Peter Fechter, niño austriaco acogido en Salamanca, primer muerto en el muro de Berlín



A la abuela Argentina Hernández, que el pasado 9 de febrero cumplió 99 años, 
cuidadora del niño y a su nieta Laura Gándara, que nos puso sobre la pista.


Peter, el niño austriaco acogido en Salamanca por la familia de Luis Rodríguez Muñiz y
Carmen López Jiménez, junto a su cuidadora Argentina Hernández, la cocinera Casimira
y el niño Jesús "Suso" Rodríguez.


Por José María Hernández Pérez
20/04/2025 Rev. 0


PRELIMINARES

Por Decreto de 24/11/1945 se acuerda la acogida en España de niños víctima de la II guerra mundial, labor de la que se encargarán Acción Católica, Cáritas y Auxilio Social repatriando miles de niños, sobre todo austriacos, checos y polacos, para su acogimiento temporal en hogares españoles. Fueron conocidos como “Los niños de la mantequilla”, porque era lo primero que pedían como alimento. Se coordina a nivel nacional la recepción de 20.000 niños, encargándose Acción Católica de los niños austriacos y Cruz Roja de los polacos. Se nombra a don Manuel Martínez de Tena Delegado del Gobierno para la ayuda española a los niños extranjeros el 20 de diciembre de 1945 y Director del proyecto en España a don Jesús García Valcárcel. Hasta 1950 fueron 3.000 los acogidos por familias españolas. 

El 14 de diciembre de 1945 se da la noticia de que Estados Unidos, Gran Bretaña y otros gobiernos agradecen en lo que vale el ofrecimiento del gobierno del estado español brindando hospitalidad a 50.000 niños procedentes de los países de Europa que han sufrido los horrores de la guerra.

Según la documentación de la International Tracing Service parten los niños de Austria y Polonia, tras residir en las lebensborn, centros de experimentación eugenésica para engendrar el superhombre y extender la raza aria. Unos fueron engendrados por la unión obligada de mujeres seleccionadas y soldados alemanes y otros arrancados literalmente de sus familias por contar ya con los rasgos exigidos.


Sobretasa, 1 de febrero de 1949
Auxilio a las victimas de la guerra. 

El Gobierno español creó una sobretasa postal de 5 céntimos obligatoria, en un sello en que figuraba: Auxilio a las víctimas de la Guerra 1946 que entró en funcionamiento en 1949.

No se había cumplido un mes de la publicación del Decreto cuando el 20 de diciembre de 1945 en Salamanca ya habían solicitado acoger: Un niño, Desiderio Sánchez, notario de Vilvestre, un vecino de Villoria y  Pío Tabernero de Garcibuey; una niña José Colmenero Moreno, de Fuente de san Esteban; una niña de 6 a 8 años por tiempo indefinido, Jesús Rojo Rodríguez industrial de Villlares de Yeltes y una niña de 4 a 6 años, Julio Luján de Frías, ganadero y jefe local de falange de Villavieja de Yeltes, también por tiempo indefinido.

Da ejemplo el Caudillo acogiendo en El Pardo a tres hermanas: INGRID, de 11 años, su hermana ELENE, de 9 y MARTA, de 11.


Franco con las tres hermanas austriacas acogidas



EN VIENA

El 19 de febrero de 1949 se concentran en la estación de Viena 500 niños que componen la Primera expedición, a cargo del padre escolapio Raimund Edelmam, junto al Director de Charitas Austria el padre Hartwing Balzen y 3 inspectores designados por la iglesia austriaca, corriendo el coste financiero a cargo del Estado español. Fingen venir a España desde el Vaticano porque España, en esos momentos, no mantiene relaciones diplomáticas con Austria. 


LLEGADA A IRUN

El 29 de abril de 1949 llega a Irún-Hendaya la Tercera expedición de niños alemanes, austriacos y polacos, compuesta por 300 niñas y 200 niños, de los que 13 niños irán a Salamanca y la Quinta lo hace el 29 de junio de 1949, siendo 22 las niñas que tendrán el mismo destino. Llegan con una pequeña maleta nueva y la ropa puesta y cenan aquella noche ya en España, dándose la circunstancia de que muchos de ellos no conocían la naranja o el plátano y se sorprenden de que se cocinara con aceite y no con su riquísima mantequilla. 

A su llegada a Irún se desdobla la expedición hacia Pamplona y Barcelona, para su distribución posterior a las diversas localidades de acogida. Los de Pamplona son alojados en el Hogar de Santa María la Real. 


LLEGADA A MEDINA DEL CAMPO

Al llegar a Medina son recibidos por el Director del Secretariado de Caridad de Salamanca don Dámaso de la Peña y 2 jóvenes de las Juventudes de Acción Católica que viajan con los  niños a Salamanca.


LLEGADA A SALAMANCA

El 3 de mayo de 1949 en el tren de Medina del Campo a las 8 ¼ llega a Salamanca la expedición que trae 13 niños austriacos y que permanecerá 6 meses en Salamanca al cuidado de varias familias que solicitaron acogerlos hace algún tiempo. Son componentes de la Tercera expedición que llegaron a España y luego a Pamplona procedentes de Viena acompañados por miembros de la Comisión correspondiente de Madrid. 


Los 13 niños austriacos. Fotografía de El Adelanto del 4 de mayo 1949 (Horna)


Son recibidos por el Presidente de la Junta Diocesana de los Hombres de Acción Católica don Julián Muñoz Benito y se les traslada a la Casa de Ejercicios, donde se les sirvió un primer desayuno en Salamanca. A continuación, cada familia se hizo cargo del niño asignado. Todos llegaron con una carta de los padres o tutores mostrando su agradecimiento a las bienhechoras familias y con la documentación médica completa que garantizaba su buena salud. Las edades de los 13 niños oscilaban entre los 6 y los 11 años. Las familias de acogida eran responsables de la alimentación, vestido, educación y alojamiento, sin tener derecho a prestación alguna y ante la demanda primó el asignarlos a familias numerosas y a las de moralidad acreditada.

Las escenas descritas se repiten con la llegada a las 11 ½ del día 2 de julio de 1949 de otra expedición con 22 niñas austriacas, siendo recibidas por las mismas autoridades y miembros de la Junta Diocesana de Acción Católica. Tras desayunar en la Casa de Ejercicios se celebra un acto de acción de gracias por la feliz llegada a Salamanca, en el que reina la mayor alegría y animación, encontrándose las niñas muy satisfechas de hallarse en España y sobre todo contentas por tan cariñosa acogida. Ambas llegadas fueron recogidas en instantáneas por el fotógrafo Horna, con establecimiento en la calle de la Rúa.


El Adelanto del 3 de julio de 1949. Foto Horna


Constan algunos de los niños: 2 que acoge el obispo fray Francisco Barbado Viejo; Herbert, acogido en Béjar por la familia Félix García Cascón y Francisca Coca García; otro por la familia Juan Bautista Cascón Hernández y Carmen Hernández Iglesias, también en Béjar; otro ya en Salamanca por la familia Jesús Rodríguez Muñiz y María Jesús Pérez, hija del doctor Julio Pérez con clínica de matriz y partos en la calle de san Justo 22; Hans Docekal; Ernst Dimmel, Heinz Czutta y Günther Escher.

Peter Fechter es acogido por otro hijo del célebre comerciante de la Plaza don Jesús Rodríguez López, la familia Luis Rodríguez Muñiz (+ 07/03/1994) y la pintora Carmen López Jiménez, (+ 16/08/1974) que viven en el Pasaje de la Caja de Ahorros con varios hijos. 

Carmen se encuentra entre un reducido grupo de pintoras salmantinas, siendo discípula de José Álvarez Lozano, especializada en el retrato de personajes salmantinos a partir de 1946, sobre todo de niños, siguiendo la estela de Ingres y Reynolds. Destacan entre sus retratos la hija del doctor Pérez Martín; Maruja Capdevila y su hija; Elvira Olivera de López y su hermanita, aparte de sus muchas sobrinas de 6 a 8 años. No será raro que aparezca algún retrato que hiciera al niño Peter.

Presentó en las Ferias de Setiembre de 1933 dos cuadros: “Bodegón” y “Naturaleza muerta” a la Exposición patrocinada por el Ayuntamiento, que se celebra en la Escuela de san Eloy, obteniendo el 2º Premio. Sólo hay otra mujer presente en ese evento, Piedad Sánchez Iglesias. Destacó su cuadro “Gitana” en otra Exposición con motivo de las Ferias, patrocinada por el Casino.

Se pone a la disposición exclusiva del niño a una de las doncellas de la casa Argentina Hernández, que vive pendiente de él y desligada del resto de los niños del matrimonio y le escucha sus confidencias más íntimas, entre ellas la que de mayor quiere ser torero, para ser rico y darle a su niñera el dinero por tratarle tan bien. Lo de ser toreros es una constante en los niños austríacos. El verano lo pasan en Béjar donde Luis tiene otros dos hermanos: Segundo y Pilar. (Para Argentina el niño se llama: Peter Ficher y para Jesús “Suso”, el hijo del matrimonio, de la edad del austríaco y que aparece en una foto que desconocía, es Peter Fisher. En la fotografía están Argentina y “Casi”, Casimira la cocinera).

De las niñas: Erika, acogida por la familia de la filóloga Lourdes Albertos Firmat, vive en la Plaza Mayor. Lyanne, por la familia Miki López y Carmen Marín, tienen una tienda de modas a la que le dan el nombre de LYANNE. Miki es hermano de la pintora y Carmen hija del farmacéutico de la calle de Zamora, esquina a Juan Bravo. Eva Henneberger, vive con la familia Capdevila en la calle de Valencia y en la actualidad es médica y casada con otro médico en Munich. De Hannelore no tenemos noticias.


ESTANCIA EN SALAMANCA

El profesor del Instituto don Félix Diez Mateo, natural de Villaviudas en Palencia, al que le fueron familiares 50 idiomas, reconocido esperantista y conocedor y practicante del sistema Braille, casado con María Teresa Frieda Hochleitner, nacida en Baviera, ayudó a los niños cuanto pudo para que conocieran el castellano. Durante varias semanas les preparó unos ejercicios de redacción y traducción en el suplemento dominical de El Adelanto, titulado “Candidín” y en él narraron sus vivencias los niños: Hans Docekal, Ernst Dimmel, Heinz Czutta y Günther Escher.




 

Algunos textos del profesor Félix Diez Mateo del instituto Lucia de Medrano en el suplemento infantil "Candidín" para los niños austriacos

Hans Docekal en El Adelanto
del 16 de octubre de 1949

    

Heinz Czutta en El Adelanto
del 6 de noviembre de 1949


MARCHA POR MEDINA DEL CAMPO

La noche del 13 de enero de 1950 en el tren de las 23:05 parte de Salamanca la expedición que se dirige al enlace en Medina del Campo. La acompañan miembros del Consejo Diocesano de Acción Católica de las dos Ramas, esperando reunirse con otras expediciones y concentrándose en Pamplona.

Las escenas de despedida fueron muy emotivas por ambas partes pues las familias que los acogieron y tutelaron les habían tomado un gran cariño y los niños marchaban profundamente apegados a lo que había sido su hogar en Salamanca y no olvidarían nunca. Regresan con una maleta grande llena de ropa y zapatos, juegos y regalos para los familiares.

El 13 de mayo de 1950 visita Salamanca el Director de “Charitas Austriaca”, padre Hartwing Balzen, junto a un equipo de inspección encargado de los acogimientos para comprobar cómo han transcurrido éstos.

(Nuestra búsqueda, ante los Organismos que intervinieron, de algún documento en que conste el nombre completo de Peter como componente de la expedición llegada a Salamanca, ha resultado infructuosa y eso que nos hemos puesto en contacto con las profesoras Alina Schäeters de la Universidad de Kassel en Alemania y Elena Kislinger de la Fundación austríaca “Club Encuentro”, especialistas en el tema).  



EL MURO DE BERLIN


Ciudadanos de la Alemania occidental observan la zona oriental tras el muro en 1961


El 17 de agosto de 1962 el joven albañil austriaco Peter Fechter, de la República Democrática Alemana, nacido el 14 de enero de 1944 y su amigo Helmutt Kulbeik, deciden atravesar el muro, que estaba compuesto por una serie de tramos con algunos pasos de entrada y salida oficiales. Cerca de una de las salidas el muro se reducía en tamaño y al otro lado solo quedaba una alambrada, lo que constituía una “tierra de nadie”, aunque oficialmente era de la R.D.A. Había solicitado pasar a Berlín oeste para visitar a su hermana Lieselotte, ya casada y que vivía en esta zona, pero el permiso le había sido denegado.

Peter Fechter


Ambos, aquella noche, se refugiaron en una carpintería y al amanecer se descolgaron por una ventana, caminando sigilosamente hasta trepar el muro. Solo quedaba correr y alcanzar la alambrada pero fueron descubiertos por dos francotiradores de la Volkspolizei y aunque Kulbeik logró su propósito de escapar, abatieron a Peter con heridas en la pelvis, quien se desangró durante horas sin que desde ninguna de las dos partes se hiciera nada por socorrerle, si exceptuamos el lanzamiento de un botiquín, desde la zona occidental y eso que estaban presentes varios periodistas. Según certificó el patólogo forense Otto Prokop sufrió lesiones internas graves que hacían imposible la supervivencia. Los dos francotiradores Ralf Friedrich y Erich Schreiber, en marzo de 1997, fueron procesados y condenados a un año de prisión, quedando en libertad bajo custodia. El otro procesado había fallecido y no fueron condenados a penas más altas por no llegarse a conocer con certeza quién fue el autor de los disparos. 

A los transeúntes del lado occidental no se les permitió ayudarle pues el Jefe del pelotón de Policía reconoció que tuvo miedo de intervenir porque 3 días antes un soldado había muerto por el disparo de un policía federal occidental y temía un conflicto internacional. Cerca de la puerta donde cayó y murió Peter, se alzó una rudimentaria cruz de madera, se cubrió de coronas y flores y una manifestación gritó contra el lado oriental del muro, llamándolos: “Asesinos”. El canciller Konrad Adenauer escribió a Nikita Jrushchov quejándose por la falta de ayuda al joven. 


Monumento a Peter Fechter del escultor Karl Biedermann


Tras la reunificación alemana, el 13 de agosto de 1999 se construyó el monumento a Peter Fechter consistente en una estela del escultor Karl Biedermann, con forma de alto cilindro metálico que había sufragado la editorial Axel-Springer-Verlag con la inscripción: PETER FECHTER. 1944 – 1962. ER WOLLTE NUR DIE FREIHET, en Zimmerstrasse. (EL, SOLO QUERIA LA LIBERTAD). En su tumba en el cementerio, bajo el signo de la cruz rehundido en la lápida: PETER FECHTER. *14.1.1944 + 17.8.1962. ALLEN UNVERGESSEN. (INOLVIDABLE PARA TODOS). La calle donde fue tiroteado desde 1912 tomó su nombre y el lugar exacto donde cayó está marcado con basalto sobre el pavimento.

 

Tumba de Peter Fechter en el cementerio de la Resurección
en Berlín-Weißensee


El mismo escultor ha hecho la estela monumento al último muerto en el muro de Berlín que fue otro joven, Chris Gueffroy, nacido el 21 de junio de 1968 y muerto el 5 de febrero de 1989, alcanzado por dos disparos en el pecho de soldados de la NVA. Se inauguró el monumento el 21 de junio de 2003 junto a la ribera del canal de Britz.

Era Peter el 3º de 4 hermanos y el único varón, siendo sus hermanas Lieselotte, (+ 21/01/2924), Ruth y Gisela Geue, que nació en 1940. Se crió en el distrito Beibenbee de Berlín y acabada la educación primaria, a los 14 años se colocó de aprendiz de albañilería. El padre, que era ingeniero mecánico, vivió apesadumbrado y sin haber conseguido superar la muerte de su hijo, falleció en 1968 y su madre, de profesión vendedora, le sobrevivió hasta febrero de 1990. 

Su hermana Gisela Geue en varias ocasiones ha homenajeado a su hermano junto a autoridades como el alcalde de Berlín o el canciller alemán.


EPÍLOGO MURO DE BERLIN

La primera persona que cruzó el muro de Berlín para pasar a la zona occidental fue el soldado HANS CONRAD SCHUMANN quien, al tercer día (15/08/1961) del comienzo de tender la alambrada de separación por medio de bobinas de alambre de concertina, le tocó la vigilancia desde la zona oriental y dándose cuenta de que lo que estaba haciendo era impedir que sus compatriotas huyeran, se unió a ellos y desertó. Se estableció en Baviera y terminó sus días suicidándose. Se le dedicó el monumento “Saltamuros”.

La segunda persona fue la enfermera alemana viuda, de 59 años menos un día, IDA SIEK MANN, que el 22/08/1961 saltó desde la ventana del cuarto piso de su vivienda, la Bernauer Strasse, 48, con entrada por el sector occidental, para caer en el sector francés. Por mala colocación de las lonas desplegadas por los bomberos, que atendían a todos los que lo intentaban, se estrelló contra los adoquines y malherida fue trasladada al hospital Lazarus, donde falleció. Se le dedicó una placa en su propio domicilio y una “piedra de tropezar” en el lugar donde cayó.

La tercera persona fue GÜNTER LIFTIN de 24 años, sastre de profesión que el 24/08/1961, intentó pasar a nado a la zona occidental y a la altura del puente ferroviario, fue interceptado por los agentes de la policía de transporte que le ordenaron su regreso inmediato y al intentar proseguir su camino fue abatido a tiros. No trascendió su muerte pues no llegó a cruzar el muro y las autoridades soviéticas guardaron el más riguroso silencio. La calle Estrabe 209 pasó a llamarse GÚNTER-LIFTIN-ESTRABE y se colocó una placa en la antigua “Torre de vigilancia”.


El cuerpo de Peter Fechter yace junto al Muro de Berlín después
de recibir un disparo en 1962 mientras intentaba escapar a Occidente


Podría considerarse como la primera víctima muerta al pasar el muro de Berlín y ser abatido por las balas de los “Vopos”, pero lo cierto es que no llegó a pasar el muro y el que sí lo hizo, sufriendo la misma muerte, fue nuestro protagonista PETER FETCHER.




LA CANCION “LIBRE” DE NINO BRAVO

Se viene afirmando que la canción que popularizó con tanto éxito Luis Manuel Ferri Llopis, “Nino Bravo”, está inspirada en la trágica muerte de Peter Fechert y no le faltan motivos si nos atenemos a la letra que refleja unos hechos que así ocurrieron, pero los autores de la canción José Luis Armenteros Sánchez y Pablo Herrero Ibañez, que se iniciaron en el conjunto musical “Los Relámpagos” y la compusieron en 1972, lo han desmentido rotundamente, afirmando que no conocían el suceso y al enterarse de las coincidencias quedaron estupefactos. Ellos habían pretendido reflejar la España de la dictadura de Franco.

La canción está integrada en el álbum “Mi tierra”, aparecido en 1972 y la letra dice así: 


Tiene casi veinte años y ya está
cansado de soñar, 
pero tras la frontera está su hogar, 
su mundo, su ciudad. 

Piensa que la alambrada sólo es 
un trozo de metal 
algo que nunca puede detener 
sus ansias de volar.

Libre 
como el sol cuando amanece 
yo soy libre, como el mar. 

Libre 
como el ave que escapó de su prisión 
y puede, al fin, volar.
 
Libre 
como el viento que recoge 
mi lamento y mi pesar, 
camino sin cesar 
detrás de la verdad 
y sabré lo que es al fin, la libertad.


Con su amor por bandera se marchó cantando una canción;
marchaba tan feliz que no escuchó
la voz que le llamó 
y tendido en el suelo se quedó
sonriendo y sin hablar,
sobre su pecho flores carmesí
brotaban sin cesar.

Libre 
como el sol cuando amanece 
yo soy libre como el mar 

Libre 
como el ave que escapó de su prisión 
y puede al fin volar. 

Libre 
como el viento que recoge 
mi lamento y mi pesar, 
camino sin cesar 
detrás de la verdad 
y sabré lo que es al fin, la libertad.




Colocamos juntas las fotografías del joven Peter, abatido en el muro de Berlín, y del niño Peter,
acogido en Salamanca, para que sirva de comparación sobre el parecido entre ambos y que
nuestros lectores tengan conocimiento cabal de la circunstancia, esperando que alguien
pueda aportar algún dato fehaciente que confirme nuestra hipótesis de que se trata de la
misma persona.




BIBLIOGRAFÍA

Los niños de la mantequilla.- Vicente Javier Más Tordesillas. (2020). 

Prensa de la época.