplar los desaparecidos "tercerillos"
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Andrés Laporta. Foto Emiliano |
Ultramarinos Laporta. 29 de mayo de 1924 |
Continúan los ultramarinos “Laporta” hasta que en abril de 1946, se establece una sucursal de la joyería de José Cordón, quien venía de la calle de san Pablo, donde tenía desde 1928 un acreditadísimo establecimiento con esmerado taller de orfebrería, especializado en filigrana charra, con exportaciones a todo el mundo, habiendo recibido varios primeros premios en las Ferias de artesanía a las que había concurrido. De los primeros artistas orfebres, modestas personas salmantinas que trabajaron en el taller con un espíritu festivo y bromista digno de recordación, capaces de velar a uno de ellos como ficticio muerto, siento que solamente me vienen a la memoria Emilio y Daniel Sevillano, conocidos por “los Gaona”. A finales de esta época constituían el taller: Demetrio, Rafael, Delfín, Olegario o José Marcos.
Joyería Cordón en Plaza Mayor 25 El Adelanto 7 de abril de 1946 |
D. José Cordón y Dª Rafaela Elena con sus hijos Roberto, José Manuel, Carmen y Manoli. Fotografía publicada por Marisa Cordón Rodríguez en FOTOS ANTIGUAS DE SALAMANCA |
Al fallecimiento del patriarca en 5 de junio de 1971, la joyería estuvo regida por sus hijos José Manuel y Roberto, cuando llegó a la Plaza y José Manuel en julio de 1976 abre una sucursal en Héroes de Brunete, 31, junto a la Estación de Autobuses. A primeros de enero de 1978, sufre el tercer robo de joyas en menos de 3 años, al romper los ladrones la luna de uno de los dos escaparates de la Plaza.
Una Comisión de comerciantes de la Plaza, compuesta por Roberto Cordón, Juan Nieto Hernández y Primitivo Gay, en 1972 se quejan ante el Gobernador Civil, Ulpiano González Medina, por la circulación de vehículos en el sentido Poeta Iglesias hacia la calle de Toro al atravesar la Plaza.
Sigue la joyería de José Manuel Cordón, hoy de nuevo Joyería Cordón, regentada por su hijo José Ignacio, pues Roberto falleció el 29 de diciembre de 2004.
Este estrecho local a mediados de siglo fue la sombrerería de Benigno González Falcón y antes de 1890 se convierte en el comercio de Andrea, donde se venden polvos ferruginosos, un tónico reconstituyente del doctor Hipólito Bellido y Andrés para la clorosis y la anemia que también se despacha en la tienda de carnicería del Corrillo, 10.
En 1869 ya se anuncia el estudio pictórico y academia de dibujo geométrico, perspectiva lineal, estudio de sombras y proporciones del cuerpo humano, retratos al óleo, foto pintura y ampliación de fotografías de Francisco López.
Peluquería Inestal. El Salmantino 16 de junio de 1910 |
La sastrería de la Viuda de López e Hijo, en 1867 contrata al Sr. Hernando, sastre de Madrid cuya fama es conocida en toda España, como encargado de la tienda, donde se trabajan toda clase de prendas, abrigos de señora y trajes de niño. El Sr. Hernando se establece luego en la misma Plaza en el número 46, hasta que en 1870 se traslada al Corrillo, 12.
Hacia 1870 llega, desde la calle de san Julián, frente a la iglesia, el comercio de paños y artículos para el clero de Senén Martín Angoso, que se traslada al número 13 de la Plaza hacia 1879, instalándose en 1886 la confitería de “La Baltasara”.
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La confitería del albense Pablo Rodríguez de la Iglesia, conocida como de “La Baltasara”, por la esposa del dueño que era quien despachaba, se instala en 1886 en este local y al desaparecer la peluquería de Inestal amplia el negocio con el número 26.
Confitería Pablo Rodríguez "La Baltasara"
Boletín Cámara Oficial Comercio Junio 1914
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En 1924, la confitería “La Baltasara” permuta el local por el de la firma de “Senén Martín”, que se encontraba en el número 13, encargándose de habilitar el nuevo local el maestro de obras Manuel Sánchez Holgado. Desde el 19 de setiembre de 1917 en que fallece Senén Martín Angoso se ha hecho cargo del negocio su hijo Luis Martín Martín, bajo la firma comercial “Hijo de Senén Martín”, con sastrería a medida, y continuando con la especialidad para el clero. Recuerdo como dependientes a los hermanos Luis y Pepe Barrado.
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Ostenta el número 16 en pintura roja.
Número 27, d). En noviembre de 1860 ya se encuentra en el principal la peluquería de Mariano Guadalupe, que tiene su entrada por la escalerilla de san Martín. Vende excelente surtido de jabones, pomadas, aceites y esencias, vinagres de tocador y cosméticos. En 1895 en el segundo piso establece su consulta el cirujano dentista Luis Peraqui, que procede de la Plaza Mayor, 45, a la que había llegado desde la calle de la Rúa, 23, marchando en 1897 a la calle de la Rúa 15, 2º, con entrada por la calle de los Corrales para finalmente trasladarse a Ciudad Rodrigo, donde se establece en la calle del Arco, número 1. Regresa de nuevo a Salamanca en julio de 1905 hospedándose en el hotel Pasaje. En marzo de 1897 se instala una Academia de corte y confección que se anuncia bajo la advocación mariana de “Nuestra Señora del Pilar” y que está dirigida por doña María Ibero de Flores. En 1900 es dirigida por doña Gumersinda Jaspe otra academia de corte y confección de idéntico nombre en la calle de la Rosa, 18, anunciándose ambas en las mismas páginas de los periódicos y con idéntico reclamo en la redacción. |
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A primeros de julio de 1900 el Tribunal Superior de Justicia condena a doña Cruz Ibero y Soteras (doña María Ibero de Flores) por defraudación de la Propiedad Industrial del “Nuevo Método de Corte y Confección, bajo la advocación de Nuestra Señora del Pilar” inventado por doña Serapia Rodríguez de Pascual, profesora de corte de Zaragoza. En las mismas fechas se da la circunstancia del fallecimiento en Badajoz del esposo de María Ibero, Cayetano Flores Sánchez. Pese a la sentencia adversa doña Gumersinda Jaspe, que muere el 29 de abril de 1943, sigue anunciándose en los mismos términos y doña María Ibero de Flores hace lo propio, aunque da explicaciones a finales de setiembre. Fallece doña María el 1 de mayo de 1919 y en 1945 se instala la sastrería de Julián Moreno Esteban, que fallece el 20 de agosto de 1988. En los años cincuenta se establece una agencia inmobiliaria denominada ILCAC. |
Los balcones de la vivienda sobre el arco se venden al Colegio Mayor de Oviedo. La última vivienda era del Mayorazgo de don Pedro Rodríguez de Lorenzana, Regidor perpetuo de la ciudad de León y se encontraba ubicada en la confluencia de los soportales de Petrineros hacia el Corrillo y denominada “la casa número 30”. |
Ansede Requejo, Cándido.- De la Salamanca de ayer. 1969.
Barco, Ramón.- Historia de la ciudad de Salamanca. 1863.
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Prensa escrita:
El Adelanto y La Gaceta Regional.
Otra prensa histórica de la época:
Adelante, El Independiente, El Semanario salmantino, El Fomento, La Liga de contribuyentes, El Progreso, El Diario de Salamanca, La Libertad, La Lealtad, La Región, El Noticiero Salmantino, Albores, El Castellano, Heraldo de Salamanca y Boletín de la Cámara de comercio e industria de Salamanca.