Santiago Aureliano Diego Madrazo y Arroyo Del Prado


Un trocito de la historia de Salamanca





Por Manuel José Marín Madrazo
Salamanca 18/11/2021 Rev. 00


Santiago Diego Madrazo. La Ilustración Española
y Americana, Madrid, 05-08-1871, p. 372


Cuando José María Hernández Pérez y César Hernández Rodríguez me proponen escribir algo en este foro, Salamanca en el ayer, que tantos buenos ratos me ha hecho pasar con su lectura, sobre D. Santiago Diego Madrazo diciéndome que cómo un ilustre personaje salmantino como D. Santiago Aureliano Diego Madrazo y Arroyo del Prado. (En algunos documentos aparece como Santiago Aurelio) (Ved anexo documental) es tan desconocido en su tierra, cuando me proponen escribir algo, digo, se mezclan en mí dos sentimientos contradictorios: uno, miedo a hacer el ridículo porque ni soy historiador ni lo pretendo. Además por compartir escenario con dos tan enciclopédicos eruditos (Alberto Estella dixit del primero y yo lo afirmo del segundo). Dos: ilusión por poder aportar mi granito de arena a la historia de mi patria chica, Salamanca y por qué no decirlo a la historia de mi familia. Vaya por adelantado que soy Tataranieto del objeto de este trabajo y yo soy de los que creen que siempre es interesante saber, para bien o para mal, de dónde viene uno. 

Por deformación profesional y por llevar el derecho en la sangre (nací justo donde luego la Librería Cervantes tuvo la sección de derecho) permítaseme, como en los textos legales, una breve exposición de motivos. Pretendo cumplir lo que los autores dicen de este Blog: Esto no es un blog de fotografía, como tampoco lo es de historia. Sólo pretende ser una atalaya para la percepción del paso del tiempo y sus efectos en lugares, de nuestra ciudad, que nos son cotidianos. Si lo he entendido bien, y además como no pretendo ser historiador, por eso no prescindiré de introducir entre los datos biográficos, un cierto cotilleo que seguro que hará estas líneas más amenas para los lectores a los que van dirigidas. Voy a pretender reflejar también la parte humana del personaje intentando conseguir que los salmantinos lo recuerden, relacionándolo con sus calles o edificios, cuando paseen por Salamanca y con personas con las que a lo mejor coinciden o han coincidido y puede que hasta sean sus amigos, conocidos o saludados. Así, les ruego perdonen algún error histórico (insisto en que no soy historiador ni tengo formación al respecto) y gran parte de mis fuentes son simplemente la tradición oral familiar. Sí aseguro que si cometo algún error no haré lo que el cuñado de nuestro protagonista, Manuel Villar y Macías, que por esa misma causa, un error en la fecha de fundación del Colegio de Los Irlandeses que le descubrió e hizo pública el periodista Barco, se quitó la vida según relata magistralmente José María Hernández Pérez en Salamanca en el ayer. (La otra historia de Salamanca de Villar y Macías)

Como en las conferencias, me siento obligado a agradecer a D. César y a D. José María antes mencionados que me hayan permitido esta publicación. Sólo decir en cuanto a Cesar que me avergüenza tener que reconocer que algunos datos de los que aquí recojo, me eran desconocidos y ha sido él quien me los ha facilitado. También mi agradecimiento muy especialmente a José Madrazo Ambrosio, también Tataranieto de D. Santiago, principal conocedor e increíble archivero de la familia Madrazo al que debo la mayor parte de lo que aquí se relata. Nunca le agradeceremos suficientemente a sus primos el tiempo que ha dedicado a conservar los entrañables recuerdos familiares que sin él no podríamos ahora disfrutar. Yo, desde luego, sin él, no habría podido escribir estas líneas. No acabaría nunca si mencionara a todos los que me han aportado sus conocimientos sobre el tema pero no quiero silenciar a Francisco de Luis Martín, del Departamento de Historia Contemporánea, a María Eugenia Torijano, del Departamento de Historia del Derecho, ambos de la Universidad de Salamanca y a Julio Cordero, Departamento de Derecho del Trabajo y Director de la Oficina del VIII Centenario de la misma, que me han concedido su saber y su tiempo. Al final creo que yo sólo aporto la redacción.

 

Para situar geográficamente a D. Santiago, digamos que su nombre sirve en Salamanca para rotular una calle por la que de los que pasan, normalmente uno sólo tiene billete de ida.

El Ayuntamiento de Salamanca le honró poniendo su nombre a una calle, la que comienza en la Glorieta Filiberto Villalobos y acaba en el Cementerio de San Carlos Borromeo. Con esto ya seguro que muchos salmantinos dirán: ¡vaya, mira, ya sé quién es el de la calle esa que va al cementerio! Pues bien: a partir de ahora sabrán algo más de él.

Hablando de calles de Salamanca debo mencionar que también un biznieto de Santiago Diego Madrazo fue honrado dándole su nombre a una calle de nuestra ciudad. Comienza dicha calle en la Avenida de los Maristas y termina enlazando con la calle Fernando Población. Se trata de Francisco Bernis Madrazo (Ved anexo fotográfico), hijo de Francisco Bernis Carrasco (Ved anexo fotográfico), catedrático éste de Economía en la Universidad de Madrid y de Doña Rosa Marcela Madrazo Torres, hija a su vez de Santiago Isidoro Madrazo Villar y de Margarita Torres y Torres, hijo el primero de Santiago Diego Madrazo, nuestro personaje y de Rosa Villar y Macías. 

D. Francisco Bernis Madrazo

    

Francisco Bernis Madrazo nace en Salamanca en el 16 de julio de 1916 y muere en Madrid el 10 de noviembre de 2003. Naturalista y ornitólogo. En 1956 ganó la cátedra de Zoología de Vertebrados de la Facultad de Ciencias de Madrid. Abandona pues la tradición de su bisabuelo y de su padre, ambos también catedráticos pero de ciencia tan distante como la economía.

Cómo curiosidad, de su rico currículum en ornitología, especialmente en aves migratorias, sólo decir que funda la Sociedad Española de Ornitología (SEO), y que a él se debe la creación del Coto de Doñana. No sólo es su fundador sino que cuando el Coto está a punto de desaparecer por razones económicas es una oportuna carta de Francisco Bernis a Franco la que logra que el proyecto destructor de marcha atrás.

Volviendo a D. Santiago Diego Madrazo, pertenece a la segunda generación de la familia Madrazo que viene a Salamanca procedente de San Pedro del Romeral en Santander, cercano a Vega del Pas. Es D. Antonio Diego Madrazo y Barquín, su padre, quien por primera vez establece sus lares en esta ciudad.

Para determinar su linaje partamos de Francisco Diego Madrazo, n. circa 1730, quien casa con Ángela Ortiz y son los padres de Felipe Diego Madrazo y Ortiz, n. circa 1750, quien a su vez se casa con Ángela Barquín y Ruiz, matrimonio del que nacerá Antonio Diego Madrazo Barquín, nacido en 1779 y muerto, ya en Salamanca en 1855. Ángela Barquín era hija de Miguel Barquín y de Gertrudis Ruiz. (datos según Partida de bautismo de Antonio Diego Madrazo Barquín, expedida por el Cura párroco de San Pedro del Romeral en 24 de febrero de 1880, legitimada por el notario público de Villacarriedo, agregado al Colegio de Burgos, D. Dionisio Vélez y Marina el 28 de febrero de 1880.)

Centrándonos ya en D. Antonio Diego Madrazo y Barquín, ya dijimos el primer Diego Madrazo que aterriza en Salamanca, nace en San Pedro del Romeral (Cantabria) y reside en Salamanca y de profesión “del comercio”. Nace en 13 de junio de 1779 y fallece, a los setenta y seis años, en 25 de agosto de 1855, según Partida de Defunción expedida por el Párroco de la Iglesia de San Martín de Salamanca. Estaba casado con Ángela Arroyo del Prado y Ruiz-Zorrilla, fallecida en 28 de septiembre de 1841. Hija de Pedro Arroyo y Felipa Ruiz Zorrilla, ambos naturales de San Pedro del Romeral. Antonio y Ángela tuvieron dos hijos: Ramona y Santiago.

Ramona era “de estado honesto mayor de veinte y cinco años” (bonita expresión para definir lo que hoy llamaríamos solterona), en 1846 según se dice en la testamentaria de su madre. Vive en la misma casa de sus padres, al igual que su hermano Santiago, que residió en ella “hasta hace pocos días”, según dice la escritura de adjudicación de los bienes de la difunta Dña. Ángela Arroyo del Prado, de 22 de junio de 1846 ante el Escribano de Salamanca D. Ángel Pérez. Se deduce de los documentos obrantes en el archivo de la familia que Ramona falleció soltera después de 1846 y antes de 1855, pues aparece como heredera de su madre, Ángela, a la vez que su hermano Santiago, en la testamentaría de 22 de junio de 1846, y ya no aparece en la testamentaría de su padre, Antonio, efectuada el 8 de octubre de 1855. No tenemos más noticia de Ramona.

De los documentos (testamentarías y contratos) de que dispone la familia da la impresión de que D. Antonio daba en arrendamiento tierras y viviendas, vendía o comerciaba con productos (parece que agrícolas) a la vez que también realizaba algunos préstamos, constituyendo esto su medio de vida, si no total al menos parcial. También se sabe que su matrimonio se regía por el régimen de gananciales, y que su hijo Santiago heredó a su madre, Ángela Arroyo fallecida como se ha dicho en 1841, todos los bienes de los que tenía el 50% en proindiviso con su padre, Antonio, al fallecimiento de éste en 1855. (Ved anexo documental)

Al menos para quien esto escribe, se desconocen las razones por las que una persona que pertenece a una familia que desde muchas generaciones reside en Santander, de repente decide irse a vivir a Salamanca. Hay que descartar los lazos familiares porque igual raigambre montañesa tiene su mujer. También hay que descartar el que viniera a hacer fortuna, porque no se puede decir que esta tierra se preste a ello y además los hechos demuestran que no le iba mal.

Nada más llegar se compra, entre otros muchos bienes, la casa Números 25 y 26 de la Plaza de la Constitución en la que nos vamos a detener, primero para satisfacer a los muchos entusiastas que tiene nuestra plaza y además porque es donde muere nuestro protagonista. Aclarar que cuando hablamos de Plaza de la Constitución nos estamos refiriendo a nuestra Plaza Mayor porque como nos ilustra José María Hernández Pérez en “Salamanca en el Ayer”, nuestra plaza se ha llamado, Plaza Mayor, Plaza de la Constitución, Plaza Constitucional, Plaza de Isabel Segunda y Plaza de la República. Ya vemos que no es de ahora el desatino histórico de cambiar los nombres de las calles, e incluso de destruir otras cosas, en función de la ideología imperante. Si siguen ustedes leyendo, observen que D. Antonio compra la casa en la Plaza de la Constitución, mientras que su vendedor la compra en la Plaza Mayor.

D. Antonio Diego Madrazo compra a D. Julián Martínez Céspedes en Escritura pública el 20 de febrero de 1821, ante el Escribano José María Montero y Torrente, la vivienda sita en la Plaza de la Constitución 25 y 26, en el precio de 60.000 reales de vellón (equivalentes en 2021 a 252.000 €), con pago aplazado rentando un interés del 7%. Los pagos se realizaron así: (Ved anexo documental y anexo fotográfico). 

Un primer pago en metálico (contante y sonante, dice la Escritura) de 17.000 reales en el acto de la Escritura, 23.251 reales y 24 maravedís, en fecha de 18 de abril de 1821. Correspondiendo 23.000 reales a pago del capital y 251 reales con 24 maravedís a réditos.

    

Tras el botijero está la casa donde vivió y murió
D. Santiago Diego Madrazo (vista desde la Plaza
del Corrillo)

10.474 reales y 22 maravedís el 18 de octubre de 1821, correspondiendo 10.000 reales a capital y resto a réditos.

Escritura de la casa adquirida en la
Plaza Mayor por D. Antonio Diego Madrazo

    

Se extiende el finiquito el 15 de noviembre de 1822 ante Notario (Escribano José María Montero y Torrente).

Entre las condiciones establecidas se menciona que los inquilinos actuales de la casa, Agustín Alcalá y hermano, deberán abandonar la vivienda para que la ocupe el comprador (Antonio Diego Madrazo) antes del día de San Juan, en junio de este año, y que los alquileres los percibirá Antonio, al igual que el vendedor percibirá el interés pactado, que asciende al 7% anual sobre las cantidades aplazadas.

A su vez D. Julián Martínez de Céspedes compra dicho inmueble a la Junta de Propios y Arbitrios presidida por Don Josef Victor García Samaniego y Ulloa, Marqués de la Granja, Yntendente de la provincia de Salamanca y Corregidor de su capital, siguiendo instrucciones de la Real Cédula de Carlos IV, publicada en Aranjuez el 21 de febrero de 1798 de que se vendiesen todos los bienes de Propios en pública subasta. La casa se tasa 49.000 Reales de Vellón y es adquirida por Julián Martínez de Cespedes, del Comercio y vecino de esta ciudad, en subasta por la cantidad de 33.700 reales de vellón. Elevada a Escritura pública el 6 de noviembre de 1799 ante el Licenciado Don Carlos María Pérez Albarez de Rueda, Abogado de los Reales Consejos, Escribano de número del Ayuntamiento y Junta de Repoblación de la ciudad de Salamanca.

En la vivienda habitaba Felipa Nieto que pagaba al Ayuntamiento una renta anual de 875 reales de vellón. En el mismo legajo está la Real Cédula de 21 de febrero de 1798, la tasación por peritos, la adjudicación en subasta, la comunicación pública del pregonero, el pago de los 32.700 reales a la Tesorería de la Real Renta de Thabacos de la ciudad de Salamanca, la descripción de la casa y la toma de posesión, entre otros documentos.

La descripción de la casa es la siguiente: Sita en los números 25 y 26 de la Isla del Quartel General de la Plaza Mayor, en el piso bajo hay dos puertas a los soportales, y forma un trapecio irregular de 20 pies cuadrados, debajo del portal y soportales tiene una bodega. En el piso primero de la vivienda, de 876 pies cuadrados (Nota: unos 81 m2), hay escalera, Sala y Alcoba muy capaces, el segundo piso solo comprende 809 pies cuadrados a causa de que la Sala ya tiene tanta latitud como la del primero. En el tercero la misma extensión con poca diferencia en el que se halla la cozina, Sala y un tránsito tiene el desbán.

NOTA: La descripción es copia literal de la Escritura de compra (de ahí las aparentes faltas de ortografía) por D. Julián Martínez de Céspedes. La casa está situada en el primer portal, bajo los soportales de la Plaza Mayor, de la casa justo a la izquierda mirando al arco del Corrillo y la iglesia de San Martín. Se corresponde hoy con la Cafetería Berysa y la Joyería Cordón.

Sabemos que la casa de la Plaza Mayor fue arrendada después de su muerte, por su hijo Santiago Madrazo y Villar, en fecha 1 de enero de 1891 a los hermanos Vicente y Manuel Carnero, del comercio el primero y abogado el segundo, por un periodo de cinco años en el precio de 1.625 pesetas anuales (recordemos que la peseta empieza el 19 de octubre de 1868), pagaderas por semestres vencidos “en moneda de oro ó plata”. Por eso, su madre, Rosa Villar y Macías, fallece tres años después de enviudar, en su casa de la Calle Pérez Pujol N.º 3. Aclaremos que la Calle Pérez Pujol se llamó Concejo de Arriba, (Concejo de Abajo era la calle Zamora), pasó luego a Llamarse Calle de Pérez Pujol, para recuperar posteriormente el nombre de Calle Concejo. Pérez Pujol fue jurista, historiador y sociólogo, de pensamiento krausista, nacido el 6 de Marzo de 1830 en Salamanca y que cómo después veremos debía tener buena amistad con nuestro personaje pues asistió a la boda de su hijo.

Hay constancia documental de que D. Antonio adquirió también dos viviendas en la Calle Toro, una covachuela en la Plaza del Peso (plaza donde posteriormente se ubicaron la Audiencia y después el Gran Hotel), una casa en El Corrillo de la Yerba (antes Corral de San Martín y hoy Plaza del Corrillo), una covachuela en la Plaza de la Verdura (Antes, Plaza del Caño, del Carbón o de Carboneros, del Comercio y hoy plaza del Mercado), y una casa en la Plazuela de la Libertad, así como varias fincas rústicas de escasa entidad. 

Llegamos así al personaje al que se dedican estas líneas, D. Santiago Aureliano Diego Madrazo y Arroyo del Prado, de quien ya hemos dicho que su nacimiento no puede ser más salmantino: nace en 16 de Junio de 1816 y muere en 11 de Marzo de 1890 en la casa números 25 y 26 de nuestra Plaza Mayor, casa a la que se traslada en 1821. Para los que conocen tan envidiables viviendas, cuenta la tradición verbal que la prensa de la época destacó en su obituario que tuvieron que bajar su ataúd a la calle en vertical porque las angostas escaleras no permitían la tradicional posición horizontal.

Se casó con Rosa Villar y Macías, hermana del historiador salmantino Manuel Villar y Macías. Tuvieron tres hijos: Ángel (n. 1844), Santiago Isidoro (n. 1857) y Enrique (n. 1855), los tres doctores en Derecho, el primero estudió en Salamanca, los dos últimos en Madrid, aunque en octubre de 1872 solicitaron el traslado a Salamanca para luego inmediatamente después de proclamada la I República, volverse a matricular en la Central. Ambos solicitaron su ingreso en el Claustro de Doctores de Salamanca en 1877 y Santiago, además, fue nombrado auxiliar sin sueldo de Derecho Mercantil español y Derecho Procesal de 2º curso en marzo de 1886 en ausencia del titular, también fue colaborador de Clarín en el “Semanario de las familias”.

Enrique vuelve a emparentar con la familia Villar y Macías pues casó en Salamanca con María Villar y Andrés, de cuyo matrimonio nació una única hija: Isabel Madrazo Villar. Santiago se casa con Margarita Maximina Torres y Torres en la finca La Vádima. (Ved anexo fotográfico)

De la boda queda constancia escrita en Certificación expedida en Ledesma el 14 de febrero de 1895 por el Secretario del Juzgado Municipal, D. Emilio Rodríguez Higuera, a instancia de Dña. Margarita Torres, transcribiendo al libro del Registro Civil el Acta del matrimonio canónico, expedida por el Cura Párroco de Santa María la Mayor de Ledesma. Recogemos el acta, por el interés que puede suscitar por los personajes y lugares conocidos que en ella se reflejan y por lo curioso de su redacción.

“El día 17 de agosto de 1877, Yo D. Andrés Palomero, cura párroco de Santa María la Mayor (de Ledesma) desposé en la casa morada de los contrayentes (en La Vádima) por palabras de presenta que hacen verdadero matrimonio al Dr. D. Santiago Isidoro Madrazo y Villar, de veintiún años de edad, soltero, natural de la Parroquia de San Martín de Salamanca, hijo legítimo de los Excmos. Señores Don Santiago Diego Madrazo, ex-ministro y Dña. Rosa Villar y Macías, naturales y vecinos de la misma con la señorita Dña. Margarita Maximina Torres, del mismo estado, natural de La Vádima anejo de Pelilla, Diocesis de Zamora, feligresa de esta parroquia, de ventiseis años de edad, hija legítima de los Señores D. Fernando y Dña. María, difuntos, vecinos que fueron de La Vádima y naturales respectivamente de Fermoselle y La Vádima, les fueron dispensadas las tres canónicas moniciones, según despacho que obra en esta archivo de mi cargo expedido por el Señor Provisor de esta Diocesis ante el Notario de la misma D. Celedonio Miguel Gómez, con fecha trece y catorce del actual. Velaronse en expresada iglesia de Santa María el día dieciocho de referido mes. Confesaron y comulgaron a la misa de las velaciones. 

Fueron padrinos del matrimonio contraído el Excmo. Sr. Don Miguel Ruiz Zorrilla del Árbol, Magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, natural de Zamora y su Señora esposa la Excma. Sra. Doña Luisa Mateo Ybarra natural de Salamanca, vecinos de Madrid, representándoles en el acto sus hijos el Señor D. Jacinto y la Señorita Dña. Manuela, naturales de Valladolid, residentes en Madrid. 

Fueron testigos el Doctor D. José Villar y Macías, El licenciado D. Manuel Villar y Macías, tíos maternos del contrayente, vecinos de Salamanca, y el Excmo. Doctor D. Eduardo Pérez Pujol, Catedrático de número de la Universidad Literaria de Valencia.”

Según tradición verbal, a la boda asiste también Manuel Ruiz Zorrilla, presidente del gobierno, como hemos dicho pariente y mentor político del padre del contrayente.

    

Margarita Torres y Torres
(Archivo familiar)

“Velaronse” se refiere a la Misa de velaciones que es la que se celebra el día antes o el día después de la misa de bodas en la que se cubre a los contrayentes con un velo, de ahí su nombre, y tiene por finalidad propiciar que los hijos de los recién casados se educaran cristianamente o incluso llegaran a ser sacerdotes. Aclaro que en nuestro caso, ésta última finalidad no se cumplió.

Santiago Madrazo Villar.
(Retrato en la casa de La Vádima)

    

Santiago Madrazo Villar muere en 1895 a los 38 años de edad de una caída en el Palacio de la Salina, sede de la Diputación Provincial desde 1884 hasta la actualidad.

D. Santiago Madrazo Villar (ya ha desaparecido del apellido el Diego), escribe en 1881 la novela “Ilusiones de la Ambición” de la que obra al menos un ejemplar en la  Biblioteca Nacional para si alguien quiere acceder a ella.

Volviendo a nuestro protagonista D. Santiago Diego Madrazo Arroyo, también sin constancia documental, parece que era persona menuda de físico, como sus descendientes por mi conocidos entre los que como dice uno de ellos predomina más bien el tipo Alfredo Landa y de natural más bien apocado y poco dado al populismo lo que parece que no encaja con su curriculum al que luego nos referiremos.

Se cuenta que un día le dijo Manuel Ruiz Zorrilla (Ved anexo fotográfico), presidente del gobierno con el que fue ministro de fomento: ¡Ay Santiago, si tu cabeza estuviera sobre mis hombros, adonde habríamos llegado!

De que era persona influyente en Salamanca y de que se preocupaba por sus amigos da fe mi buen amigo ya aludido José María Hernández Pérez en su columna de La Gaceta de 9 de Abril de 2016. Dice D. José María refiriéndose a Domingo Pascua Cárdenas, bedel de la Universidad y víctima de las cesantías, lo siguiente: 

“Con 41 años fue nombrado Conserje siendo Rector de la Universidad el catedrático D. Vicente Lobo y Ruipérez y Ministro de Instrucción Pública D. Manuel Ruiz Zorrilla. Tenía mando sobre 4 bedeles: Gabriel Espino, Antonio Villarreal, Manuel Vicente Blanco y Francisco María Camarero. Fue declarado cesante en 1874 siendo Rector D. Mamés Esperabé Lozano, por lo que hubo de acomodarse como conserje del museo de pinturas en el convento de San Esteban, hasta que volvió a la Universidad en 1882 por recomendación de don Santiago Diego Madrazo Arroyo, salmantino que había sido Ministro de Fomento cuando Pascua pertenecía a la Universidad, y aunque retirado de la política, seguía siendo notable su influencia.” 

Retrato de Santiago Diego-Madrazo, fotografía en
papel albúmina de J. Laurent. Álbum de retratos de la
colección Hartzenbusch. Biblioteca Nacional de España.


María Eugenia Torijano dice de él refiriéndose a la opinión al respecto de sus colegas coetáneos, Mariano Carreras catedrático de Economía Política y Derecho Mercantil en el Instituto de San Isidro y Benigno Carballo que cabría destacar la coincidencia en caracterizar a Madrazo como hombre erudito, docente prestigioso, estudioso y con una actuación digna y discreta en su vida pública en cierta medida a la sombra de Ruiz Zorrilla. Los especialistas actuales opinan, por ejemplo, que sus “Lecciones” son “algo más que una exposición ecléctica de las ideas predominantes en aquella época”. En conversaciones privadas con esta ilustre profesora me ha “confesado” que se trata de un personaje salmantino del que está enamorada.

Llegados aquí y para si alguien tuviera interés en seguir la pista a nuestro hombre, señalar dos cuestiones respecto a su identificación. En algunos documentos e incluso alguna vez cuando se habla de él se le llama Santiago Diego Madrazo y Ruiz Zorrilla. Incluso he llegado a oír que en “Los Episodios Nacionales” de Benito Pérez Galdós. Esto último no es cierto. El error venga quizás de su parentesco y relación política con Manuel Ruiz Zorrilla del que era primo. El apellido Ruiz Zorrilla cierto que figura entre los de D. Santiago pero en cuarto lugar. La segunda cuestión se refiere al apellido Diego Madrazo en el que “Diego” desaparece en la familia precisamente con él. En cuanto a la causa, según testimonio de uno de sus biznietos es que decía que la firma resultaba demasiado larga mientras que para una biznieta es que decía que sonaba demasiado ostentoso. (Dijimos antes que era persona apocada y tímida lo que encaja con esta opinión). En cuanto a bibliografía al respecto, sólo me consta una minibiografía escrita por Eugenia Torijano Pérez, profesora del departamento de Historia del Derecho de la Universidad de Salamanca de fecha 12 de Julio de 2013, en “El diccionario de catedráticos españoles de derecho, 1847-1943” que dice: "La rama de estos Madrazo no llegó a consolidar Diego como apellido, de ahí que haya cierta confusión en sus apellidos". Cuento esto por si alguien pretende seguir la pista de sus descendientes en esta ciudad ya no encontrará entre ellos el apellido Diego Madrazo.

El Diego Madrazo político, cuyo currículo al respecto luego detallaremos, debía ser hombre prudente y honrado, nada populista sino más bien al contrario y de ideología progresista. Estaba afiliado al partido progresista.

Como ejemplo de lo expuesto, dice de él el periódico “Madrid Cómico”, del año VI, Nº 19, de 30 de Octubre de 1886, en ripio de Cilla que consta al pie de su caricatura: (Ved anexo fotográfico)

Ex ministro progresista

de conducta noble y franca

y notable publicista

honra y prez de Salamanca.


“Madrid Cómico”, del año VI, Nº 19,
de 30 de Octubre de 1886

    

Benito Pérez Galdós en los Episodios Nacionales, en el Libro V dedicado a Amadeo de Saboya y en el Subcapítulo VI dice de nuestro personaje sobre su paso por la política que “el tan modesto como erudito D. Santiago Diego Madrazo y Arroyo ordenó las cosas de fomento” Dice también D. Benito del Gobierno del que formó parte que se trataba de un gobierno republicano con Rey.

Francisco Luis Martín, profesor en la facultad de Historia de la Universidad de Salamanca, en su artículo “La Universidad de Salamanca en el Discurso Nacional Español del primer liberalismo” destaca de D. Santiago la fundación en 1860 del diario “Adelante” , convertido, tal como señala Esteban de Vega, “en plataforma de un dinámico grupo del progresismo salmantino, deseoso de llevar a cabo una modernización de la Universidad y de conectar su actividad, más allá de las frías y desangeladas aulas, con las preocupaciones y necesidades de la capital de la provincia”

También María Eugenia Torijano en su obra antes citada, dice de él que “adherido siempre a las filas progresistas desde donde recaló en la Unión Liberal y desde donde ejerció relativa influencia en el núcleo democrático salmantino. Es conocido que se manifestó en contra de la suspensión de Castelar y de que se negó a adherirse a Isabel II en vísperas de la revolución del 68 en un manifiesto de la Universidad de Madrid.”

También puede ayudarnos a hacer el retrato de D. Santiago lo que de él dice el periódico “Rochefort”, “periódico democrático republicano federal “, órgano del partido“, de fecha que lamentablemente no consta en el documento al que he tenido acceso. A cambio les diré que la suscripción costaba 2 reales al mes que había que pagar por adelantado, lo que se podía hacer remitiendo el importe en sellos de franqueo o en letras de fácil cobro. 

Advertimos que el retrato que nos ofrece el periódico es más bien una historia sin final feliz. Cosas, seguro, de la política. Comienza diciendo que “Grande era la reputación de Madrazo como hombre de ciencia, como economista. El pueblo siempre es justo y por eso trabajó para elevarlo de la cátedra a la más alta tribuna de la nación, al Congreso.” 

Continúa diciendo el citado diario: “Madrazo como catedrático tenía un renombre justa y legítimamente adquirido. Profundo economista, ilustrado jurisconsulto, de fácil y correcto decir, de costumbres irreprensibles y hasta severas, modesto en aspiraciones, al menos aparentemente (aquí ya nos prepara el periodista para el resultado final) y liberal por aspiración y convencimiento, parecía que iba cumplidamente a llenar los deseos del pueblo. Pero, ¡oh dolor! después de aquella célebre elección de 1859, después de aquellas no menos célebres palabras, que parecían hijas de la sinceridad y la fe pronunciadas desde un balcón de su casa la noche en que el pueblo le obsequió con una serenata, después de los bravos, los vítores y los aplausos con que le saludó manifestándole sus simpatías, después de tantos ofrecimientos y promesas tantas, Madrazo fue a Madrid…no cumplió nada…y luego que logró ser trasladado a la Universidad Central, renunció al cargo de Diputado, sin duda con este ascenso se había salvado el país y ya era feliz la provincia.

Sin dar señales de vida estuvo pacífica y tranquilamente desempeñando su cátedra y cobrando su sueldo, hasta que el sacudimiento popular de Setiembre de 1868, le sacó de su marasmo. Los albaceas de la revolución muerta ab irato en Cádiz, Málaga y otros puntos, y en Madrid ahogada por los abrazos y caricias de los que se abalanzaron al poder, le pusieron en la mano la credencial de Director de Instrucción Pública. Introdujo radicales reformas en la enseñanza, reformas muertas en flor, porque después vinieron las contrarreformas. Sus partidarios quieren atribuirle la bondad de ellas. Los imparciales dicen que Ruiz Zorrilla, Ministro de Fomento, era la fuerza motriz de todo aquel movimiento. Somos de esta última opinión, porque si Ruiz Zorrilla no llega en instrucción a Madrazo, le supera en corazón, en ímpetu, en arranques revolucionarios.

Candidato ministerial triunfó Madrazo en las elecciones a Diputado a Cortes. Tomó asiento en las constituyentes y dependiendo, como empleado del gobierno, votó constantemente a su lado, autorizando las quintas, los empréstitos, los presupuestos, etc, etc., o lo que es lo mismo contra la revolución y contra las economías.

Madrazo tampoco satisface las exigencias del pueblo, porque economista muy poco económico sólo atiende a su personal medro. El egoísmo y la popularidad son incompatibles.” (Fin de la cita)

Debía ser hombre intelectualmente poco disciplinado. Cuenta Rocío Román Collado, catedrática de la Universidad de Sevilla que cuando toma posesión de la Cátedra de Economía Política y Derecho Político y Administrativo en la Universidad de Salamanca, se niega a fijar libro de texto para sus alumnos como ordenaba la Orden de 1845 porque no existía ninguno de acuerdo con sus ideas. 

Sus ideas liberales se reflejan también en su obra más conocida: “Lecciones de Economía Política” escrita entre 1874 y 1876 de la que dice la citada Rocío Román que era síntesis de la ciencia económica, mostrándose cercano a las ideas liberales e individualistas propias de los escritos de economía política de los economistas españoles contemporáneos, pero que reivindicó la necesidad de acudir a la investigación histórica para poder aplicar las leyes generales de la ciencia económica.

En su concepto de la economía defiende el librecambio. Así, en los años 1862, 1863 y 1864 participa en el ciclo de Conferencias librecambistas en el Ateneo de Madrid con el tema La libertad de comercio en sus relaciones con la paz universal y La influencia del librecambio en el progreso de la humanidad.

A él se debe el decreto sobre la libertad de enseñanza de 21 de Octubre de 1868 que firma Ruiz Zorrilla. En él se proclama la libertad de enseñanza en todos los grados y clases, además de permitir a todos los españoles, entre otras cuestiones, la posibilidad de crear centros de enseñanza.

También reflejó su carácter liberal en sus discursos pronunciados en las Cortes Constituyente junto con los señores, D. Cristino Martos y D. Eugenio Montero Ríos, ministro este de Gracia y Justicia, en las sesiones de 22, 27, 28 y 29 de abril de 1870, al discutir la autorización para plantear el proyecto de ley sobre matrimonio civil en cuya redacción participó posteriormente. Dice María Eugenia Torijano que como miembro del Congreso su intervención más destacada fue la que dedicó a defender el matrimonio civil.

Retrato que consta en la Obra Dos Días
en Salamanca, de Pedro A. de Alarcón,
procedente del  Libro Las grandes
conmociones políticas del siglo XIX en
España, Barcelona 1933, escrito por Pi y
Margal, Francisco y Pi y Arsuaga, Francisco.

    

De su actividad docente dice Rocío Román Collado, resumiendo su paso por la Universidad Central, que su labor como maestro le hizo ganar fama entre sus discípulos por sus vastos conocimientos y buen método.

D. Santiago Diego Madrazo, además de su actividad académica y política tuvo también algunas incursiones en el mundo de la cultura en sentido estricto. Se conserva y conoce su relación, al menos epistolar en 1871 con Juan Eugenio Hartzenbusch. 

Debía también tener relación con Pedro Antonio de Alarcón pues este se reúne con él, según relata en su deliciosa obra, que recomendamos a los que amen esta ciudad, “Dos días en Salamanca”. Dice D. Pedro: "comimos en el hotel, a la francesa; fuimos al casino a tomar café; jugamos un par de horas al billar y al tresillo; hablamos de política y de otras cosas contemporáneas con D. Álvaro Gil Sanz, ex Subsecretario del Ministerio de la Gobernación y con D. Santiago Madrazo, ex Ministro de Fomento que habían estado en la fonda a visitarnos…” Cierto que en el prólogo del libro firmado por Álvaro Navarro González se indica que Alarcón tuvo como guía excepcional al propio cronista de la ciudad, Villar y Macías, quien como dijimos era cuñado de D. Santiago. Cómo curiosidad digamos que una de las ediciones de “Dos días en Salamanca” editada por Gráficas Cervantes S.A., creo que de 1975 recoge en la contraportada el retrato de D. Santiago. (Si consigo encontrar el ejemplar en mis desordenadas estanterías, concretaré el dato) Lo encontré y cumplo la promesa. Es de 1975 y el retrato está en la página 134. Corresponde al Libro Las grandes conmociones políticas del siglo XIX en España, Barcelona 1933, escrito por Pi y Margal, Francisco y Pi y Arsuaga, Francisco. (Ved anexo fotográfico)

También nuestro personaje hizo sus pinitos en el mundo del teatro. Así, Francisco de Luis Martín, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Salamanca, en su artículo “La Universidad de Salamanca en el discurso nacional español del primer liberalismo”, en la nota al pie de página N.º 19, se refiere a una “obrita” suya publicada en el semanario “El Salmantino” Números 28 y 29 de los días 11 y 21 de Septiembre de 1843, titulada “El diputado. Drama en tres actos“. También se movió por el mundo de la poesía, por ejemplo conocemos dos estrofas de un poema titulado "La profesión de una monja”:

¡Terrible son! ya se oye la campana

para ti ya no hay mundo, Clara mía.

Donde sin embargo se refleja más intensamente su faceta poética es en su asidua colaboración en el Semanario “El Salmantino” ya citado. En él, durante el año 1843 se recogen los siguientes poemas de los que luego daremos la referencia: 

        “La ofrenda”.

        “El Ciego”.

        “A la memoria de D. Manuel Yagüe”.

        “La vida”

        “La Libertad”.

Quizás por mi condición de salmantino y mi cariño a la Universidad de Salamanca quiero especialmente resaltar de su Curriculum su “relación” con Fray Luis de León resaltando dos, no sé si llamarlas anécdotas. 

La primera es que D. Santiago, junto con otros profesores y en su condición de Decano de Filosofía, y en nombre de la Universidad, se hace cargo de los restos de Fray Luis de León, rescatados de las ruinas del Convento de San Agustín donde había sido enterrado. (Ved anexo documental) En el acta de entrega de los restos de Fray Luis de León a la Universidad de Salamanca consta que:

En la Real Capilla de la Universidad de Salamanca 28 de Marzo de 1856 reunidas la Exma Diputación, Ilmo. Ayuntamiento, Exmo e Ilmo. Sr. Obispo de esta diócesis y su cabildo Catedral, Comisión de Monumentos históricos y artísticos, otras varias corporaciones y ante un numeroso concurso de personas notable, que asistieron a la ceremonia, se hizo entrega por el Sr. D. Pedro Celestino Arguelles, Gobernador Civil de esta provincia, Presidente de dicha Comisión de Monumentos al Rector y Claustro de esta Universidad de un arca que abierta y reconocida que fue, se vió que contenía los restos mortales de V.M. Fr. Luis De León, que habían sido hallados y exhumados en la tarde del 13 del corriente mes en las ruinas del antiguo claustro de San Agustín, según mas por menor consta de la copia del acta remitida a esta Escuela por la indicada Comisión de Monumentos histórico-artísticos, cuya arca ha sido colocada en dicha Capilla y se cerrará a presencia de referidas corporaciones y demás concurrentes con dos llaves, entregándose una de ellas al Sr, Gobernador y la otra al Rector de esta Universidad. Y Para que conste firman la presente dichos Sr. Gobernador y Rector, Decanos de las facultades de esta Escuela y Director de su Instituto conmigo el Secretario General de la misma de que certifico.- El Gobernador, Pedro Celestino Argüelles.- El Rector, Dr. Andrés de Laordes.- El Decano de Jurisprudencia. Dr. Vicente Balmaseda.- El Decano de Filosofía, Santiago Diego Madrazo.- El decano interino de Medicina, Dr. Benito Sangrador Ortega.- El Director del Instituto, Dr. Salustiano Ruiz.-El secretario General, Lic. Cárlos Becker.

VºBº- El Rector interino, Dr. Laorden.-Es copia.- El Secretario General, Lic. Cárlos Becker

Hay una nota a pie de página que dice: Los gastos de exhumación, funeral, traslación, urna, impresiones y demás, que se han hecho en obsequio de Fr. Luis de León, han sido costeados por estas cinco corporaciones y el Exmo. Sr. Obispo.

A nivel personal, me gustaría saber por qué tan meticuloso Secretario General omite con D. Santiago el título de doctor. 

Es la segunda anécdota que Diego Madrazo descubrió la estatua que de Fray Luis de León, obra de Fernando Nicasio, que se puso en el Patio de Escuelas de la Universidad. Lo que siempre supe por tradición verbal, se constata y documenta en La Historia de Salamanca de Manuel Villar y Macías, ya dijimos que cuñado, Libro IX, pág. 114, Editorial Graficesa 1975. Dice el texto: “El 31 de agosto de 1868 se inauguraron solemnemente las obras para erigir al preclaro poeta Fray Luis de León una estatua, costeada por suscripción nacional, que con solemne pompa y aparato fue descubierta el 25 de abril por el doctor don Santiago Diego Madrazo, salmantino, discípulo y catedrático que había sido de esta universidad y director entonces de instrucción pública y después ministro de fomento.”

La misma tradición verbal refiere que también dijo el discurso correspondiente, lo cual parece lógico aunque no lo mencione el citado historiador.

Aunque parece que por su curriculum hubiera de ser encasillado como economista y jurista, me permito yo la licencia de calificarlo más de filósofo o quizás de sociólogo vistas sus inquietudes y forma de encarar la economía y el derecho. Ya en sus inicios, el 10 de Septiembre de 1832, se gradúa en Salamanca como bachiller en filosofía. Sin embargo es sobre todo por el objeto de sus trabajos por lo que hago la anterior afirmación. Veamos algunos ejemplos:

En el ciclo de conferencias librecambistas que pronuncia en 1862, 1863 y 1864 en el Ateneo de Madrid el tema es: La libertad de comercio en sus relaciones con la paz universal y La influencia del librecambio en el progreso de la humanidad. Cuando ingresa el 12 de abril de 1864 en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, con la medalla N.º 15, su discurso versa sobre: “Relaciones de la economía política con la moral y el derecho”. Para la Academia también disertó en forma de memoria con la obra “De la gracia de indulto”. Entre 1874 y 1876 escribe su obra más conocida, “Lecciones de Economía Política”. Síntesis de la ciencia económica, de la que se dice que mostrándose cercano a las ideas liberales e individualistas propias de los escritos de economía política de los economistas españoles contemporáneos, sin embargo reivindicó la necesidad de acudir a la investigación histórica para poder aplicar las leyes generales de la ciencia económica. Cuando pronuncia en 1847 el discurso inaugural en la solemne apertura de los estudios de la Universidad de Salamanca, lo titula: “La jurisprudencia necesita de la Filosofía para su comprensión, desarrollo y perfeccionamiento” También es significativo que el título del discurso en la solemne inauguración del curso académico de 1861 a 1862, sea “Principales servicios que la ciencia ha prestado a la Humanidad”. En 1865 publica “Filosofía del interés personal o Tratado de Economía Política” Para María Eugenia Torijano, Madrazo fue miembro reconocido, como atestiguan sus contemporáneos y los estudiosos de este grupo que contribuyó a difundir la doctrina liberal en diferentes medios como fueron las cátedras o los círculos culturales tales como el Ateneo de Madrid, la Sociedad Libre de Economía Política, la Academia de Ciencias Morales y Políticas, el Congreso de Jurisconsultos o la Asociación para la reforma de los aranceles de aduanas.

A pesar de que de su obra y de su curriculum se deduce una especial dedicación a la economía y al derecho, mencionada su vena poética y teatral podemos afirmar también que era un auténtico erudito como destacan los que de él han escrito. Tal erudición se deduce de la variedad de los temas de que se ocupa. Repasemos si no los títulos de los artículos con los que colabora asiduamente en “El Salmantino” durante la efímera vida del semanario en el año 1843:

        “Prolegómenos del Derecho”.

        “Historia de la civilización Española” “Amigas de Alfonso el Sabio”.

        “Armonía entre la poesía y las bellas artes”.

        “Investigaciones Históricas” “Sobre el origen de los conocimientos humanos”.

        “Necesidad del estudio de la lengua latina”.

        “La religión y la política”.

        “Gramática” Régimen de las preposiciones”.

        “Inmoralidad de los gobiernos”

        “Fray Iñigo de Brizuela”


No cumpliría este trabajo lo prometido al principio respecto a su contenido cotilla junto a su humilde contenido histórico. Me permito contar lo que sigue pensando que puede interesar a mis paisanos salmantinos a los que esencialmente va dirigida esta revista. 

Para por si a alguien le puede interesar, algunos de los descendientes de D. Santiago continúan todavía en Salamanca si bien es cierto que ninguno en puestos tan destacados como su ascendiente y como antes explicamos, con el apellido Madrazo pero ya sin el Diego que le preceda. Así por ejemplo, Madrazo Arranz, Marín Madrazo, Madrazo Ambrosio, Madrazo Jiménez, Casanueva Madrazo, Madrazo Paternina y Bernis Madrazo, estos últimos, hoy, más afincados esencialmente en Madrid.

Para quien quiera profundizar en su biografía, recomendamos especialmente las suscritas por Rocío Román Collado, Catedrática de Economía de la Universidad de Sevilla y por María Eugenia Torijano Pérez, ambas ya varias veces citadas. Recogemos sin embargo aquí un breve resumen de sus currículos académico y político porque pensamos que sin ello este pequeño análisis de D. Santiago quedaría un poco cojo.


Currículo académico:

En 1826 Inicia sus estudios.

Entre 1829 y 1831 cursa los estudios de filosofía, lógica y matemáticas y física general y particular en el Seminario Conciliar de San Carlos de Salamanca.

El 10 de septiembre de 1832 se gradúa como bachiller en filosofía.

El 11 de junio de 1835 obtiene el grado de bachiller en leyes.

Desde 1835 a 1837 cursó en Salamanca las asignaturas de digesto romano hispano, religión y oratoria, partidas y recopilación y economía política, y en la Universidad de Madrid estudió práctica forense y jurisprudencia mercantil en el curso 1837-1838.

El 30 de enero de 1839 se licencia en leyes.

El 7 de febrero de 1839 obtiene el Doctorado por la Universidad de Salamanca y pasa a ser Encargado de la asignatura Partidas y Recopilación de la misma Universidad.

En 1840 se le nombra Sustituto de la cátedra vacante de Economía Política de la Universidad de Salamanca.

En 1841 es nombrado profesor sustituto en la Cátedra de Economía Política y Elocuencia Forense y en los tres siguientes se encargó del séptimo año de Jurisprudencia.

El 8 de junio de 1842 toma posesión como Profesor de Historia, Geografía y Gramática Castellana de la Escuela Normal.

En 1845 se establece el Plan Pidal para la regulación de la enseñanza, programas, libros y profesorado. Por Real Orden de 28 de septiembre de 1845 se le nombra Catedrático de Economía Política y Derecho Político y Administrativo en la Universidad de Salamanca. Como dijimos, se niega a fijar libro de texto para sus alumnos como ordenaba la Orden de 1845 porque no existía ninguno de acuerdo con sus ideas.

En 1846 y 1847 se presenta a oposiciones a las cátedras de Lógica, Historia y Economía Política.

El 22 de enero de 1847 obtiene la Cátedra de Economía Política y Derecho Administrativo de la Universidad de Salamanca.

En 1847 es elegido decano de la Facultad de Filosofía y Letras.

En 1847 en que se inician los escalafones oficiales aparece como catedrático de la Facultad de Filosofía, nombramiento que continuará hasta 1858, año en que la Economía Política pasa a depender de la Facultad de Derecho.

Desde 1851 aparece como miembro de la Facultad de Jurisprudencia en las actas de Junta de Facultad. 

En 1851 también aparece en esas actas como miembro de la Comisión encargada por esa misma Junta para la elaboración del informe al Proyecto de Código Civil de 1851.

En 1854 compagina la cátedra con estudios en Administración, licenciándose en el mismo.

En 1857 fue rector interino de la Universidad de Salamanca.

El 12 de abril de 1862 toma posesión como Catedrático de Economía Política y Estadística de la Universidad Central.

El 17 de noviembre de 1862 ingresa en la Sociedad Libre de Economía Política con objeto de difundir los principios generales de la economía política, principalmente el librecambio.

En 1862, 1863 y 1864, como individuo de la Asociación para la reforma de los aranceles de aduanas, pronuncia varias conferencias librecambistas en el Ateneo de Madrid sobre La libertad de comercio en sus relaciones con la paz universal y La influencia del librecambio en el progreso de la humanidad.

El 12 de abril de 1864 accede como miembro a la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas con la medalla N.º 15 pronunciando su discurso: “Relaciones de la economía política con la moral y el derecho”. Es contestado por Manuel Colmeiro.

El 6 de octubre de 1874 se le nombra Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Central. A la terna para el acceso al decanato concurrieron también Colmeiro y Figuerola.

En 1875 dimite como Decano por razones de salud.

El 7 de diciembre de 1876 renuncia, también por motivos de salud, a su cátedra de Economía Política.

Entre 1874 y 1876 escribe su obra quizás más conocida “Lecciones de Economía Política”. Síntesis de la ciencia económica, mostrándose cercano a las ideas liberales e individualistas propias de los escritos de economía política de los economistas españoles contemporáneos, pero reivindicó la necesidad de acudir a la investigación histórica para poder aplicar las leyes generales de la ciencia económica.


Currículo político:

En 1841 es nombrado alcalde segundo de Salamanca.

El 14 de Diciembre de 1859, por Real Decreto de esa fecha es nombrado Vocal de la Sección de Agricultura de la Junta Provincial de Industria y comercio.

En 1862 y 1863 fue Diputado a Cortes por el distrito de Salamanca. Afiliado al partido progresista. En 1863 renuncia al cargo por motivos personales.

El 10 de octubre de 1868, Ruiz Zorrilla, en aquel momento ministro de Fomento le nombra Director General de Instrucción Pública.

El 21 de octubre de 1868 redacta el Decreto sobre la libertad de enseñanza que firma Ruiz Zorrilla. Dicho Decreto proclama la libertad de enseñanza en todos los grados y clases, además de permitir a todos los españoles, entre otras cuestiones, la posibilidad de crear centros de enseñanza.

El 2 de octubre de 1869 se crea la Comisión Legislativa, sustituta de la Comisión de Codificación, de la que pasa a ser miembro.

En 1869 es nombrado Diputado por Salamanca en las Cortes Constituyentes.

En 1870 es designado vicepresidente segundo del Congreso.

En 1871, durante el reinado de Amadeo de Saboya, es Consejero de Estado, senador y dos veces Primer Vicepresidente del Senado.

Entre el 24 de Julio y el 5 de octubre de 1871, es nombrado Ministro de Fomento en el gobierno que preside Ruiz Zorrilla. (Fuente: Los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, Libro V dedicado a Amadeo de Saboya, subcapítulo VI: Gobernación y presidente del Gobierno: Manuel Ruiz Zorrilla. Gracia y Justicia: Eugenio Montero Ríos. Guerra: El general Fernando Fernández de Córdova. Hacienda: Servando Ruiz Gómez. Fomento: Santiago Diego Madrazo y Arroyo. Ultramar: Tomás María Mosquera. Marina: José María Beranguer.)

En 1870, los días 22, 27, 28 y 29 de Abril, “Discursos pronunciados en las Cortes Constituyentes al discutir la autorización para plantear el proyecto de ley sobre el matrimonio civil”. Junto con Cristino Martos y Eugenio Montero Ríos.

En 1871 es nombrado Caballero de la Gran Cruz de Isabel la Católica.

En 1872 y 1873 repite como senador por Salamanca. (Ved anexo documental)

En 1872, por Decreto de 12 de Julio, es condecorado con la Gran Cruz de la Orden Civil de María Victoria por el Caso 3º del artículo 6º del Reglamento de 18 de Julio de 1871, esto es, “por ser catedrático de número de la enseñanza oficial por oposición y con quince años de antigüedad sin nota desfavorable de ningún género, habiendo publicado alguna obra de reconocido mérito”.

El 22 de enero de 1874 es nombrado vocal presidente de la comisión encargada de formular el proyecto de Ley de Aguas y de su reglamento.

El 26 de junio de 1874 es designado Miembro del Consejo de Instrucción Pública.

Principales obras:

“Principios de Gramática General”. Salamanca, 1840.

“La jurisprudencia necesita de la Filosofía para su comprensión, desarrollo y perfeccionamiento”. Discurso pronunciado en la solemne apertura de curso en la Universidad de Salamanca, curso 1847-1848. Salamanca, Tip. de Bernardo Martín.

“Reseña histórica de la Universidad de Salamanca” Con Manuel Hermenegildo Dávila y Salustiano Ruiz. Salamanca, Imprenta de Juan José Morán, 1849.

“Discursos pronunciados en las Cortes Constituyentes al discutir la autorización para plantear el proyecto de ley sobre el matrimonio civil”. Junto con Cristino Martos y Eugenio Montero Ríos los días 22, 27, 28 y 29 de Abril de 1870. Madrid, Imprenta del Ministerio de Gracia y Justicia, 1870.

“De la gracia del indulto”. Memoria leída en varias sesiones ordinarias de la Academia de Ciencias Morales y Políticas en 1865 y 1866. Madrid, Imprenta de Eduardo Martínez García, 1874.

“Exposición de los grandes servicios que la ciencia ha prestado a la humanidad”. Discurso pronunciado en la apertura de curso en la Universidad de Salamanca en el curso 1861-1862. Salamanca, Imprenta Vázquez, 1861.

“La libertad de comercio en sus relaciones con la paz universal”. Conferencias librecambistas pronunciadas en el Ateneo Científico y Literario de Madrid como miembro de la Asociación para la Reforma de los Aranceles de Aduanas, curso 1862-1863, Madrid, Imprenta de Manuel Galiano, 1863.

“Examen de las doctrinas económicopolíticas”, Madrid, Imprenta de Galiano, 1864;

“Filosofía del interés personal o Tratado de Economía Política”, Madrid, Imprenta Manuel Guijarro, 1865

“Cobden economista”. “En libro “homenaje a Ricardo Cobden”, La Gaceta Economista, Madrid, 1865.

“Relaciones de la Economía Política con la moral y el derecho” (Discurso pronunciado en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas con motivo de su toma de posesión como miembro de la misma el 18 de diciembre de 1864). Madrid, Imprenta de Manuel Galiano, 1864).

“Prólogo al tratado didáctico de Economía Política de Mariano Carreras”. Madrid 1865.

“Lecciones de Economía Política”, Madrid, Librería de Manuel Calleja, 1874,1876, 3 Volúmenes.


Obras de teatro:

“El Diputado. Drama en tres actos”, Publicada en “El Salmantino” Periódico semanal de ciencias y literatura. N.º 28 y 29 de 11 y 21 de Septiembre de 1843.


Poemas:

“La ofrenda” Publicada en “El Salmantino” Periódico semanal de ciencias y literatura. N.º 2 del 11 de Marzo  de 1843.

“El Ciego” Publicada en “El Salmantino” Periódico semanal de ciencias y literatura. N.º 4 del 25 de Marzo  de 1843.

“A la memoria de D. Manuel Doyagüe” Publicada en “El Salmantino” Periódico semanal de ciencias y literatura. N.º 9  del 29 de Abril   de 1843.

“La Vida”. Publicada en “El Salmantino” Periódico semanal de ciencias y literatura. N.º 22 del 30 de Julio  de 1843.

“La Virtud” Publicada en “El Salmantino” Periódico semanal de ciencias y literatura. Nº 24 del 13 de Agosto  de 1843.


Obras sobre temas varios:

“Prolegómenos del derecho” Publicada en “El Salmantino” Periódico semanal de ciencias y literatura. Nº 1, 3, 6, 15, 16, 17, 19 y 21 de 1843.

“Historia de la civilización española” “Amigas de Alfonso El Sabio”. Publicada en “El Salmantino” Periódico semanal de ciencias y literatura. N.º 5 del 1 de Abril  de 1843.

“Armonía entre la poesía y las bellas artes” Publicada en “El Salmantino” Periódico semanal de ciencias y literatura. N.º  8, 10 y 11  del 22 de Abril,  7 de Mayo y 14 de Mayo de 1843.

“Investigaciones históricas” “Sobre el origen de los conocimientos humanos” Publicada en “El Salmantino” Periódico semanal de ciencias y literatura. N.º 12 y 13  del 21 y 28  de Mayo  de 1843.

“Necesidad del estudio de la lengua latina” Publicada en “El Salmantino” Periódico semanal de ciencias y literatura. N.º 14  del 4 de Junio de 1843.

“La religión y la política” Publicada en “El Salmantino” Periódico semanal de ciencias y literatura. N.º 20 de l6 de Julio  de 1843.

“Gramática” “Régimen de las preposiciones” Publicada en “El Salmantino” Periódico semanal de ciencias y literatura. Nº 23 del 6 de Agosto  de 1843.

“Inmoralidad de los gobiernos” Publicada en “El Salmantino” Periódico semanal de ciencias y literatura. Nº 24 del 13 de Agosto de 1843.

“Fray Iñigo de Brizuela” Publicada en “El Salmantino” Periódico semanal de ciencias y literatura. N.º 26 del 27 de Agosto de 1843.


©Manuel José Marín Madrazo

ANEXO DOCUMENTAL 

Acta electoral (1871-03-23). Copia certificada

Acta de bautismo de Santiago Diego Madrazo

Declaración de aptitud para ejercer el cargo de Senador

Acta electoral (1872-09-06). Copia certificada

Certificación de admisión (1872-09-27)

Acta de protocolización del inventario, tasación y división del testamento de D. Santiago Diego Madrazo y Arroyo del Prado.

Acta de entrega a la Universidad de Salamanca de los restos de Fray Luis de León

Escritura de compraventa de la casa Nº 25 y 26 de la Plaza de la Constitución, hoy Plaza Mayor, por D. Antonio Diego Madrazo y Barquín



ANEXO  FOTOGRÁFICO

Santiago Diego Madrazo
La Ilustración Española y
Americana, Madrid,
05-08-1871, p. 372


    

Retrato de Santiago Diego-
Madrazo, fotografía en papel
 albúmina de J. Laurent.
Álbum de retratos de la
colección Hartzenbusch.
 Biblioteca Nacional
de España.

    

Madrid Cómico es un periódico
 literario, festivo, ilustrado, que
 contiene artículos y poesías de
 nuestros mejores literatos con
 viñetas y caricaturas realizadas
por Cilla.

Retrato que consta en la Obra
 Dos  días en Salamanca, de
 Pedro A. de Alarcón

    


Manuel Ruiz Zorrilla

    



Francisco Bernis Madrazo

Francisco Bernis Madrazo

    

Francisco Bernis Madrazo

    

Francisco Bernis Carrasco

Santiago Madrazo Villar.
(Retrato en la casa de La Vádima)

    

Margarita Torres y Torres
(Archivo familiar)

    

Casa donde vivió y murió
D. Santiago Diego Madrazo
 (vista desde la Plaza
del Corrillo)


ANEXO  LITERARIO

El siguiente enlace recoge la obra literaria de D. Santiago Diego-Madrazo publicada en periódico El Salmantino en 1843. Contiene la obra teatral "El Diputado" y los poemas “El Ciego”, “A la memoria de D. Manuel Yagüe” y “La vida”: