Cruz del Retablo del Altar Mayor de la Iglesia de la Vera Cruz

 

  

La Cofradía de la Santa Cruz tiene su origen en la Herman­dad de la Disciplina y Penitencia de Cristo, que fundaron en 1212 un grupo de nobles caballeros, para dedicarse a ejercer obras de caridad atendiendo a los pobres. 

Se erigió tal Cofradía en la ermita de la Santa Cruz en el campo de San Francisco, junto a la que se construyó un Hospital, para enfermos pobres, que pervivió hasta el 10 de diciembre de 1581 en que Felipe II ordenó la reducción de hospitales, con lo que refundido en el Hospital General, al que pasaron sus rentas, continuó existiendo la Cofradía que ha llegado hasta la actualidad. 

En 1529 se reconstruyó la ermita y fue reedificada en su totalidad en 1714, habiendo sido declarada Monumento histórico artístico el 25 de marzo de 1981.


Iglesia de la Vera Cruz. Fotografía de Paco Z


La apoteosis de la Cruz se da en el retablo del Altar mayor de esta capilla, que es obra de Joaquín de Churriguera, concertado en 1709 por importe de 3.500 reales de vellón y realizado entre 1713 y 1714 cuando era comisario de la Cofradía el hijo del Conde de las Amayuelas don José Manrique de Lara. 

Es el retablo más recargado de los varios churriguerescos existentes en la ciudad de Salamanca y en su contemplación reposada la vista llega a fatigarse ante tanta columna salomónica, repleta de excesivo adorno y ante tanta pilastra cubierta de follaje y hojarasca naturalista, sensación que se aumenta por los brillos del dorado o bruñido resplandeciente del conjunto. 

Para Antonio Ponz: "Acaban de hacer en piedra el retablo mayor, que es un nuevo despropósito igual a los referidos por su mala forma"1. 

La parte alegórica del retablo se centra en la Pasión del Señor y en concreto en la idea redentora de la Cruz, pues la Cruz como símbolo, es la síntesis de la obra de Cristo, es el memorial de su pasión, su patíbulo y el trono de su victoria.

El ático semicircular, de doble arco cargado de inverosímil hojarasca, guirnaldas y telas colgantes, es lo mejor del retablo y lo que lo dota de una personalidad única al presentar una gloriosa escenografía teatral con seis angelotes en las más variadas posiciones, sujetando los diversos atributos y símbolos de la Pasión y otros dos centrales, más grandes y con vestes blancas, soportando el Sagrado Leño, enorme Cruz que aparece en posición descentrada, del que pende el santo sudario, paño blanco con artísticos plegados en forma de M. Debajo la paloma del Espíritu Santo en pleno vuelo. 

Estas esculturas parecen ser de José de Larra2.


Cruz del retablo de la capilla de la Vera Cruz.
Fotografía Salamanca en el ayer


El cuerpo inferior presenta un adornado templete-tabernáculo, donde recibe exposición constante el Santísimo Sacramento escoltado por una religiosa de la comunidad de Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada que se turnan para adorar al Santísimo una hora durante el día y otra hora por la noche sin abandonar un solo momento la guardia. 

En los intercolumnios laterales dos hornacinas, con cupulillas aveneradas, alojaban las imágenes de San Benito de Palermo y San Pedro Canisio, del escultor de Alba de Tormes Tomás Jerónimo Pérez3 de quien era el primitivo retablo que tuvo la iglesia hasta 1714. Hoy han sido colocadas en sendos nichos a los lados del presbiterio siendo sustituidas por San Juan Bautista y el arcángel San Miguel, quizá de Alejandro Carnicero3. No es posible que fuera San Pedro Canisio porque no fue beatificado hasta el año 1864, por lo que se trata de otro fraile franciscano. Sobre las hornacinas motivos de la Pasión soportados por parejas de angelotes. 

Debajo de la Cruz, en el cuerpo central, una hornacina de gran tamaño en forma de capilla-camarín luce una preciosa y original imagen de la Inmaculada de tamaño natural, en figura de trapecio, actitud orante y melena sobre el manto bellamente policromado, obra de Juan de Juni, según algunos4, policromada por Navarrete el Mudo5 pero en realidad ejecutada por Gregorio Fernández6 en 1620, por la que cobró 2.100 reales de vellón y a la que sirvió de modelo la que esculpiera en 1619 para el convento de San Francisco de Valladolid, pero con la variante de colocar a la Virgen sobre un trono de ángeles y serafines, como la del convento del Abrojo, también franciscano, próximo a la mencionada ciudad, que había sido la primera Inmaculada del artista.


La Inmaculada de Gregorio Fernández
 Fotografía Zarateman, Creative Commons

A estas dos imágenes prototipo se les perdió el rastro tras la Desamortización en el siglo XIX. 

La imagen, que se trasladó al lugar que hoy ocupa en los primeros años del siglo XVIII, posee las mismas características de las varias que hizo Gregorio Fernández desde 1616, entre las que destacan: rígidas vestiduras, de pliegues tan duros que parecen de metal en el vestido floreado azul celeste, sujeto con ceñidor, pintado con temas botánicos y con grutescos, imitación de las pinturas del siglo XV, anchas cenefas pintadas a punta de pincel en los bordes del manto azul que cae a los lados en forma simétrica, rostro adolescente con ojos de cristal que dirigen la mirada hacia lo alto, dorados cabellos de larguísima melena serpenteante, peinados con raya al medio, manos juntas adorantes ligeramente ladeadas, collar metálico con pedrería, espléndida corona de reina, aureola ovalada de rayos metálicos alrededor de la figura y círculo con piedras preciosas, también radiante, enmarcando la cabeza.

Conservan hoy tales imágenes el Real Monasterio de la Encarnación de Madrid y los conventos franciscanos de Peñafiel (Valladolid) y Paredes de Nava (Palencia), el de San Francisco  y la iglesia antedicha del Carmen Extramuros, ambas de Vallado­lid y la Catedral de Astorga. Esta última imagen mereció en 1626 un encendido elogio con motivo del voto celebrado en la Catedral calificándola de "bellísima y donde parece puso el non plus ultra el arte"7.

La imagen de la inmaculada Concepción abandonó el camarín del retablo del altar mayor, donde apenas eran perceptibles sus detalles por los visitantes, y paseó el 1 de mayo de 2022 en procesión por las calles de la ciudad, por primera vez desde 1932, con motivo del VII Congreso Internacional de Cofradías de la Santa Vera Cruz. La Inmaculada fue acompañada por el Lignum Crucis, que es la insignia de la cofradía, y de la talla de Santa Elena. Hoy permanece a nivel de suelo sobre un pequeño altar donde puede ser fácilmente admirada aunque la intención de la cofradía es que recupere su tradicional posición en el retablo. 

En los extremos del retablo columnas salomónicas y en la calle central estípites recargadas, al igual que las columnas, que pierden sus líneas ante el exceso de adornos. 

El antipendio, todo él enmarcado en carey, está formado por artísticas y delicadas miniaturas hechas sobre cristal, representando escenas de la vida de la Virgen y de la Pasión de Jesús, en el mismo estilo que el Santo Sepulcro. Costeado por el devoto don Manuel Pérez de Parada, se colocó en 1724, como parte delantera del altar principal. Algún tiempo sirvió de cama al Santo Sepulcro y hoy luce de nuevo frente al retablo. 

Toda la capilla se ornamentó con adornos de yesería policroma­da al tiempo de construir el retablo.

 

 

 

 

1.- Antonio Ponz, Viaje de España, 3. (4 volúmenes). Madrid, 1988. Tomos IX-XIII. Pg. 675.

2.- Alfonso Rodríguez G. de Ceballos, Guía de Salamanca. León, 1989. Pg. 78.

3.-  Id.   id.  ob. cit.  Pg. 79.

4.- María Teresa IgartuaMendia, Desarrollo del barroco en Salamanca. Madrid, 1958. Pg. 96 y Antonio García Boiza, Una fundación de Monterrey. La iglesia y el convento de Mm. Agustinas de Salamanca. Salamanca, 1945. Pg. 30.

5.- Rafael Santos Torroella, Salamanca. Barcelona, 1967. Pg. 33.

6.- Manuel Gómez-Moreno y Martínez, Catálogo monumental de España. Provincia de Salamanca. Valencia, 1967. Pg. 283. y Esteban García Chico, Documentos para la historia del arte en Castilla. Escultores. Tomo II. Valladolid, 1941. Pg. 175.

7.- Cuaderno de arte e iconografía. Suzanne Stratton. Artículo: La Inmaculada Concepción en el arte español. Tomo I. nº 2. Madrid, 1988. págs. 78 y 79.



Por José María Hernández Pérez
06/03/2023 Rev. 00