Calle Padilleros

 

  
La calle Padilleros, de nombre masculinizado de un anterior Padilleras, se encuentra en el centro del actual barrio de San Juan de Sahagún que en otros tiempos recibió el nombre de San Mateo, por la iglesia derribada que ocupaba el lugar de la actual de San Juan de Sahagún. El barrio también fue llamado de Olleros, por haber sido tradicional asiento del gremio de alfareros, y despectivamente de El Conejal, de dudoso origen.

A mediados del siglo XX, El Conejal mostraba un aspecto sórdido y descuidado, con calles estrechas, desalineadas y sin pavimentar y un caserío ruinoso, en su gran mayoría de una sola planta, de pequeño tamaño y mal dotado. Sus aproximados 14 000 metros cuadrados estaban delimitados por las actuales calles de Zamora, avenida Mirat, Toro y Vázquez Coronado y contenía las calles de La Lanza, Bientocadas, de La Estrella, Pozo Hilera y su travesía, calle del Arco, Padilleros, San Mateo, de los Novios, de Villar y Macías, Plaza del Campillo y corral de Villaverde, algunas desaparecidas y otras renombradas.

La leyes estatales sobre edificación del momento, así como las normas municipales en materia de construcción transformaron, sobre todo tras la aprobación en 1955 del proyecto de Reforma Interior y Saneamiento Integral de El Conejal, el semblante del viejo barrio convirtiéndolo, durante los siguientes diez años, en una zona residencial de clase media-alta conformada fundamentalmente por grandes bloques de viviendas de excesiva altura.

Nada quedó en la calle, y tampoco en el barrio, de su pasado cercano. No había mucho que conservar, porque el tiempo, ayudado por el hombre, ya se había encargado de eliminar las huellas de un pasado más remoto.


Calle Padilleros en el plano basado en
Francisco Coello de 1858 y en Google Maps en 2021









La calle Padilleros



Por José María Hernández Pérez
08/06/20 Rev. 00


En la Historia de las antigüedades de la ciudad de Salamanca, de Gil González Dávila, datada en 1606 ya figura como calle de Padilleras.

Padilleras hace referencia las padillas u hornos que había en la calle, situada en lo que luego sería el barrio del Conejal de los Olleros, así llamado impropiamente pues Conejal se llamaba una calle, que luego se denominaría Bientocadas, (paralela a las desaparecidas de La Lanza y La Estrella en la reforma del barrio entre 1955 y 1965) y Olleros, era la actual plaza del Campillo. Padillera era la mujer que preparaba frutas para freírlas en una sartén, colocada sobre la padilla u horno. La aristocrática familia de los Santisteban tenía en esta calle hornos para cocer el pan con una abertura en el suelo.

Hay mención de ella en la Historia y Leyendas de Salamanca, de Florencio Marcos Rodríguez, cuando sobre la salida de la cabalgata de un doctorado con pompa en 1615, escribe: “Comienza el paseo yendo de la casa del señor maestrescuela por detrás de S. Isidro de la parte de la iglesia Mayor, yendo por entre ella y Escuelas Mayores por delante de las casas episcopales al Desafiadero por delante de Escuelas Mayores e San Isidro, entrando por la Rúa, pasando por delante de San Martín y casas del Consistorio, entrando por la casa del Concejo de Abajo, entrando por las casas de Monroy y por delante de S. Boal a la calle de Padillero, salen a san Martín [sic] entrando por la calle de Herreros a la Plaza, yendo por medio de ella, entrando por la calle de Alabarderos [sic] a S. Adrián, por detrás de S. Pedro, subiendo por cuesta de S. Sebastián a la iglesia yendo por delante de la escalera principal de ella, por delante de S. Isidro, por la calle de Serranos y por detrás de S. Agustín a Escuelas Mínimas, donde están puestas las mesas para la colación”. 

Evolución del barrio de El Conejal (San Juan de Sahagún) a través de los planos de Francisco Garcia San Pedro de 1864, del parcelario de 1934 en la versión de Antonio Seseña y de una imagen actual en Google Maps

Existió un cenobio en el barrio del Conejal, compuesto por las religiosas de una Institución francesa, fundada en 1867 por Juana Jugan, luego sor María de la Cruz, beatificada por Juan Pablo II el 03/10/1982 y canonizada el 11/10/2009 por Benedicto XVI. Era la Congregación de las Hermanitas de los Pobres, que confiadas únicamente en la Divina Providencia, que siempre hace llegar a sus Casas lo necesario y suficiente para cumplir sus atenciones con los ancianos desvalidos, se establecieron en Salamanca el 24 de diciembre de 1872, llamadas por el carmelita obispo Joaquín Lluch y Garriga. Celebraron la primera misa en su capilla, en Padilleras, 15, para cuatro jóvenes monjas y la Superiora que habían llegado en diligencia el día 23. El día de Navidad fue recibido el primer asilado, un pobre pintor francés al que llamarán Pedro é, aquejado de los síntomas de Alzheimer, aunque la enfermedad no fuera descrita por primera vez hasta 1906 por el profesor Alois Alzheimer. Era la casa que hacía esquina a la de El Arco, luego laboratorio de Iñigo Maldonado. Al poco tiempo pasaron a ocupar el palacio de las Cuatro Torres, que adquirieron en propiedad, situado en la Plaza de santa Eulalia, continuando hasta el 27 de agosto de 1917 en que inauguran su actual residencia, junto a la Plaza de Toros. 

En el nomenclátor callejero que inserta en La Reina del Tormes Fernando Araujo, Padilleros tiene entrada por la calle del Sol (Vázquez Coronado desde 1937) y salida por la de Peña Segunda (José Jáuregui desde 1933). Afirma que en esta calle de Padilleras, tuvieron sus viviendas los Solís, Señores de La  Cañada y Centerrubio, (otros añaden  Moncantar, Villar del Profeta, Ventosa, Pitiegua de Armuña, Corbacera y Peralejos) y los Santisteban, Señores de Torrebermudo o Torre Bermuy. Tiene esta familia esculpidas en la iglesia de san Martín las tumbas de don Diego de Santisteban, fallecido en 1488 y de su hijo Roberto, con su esposa Isabel Nieta, cuyo  sepulcro es conocido como “El doncel de Salamanca”. Se encuentran ambos situados en el ábside y muro del evangelio en sendas hornacinas con anglelado gótico. 


Imagen de los sepulcros de Roberto y Diego Santiesteban en la iglesia de San  Martín en una
imagen de la empresa Loty, años 30 del siglo XX, con toda probabilidad de Antonio Passaporte.


El padre con traje de guerrero, espada sujeta con las manos y lebrel a los pies. El hijo, con armadura y manto, tiene a los pies un paje con las manos en una celada. La cabeza la tiene reclinada sobre el brazo derecho, mientras la otra mano se posa en la espada, postura semejante a la de “El doncel de Sigüenza”.   

El frente del sepulcro de don Diego luce un escudo con sus armas: Partido. Primer cuartel, en campo de plata, león rampante de gules. En el segundo, en campo de plata, 5 águilas de gules con corona de oro en el jefe. Bordura en su mitad diestra  con 10 veneras de plata sobre azur y siniestra de azur con 8 lises de plata.

El sepulcro de Roberto luce escudo: Partido. Primer cuartel, sobre campo de plata, león rampante de gules y segundo el mismo león dando la espalda. Bordura en su mitad diestra con 10 veneras de plata sobre azur y siniestra de azur con 4 lises y 4 hojas de parra sobre azur.

Ventana con el escudo de la Orden de
Alcántara en la fachasa de la iglesia de
la Magdalena de la calle Zamora

    

Parece raro que estas casas señoriales estuvieran apartadas del resto de las casas nobles salmantinas, pero no lo es tanto si tenemos en cuenta que su fundador, que quiso ser enterrado en san Benito, Melén Suárez de Solís, el Viejo, casado con Catalina Alvarez Maldonado, fue el XXV Gran Maestre de la Orden de Alcántara en 1369, siendo Clavero y teniendo el Maestrazgo en administración, depuesto a los dos años, por haber seguido al rey de Portugal y no a don Enrique II, de Trastámara, denominado Enrique “el de las Mercedes”. 

Fue Prior en san Julián del Pereyro. La Orden fue aprobada por Alejandro III en 1177 y confirmada por Lucio III en 1183. Se encargó la Orden de Alcántara de la repoblación del barrio de la Magdalena, que tenía su sede en la iglesia de este nombre en la calle de Zamora, hoy de los Padres Carmelitas Descalzos. Fue cedida, con sus casas, a la Orden de Alcántara por el Maestre de Calatrava en 1219 y Alfonso IX, en 1102 le concedió todo el territorio a la anterior Orden para que lo repoblasen con libertad de pechos, dejándola en manos de su yerno Raimundo de Borgoña.

El “Triunfo Raimundino” dedica a Melén Suárez de Solís los siguientes versos: “Suárez el Solisino, / con el sol claro y potente, / de Asturias casa excelente, / ya del bando benitino. / Fue natural tomesino, / el sol fijo no declina, / y a militar los inclina / contra el solar Valdesino”. 


Tuvo casa principal en Palilleros el mayorazgo de Agustín Orellana-Pizarro y de la Plata, XI marqués de la Conquista, VII Vizconde de Amaya, Gran Barón de Otanell y Señor de la Villa de Fermoselle, con fachada en piedra de sillería y armas de los Castillos, con su patio, jardín, cochera y todas las demás oficinas para vivir con comodidad los poseedores.

También tuvo la marquesa de Castelar casa en esta calle que en 1767 fue alquilada por el Ayuntamiento para alojamiento de tropas, cuando habitualmente estaba destinada a escuela de niñas.

Terminada la guerra civil todavía podían verse en el lateral de la calle de El Arco que hacía esquina con Padilleros, 17, dos escudos nobiliarios, en la fachada de la casa en que nació el 1 de abril de 1932 el torero Victoriano Posada Becerro, que debutó con 16 años en Alba de Tormes y triunfó en España y América, hasta que se casó con Beatriz Intriago, hija y nieta de ministros de Ecuador, el día 26 de julio de 1958 y le prometió cortarse la coleta y cumplió aunque solamente tenía 26 años. Ha tenido 3 hijos y una hija, viviendo en Guayaquil como excelente pintor.

En una de las casas siguientes, hacia la de José Jáuregui, vivió hasta mediados del siglo XX, la señora Pepa, repartidora de pan de la tahona de Samuel Martín en las Afueras de san Bernardo, que llevaba un caballo de gran alzada con aguaderas de mimbre y al que, incluso cuando ya le pesaban los años, saltaba a su grupa a la mujeriega y no a horcajadas, poniéndolo al galope si iba de vacío. 

El número 1 de la calle daba también a la de Vázquez Coronado, que a partir de los años 60 fue ocupado por viviendas y una clínica ginecológica. 

Los números 9, 11 y 13 eran un saliente de la calle y en el 9 vivió Eloy Lamamie de Clairac, nieto de don Eloy Lamamie de Clairac y Bermúdez de Castro, famoso ganadero de la finca Muchachos en Ledesma, que inauguró la plaza de toros de La Glorieta, el 11 de setiembre de 1893, con una corrida de 6 toros, anunciada para Luis Mazzantini y Rafael Guerra Bejarano “Guerrita” que, por cogida en Murcia fue sustituido por su primo Rafael Bejarano Carrasco “Torerito” y cortó la primera oreja en el cuarto toro de la tarde.

    

Victoriano Posada Becerro, salmantino
nacido el 1 de abril de 1932. Fue torero,
pintor aficionado y pionero del surf en
Ecuador, falleció el 29 de agosto de 2020


La corrida no resultó buena para el ganadero y sus astados “solo” mataron 10 jamelgos. (Todavía no había llegado 1928, en que se implantó el peto para las cabalgaduras).

El 19 de marzo de 1919, Demetrio Gómez García inaugura el "Garage Gómez" en Padilleros 11 y 13, en un edificio propiedad del farmacéutico don Segundo Primo, para albergar más de 30 coches. Continúa con su negocio en la calle de Toro 47. Pone al frente del nuevo garaje al maestro mecánico Antonio Sanz Fernández, que viene de las fábricas de Minerva e Hispano Suiza en Madrid. La dotación la componen su hijo, el alumno ingeniero mecánico Demetrio Gómez de la Rosa y se encarga de los talleres su hermano Manuel Gómez de la Rosa. Tornero, Celso Iglesias Cachorro y ajustadores, José González Palacios y Emeterio Duarte. También forman parte del equipo otros dos hermanos Gómez de la Rosa, Julio y Ramón. Demetrio Gómez de la Rosa fue el padre de Demetrio Gómez Planche, creador del hoy famoso Museo de Historia de la Automoción de Salamanca.


Anuncio de prensa de Garage Gomez aparecido en El Adelanto del 8 de septiembre de 1919


A partir del entrante era el número 15 con tapia de los laboratorios del Instituto de Higiene Victoria de Iñigo Maldonado Iñigo, con edificio construido en 1910 por el arquitecto Joaquín de Vargas Aguirre, para su propietario entonces, el farmacéutico Segundo Primo Sánchez.
Proyecto de fachada para Segundo Primo de Joaquín de Vargas en la calle El Arco en 1910,
en Arquitectura y Urbanismo en Salamanca (1890-1939) de José Ignacio Díez Elcuaz




Parte trasera del Instituto de Higiene Victoria
y su jardín, imagen en la publicidad  en la
década de 1920
  

Eran las oficinas y los laboratorios, en una extensión enorme de terreno que daba para jardín, viviendas, etc., teniendo primeramente entrada por Sol Oriente, hasta que en 1926 se derribó la casa número 2 de la calle de La Estrella, comunicando la calle de El Arco con la de Padilleros. En 1920 Iñigo Maldonado tenía patentadas 8 vacunas y 5 sueros y se trasladó a unas extensas edificaciones en la carretera de Valladolid, frente a la Plaza de Toros, obra del arquitecto Eduardo Lozano Lardet en 1933.

El sábado 8 de enero de 1921 arde una fábrica de jabón en la calle de Padilleros, cuya trasera da a la calle de la Risa (hoy san Mateo) propiedad de don Modesto Tabernero, vecino de Aldeatejada y de don Julián Dorado, calculándose las pérdidas en 40.000 pesetas, aunque, afortunadamente, no hubo desgracias personales. 

Muy probablemente la fábrica de jabón fue continuada por el hijo de Segundo Primo con el nombre de "Jabón Torre del Gallo" en Padilleros, 4 y más tarde allí estuvo la fábrica de bolsas e imprenta de Silvestre Ferreira. Son parte de los locales que años más tarde adquiere La Gaceta.

El periódico La Gaceta Regional de Salamanca nace el 20 de agosto de 1920 y su primer domicilio lo tiene en la desacralizada iglesia de san Isidro, utilizando las instalaciones del recientemente desaparecido “El Salmantino”, que había visto la luz en 1907 e incorpora a su plantilla el equipo de redactores, siendo su primer director el abogado Buenaventura Benito Núñez, sustituido en diciembre por Fernando Iscar Peyra. Se traslada en 1923 a la calle de Padilleros, número 4, en el lugar que hoy ocupan las Escuelas Francisco de Vitoria, en la esquina que linda con la antigua calle de la Risa, hoy de san Mateo. Esta calle en aquel tiempo era una callejuela estrecha cerrada, en su salida hacia san Juan de Sahagún, por una liviana cerca metálica que, rota por uno de los extremos, permitía el paso de todas las personas que lo desearan. 


Fotografía de M. Nuñez Varadé del grupo escolar central Francisco de Vitoria
publicada en El Adelanto, 18 de abril de 1942


Continúan los talleres y la redacción de La Gaceta en estos locales hasta que finca tan extensa, (lindera con san Mateo, la entonces Novios y desde finales de los 80 Rector Tovar y Vázquez Coronado) la adquiere el Ayuntamiento y la cede al Ministerio de Educación para  instalar el Grupo Escolar Central Francisco de Vitoria en 1934, proyectado por José Gallegos, siendo director de la obra el arquitecto Joaquín Secall Domingo y maestro de obras Argimiro Carballo, inaugurándose en mayo de 1942, mientras durante la guerra y todavía en obras, sirvió como campo de concentración. Posteriormente se desglosó en dos centros: masculino y femenino para volver a agruparse en 1976.

El Conejal en plena transformación. Tarjeta postal de García Garrabella hacia 1963


En el número 6 tuvo su almacén la casa de discos de Federico Battaner, con  tiendas en la calle de Toro, 38; Valladolid, plaza de la Constitución, 6; Burgos, calle de la Moneda, 14 y Palencia, Plaza Mayor, 53. En el número 8 vivía el señor José, un apuesto joven barnizador a quien cariñosamente llamábamos, “Zapatones” o “El Rojo”. El número 10 era la vivienda del dueño de una tienda de muebles que no recuerdo donde se encontraba. La numeración llegaba hasta el 18, siendo la pared final la de la vivienda, con entrada por José Jáuregui, del heladero Venancio Díez, que distribuía el género por las calles en un carro portátil de 2 cubetas, aunque también tenía puesto fijo en la plazuela de los Bandos, junto a dos carameleros, el señor Antonio y el señor Domingo.

En la remodelación del barrio del Conejal, entre 1955 y 1965, todas las casas de la calle de Padilleros fueron construidas con abundancia de sillería de piedra franca y rejería metálica:

Nº 1, proyecto, Francisco Gil, 24/12/1949, presupuesto 554.350,47 pesetas. Propietario, Matilde Nieto García. 
Nº 3, Francisco Gil, 02/01/1941, 35.000 pesetas. Quintín de la Cuesta. 
Nº 5 y 7, Ricardo Pérez Fernández, 16/04/1946, 128.707,71 pesetas. Joaquín (?).






Recuerdos del Conejal

por José María Hernández Pérez



El moderno edificio que contiene el letrero "Calle del Arco": por esta calle todo el primer plano los laboratorios y oficinas del Instituto de Higiene Victoria, siguiendo la entrada principal con el jardín andaluz; en el número 10 vivió la familia Lurueña con variados negocios a principios del siglo, que culminaron en la segunda mitad con Antonio Lurueña y sus calzados LUAN en la calle Concejo y después con tiendas en Canarias, Nueva York y Madrid. Su hermano Oscar, hasta no hace mucho tenía negocio, no sé si de droguería, en la calle del Prior. A continuación los helados "Los Valencianos" que despachaban barras de hielo a cualquier hora del día o de la noche.

Después la vivienda de Justo "el frutero" con el negocio en la calle de Toro, junto a la compañía de transportes "Excelsior". (Por cierto que se le ahogó una hija al volcar la barca en la que iba también un hermano de los médicos José e Ismael Peral, éste fallecido hace poco). Seguía la vivienda de un albañil, padre de Bernabé, camarero del bar "El Avión" que estuvo junto a la funeraria de "El Carmen", en la calle de Zamora y de Neftalí Sánchez, que cogió el negocio de reparaciones rápidas de calzados "El Toro", de la calle de Zamora ubicado casi en el mismo sitio que el bar y la funeraria y lo trasladó a la calle de la Lanza como "El Rápido". Murió hace poco. Sigue la casa del arquitecto Joaquín Vargas Aguirre, con otro patio andaluz y en la esquina con Zamora la puerta accesoria de la tienda de bicicletas y maquinaria agrícola de Gerardo Miñambres.

Detrás del letrero de "Calle José Jáuregui" falta ya la esquina de la calle de La Estrella, donde vivió el señor Jesús, de los antiguos dependientes de Jesús Rodríguez López donde también trabajó su hijo Jesús, asiduo "paseador" de la Plaza desde su jubilación. En el principal un capitán padre de Mary, una guapa chica que se casó con el catedrático Domínguez Berrueta, hijo. En la vivienda, todavía en pie, un brigada de la base de Matacán y a continuación el cocinero del Casino, que tenía una extrañísima cojera, con la rodilla derecha hacia atrás y una descomunal alza. La siguiente era la tienda de Aniceto Díez, que dio el traspaso, para abrir el bar Orión en Pozo Amarillo, a los hermanos Villoria, segunda generación de los "Macaos", que tenían tienda de comestibles en Serranos un hermano y en la plazuela de san Vicente el otro, que era el padre de los que llegan a la calle de José Jáuregui y que son: Saturnino Villoria Serrano, "Tunino" y sus hermanos Manuela y los futbolistas del Ciosvin y del Salamanca Isidro y Miguel, cuando abrió el bar Orión en el Pozo Amarillo, donde luego tejidos Ara. La casa derruida no tenía entradas por José Jáuregui y es ya la de Padilleros, donde vivía la señora Pepa. Al otro lado de Padilleros la vivienda del heladero Venancio Díez.

Las casas todavía en pie, a la derecha, son las de la Travesía de Pozo Hilera, siendo la primera la de las oficinas de la gestoría de Luis Ingelmo Herero, con entrada también por José Jáuregui.

El primer plano derruido es la manzana que dio lugar a la ampliación de la plazuela del Campillo y que solo tenía dos casas habitadas, la que hacía esquina con José Jáuregui, donde vivía el médico de enfermedades venéreas don Manuel Hernández y dos hermanas modistas conocidas como "Las Prudencias".

El resto era una casona en ángulo con entrada principal por José Jáuregui en fachada de azulejo talaverano, que se prodigaba en el amplio jardín interior, lindero con el Campillo, siendo el resto dependencias que iban de garaje a almacén o a granja con conejos y gallinas y pavo reales o incluso invernadero.
 
En la foto me despista lo que hay bajo el letrero "Calle Sol Oriente". Es el tejado inclinado, que tiene que pertenecer a la calle de La Estrella y a la acera frente a mi casa. No me suena la conformación que tiene, ni aunque supongamos que el tejado esté a punto derrumbarse. Me son desconocidas las puertas y las ventanas.

Madrid, 22 de mayo de 2020








Bibliografía

Callejero histórico de Salamanca.- Varios autores. Fundación Salamanca Ciudad de Cultura, 2008.
Reseña histórica de todas las Ordenes de Caballería.- Modesto Costa y Turell. Madrid : Librería Española ; Barcelona : Librería de el Plus Ultra, 1858.
Crónica de la Orden de Caballería de Alcántara.- Fray Francisco de Rades y Andrada.
Historia de las antigüedades de la ciudad de Salamanca.-  Gil González Dávila. Imprenta de Artus Taberniel, Salamanca 1606.
Historia de Salamanca.- Manuel Villar y Macías. Imp. de Francisco Núñez Izquierdo, Salamanca 1887.
La Reina del Tormes.- Fernando Araujo. Imp. y Lit. de Jacinto Hidalgo. Salamanca 1884.
Salamanca, Ávila y Segovia.- José María Quadrado. Barcelona, Daniel Cortezo, 1884.
Historia y leyendas de Salamanca.- Florencio Marcos. Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Salamanca, 1983.
Parcelario de la ciudad de Salamanca, 1930/1935 con reseñas históricas.- Antonio Seseña Arévalo. Salamanca 2018.