Las Sedes del Banco de España en Salamanca


Nada visible en esta fotografía ha llegado a nuestros días. Apenas se percibe, al 
fondo, el viejo caserón del siglo XV de los Rodríguez de las Varillas¹ situado en
la esquina de la calle Brocense con la calle Toro. Esta evidencia y la comparación
con otras fotografías permiten determinar que esta imagen corresponde a una vis-
ta de la calle Toro en los primeros años del siglo XX²  donde hoy se encuentra el
edificio de la jesuitinas, probablemente tomada desde una ventana del hotel de 
las Cuatro Estaciones (o sus sucesores, el Castilla o el Terminus) situado don-
de actualmente está el edificio del Grupo Blázquez en la esquina con la calleja 
Ventura Ruiz Aguilera.




El edificio central de la fotografía, con tres plantas y dobles miradores en los balcones externos, numerado con el número 21 de la calle Toro³, fue la sede de la sucursal del Banco de España desde 1884 hasta 1942.

El Banco de España tuvo sus orígenes en el Banco Nacional San Carlos fundado en 1782 por el rey Carlos III con el objeto de la reducción o descuento de vales reales (forma de deuda pública del momento). Este Banco fue sustituido por el Banco Español de San Fernando en tiempos del rey Fernando VII y perduró en tiempos de Isabel II. Con la Revolución de 1854 el Banco de San Fernando pasó a llamarse Banco de España, llegando a la actualidad convertido en la autoridad nacional competente de España para la supervisión bancaria dentro del Mecanismo Único de Supervisión europeo.

En el mes enero de 1884, se celebró en Salamanca una reunión, convocada por el delegado de Hacienda, con autoridades, banqueros, comerciantes, industriales y periodistas para determinar la conveniencia de establecer una sucursal del Banco de España en la ciudad. Como en casi todos los casos hubo opiniones a favor y en contra, temiendo estos últimos la desaparición de la moneda contante y sonante, aunque las opiniones “a favor” resultaron mayoritarias.

Decidida su implantación, en mayo de ese año se nombró director de la futura sucursal a D. Manuel Domínguez Ubago y comenzó a buscarse un local apropiado. El edificio de la calle Doctor Riesco, 21 (Toro, 21) resultó ser elegido. 

La sucursal del Banco de España en Salamanca fue inaugurada el 15 de septiembre de 1884. 

Poco tiempo después, el Banco de España abrió sucursales en Cáceres, Ciudad Real, Palencia, Toledo, Gerona y Gijón que se sumaron a las que ya existían. A finales del siglo XIX se superó la cifra de cincuenta sucursales del banco en todas las capitales de provincia y ciudades de importancia mercantil.

El aumento del volumen de negocios por la bonanza económica de los años 20 y el requerimiento reiterativo de expropiación parcial del edificio de la sucursal por parte del Ayuntamiento para la alineación de la calle Doctor Riesco (Toro), hecho que restaría aún más superficie al edificio, generó la necesidad de encontrar una nueva ubicación para la Sucursal del Banco de España.

No fue la primera vez que se intentó encontrar otra ubicación para la sucursal pues parece que en abril de 1891 se trató de adquirir el edificio de la calle de Toro, 41, el caserón de los Rodríguez de las Varillas¹, propiedad del marqués de Castellar, aunque nunca se llevó a efecto.

El 15 de julio de 1929, El Adelanto anunció la compra del edificio del hotel del Comercio por parte del Banco de España para instalar la sucursal, pero a pesar de la más que posible certeza en la noticia, ya que El Adelanto y el hotel del Comercio pertenecían ambos a la familia de Francisco Núñez Izquierdo, la negociación no llegó a culminar sin que conozcamos la razón, tal vez fuera que el Banco de España se retractó temeroso de las penosas consecuencias económicas del crac del 29 en toda Europa y Estados Unidos o, tal vez, existió algún impedimento por parte de los propietarios como podía ser la existencia de un contrato de alquiler en vigor. El periódico informó que el solar había sido seleccionado por el arquitecto del Banco de España, D. José Yarnoz, y el propio director de la sucursal que era en ese momento, D. Gregorio Prieto.  

El Banco de España continuó la búsqueda de edificio o solar fijando de nuevo su objetivo en la casa del Corralón o caserón de los Rodríguez de las Varillas¹, en calle Toro, y más tarde, en 1931, en el edificio del colegio de las Hijas de Jesús (jesuitinas) de la calle Zamora. Las autoridades locales y el gobernador civil trataron de interceder con el obispo para facilitar la compra de este edificio pero este, a pesar de apoyar el proyecto, no logró eliminar las dificultades para llevarlo a cabo. Tras varios intentos el Banco de España desistió en su propósito ante el doble problema de tener que obtener autorización del Estado y de Roma. 

Los representantes del Banco de España y la empresa Hijos de Francisco Núñez renegociaron la compra-venta de los terrenos del hotel del Comercio y esta vez se alcanzó un acuerdo que fue ratificado en escritura de compra el 23 de abril de 1932. La entrega del solar quedó demorada hasta la devolución de las llaves de los arrendatarios del hotel del Comercio, D. Francisco Diego y D. Agustín Hernández, que tendría lugar a mediados de noviembre de 1933. 


Hotel del  Comercio. El Adelanto 22 de agosto de 1946 Foto Gombau


El Ayuntamiento intentaba abrir dos nuevas calles en la zona. Una de ellas, llamada Calle F (hoy Rector Lucena), uniría la calle Toro, desde el corralón del palacio del marqués de la Mina (duque de Fernán Núñez), con la calle Zamora y plaza de los Bandos atravesando el edificio de una planta que fuera garaje de los Moneo y que en ese momento era propiedad de D. Mariano y D. José Núñez Alegría al haberlo adquirido cuando el Banco de España no lo quiso, al considerar que ya tenían suficiente extensión para construir.

 

Plano del arquitecto municipal Ricardo Pérez Fernández  con el trazado de las nuevas calles F
y E. Imagen de Desarrollo urbano y urbanística del municipio de Salamanca en el siglo XX.
David Senabre López

El acuerdo para la expropiación del garaje de los Núñez por el Ayuntamiento, siendo alcalde D. Casto Prieto Carrasco, no condujo a buen puerto y se estableció un pleito en marzo de 1933 contra las acciones emprendidas por el Ayuntamiento para obtener el inmueble.


Casto Prieto Carrasco 1886-1936.
Foto Ministerio de Cultura

    

Mariano Núñez Alegría (1875-1937).
Foto de El Adelanto

 

El Banco de España consideraba que no podrían fijarse los planos de la futura sucursal sin las líneas definitivas de calle y mantuvo en suspenso indefinido el proyecto, más aún cuando el tribunal dio la razón a los Núñez, obligando a los litigantes a acudir al Tribunal Supremo.

A pesar de ello, el 26 de febrero de 1934 comenzó el derribo del hotel del Comercio por parte del adjudicatario del mismo, D. Recesvinto Pérez Entisne, alargando las operaciones durante casi dos meses.


Solar resultante del derribo del solar del hotel del Comercio. 
Foto Almaraz El Adelanto 7 de abril de 1935 


Finalmente, tras un periodo de serias divergencias entre ambas partes y siendo ya alcalde D. Miguel Iscar Peyra se llegó a un acuerdo en noviembre de 1934, ajustando en un precio determinado y aceptando los propietarios el hacer entrega del inmueble libre de inquilinos. Se formó entonces una comisión para informar al Banco de España del acuerdo y pedirle que adelantará el dinero que habría que abonar a los propietarios de los solares expropiados de las nuevas calles, reintegrando el Ayuntamiento esa cantidad con los arbitrios municipales de dos ejercicios sucesivos o encontrando otra fórmula válida. 

Por fin el día 2 de enero de 1935 la Corporación aprobó las ofertas de los propietarios de las fincas afectadas con el beneplácito del Banco de España, cuyo Consejo las ratificó el 1 de marzo de 1935.

En febrero de 1935 un anteproyecto del edificio en piedra y estilo renacimiento se sometió a la aprobación del Consejo del Banco de España. El proyecto final fue diseñado por el arquitecto de la institución D. Romualdo de Madariaga y de Céspedes.

    

Miguel Iscar Peyra (1882 - 1950)

A las doce y media de la mañana del 6 de abril de 1935, en el despacho del alcalde, se firmaron las escrituras de compra-venta de los solares que se consideraban imprescindibles para permitir la edificación de la Sucursal del Banco de España, entre los que se incluía el de los señores Núñez, quedando definitivamente libre el camino hacia su construcción.


Edificio diseñado por el arquitecto D. Romualdo de Madariaga y de Céspedes.
 
Imagen en Banco de España. Información Gráfica. 1936


Mientras esto ocurría, en la acera del Banco de España de la calle Doctor Riesco (Toro) se anunciaba la construcción del edificio del doctor Víctor Villoria que alinearía, con su derribo, los números 13, 15 y 17. 

Este edificio alinearía la calle con los edificios ya construidos de D. Cristino Romero, del Banco Coca y el edificio racionalista que D. Genaro de No había edificado en 1933 para el médico-cirujano D. Adolfo Núñez en la esquina con la calle Brocense (farmacia del Liceo). Quedaban por alinear en este tramo las casas nº 31 y 33 del hostelero D. Félix Carbajosa Rico donde estaba su conocido bar El Armuñés que ya se encontraban parcialmente expropiadas y, por supuesto, el nº 21 de la sucursal del Banco de España que no se abandonaría hasta que el nuevo edificio estuviera preparado y el edificio aledaño, el nº19.


Edificios números 13-15- 17  de la
calle Doctor Riesco derribados para
construir el edificio de Víctor 
Villoria.
 El Adelanto 5 de octubre de 1935

    

Casas nº 31 y 33 del  hostelero
Félix Carbajosa. Foto Almaraz


 

La casa de Adolfo Núñez. 
Fotografía en El arquitecto Genaro de No. Ediciones EDARBA. Madrid 1934

Imagen del Parcelario indexado de la Ciudad de Salamanca entre 1930 y 1935
con reseñas históricas
de Antonio Seseña 2018


Urbanización de la plaza del Liceo. Foto Almaraz, en El Adelanto del 15-01-1932




El concurso para las obras del edificio de la nueva sucursal del Banco de España en la plaza de los Bandos se realizaría mediante propuestas en sobre cerrado, que fueron entregadas entre los días 16 de enero y el 14 de febrero de 1936, quedando expuestos los planos y documentos en las oficinas del Banco de España de Madrid y de Salamanca. Doce proposiciones fueron presentadas en Madrid y seis en Salamanca, resultando elegida la de la empresa de los señores Erroz y San Martín, que construían en ese momento la ampliación de la sede de Madrid. 

El nuevo edificio constaría de tres plantas, un semisótano y los áticos con una superficie a edificar de 1.487 m2 y un jardín en la parte posterior. Las fachadas estarían recubiertas de piedra franca salmantina con los elementos moldurados en piedra de Novelda. El importe de las obras estuvo valorado en 2.868.087,85 pts., aunque la oferta posteriormente aceptada rebajó el importe hasta las 2.150.000 pts. 

La licencia de obras se concedió el 9 de abril de 1936 y las obras comenzaron ese 1 de julio.

La guerra civil, iniciada el 18 de julio de 1936, influyó sobremanera en la construcción del edificio, en primer lugar, retrasando la obra por la falta de materiales y obreros y, en segundo, por los cambios estilísticos realizados por el arquitecto Guillermo Lindemann para adaptarlo al gusto neo-imperialista de la dictadura franquista y con los que desaparecieron los detalles platerescos, como las cresterías y adornos de los balcones principales, y la inclusión en la fachada de dos escudos del nuevo régimen.


Banco de España. Fotografía de Celestino León, ca. 1945


Imagen de la construcción de la Sucursal del Banco de España.
Serie: Normalidad en la vida de la ciudad 1936-1939. Biblioteca Nacional

Imagen de la construcción de la Sucursal del Banco de España.
Serie: Normalidad en la vida de la ciudad 1936-1939. Biblioteca Nacional


Imagen de la construcción de la Sucursal del Banco de España
Serie: Normalidad en la vida de la ciudad 1936-1939 Biblioteca Nacional


Aunque el edificio estuvo prácticamente levantado a principios de 1940, los detalles y el equipamiento retrasaron su apertura hasta el domingo 12 de septiembre de 1942. 

Se inició la inauguración de la nueva sucursal a las doce de la mañana con la asistencia de las autoridades civiles y militares y demás personalidades salmantinas. El acto consistió en una visita a las dependencias del edificio, la bendición religiosa celebrada en el patio y, por último, un vino de honor.

La nueva sucursal abría las puertas mientras que la vieja las cerraba e iba a permitir dar solución a la tan deseada alineación de la calle, ahora llamada Generalísimo Franco (Toro). Antes incluso de la ocupación de la nueva sucursal, el Banco de España había vendido la propiedad del edificio nº 21 a la Congregación de las Hijas de Jesús (jesuitinas), que también habían adquirido el nº 19, en ambos edificios pensaban establecer un nuevo colegio.

El Ayuntamiento y la Congregación de las Hijas de Jesús alcanzaron un acuerdo para la  expropiación parcial de los terrenos que habrían de ser cedidos para calle el 27 de abril de 1942. El pago de los terrenos se realizaría en tres anualidades, compensando en la primera de ellas el impuesto de plusvalía que debía satisfacer la Congregación al Ayuntamiento.

El Ayuntamiento promovió el anuncio de derribo el día 2 de octubre de 1942, tras alcanzar un acuerdo con el arquitecto D. Genaro de No, admitiéndose proposiciones de derribo. 

Creemos que este arquitecto fue el que diseñó el nuevo edificio que fue terminado en 1944.


Calle Toro con la alineación actual.
Fotografía de Amalio Gombau, en El Adelanto de 1 de enero de 1946


Edificio de las Jesuitinas. Foto Gombau

Las Novedades, Librería Plaza y Camisería Arteaga, cerrados ante la inminencia
del derribo interior del edificio de las jesuitinas. Colección Luis Marcos. 2005
Paisaje comercial de Salamanca II Museo del Comercio


Aprovechando la magnífica zona comercial en la que estaba situado el edificio, se instalaron en sus bajos diversos locales comerciales, allí estuvieron negocios tan clásicos como Las Novedades, la camisería Arteaga o la librería Plaza. 

En el edificio se estableció el colegio de la Inmaculada, que había sido fundado por las jesuitinas en 1877 en el palacio Montellano de la calle Zamora. 

En 1986 los dos colegios de la comunidad de religiosas, el colegio de la Inmaculada y el del Sagrado Corazón, se fundieron pasando su titularidad a la Fundación Educativa Jesuitinas y a ocupar ambos la sede de este último, la avda. Reyes de España, 3-5.

En los primeros años del siglo XXI el edificio de la calle Toro fue remozado totalmente manteniendo su fachada exterior, quedando dedicado fundamentalmente al alquiler y venta de pisos, oficinas y locales comerciales.



Coincidiendo con la reestructuración del sector financiero en España a través de fusiones de entidades y la minimización de la red de sucursales de bancos y cajas de ahorro, el Banco de España cerró hasta treinta sucursales en 2002, más tarde cerraría alguna más. El banco emisor ofrecería a partir de entonces sus servicios a los usuarios desviándolos a otras sucursales o aprovechando las herramientas disponibles en su página de internet y el uso del correo ordinario para el intercambio de documentos. 

La delegación del Banco de España en Salamanca fue cerrada el 31 de diciembre de 2003, después de casi 120 años de presencia en la ciudad, desde que fuera abierta el 15 de septiembre de 1884 en el nº 21 de la calle Toro. 

El edificio fue vendido a Patrimonio del Estado y se especuló sobre la posible instalación en el mismo del Museo Nacional de Arquitectura y Urbanismo que no llegó a concretarse. Finalmente se convirtió en sede del Centro Internacional del Español tras el proceso de cesión del edificio a la Universidad de Salamanca que comenzó el 23 de octubre de 2015 y culminó el 17 de mayo de 2016 con el acto de entrega de las llaves. Tras un lento proceso de rehabilitación integral del edificio y 9 millones de euros invertidos por la Junta de Castilla y León, el nuevo centro quedó oficialmente inaugurado el 14 de octubre de 2022.



César Hernández R.
07/06/2024 Rev. (00)




Notas:

(1)  Casa de Rodríguez de las Varillas, calle Toro, derribada en 1947. Foto León.


A principios de 1947 comenzó el derribo de este caserón del siglo XV, situado en la calle Toro esquina Brocense. Su parte más destacable era la puerta de arco de medio punto con grandes dovelas y alfiz quebrado acabado en mensulillas que contenía un balcón, seguramente modificación de una ventana o ajimez, rodeado de tres escudos en triángulo. El escudo principal, sobre el balcón, pertenecía a la conocida familia salmantina Rodríguez de las Varillas o de Villafuerte, razón por la cual la casa era conocida como casa de Rodríguez de las Varillas. Según el Profesor Álvarez Villar, a la izquierda, para el observador, se encontraba el escudo partido de lo que parece ser el apellido Urrea y el de Ovalle y a la derecha el partido de Paz y de Enríquez de Salamanca. Ante la escasez de viviendas, incluso para las clases acomodadas, el Estado promulgó en 1944 la ley de viviendas bonificables, con la que se hacía partícipe en su construcción a la iniciativa privada, que se benefició con créditos, exenciones fiscales e incluso el apoyo con expropiaciones sobre solares y viviendas. Esto activó la construcción de viviendas burguesas y de lujo, sobre todo en vías céntricas y principales como la calle Toro o Zamora. 

El constructor D. Antonio Fernández Sánchez adquirió en 1944 este edificio, que ya estaba flanqueado por el que Genaro de No edificó con chaflán redondeado en 1933 en la esquina de Brocense y el edificio de la sucursal del Banco Mercantil de Santander (creado en Santander en 1899, la sucursal de Salamanca fue inaugurada el 24 de abril de 1913 en la casa de los Rodríguez de las Varillas, en los locales donde estuvo el banquero Vicente Alonso del Corral, que fueron adaptadas por el arquitecto Santiago Madrigal. En 1938 el Banco Mercantil adquirió a los condes de Barajas la llamada Casa del Corralón para instalar su nueva sucursal. El proyecto fue obra del arquitecto Francisco Gil, construido en 1940 en la calle entonces de Calvo Sotelo (hoy Rector Lucena)).

D. Antonio Fernández tuvo la intención de construir en el solar de la casa de los Rodríguez de las Varillas un gran edificio con locales comerciales, una entreplanta de oficinas y un alto número de viviendas repartidas en cinco plantas y ático. A pesar del beneplácito de las autoridades, el constructor chocó con la oposición de los inquilinos que lucharon contra el desahucio, logrando retrasar el derribo hasta los primeros meses del año 1947. 

El proyecto definitivo del nuevo edificio fue firmado por Genaro de No en 1949 tras varias modificaciones. El constructor entregó al Ayuntamiento los tres escudos de la fachada, conservándose el principal en el Museo de Salamanca. Los otros dos escudos se ubicaron, sin aparente motivo heráldico, en la plaza de Santa Teresa, sobre las puertas de una tapia que servía de cierre a un taller de cerrajería. A finales de los 70, con la urbanización de esta plaza y la construcción del edificio de la Caja de Ahorros, los escudos fueron retirados y luego colocados en su ubicación actual, la puerta principal del edificio de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Salamanca (actualmente Unicaja Banco) abierto a la plaza de los Bandos.

(Bibliografía: Sara Núñez Izquierdo. La vivienda en el antiguo recinto amurallado de Salamanca durante el primer franquismo (1939-1953). Centro de Estudios Salmantinos, 2014).  volver a la lectura



(2) En realidad, esto no es más que una conjetura, ya que la única evidencia que apreciamos en la imagen es que aún no está construido el edificio neogótico de Timoteo Gómez en la confluencia de la calle Toro, Azafranal y plaza del Liceo. Este edificio fue terminado en 1914 con los planos de Santiago Madrigal, por tanto solamente se puede inferir que la fotografía es anterior a 1914. 


Edificio de Timoteo Gómez. Madrigal 1913


La calle parece terrera y para evitar barros fue, ex profeso, colocado un paso de adoquines frente al Banco de España en 1897 (El Adelanto 28/01/1897). Por otra parte, las aceras presentan buen aspecto y sabemos fueron renovadas en 1898; es de esperar que la fotografía fue tomada posteriormente. volver a la lectura



(3) A partir de 1842, el nombre de calle Toro se extendió desde la Puerta de Toro hasta la Plaza Mayor, eliminando el tradicional nombre de calle Herreros del tramo entre ésta y la plaza del Liceo. Desde 1891 recibió el nombre de Doctor Riesco y así se denominó hasta mediados de 1937 cuando pasó a llamarse calle del Generalísimo Franco. Recuperó el nombre de calle Toro en 1979. volver a la lectura



(4) Los planos de alineación de la calle Toro habían sido elaborados en 1865 por Manuel Seco y posteriormente modificados por José Secall y Asión en 1875 y Pedro Vidal en 1895. 

Sin embargo la alineación de la acera del edificio del Banco de España entre el callejón del Dr. Piñuela y la calle Especias no fue iniciada hasta 1924 cuando el comerciante de mercería D. Cristino Romero se hizo con las casas número 23 y 25 de Doctor Riesco. La licencia de construcción para un nuevo edificio le fue concedida el 16 de enero de 1924 aunque no fue hasta noviembre cuando se aprueban las actas de alineación de los terrenos que Cristino Romero debía ceder a la vía pública. Finalmente en marzo de 1925 solicitó una ampliación de la licencia de construcción.

Los planos fueron realizados por Santiago Madrigal (1923) y el edificio se levantó durante el verano y otoño de 1926. En el edificio se situaron importantes empresas como la Electra Salmantina y el Banco de Bilbao cuyo heredero el banco BBVA ocupa hoy el edificio.

La otra esquina de la calle Especias con la plaza del Liceo estaba ya alineada con el edificio del banco Coca que había sido construido en 1925 con planos (1923) de Madrigal.


Calle Azafranal y plaza del Liceo.
Salamanca y sus costumbres, número 12 01-12-1928.
Ansede y Juanes 


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(5) El hotel del Comercio

El Hotel del Comercio fue abierto en 1877, en la calle Zamora nº 20 frente a la Plaza de los Bandos, dotando a la ciudad de un alojamiento de calidad ante la inminente llegada del ferrocarril a Salamanca.

 

El hotel del Comercio fotografía de Eustaquio Almaraz en El Adelanto del 3 de diciembre de 1933


Había sido construido, junto a la calle Zamora esquina con la calle Triperas (hoy Brocense), sobre terrenos, en la esquina de Brocense, que fueron propiedad del marqués de Castelar, don Nicolás Patiño y Ossorio (fallecido en 13 de julio de 1875) y otros terrenos propiedad del Duque de Montellano, don Felipe Falcó y Osorio, que se acercaban a San Boal. Ambos palacios se extendían desde la calle Zamora hasta la calle de Toro.

Su primer director fue D. José Santos y lo fue hasta que en 1897 lo sustituyó D. José Cea Iglesias (Pepe Cea), su co-socio en la sociedad mercantil José Santos y compañía, formada además por D. José Lisardo y D. Francisco Núñez Izquierdo, sociedad que dispuso de otros establecimientos hosteleros en Salamanca como el café Suizo. Con el tiempo, la dirección del hotel y la propiedad del edificio recayeron en Francisco Núñez y su familia. 

Cumplió su función como Gran Hotel recibiendo la visita de muchos personaje ilustres, literatos como D. Benito Pérez Galdós en octubre de 1904, que vino en visita turística y reconoció su desconocimiento de la ciudad de Salamanca cuando escribió los Episodios Nacionales y que fue D. Ventura Ruiz Aguilera quien le proporcionó un plano detallado de la misma, o como Dª Emilia Pardo Bazán en marzo de 1905, para asistir a la velada en honor a Gabriel y Galán en el teatro Bretón; Pintores, como  D. Joaquín Sorolla, en diciembre de 1910 y en mayo de 1912; personajes de la realeza como Dª Matilde de Sajonia hermana del rey Federico Augusto III de Sajonia en marzo de 1907 o los príncipes D. Carlos de Borbón y Dª Luisa de Orleans en octubre de 1917; y políticos como Romanones en 1913 o Alejandro Lerroux en 1919.

Pero sobre todo cumplió su función comercial al servir de alojamiento a multitud de representantes de casas comerciales, médicos, ortopedistas, oculistas,.. Viajeros que utilizaban sus dependencias como gabinetes para sus consultas o exposiciones para sus  muestrarios.

Sirvió de alojamiento de toreros e incluso en sus últimos años de equipos de futbolistas. Fue lugar de reuniones políticas y de infinidad de banquetes de bodas y homenajes.

Con el paso del tiempo, las nuevas necesidades de servicios y alojamiento de calidad e incluso de lujo ya habían sido cubiertas desde 1930 por el Gran Hotel Salamanca, más tarde solo Gran Hotel, y en 1933, después de más de cincuenta años en servicio, el hotel del Comercio fue cerrado y el edificio, un año más tarde, derribado  para la construcción del Banco de España, tras su venta por la familia Núñez al Ministerio de Hacienda. volver a la lectura



(6) La intención de los arrendatarios fue encontrar un solar para la construcción de un edificio para albergar un nuevo hotel del Comercio. D. Francisco Diego y Diego, médico de profesión, adquirió en 1934 los solares 17-19 y 21 de la calle del Pozo Amarillo donde estuvo situada la centenaria posada de la Cadena y mandó al arquitecto D. Francisco Gil el diseño del futuro hotel Comercio. Sin embargo por diversas razones se modificó el proyecto construyéndose un edificio de viviendas de alquiler. volver a la lectura



(7)  Casto Prieto Carrasco (23/12/1931 - 12/10/1934) fue cesado por el gobernador por los hechos revolucionarios de octubre de 1934 en Salamanca, ocupando su lugar Miguel Íscar Peyra (12/10/1934 - 22/02/1936). volver a la lectura



(8) La empresa "Erroz y San Martín" fue fundada en 1911 en Pamplona por Secundino Erroz y Julio San Martín inicialmente como taller de carpintería y llegaría a ser una importante empresa constructora nacional. volver a la lectura




Otras lecturas:

Sara Núñez Izquierdo. La vivienda en el antiguo recinto amurallado de Salamanca durante el primer franquismo (1939-1953). Centro de Estudios Salmantinos, 2014

Enrique García Catalán, Urbanismo de Salamanca en el Siglo XIX. Ediciones Universidad de Salamanca. Colección Vitor, 2015

David Senabre López, Desarrollo urbanístico de Salamanca en el Siglo XX: Planes y proyectos en la organización de la ciudad Junta de Castilla y León. Consejería de Fomento, 2003

Prensa histórica salmantina