"Crucifijo artesanal del siglo XVII ante el que juraban el cargo los alcaldes de Salamanca"1.
En Salamanca: Geografía, historia, arte y cultura, tenemos ésta cita,
que es la única referencia que sobre tal Crucifijo poseemos, pese a la
historia salmantina que habrá visto discurrir a su alrededor.
Estuvo colocado en una vitrina de cristal en el centro de la primera Sala del Museo de la Ciudad, ubicado en el palacio que fue del Obispo de Salamanca, frente a la puerta principal de la Catedral Vieja.
Se trata de una pequeña talla en madera policromada con artística y gran peana, de madera oscura, labrada con detalle en dos cenefas horizontales, para ser colocado sobre mesa o altar.
Presenta el Cristo color marfileño oscuro con el cuerpo eminentemente cilíndrico en la zona del tronco, de acusada verticalidad. Tiene flaco el rostro, la nariz prominente, ojos cerrados y boca entreabierta, todo ello en una cabeza reducida, inclinada hacia la derecha y con la barba apoyada sobre el pecho. Carece de corona de espinas la melena marrón que con dibujos lineales paralelos cae por detrás y sobre el hombro derecho en una sola y alargada crencha y la barba también dibujada y partida en dos hacia la punta.
El pecho caído y muy abombado, las costillas pronunciadas, vientre abultado, la llaga del costado manando abundante sangre. Gruesos antebrazos y brazos muy largos, firmes y redondeados, encontrándose partidos y pegados de nuevo a la altura de los hombros.
La mano izquierda conserva sólo un muñón y la derecha presenta los dedos anular y meñique encogidos, el índice y corazón estirados y el pulgar apoyado en el clavo. Las rodillas juntas y un poco adelantadas, la pierna derecha sobre la izquierda con ligera inclinación de los pies hacia este lado.
Abundantes chafarrinones de sangre cubren todo el cuerpo.
El paño suprafemoral es grande y deja ver toda la cadera derecha, solamente tapada con la gruesa soga multicolor que sirve de cinturón. Los pliegues redondeados caen en figura de cortina por el lado izquierdo mientras en el derecho se anuda la tela en una gran moña, poco abierta, con caída vertical que se va extendiendo hacia abajo. El paño presenta una gran policromía, deslucida por el paso del tiempo y por la abundante sangre que cae sobre él.
La Cruz es de madera y de gran diámetro con algún pequeño gajo y de tono verdoso oscuro brillante. La cartela con el INRI muy descolorida es grande, metálica y de color dorado con forma de pergamino en los laterales.
En 2002 el Ayuntamiento de Salamanca devolvió el espacio expositivo del palacio episcopal, ubicado en la plaza de Juan XXIII, que utilizaba desde 1983, al Obispado. Sus fondos fueron trasladados provisionalmente al convento de las Claras en un local alquilado. El proyecto para instalar el museo de historia de la ciudad en el nuevo edificio del cerro de San Vicente, que integra los restos arqueológicos de los primeros pobladores de la ciudad y del monasterio de San Vicente, continua paralizado. Desde el 2023, el palacio episcopal alberga el Museo de Arte Sacro de Salamanca además del Archivo Diocesano.
1.- Ángel de Cabo Alonso y Alfonso Ortega Casanova, Salamanca: Geografía, historia, arte y
cultura. Salamanca, 1986. Pg. 441.