INTRODUCCIÓN
La capa charra, compuesta por un 90% de lana merina de Béjar y un 10% de cashmere, es una prenda emblemática de vestir larga, suelta, sin mangas y abierta por delante que se sujeta al cuello y cubre casi todo el cuerpo ensanchándose gradualmente hacia la parte inferior, con un vuelo amplio y unas bandas de terciopelo de color vivo como forro en los bordes delanteros, con detalles en el cuello, a base de broches de filigrana charra salmantina, bien en plata u oro con un diseño inconfundible. La capa se compone de cuello, esclavina, embozo, contraembozo, broches con dos botones charros, abertura y vivo
Es típica salmantina y española, siendo una prenda de abrigo tradicional, que sigue siendo el máximo exponente de la elegancia y distinción desde siglos. No deja de ser una obra de artesanía, y poseer una capa charra es tener una joya, forma parte del que la luce y no deja de ser historia, que no muchos pueden adquirir, por su elevado precio, aunque no resulta nada raro tener guardada en el armario dicha prenda, muchas de las veces heredada, que pasa de generación en generación, como si de una obra de arte se tratara, por lo cual, aunque cambien las modas, a pesar de ser una prenda que no es para todos los días, sigue siendo una indumentaria de respeto selecta que se utiliza en actos sociales o religiosos importantes, sobre todo en Navidad y Semana Santa, valorándose como una prenda, no sólo por su peso y abrigo, sino por ser muy refinada porque estiliza, es por ello que no deberíamos dejarla en el olvido.
Capa Charra, confeccionada por J.L. Iglesias (Béjar). A. Sánchez |
Tenemos que reconocer que, existe mucha gente que no conoce la capa charra y cuando observan a personas con dicha prenda puesta, los suelen mirar raros y con extrañeza, aunque hay algunos, los menos, a los que les puede despertar cierta expectación, llegándote a preguntar donde se puede conseguir la misma. En Salamanca todavía hay bastante gente que la utiliza, aunque a los jóvenes les cuesta y lo ven “como algo antiguo o pasado de moda”, respetando a todos aquellos que por una u otra razón no les gusta, pero desde este foro hay que intentar inculcar la tradición para que este legado histórico no decaiga en el olvido, de ahí el resurgir de Asociaciones de Amigos de la Capa, en varias provincias y pueblos, a través de la cual se intenta dar a conocer y mantener viva esta tradición, que sigue despertando curiosidad y admiración.
Como amante de mi tierra, no podía por menos de tener una capa charra, que fue confeccionada a medida, en Béjar sobre el año 1985, por el último sastre de la capa bejarana, José Luis Iglesias, ya jubilado, centrado exclusivamente en la confección de capas en su propio taller después de dejar atrás la confección de trajes y demás vestimentas para caballero y señora. Se jubiló en el año 2007 y vendió su taller ubicado en plena calle Mayor de Béjar. De aquellos años en su sastrería, tan solo quedan los recuerdos el cartel del taller, ejemplo de nostalgia de aquella época de trabajo incesante. Guarda en su casa los útiles y herramientas que utilizaba en la confección como las grandes tijeras para cortar el paño, un metro una tablilla con cinta métrica para marcar el redondeo inferior de la capa, la escuadra, el tablín para apoyar los pies y la tiza para marcar, entre otros.
Béjar fue un ejemplo de tradición textil, que daba trabajo a muchas familias, por su paño bejarano fabricado con lana de oveja, que ha servido como materia prima para fabricar una prenda inmortal, la capa bejarana o “pañosa”, que mantiene su espíritu hoy en día, aunque su uso se ha ido perdiendo con el paso del tiempo.
Taller de José Luis Iglesias, en Béjar. La Gaceta Regional |
José Luis Iglesias, comenzó en el oficio de sastre por su padre que también se dedicaba a hacer capas. Aprendió de él todas las técnicas y trucos para trabajar en esa prenda de invierno, que requiere cinco metros de paño bejarano y con un peso aproximado de tres kilos de peso, y diversos colores: negro, azul oscuro, verde y marrón y el interior suele ser de terciopelo rojo y granate, aunque se pueden usar otros colores como azul o verde. Vivían en el mismo edificio en el que se encontraba el taller también en la calle Mayor, que dirigía su madre, con ocho empleados. Con el fallecimiento de su padre, Iglesias pasó a ocuparse del negocio familiar ya que sus hermanas emigraron fuera de Béjar. Tenía entonces 18 años y dedicó toda su vida a la sastrería hasta su jubilación.
El auge de las capas llegó en los años 1980 tanto para hombre y mujer, pero Iglesias asegura que son las mujeres quienes han tenido siempre una habilidad especial para lucir la capa porque “tiene un sentido distinto para el vestir y para todo” pero, en el caso de la capa “tiene más garbo y más estilo y sabe mejor embozarse”, asegura.
Para José Luis Iglesias, lo más importante para que una capa quede bien es el corte. El paso previo para la confección es medir al cliente o solicitarle datos de estatura, número de cuello de la camisa y la talla de la chaqueta y, también, prestaba atención a si el cliente “si era cargado de espalda o erguido” para que la capa luciera esbelta y elegante y no “pingara”, detalla.
Después, se procedía al corte del paño bejarano en una mesa con un tamaño especial para esa tarea y se redondeaba en la parte inferior mediante una regla preparada con centímetros para lograr el vuelo de la capa. En la parte superior, por dentro, se ponían unos refuerzos para que sujetara a los hombros y abrigara y, por delante bajo los broches, unos triángulos de unos quince centímetros con pespuntes exteriores que quedaban cubiertos por la esclavina. Todo el proceso duraba unas 36 horas de trabajo porque gran parte se realizaba a mano y el resto con máquina.
El sastre José Luis Iglesias colocándole la capa al príncipe Felipe VI en 1992, Béjarenmadrid.es |
Dicho sastre ha confeccionado capas para la Casa Real, Presidentes del Gobierno, Jueces y personalidades públicas y privadas de todo tipo, a nivel nacional.
ORIGEN E HISTORIA DE LA CAPA ESPAÑOLA
Fueron los pueblos romanos y prerromanos de la meseta castellana, los que ya conocían el uso de la llamada sagum celtíbera, una capa de lana, abierta a los costados y sujeta con una fíbula, hebilla o broche. Los árabes nos legaron su albornoz, que literalmente significa capa o capote con capucha.
|
|
En la Edad Media, la capa era el manto de uso obligado en todas las esferas sociales, y cada estamento poseía una prenda de características propias. Así los guerreros utilizaban el capuz, vestidura antigua, larga y holgada y con capucha; los nobles utilizaban el tabardo, prenda de abrigo ancha y larga y de paño tosco, y también la loba, a modo de sotana, larga hasta los talones; a los religiosos les era propia: la capa de coro, que la usaban dignidades, canónigos y demás prebendados de las iglesias, catedrales y colegiatas, la capa pluvial utilizada por los prestes en ceremonias religiosas, la capa de lana parda grosera, de los capuchinos, siendo más larga la de los franciscanos, negra para los del Cister, al igual que para los dominicos, servitas y carmelitas, en general se trataba de la capa monástica, copia del manteo romano más o menos modificado y con el color que cada regla religiosa prescribiera para su hábito, la capa magna, que utilizaban los obispos y arzobispos para asistir a los oficios divinos y otros eventos religiosos, manteo por su amplitud la del romano pontífice; y finalmente, los campesinos utilizaban el capotillo de alda, un capote corto.
Capuz. Museu Nacional do Traje. Portugal Carlos Monteiro, 1993 |
Tabardo medieval de los nobles battlemerchan.com |
Loba a modo de sotana San Cosme en el retablo de los santos Abdón y Senén de la iglesia de San Pedro de Tarrasa |
Capa de coro usada por los canónigos. El canónigo José Olcina y Macía, caballero de Montesa Atribuido a José Gutiérrez de la Vega (1791–1865) Museo del Prado. Wikimedia Commons |
Capa pluvial utilizada por los prestes en ceremonias religiosas etsy.com |
Capa de lana parda grosera franciscana tienda-medieval.com |
Capa negra cisterciense indumentariamedieval.com |
Capa monástica |
Manteo romano Pintura de Raúl Berzosa |
Capa magna liturgiapapal.org |
Manteo del romano pontífice Benedicto XVI, brujulacotidiana.com |
Capotillo de alda El socorro de Brisach de Jusepe Leonardo, fragmento. Museo del Prado |
Podemos afirmar con orgullo y satisfacción que, el origen de la capa tal y como la conocemos hoy, se sitúa en tierras de Salamanca, hace más de seiscientos años, y sus inicios están estrechamente vinculados, con la creación de la Industria Textil Lanera por parte de los Duques de Béjar. La fabricación de paños comenzó en Béjar en el siglo XIII, y en el siglo XIV, la industria bejarana había alcanzado la calidad de los paños de Flandes.
A partir de este momento, es cuando la prenda de vestir de estas características empieza a denominarse capa española, tanto en todo nuestro territorio español como en Francia. Su uso ya se había extendido, además, a otros países como Inglaterra, Italia y Portugal, como demuestran multitud de grabados y láminas de la época.
En el siglo XVIII con la llegada de los Borbones, de gustos afrancesados, cuando las capas se fabrican con tejidos más ligeros y con colores más vivos, y se confeccionan con mayor longitud, de acuerdo con los gustos de la época. Del mismo modo los diferentes colores, al igual que lo hiciera la distinta longitud en tiempos pasados, marcaban la diferencias sociales, así pasó con las de color grana que eran características del pueblo bajo.
La capa española, en todas sus modalidades, es en el siglo XIX cuando conoce su máximo esplendor. Dejaron de llevarse los colores vivos y se empezaron a confeccionar de paño negro, castaño, azul o verde oscuro. Respecto a la forma, se le dio más vuelo, la esclavina se hizo más corta y además se forraron los embozos, bien de piel, lana o terciopelo.
Capa con esbozos de piel etsy.com |
En los principios del siglo XX las modalidades de capa española se fueron reduciendo, quedando prácticamente un solo modelo, siendo la capa negra o azul marino con embozos de terciopelo, ahora sí, con vivos colores, con la esclavina adornada con pasamanería y con el cuello rematado con un broche. Podemos decir que este es el tipo de capa que ha llegado hasta nuestros días, y que por otra parte, no ha caído en desuso tanto como algunos pudieran imaginar, por considerarla una prenda antigua o anticuada.
Estando a punto de terminar la segunda década del siglo XXI, en España, se comenzó a reivindicar la solera, la belleza y el uso de una prenda que ha sido testigo de nuestra historia, que representa a nuestro país allá donde va y que ha sido utilizada, y sigue siéndolo, por personajes ilustres de nuestra historia pasada y reciente.
Capa charra Sastrería Rodríguez, Salamanca |
Hay que reivindicar que la capa sigue siendo una prenda estrechamente relacionada con la etiqueta: frac, esmoquin, chaqué, etc., y la capa española quedará como referente de la elegancia en eventos que requieren una presencia impecable.
EL CONCEPTO DE CAPA ESPAÑOLA
En este sentido, se comprobó, ya en los tiempos de los Duques de Béjar, que el agua que discurría por el río Cuerpo de Hombre, que pasa por esta localidad, tenía unas propiedades excepcionales, tanto para el lavado como para el tintado de la lana, por lo cual otorgaba a este tejido una textura fina y sedosa, al mismo tiempo que permitía un tinte sólido y permanente.
Río Cuerpo de Hombre, bajo antiguas fábricas textiles. El Español, 25 abril 2021 |
Tipos de capa española
En España han existido muchas clases de capas, así tenemos la de los gentiles hombres, la de los caballeros, la de los soldados y guerreros, capas para ir de a pie, capas para ir con cabalgadura, capas de hombre, capas de mujer, capas de los aldeanos y gente del pueblo, de la burguesía, de la nobleza y también de las dignidades religiosas.
Pero tradicionalmente, y a partir del siglo XIX, se han conocido fundamentalmente cinco tipos básicos de capa española, a saber:
La capa madrileña o pañosa: tiene esclavina, cuello bajo y embozo de terciopelo de colores, normalmente verde y/o rojo. Su largo debe pasar dos dedos de la corva, pudiendo ser lisa o bordada.
Capa madrileña o pañosa bordada Sastrería Rafael Caballero Madrid |
La capa castellana o parda: de paño o marrón, con embozos del mismo color. Tiene esclavina y cuello alto. Sus broches son grandes y su largo algo mayor que el de la clásica madrileña y no suele llevar vivo.
Capa castellana parda tuvozdigital.com, 27 de marzo de 2017 Foto Juan Carlos Revilla |
La capa catalana: de amplios vuelos y capilla galoneada.
Capa catalana con capilla galoneada El sastre Vicente Moret muestra la esclavina bordada de la capa que perteneció a su padre |
La capa andaluza: de esclavina más corta y de menor longitud que la capa madrileña o pañosa.
Capa andaluza amigosdelacapadesevilla.com |
La capa valenciana: depende del tipo de paño y confección. No necesariamente eran negras, siendo también azules, de paño verde, azul de Flandes, paño morado oscuro. La esclavina llega hasta el codo y tiene un cuello sobresaliente en forma de tira entre 6 y 10 cm. de anchura.
Capa Valenciana bambinavalentina.blogspot.com |
CONFECCIÓN DE LA CAPA ESPAÑOLA
Desde su aparición y hasta nuestros días, la capa española ha seguidoun proceso de fabricación muy especial. El paso previo a su confección propiamente dicha era el lavado de las lanas y su tintado, normalmente en diferentes colores: el negro, el gris y el color “tinta azul”, que se obtenía utilizando miel de romero y orín. El proceso de tintado se llevaba a cabo en grandes artesas de madera o tinas.
Capa Negra Justa trajes regionales |
Capa gris Sastrería Rodríguez, Salamanca |
Capa azul Mariamar, Granada |
Artesa de madera para el tintado del paño de lana hermanoscastano.es |
En un primer momento la fabricación propiamente dicha comenzaba con el hilado, que se hacíade forma artesanal a mano, hasta que comenzó la industrialización, utilizándose las selfactinas, máquina de hilar automática, que primero estira y tuerce y después enrolla el hilo de lana en forma de huso.
Selfactina para hilar Museo de la Ciencia y la Técnica de Cataluña |
A continuación, se procede al llamado rodaje de las telas, que se introducían en agua, casi siempre en agua del río Cuerpo de Hombre, que pasa por esta localidad bejarana, en Salamanca, para luego percharlas, proceso mecánico por el cual el tejido se vuelve más suave, esponjoso y cálido, y después se seca el pelo de la lana; tanto en sus inicios como actualmente, el secado de los tejidos se hacía al aire libre y al sol, lo que les otorga a las capas de Béjar un tono único. Finalmente, y para lograr el acabado deseado, la prenda se iguala después en longitud mediante el llamado tundido del paño.
Tundidora quars.com.es |
El punto final es cuando se procede a cortar las piezas y confeccionar las prendas, proceso en el que se combinan técnicas tradicionales y actuales: en primer lugar, se extiende la tela sobre una superficie plana y se coloca sobre ella el patrón, que se marcará sobre el paño mediante una tiza. El paso siguiente es ya el corte de las telas siguiendo la marca de la tiza. Dadas las características del proceso previo al corte y al tratamiento de la lana, esta no se deshila al ser cortada. El corte, eso sí, debe ser realizado siempre en la misma dirección que la natural del pelo del tejido, para evitar cambio de la tonalidad del color. Una vez cortada la pieza, se colocan los adornos, principalmente la esclavina y se cose la prenda. Una vez cosida, se procede al último paso al de fabricación con el redondeo, para el que se utiliza un artilugio especialmente creado a dicho efecto.
Cosido de botones charros La Gaceta Regional de Salamanca |
LA CAPA Y LA POLÍTICA, EL MOTÍN DE ESQUILACHE
En el año 1759, el 7 de octubre, el Rey Carlos III, hijo de Felipe V y de Isabel de Farnesio, y hermanastro de Fernando VI, llega a España desde Nápoles cuando tenía 44 años, desembarcando en Barcelona y acompañado por la flota napolitana, dado que era Rey de Nápoles, asumiendo el trono español tras la muerte de su hermano Fernando VI, y llegó a Madrid el 9 de diciembre de ese mismo año. Los españoles lo esperaban esperanzados en que modernizara la administración y las leyes del reino, aunque la introducción de extranjeros en la corte fue algo no bien percibido por los españoles.
Designó como Ministro de Gracia y Justicia a Leopoldo de Gregorio, Marques de Esquilache, quien adoptó una medida fundada en razones de seguridad ciudadana prohibiendo las capas largas y los sombreros de ala ancha, de los madrileños, y pretendiendo sustituirla por la capa corta italiana, mucho más pequeña, y ligera y el sombrero de tres picos. Pero lo cierto es, que jamás pudo imaginar la repercusión política y social que iba a tener aquella medida.
Efectivamente, tan arraigado estaba el uso de la capa en España que esta imposición fue la gota que hizo desbordar el vaso, lleno de descontentos por la hambruna reinante, la feroz subida de los precios, la existencia de extranjeros en puntos claves de poder y el entrometimiento en las tradiciones españolas por las reformas introducidas por el Marqués de Esquilache.
Carlos III por Anton Raphael Mengs, Museo del Prado |
Entre tales medidas se incluyó la renovación de una prohibición ya existente, pero cuya repetición era muestra de su incumplimiento (Reales Órdenes y bandos publicados en los 1716, 1719, 1723, 1729, 1737, 1740… y especialmente la Real Orden…que se renovó en el año 1745). Pretendía erradicar definitivamente el uso de la capa larga y el chambergo (sombrero de ala ancha, gacho, redondo, montera calada y otros modelos especificados) bajo el argumento de que el embozo permitía el anonimato y la facilidad de esconder armas, lo que fomentaba toda clase de delitos, violaciones y desordenes.
Fue así, que el 23 de Marzo de 1766 salió una Real Orden que prohibía el uso de la capa y el sombrero redondo de los funcionarios, y esa misma medida el 10 de Marzo se extendió a todas las gentes del pueblo, que la recibieron con mucho disgusto, manifestándose tumultuosamente y arrancando los bandos en los que se daba la orden, para sustituirlos por pasquines que incitaban al motín.
Bando del 10 de marzo de 1766 Quiero y mando que toda la gente civil... y sus domésticos y criados que no traigan librea de las que se usan, usen precisamente de capa corta (que a lo menos les falta una cuarta para llegar al suelo) o de redingot o capingot y de peluquín o de pelo propio y sombrero de tres picos, de forma que de ningún modo vayan embozados ni oculten el rostro; y por lo que toca a los menestrales y todos los demás del pueblo (que no puedan vestirse de militar), aunque usen de la capa, sea precisamente con sombrero de tres picos o montera de las permitidas al pueblo ínfimo y más pobre y mendigo, bajo de la pena por la primera vez de seis ducados o doce días de cárcel, por la segunda doce ducados o veinticuatro días de cárcel... aplicadas las penas pecuniarias por mitad a los pobres de la cárcel y ministros que hicieren la aprehensión. |
Leopoldo de Gregorio Marqués de Esquilache. Museo del Prado |
El 13 de marzo de 1766 dos hombres con bandas azules y pelucas enharinadas recorrieron la calle de La Paloma (Madrid) gritando: “Esto no ha de prohibirlo el Marqués de Esquilache”. El 23 de marzo, Domingo de Ramos, el pueblo de Madrid se sublevó, se pusieron las capas largas y marcharon hacia la plaza Mayor gritando ¡Viva el Rey!, ¡Viva España!, ¡Muera Esquilache!, donde se juntaron con otras gentes que venían de la calle de la Cebada, dirigiéndose todos hacia Palacio, donde el Duque de Arcos les indicó que serían atendidos en su solicitud. No obstante, los amotinados se dirigieron a la calle de los Infantes, hoy Rosalía de Castro, donde saquearon la Casa de las Siete Chimeneas, vivienda del Ministro, incendiando los muebles. Al día siguiente el motín se extendió como un reguero de pólvora entre decenas de ciudades españolas, siendo las revueltas más violentas las del País Vasco, Cuenca y Zaragoza, solamente en Madrid se produjeron 40 muertos.
Casa de las Siete Chimeneas Fotografía Luis García (Zaqarbal), Creative Commons |
El Rey, tuvo que recapitular, derogó la Real Orden, y humillado y ofendido, dejó la Corte de Madrid y marchó a Aranjuez donde estuvo 8 largos meses. Ordenó una investigación para saber quiénes habían promovido y organizado el motín, acusando de instigarlo a los jesuitas dirigidos por los Padres Isidoro López y Manuel Gándara, juntamente con el abogado D. Lorenzo Hermoso, y el Marqués de la Ensenada, que fue desterrado a Medina del Campo, donde murió. Ese mismo año el Rey ordenó la expulsión de la Compañía de Jesús del territorio español, como ya lo hubiere hecho anteriormente Francia y Portugal.
LA CAPA EN LAS ARTES ESPAÑOLAS
Literatura nacional
En nuestra literatura, la capa española es partícipe en sus dos vertientes, es decir, ha sido utilizada tanto por escritores como por personajes de ficción protagonistas de muy conocidas historias.
Entre los escritores ilustres que ensalzaron el uso de la capa, destacan personalidades como: Benito Pérez Galdós, Jacinto Benavente, Ramón del Valle Inclán, Leandro Fernández de Moratín, Mariano José de Larra, José de Espronceda y Delgado, José Zorrilla y Moral. Ya en épocas más recientes no nos podemos olvidad de Manuel Machado Ruiz o del propio Camilo José Cela.
Como personajes de ficción, destaca el inolvidable ciego de El Lazarillo de Tormes, Pedro Crespo, personaje central de la obra dramática El Alcalde de Zalamea de Calderón de la Barca, el Caballero de Olmedo, de la obra homónima de Lope de Vega, Don Gil de las Calzas Verdes, de Tirso de Molina, y tantos otros.
Pintura clásica española
Es a través de la pintura donde la historia de cualquier país, y más el nuestro, puede seguirse fielmente. Con maestros de la talla de Goya, Velázquez, Murillo o El Greco, podemos también seguir la historia de la capa española, y el uso que de ella hicieron personalidades históricas y personajes anónimos de nuestro devenir.
Así, algunas obras de Velázquez en las que aparece la capa española son el retrato de Felipe IV, El Aguador de Sevilla, Juan de Pareja, El Triunfo de Baco o el famosísimo cuadro Los Borrachos. Goya inmortalizó esta prenda de vestir en obras como Los Jugadores de Naipes, El Cacharrero, La Pradera de San Isidro, Los Zancos o La Merienda.
En la primera mitad del siglo XX, tanto Zuloaga como Sorolla reflejan en sus obras a la Capa Española.
Felipe IV por Diego Velázquez Kunsthistorisches, Viena |
El aguador de Sevilla de Diego Velázquez Apsley House, Londres |
Retrato de Juan de Pareja de Diego Velázquez Museo Metropolitano, Nueva York |
El triunfo de Baco o Los Borrachos de Diego Velázquez Museo del Prado |
Jugadores de naipes de Francisco de Goya Sammlung Oskar Reinhart am Römerholz |
El cacharrero de Francisco de Goya Museo del Prado |
La pradera de san Isidro de Francisco de Goya Museo del Prado |
Los zancos de Francisco de Goya Museo del Prado |
La merienda a orilla del Manzanares de Francisco de Goya Museo del Prado |
Mujeres de Sepúlveda de Ignacio Zuloaga Ayuntamiento de Irun |
Autorretrato de Ignacio Zuloaga The Hispanic Society of America, Nueva York |
Retrato de Santiago Ramón y Cajal de Joaquín Sorolla Museo de Zaragoza |
PATRÓN DE LA CAPA ESPAÑOLA. SAN MARTÍN DE TOURS
San Martín, Obispo de Tours, y santo patrón de la capa española, fue pintado por el Greco en un cuadro precioso, en el que este parte con su espada un vistoso paño verde para dárselo a un pobre desnudo que implora caridad aterido de frío. Precisamente el día de San Martín de Tours, Patrono de Francia, Hungría, Amiens, Avignon, Utrecht, Buenos Aires, Gerona y Orense, el 11 de noviembre, se celebra el día de la Capa.
San Martín y el mendigo de El Greco The National Gallery of Art, Washington D.C |
San Martín de Tours, nacido en Hungría en el año 316, pero sus padres se fueron a vivir a Italia. Era hijo de un veterano del ejército y a los 15 años ya vestía el uniforme militar. Un día en el año 371 fue invitado a Tours con el pretexto de que lo necesitaba un enfermo grave, pero era que el pueblo quería elegirlo obispo. Apenas estuvo en la catedral toda la multitud lo aclamó como obispo de Tours, y por más que él se declarara indigno de recibir ese cargo, lo obligaron a aceptar, permaneciendo como tal 27 años. Es uno de los santos que más templos tiene dedicados en el mundo. En Francia 3.500 parroquias, en la diócesis de Girona, por poner un ejemplo, hay más de 50 iglesias que lo tienen como patrón. Muchas más son las que hay en Francia y Alemania.
Su vinculación con la capa viene de una bella historia protagonizada por él mismo. Cuentan que siendo soldado romano un día de frío invierno, Martín encontró a un pobre desnudo que imploraba su caridad El joven soldado no se lo pensó dos veces, tomo su espada y cortó por la mitad la capa que vestía, dándole al pobre una de las partes. Este acto fue objeto de burlas por parte de sus compañeros, pero esta acción tuvo su recompensa, pues cuenta la tradición que aquella misma noche avistó, en sueños, a Jesucristo vestido con el mismo trozo de tela que le había dado al mendigo.
USO DE LA CAPA ESPAÑOLA POR PERSONALIDADES
Han sido y son muchas las personalidades españolas y extranjeras que han utilizado y utilizan la capa española. La Familia Real ha utilizado esta prenda en diversas ocasiones; así el Rey Juan Carlos I la escogió para presentar su biografía. Además, Jaime de Marichalar o la Princesa de Asturias, la han mostrado en numerosos actos.
Igualmente en el mundo de la política y las artes, también existen personalidades que la vistieron: Plácido Domingo (tenor), Pablo Picasso (pintor), Luis Buñuel (cineasta), Andrés Segovia (guitarrista clásico), Julio Iglesias (cantante), Alfredo Kraus (tenor) y tantos otros. Camilo José Cela tuvo el honor de lucir la capa española cuando recibió en premio Nobel de Literatura en 1989, y Pablo Picasso fue enterrado con su capa, el 8 de abril de 1973 en su último hogar, Notre Dame de Vie, en Mougins (Francia), con 91 años, "Envuelto en una capa española negra con bordados -relata Marina Picasso-, Picasso reposa en su féretro".
Fuera de nuestras fronteras, el uso de la capa está presente en facetas sociales tan diversas como la política, en la que destaca Hillary Clinton (senadora y candidata a presidenta de los Estados Unidos), que posee una valiosa colección de capas españolas, y las ha utilizado en diversas ocasiones. En el mundo del cine y el espectáculo se encuentran, por ejemplo, Rodolfo Valentino, Gary Cooper, Yul Bryner, Marcello Mastroianni, Catherine Deneuve, Hemingway, Federico Fellini, Pierce Brosman, y el fallecido Michael Jackson, a quien Manolo Diaz Presidente de CBS (Columbia Broadcasting System), cadena de televisión abierta estadounidense, le impuso en 1.988 la capa española. Como personalidades internacionales de relevancia mundial, tanto el Papa Juan Pablo II como Benedicto XVI dan testimonio de la fidelidad del Vaticano a esta prenda.
ASOCIACIONES DE AMIGOS DE LA CAPA
En España existen más de 70 Asociaciones de Amigos de la Capa, entre las que se encuentran la de las siguientes ciudades: Alba de Tormes (Salamanca), Albacete, Alcalá de Henares (Madrid), Alcorcón (Madrid), Almería, Arévalo (Ávila), Astorga (León), Ávila, Barcelona, Béjar (Salamanca), Benavente (Zamora), Burgos, Cataluña, Ciudad Real, Ciudad Rodrigo (Salamanca), Collado Villalba (Madrid), Córdoba, Espinar – San Rafael (Segovia), Granada, Guadalajara, Guijuelo (Salamanca), Huelva, Jérez de la Frontera (Cádiz), León, Madrid, Madrigal de las Altas Torres (Ávila), Manises (Valencia), Medina del Campo (Valladolid), Mojados (Valladolid), Murcia, Nava del Rey (Valladolid), Noreña (Asturias), Orbita (Ávila), Palencia, Puente Duero (Valladolid), Salamanca, San Lorenzo del Escorial (Madrid), Santiago de la Puebla (Salamanca), Segovia, Sevilla, Soria, Talavera de la Reina (Toledo), Toledo, Tordesillas (Valladolid), Toro (Zamora), Valencia, Valladolid, Virgen de las Viñas (Burgos), Zamora y Zaragoza.
Las diferentes asociaciones vienen celebrando desde hace más de diez años los Encuentros Nacionales de la Capa Española.
CUESTIONES LINGÜÍSTICAS RELACIONADAS CON LA CAPA ESPAÑOLA
La larga historia de esa prenda en nuestra sociedad ha dado lugar a la creación y al uso de diversas expresiones cotidianas, que tienen como protagonista a la capa. Se trata de frases hechas o modismos y expresiones coloquiales que incluyen este término en su formación.
Modismos actuales que incluyen el término capa:
Andar, ir o estar de capa caída: padecer gran decadencia en bienes, fortuna o salud.
Capa rota: persona que se envía disimuladamente para algún negocio de consideración.
De capa y gorra: con traje de llaneza y confianza.
Capear: despojar a uno de la capa o eludir un compromiso. En términos náuticos disponer las velas para que la embarcación ande poco.
Capa torera: La que usan los toreros para lucirse.
Capa corta: corta y airosa que suele llevar la gente joven, muy señaladamente en Andalucía.
Defender a capa y espada: proteger a una persona con todos los medios posibles.
Echar o hacer la capa a alguien: ocultar los defectos de una persona, ampararla.
Echar la capa al toro: intervenir en un asunto a favor de otra persona.
Hacer de su capa un sayo: obrar según su propio albedrío y con libertad en cosas o asuntos que sólo a la propia persona pertenece o atañen.
Pasear la capa: callejear
Sacar la capa: justificarse o argüir bien en algún trance apretado.
Salir de capa de raja: pasar de trabajos y miserias a mejor fortuna.
Tirar de la capa: advertir a una persona de algún mal, defecto o peligro para que no caiga en él.
Defender uno su capa: velar por su hacienda y derechos.
Derribar uno de la capa: echarla hacia la espalda, desembarazando la acción de brazos y piernas.
De so capa: secretamente, con soborno.
Hacer uno la capa: encubrirlo.
No tener uno más que la capa en el hombro: estar arruinado.
Ponerse la capa: esperar, en términos náuticos.
Quitar a uno la capa: robarle, cobrarle más de lo lícito y justo.
Sacar uno la capa: justificarse o argüir en algún trance apretado.
Salir uno de capa de raja: pasar de la miseria a mejor fortuna.
Tirar a uno la capa: advertirle de algún mal, defecto o peligro, para que no caiga en él.
Capear: despojar a uno de la capa o eludir un compromiso. En términos náuticos disponer las velas para que la embarcación ande poco.
MONUMENTOS A LA CAPA ESPAÑOLA
Podemos decir que de momento son dos los monumentos existentes en referencia a la capa española, siendo la Asociación de Amigos de la Capa Española de Murcia, los que han logrado que en su ciudad exista un monumento de la capa española junto con la adhesión de los capistas de Cartagena. Escultura realizada en bronce por el escultor Luis Toledo Torrecillas y fundida por el campanero Ginés López Egea en el 13/11/1994,situada en el Jardín de la Pólvora, en Murcia, siendo inaugurada el 8 de noviembre de 1994.
Monumento a la capa española en el Jardín de La Pólvora. Murcia lacoleradenebulos.blogspot.com |
Del mismo modo la Asociación Valenciana de Caballeros de la Capa Española de Valencia, a instancias del Excmo. Ayuntamiento de Valencia y la Conselleria de Cultura, ha ofrecido a la Ciudad un monumento en bronce de la capa española, realizada en el estudio del escultor Carlos Verdú Sancho, obsequio de dicha orden, situándose en el Jardín de la Glorieta, frente al Palacio de Justicia, en el eje de la calle de La Paz, inaugurándose en marzo de 2012.
Monumento a la capa española en el Jardín de La Glorieta. Valencia Orden de Caballeros de la Capa Española de Valencia |
Una de las aspiraciones de todas las Asociaciones de los Amigos de la Capa Española, es la de obtener la declaración de la capa española como Bien de Patrimonio Histórico Español, solicitándolo el 13 de abril de 2018, en atención a lo establecido en el art. 9 en relación con el apartado 6.2 de la Ley 16/1985, de 25 de junio, con el preceptivo informe valorable, que se está a la espera de recibir.
Por último, quiero transmitir, que la identidad colectiva se forja a raíz de las tradiciones, como puede ser el uso de nuestra capa charra. Nuestra forma de vivir, nuestras prácticas y nuestra manera de relacionarnos se transmiten en parte gracias a las tradiciones. Son nuestras propias costumbres las que se mueven en ámbitos regionales, locales o familiares, las que acaban moldeando nuestro carácter y las que llegan a las generaciones posteriores.
A través de la tradición dejamos esa marca de los momentos más importantes de nuestra existencia, que se han convertido en parte de la cultura popular de cada comunidad. La sensación de apego, de comunidad y de conjunto social remarca esa sensación de permanencia que da sentido al mañana. Sentido que además se celebra a partir de ese concepto de lo tradicional, que deberá perdurar en el tiempo.
“El abrigo se pone, pero la capa se lleva”
La Asociación de amigos de la Capa de Salamanca |
Animada desde Béjar, la capa española alcanzó su máximo auge a mediados del siglo XIX, habiendo conseguido altos niveles de elegancia y estilo. A partir de entonces, cayó en paulatino desuso, tocando sus horas más bajas al comienzo del siglo XX. Con su declive, también se fueron perdiendo los vivos colores de sus paños, hasta fijarse lo común en tonos como el negro, pardo, gris o verde, aunque con embozos de terciopelo de colores vivos, esclavina adornada con pasamanería y el cuello rematado con un broche. Sin embargo, Salamanca siguió contando con verdaderos partidarios de la prenda, quienes sacaron pecho y respiraron aliviados cuando el movimiento cultural madrileño de las primeras décadas del siglo XX pidió la vuelta de la españolísima prenda. La capa recobró entonces parte de su vigencia. Ambas imágenes de Luis González de la Huebra muestran lo usual que resultaba el uso de la capa española en Salamanca a principios del siglo XX La asociación “La Capa”, decana de las asociaciones de amigos de la capa españolas, fue fundada en 1928 en Madrid de la mano del periodista D. Antonio Velasco Zazo. Pronto otras ciudades se sumaron al homenaje y en 1929 fue el turno de Salamanca cuando se formó una peña de entusiastas de la capa encabezados por don Agapito Fernández. El 22 diciembre de 1929 se celebró en Salamanca el primer homenaje a la capa, cuyo principal acto fue un cocido castellano abierto a todos los simpatizantes. Fue en la pensión Boni*, a las 2 de la tarde y al precio de 7 pesetas, y no se admitió comensales sin capa. Presidieron el banquete, don Agapito Fernández Hernández (comisario de policía jubilado, miembro de la Asociación de la prensa y colaborador de El Adelanto), los catedráticos don José Crespo Salazar y don Eloy Díaz Jiménez y don Ricardo Sánchez Regadera, presidente de la colonia bejarana, todos ellos pronunciaron unas palabras en los postres. De la distendida y alegre comida surgió la primera Asociación de Amigos de la Capa de Salamanca. Al ágape asistieron los señores: Don Fernando Rodríguez Muñiz, don Luis Domínguez Gómara, don José Domínguez Gómara, don Antonio Montero, don Miguel Calvo, don Justo Becerro, don Eugenio García, don Ricardo González, don Enrique Prieto, don César Real, don Ventura Arteaga y Villar, don Alejandro Ruiz de la Cuesta, señor Coimbra, don Manuel Núñez Valladares, don Ángel Benito Paradinas, don Parisio Pérez, don Constantino Francia, don Luis Martin, don Rafael Beato, don Eugenio Torres, don Manuel Pintado, don Castor González, don César M. Tordera, don Armando Fernández, don José Benito, don Venancio Gómez, don Ramón Dorado, don Eduardo Jarrín, don Cándido Recio, don Juan Fuentes, don Ricardo Sánchez Regadera, don J. José Rodríguez, don Alejandro González, don Manuel H. Corpas, don Domingo Hernández, don Vicente Andrés, don Clemente Tomás, don Adrián Sánchez, don Ángel Debales, don Pedro Paniagua, don Ángel García Rodríguez, don Eugenio Gascón, don Florián Rodríguez, don Francisco Colorado, don Manuel Serrano, don Francisco G. Barrado, don Joaquín de Arteaga, don Arturo Pedraza, don Tomás Cea, don Luis Mayorga, don Domingo Andrés, don Ricardo Gómez, el redactor de "La Gaceta Regional", don Ángel Sánchez y el gerente de El Adelanto, don José Núñez Alegría. Grupo de capistas al salir de la pensión Boni Foto Amalio Gombau. El Adelanto 24 de diciembre de 1929 El grupo en pleno en la escalera de la plaza de Colón. Foto Almaraz. El Adelanto 24 de diciembre de 1929 Durante los siguientes años se repitió el homenaje a la capa. 1931. El grupo de nuevo en la escalera de la plaza de Colón en 1931 tras haber comido en la pensión Boni. Foto Almaraz. El Adelanto 22 de diciembre de 1931 1934. Por entonces se denominaban Asociación salmantina "La Capa" y así lucían en las terrazas de la plaza Mayor tras haber comido en la Granja Dorée (actual "Los Escudos"). Tras ellos, la espadaña del Ayuntamiento. Foto Almaraz, El Adelanto 18 de diciembre de 1934 1936. De nuevo en la pensión Boni y con rondalla y todo. El presidente don Agapito Fernández luce un cartel que dice "Las capas están en la percha". Foto Almaraz, El Adelanto 11 de febrero de 1936. La guerra civil cortó de raíz la celebración y no fue hasta 1951 cuando se reanudaron los homenajes a la capa. Ese año, tras haber realizado los preparativos, falleció su presidente, D. Agapito Fernández (Ɨ10/12/1951), lo cual conllevó la suspensión del acto en señal de duelo. El año siguiente regresó la tradición. Hoy existen Asociaciones de Amigos de la Capa en Salamanca (capital), Alba de Tormes, Béjar, Ciudad Rodrigo, Guijuelo y Santiago de la Puebla y, aunque la gastronomía sigue siendo una parte importante de sus actividades, el compartir culturas y costumbres en sus reuniones, al tiempo que se promociona el uso de la prenda, constituye la base fundamental de su labor. Al margen de en sus "quedadas" con otros grupos de capistas, suelen lucir la prenda en ciertas ocasiones como la Semana Santa, la Navidad, el día de su patrono, San Martín de Tours, como señal de duelo en los funerales de otros miembros de la Asociación o simplemente cuando les apetece. César Hernández R. Salamanca 26/05/2025 * Antiguo parador del Clavel, reformado y abierto en 1925, en la calle Consuelo y que muy pronto recibió justa fama gastronómica. |
BIBLIOGRAFIA:
• Biografía de San Martín de Tours. Wikipedia.
• Capa Española. Wikipedia
• Carlos III de España. Historia. El Motín de Esquilache. Wikipedia.
• Diario de Francisco Javier Illán Vivas. Homenaje al Monumento de la capa española en Murcia. 26/11/2023.
• Diccionario de la Real Academia de la Lengua. Concepto de capa española.
• Carlos Verdú y Sancho. Presidente y fundador de la Orden de Caballeros de la Capa Española de Valencia. Historia de la Capa Española.Valencia 2008
• Motín de Esquilache. Wikipedia
• Pablo Picasso. Wikipedia
• TEL. El sastre de las capas “made in Salamanca”. La Gaceta Regional de Salamanca. 10/03/2019
• El telar textil que da la bienvenida a Béjar vuelve al color. SalamancaALDIA. 30/09/2023
• María Regadera. Las capas charras, un exponente de lujo con nuevos clientes. La Gaceta Regional de Salamanca. 26/01/2023
• Museo Nacional del Prado.
• Toni Sánchez. La Capa Charra: Historia, elegancia y tradición de una prenda icónica. SalamancaALDÍA.es. 05/12/2024
• Toni Sánchez. La Asociación Amigos de la Capa, desde dentro: “Es una prenda muy elegante pero la gente nos mira raro cuando nos ven con ella”. SalamancaALDÍA.es. 05/12/2024
• TEL. El último sastre de la capa bejarana: José Luis Iglesias, ejemplo de tradición textil. La Gaceta Regional de Salamanca. 05/12/2022