La farmacia de la Rúa, 53



César Hernández R.
30/03/2021 Rev. (14/12/21)



Con nuestro agradecimiento a la familia de D. Manuel García Sánchez
y de Dª Rosalía García Castro sus fotografías y sus datos





Fue deseo de la burguesía dirigente de la ciudad, en nombre del decoro y de la higiene, alinear y ensanchar la antigua calle de la Rúa que había llegado desigual, angosta y sinuosa a finales del siglo XIX, tal como había sido en los siglos anteriores. La reforma permitiría alcanzar en línea recta la Catedral desde San Martín y en el empeño en conseguirlo no se perdonó ni arte ni tradición, consiguiendo una calle ancha y recta al más exquisito gusto burgués finisecular.

Hubo que expropiar una buena cantidad de casas en un proceso que duró 10 años.

La espectacular intervención urbanística puede considerarse iniciada en 1881 con la aceptación del proyecto de Carlos Gondorff, arquitecto de la Real Academia de San Fernando. Este proyecto, que vino a dirimir diferencias con otros de José González Altés y José Secall, arquitectos municipal y provincial, contemplaba el acceso recto a la plaza de Anaya dejando como acceso secundario el que había sido el tradicional, que ahora conocemos como Rúa Antigua, que gira ligeramente a la derecha al llegar a la calle del Jesús hacia Serranos y al alcanzar la iglesia de san Isidoro, hoy aulario universitario, gira a la izquierda para a través de la calle de la Estafeta, Francisco de Vitoria, llegar a la escalinata que ascendía al atrio grande de la Catedral Nueva. Por entonces la calle Palominos desembocaba en la Rúa Antigua justo frente a la calle Compañía y fue preciso derribar un buen puñado de casas de la acera de los impares de la calle de la Rúa e impares de la calle de Palominos, para acortarla a su longitud actual y enderezar la calle de la Rúa a partir de la calle del Jesús, calle esta que en la intervención perdió el origen de su nombre con el derribo del arco que abría la calle y albergaba una figura de Jesucristo. 

De estas casas las dos inmediatas a la calle del Jesús eran las de mayor tamaño y valor, la primera de D. Manuel Villar y Macías y la segunda de los hijos de D. José García, un rico propietario y ganadero, ya fallecido por entonces. Sus hijos eran D. Manuel García y García, D. Amador García (Tejadillo), Emilio García y García (Rodasviejas), Manuel José García y García (Ingeniero jefe de minas) y Andrés García  y García (Gallegos de Huebra y Nava de Yeltes), todos ellos también ricos propietarios y ganaderos (entre paréntesis dehesas de su propiedad).

Por mor del reparto de la herencia o por entendimiento entre los hermanos o cualquier otra razón que ignoramos, el solar que quedó tras el derribo, haciendo esquina entre la nueva calle de la Rúa y la calle Palominos en sus primeros números impares, pasó a ser propiedad de D. Andrés García y García.

D. Andrés estaba casado con Dª Adelfa Sánchez, propietaria de las dehesas de Gallegos de Huebra en San Muñoz y Nava de Yeltes en Retortillo, y aunque había estudiado la carrera de farmacia nunca la ejerció dedicándose a la cría de ganado bravo en estas fincas de su esposa. D. Andrés y Dª Adelfa fueron padres de cuatro hijos Manuel, Emilio (continuador de la ganadería familiar), Loreto y Magdalena (Esclava del Sagrado Corazón).

Su acomodada situación económica le permitió, junto a otros ricos propietarios de solares en la calle de la Rúa, ofrecer en 1889 un crédito al ayuntamiento sin intereses, y 6 meses para su devolución, con el fin de ayudar a las dificultosas negociaciones para la expropiación de las propiedades de Teresa Zúñiga “La Corneja”, que pretendía una expropiación total de sus inmuebles y no parcial como quería el ayuntamiento, y que impedían culminar la apertura de la nueva calle de la Rúa.

D. Andrés enfermó gravemente de pulmonía en 1890 en Gallegos de Huebra, enfermedad de la que terminó falleciendo en Salamanca el 9 de noviembre de 1892.

Manuel García Sánchez estudiaba en el colegio Ateneo Salmantino del Sr. Durán a la muerte de su padre. Obtuvo el grado de bachiller en 1900 junto a compañeros de promoción como D. Rafael Lamamie de Clairac (n.1885) y D. Fernando Iscar Peyra (n. 1886) lo que sitúa su nacimiento en torno a 1885. Continuó estudios en el colegio de los P.P. jesuitas de Valladolid.

La familia debió realizar una primera construcción o remodelación de la existente en el solar de la Rúa, tal vez iniciada por D. Andrés antes de su fallecimiento.

En 1900, con la representación de su cuñado D. Emilio García, Dª Adelfa solicitó permiso para abrir un ramal de cloaca para su casa. En 1904 solicitó permiso para la reedificación, el resultado debió ser el edificio que llegó hasta la década de los 80 del siglo XX. Dado que el solar era muy grande, fue cedida una parte a su hija Loreto, casada el 16 de julio de 1905 en Gallegos de Huebra con su primo D. Andrés Sánchez Sánchez ganadero de Buenabarba, para hacer su casa en Palominos.

Mientras tanto su hijo D. Manuel García Sánchez había iniciado los estudios de farmacia en Madrid concluyéndolos en 1907 y doctorándose en 1908, junto a él se licenciaron 49 hombres y una mujer Juana Clotilde Echevarría Madoz primera universitaria navarra natural de Vera de Bidasoa (Bera). Una vez instalado en Salamanca abrió una farmacia en su casa en el número 53 de la calle de la Rúa, que entonces recibía el nombre de calle de Isidoro García Barrado (así se llamó entre 1902 y 1938).



    


    

Varias imágenes de estancias de la farmacia, con la presencia del propio farmacéutico en dos de ellas


El 16 de julio de 1912 contrajo matrimonio con Dª Marina Sánchez Hidalgo en la iglesia parroquial de San Juan de Sahagún, con la que tuvo 4 hijos: Marina, Magdalena, Maximina y Manuel (nacido el 31 de marzo de 1926).

Dedicó su vida a la farmacia y fue presidente del consejo de administración del Centro Farmacéutico Salmantino, cargo que hubo de abandonar al igual que la farmacia al declarársele una gravísima enfermedad en los primeros meses de 1929, enfermedad que finalmente acabó con su vida el 27 de marzo de 1931.

En octubre de 1929 tomó la farmacia Dª Rosalía García Castro.

Dª Rosalía García Castro, nacida en 1906, era natural de Villavieja e hija del ganadero D. José García Torres y de su esposa Dª Antonia Castro. Fue una brillante alumna del Instituto de Salamanca y del curso preparatorio para la carrera de farmacia de la facultad de ciencias. En 1925 comenzó la carrera en Madrid que terminó en 1929. 

No eran todavía muchas las mujeres con carrera universitaria, pero por entonces la relación entre sexos de estudiantes matriculados en farmacia rondaba el 50%. Otras licenciadas farmacéuticas salmantinas fueron Teresa de Dios Trilla, casada ese mismo año de 1929 con el también farmacéutico José Zatarin de Palencia de Negrilla, y Adela Castañeda que adquirió en traspaso en 1934 una farmacia en Ledrada. La asamblea del Colegio de Farmacéuticos de Salamanca de 1931 contó con la presencia de cuatro farmacéuticas: Rosalía García Castro, Julia Guerra, Carmen Hidalgo y Natividad López. Julia Guerra abrió el 14 de febrero de 1931 la farmacia de la calle Sánchez Ruano, 6 (actual María Auxiliadora).

En 1927, el 20 de febrero, falleció su padre a la edad de 61 años. 

Apenas recibido el título que la habilitaba para ejercer como farmacéutica, con solo 23 años de edad, comenzó la gestión de la farmacia que había regentado D. Manuel García Sánchez durante los anteriores 20 años en la calle de la Rúa y que pronto, por esas suertes de la numerología callejera, pasaría a ser el número 35. 

En 1934, Dª Rosalía fue pedida en matrimonio por don Eulogio González y doña Parisia Méndez para su sobrino e hijo D. Gregorio Rivas Méndez farmacéutico de Espino de la Orbada, más tarde farmacéutico en Tejares. Verificándose la boda en octubre de ese año.


Edificio que albergaba la farmacia de Dª Rosalía García Castro
antes de ser derribado en los primeros años de la década de 1980.


A partir de ese momento Dª Rosalía dedicó su vida a su familia y al cuidado de sus hijos: Josefa, Ángela y Ángel, mientras su marido gestionó las farmacias. El matrimonio había tenido otros tres hijos Manolito, María Jesús y Ana María, los tres fallecidos siendo niños. 


La farmacia de la calle de la Rúa fue cerrada a principios de la década de 1980, al tiempo que el edificio se derribó para dejar paso a las nuevas edificaciones (1983).

Dª Rosalía García Castro falleció el 07 de noviembre de 2008 a la avanzada edad de 102 años.