Cristo del Altar Mayor de la Parroquia de San Juan de Barbalos

 

 

 La iglesia de San Juan de Barbalos, de una sola nave y torre a los pies, sufrió modificaciones en 1781, que efectuaron Jerónimo García de Quiñones y José Isidro1, modificando las bóvedas y colocando retablos barrocos. 

El retablo del altar mayor, que era de estilo churrigueresco, según dicen Amalio Huarte y Echenique y Juan Eduardo Cirlot2, (desaparecido a mediados del siglo pasado, sin que nos conste el motivo) tenía una imagen gótica de la Virgen de principios del siglo XVI y otra de piedra del siglo XV.


Interior de San Juan de Barbalos 
Foto Marcelo Solórzano


El Cristo que hoy pende totalmente al aire, sujeto por dos cuerdas, sobre el ara del altar mayor es citado por Juan Eduardo Cirlot cuando dice: "... un Cristo del XVII"3. 

Dadas las características del Cristo tal vez haya que datarlo en fechas anteriores por su talla basta y poco elegante figura. 

Aparece ya colocado en el presbiterio en fotografía de 1901 cuando terminaba de ser arrumbado el Cristo de la Zarza en un gallinero de las dependencias parroquiales. 

Se trata de un Cristo desgarbado y descolgado sobre sus pies, de tamaño menor que el natural, que presenta encarnación sensiblemente oscura y mate, cabeza reducida y alargada, de poca belleza, caída sobre el pecho e inclinada a la derecha, nariz aguileña y prominente, ojos cerrados con la ceja izquierda más elevada, corona de espinas ancha tallada burdamente con el típico sogueado de dos ramas, cabellera lisa y poco abundante que cae en única guedeja lacia sobre el hombro derecho, barba negra triangular poco rizada y partida en dos en la punta, boca cerrada de labios gruesos y abierta la llaga del costado sangrante con reguero abundoso que salpica hasta el paño de pureza.


Detalle del Cristo del altar de San juna de Barbalos 
Fotografía de Marcelo Solórzano


Brazos descoyuntados de antebrazos musculosos, dedos de las manos muy cerrados sobre los clavos, torso estrecho y recto con prominentes costillas tirando a escamosas, vientre pronunciado con el epigastrio en arco apuntado, piernas separadas con muslos de abultados músculos en tensión, rodillas escoriadas y sanguinolentas y pies retorcidísimos atravesados por un solo clavo y pequeño paño femoral, pegado a las caderas, de color blanco, con pliegues horizontales poco airosos con sencillos y grandes colgantes laterales sin anudamiento a las caderas. 

La Cruz ancha y plana de madera muy oscura, con cabecero reducido, aloja cartela del mismo ancho de la Cruz con la inscrip­ción INRI ocupando todo el espacio.

  



1.- María del Camino Paredes Giraldo, Documentos para la historia del arte en la provincia de Salamanca. Segunda mitad del siglo XVIII. Salamanca, 1993. págs. 55 y 116.

2.- Amalio Huarte y Echenique, Guía de Salamanca. Salamanca, 1920. Pg. 84 y Juan Eduardo Cirlot, Salamanca y su provincia. Barcelona, 1956. Pg. 17.

3.- Juan Eduardo Cirlot, Salamanca y su provincia. Barcelona, 1956. págs. 17 y 18.


Por José María Hernández Pérez
06/03/2023 Rev. 00