Cruz de Anibal

Puerta del Rio

 

 


Este crucero se encuentra situado frente a la denominada Puerta del Río, también conocida como Puerta de Hércules, Puerta Imperial y Puerta de Aníbal, pues dice la tradición que por ella entrara el general cartaginés, cuando puso sitio a la ciudad, y demostraran su valor las mujeres salmantinas para asombro de los invasores. 

El lugar que ocupa hoy el crucero es el solar en que se levantaba la pequeña iglesia de San Gil, ya citada en el capítulo CCCXIII del Fuero de Salamanca, erigida en el territorio de los mozárabes, y derruida en tiempos de Juan I, junto a las casas cercanas, para desembarazar la muralla a efectos defensivos. 

Erigido el crucero en el siglo XV, se trata de una Cruz de piedra, asentada sobre cuatro gradas de planta octogonal hoy renovadas, soportada por una elegante columna lisa de fuste redondo, pedestal cúbico sin molduras, basa con plinto y toro, que remata en collarino y encima capitel gótico-plateres­co. La Cruz, apoyada en ábaco labrado es de bastante buena factura renacentista en las labores de los brazos y luce, por el lado que mira a la ciudad, un artístico Crucificado y por el que da hacia el río una elegante Virgen.

El Cristo presenta una figura muy deteriorada por el transcurso del tiempo y su situación a la intemperie. Se trata de un Cristo vivo, con la mirada dirigida hacia el cielo y el cuerpo con torsión de la cadera izquierda, la melena no muy abundante cae sobre la espalda, gran corona de espinas, cuello alargado, torso abombado con costillas bastante dibujadas pese al deterioro, abdomen hundido, piernas sólidas inclinadas hacia la derecha y pies mutilados. Los brazos casi no se distinguen dado su deterioro. El paño de pureza apenas tapa el bajo vientre pues se inicia hacia su mitad girando a la izquierda y por detrás se despliega hacia arriba en curvos pliegues barrocos que dejan al descubierto todo el lateral derecho. 

La Virgen es una Inmaculada de rostro deteriorado por las inclemencias del tiempo, con el velo que se extiende hacia atrás en el lado izquierdo y sobre el hombro al lado contrario, las manos cruzadas sobre el pecho en actitud orante y recogiendo sobre la izquierda el manto, que se desparrama airoso hacia abajo, con amplios pliegues en las bocamangas, dejando ver la túnica de pliegues verticales que parten de la zona izquierda.


Cruz del Río, vista norte
Fotografía de Evaristo Cancelas

    

Cruz del Río, vista sur
Fotografía de Evaristo Cancelas

 

También se denomina a este Crucero "Cruz de los ajusti­cia­dos" pues antaño fue picota de la ciudad. 

El cubo de piedra, sobre el que se asienta la Cruz, recuerda el rollo, patíbulo o cadalso que sobre él se levantaba, para las ejecuciones públicas y para la exposición de las cabezas de los ajusticiados a la contemplación del vecindario, como advertencia sobre la dureza del escarmiento. 

Así nos lo indica el barón Jaroslav Lev Rosmithal de Blatna, cuñado del rey de Bohemia, en su Relación de Viaje, de 1467 a su paso por Salamanca camino de Santiago, en que escribe: "en medio de la plaza está la horca, y si algún criado roba, lo cuelgan y lo dejan allí por tres días y al cabo de ellos lo entierran en el cementerio; a los forasteros acostumbran ahorcarlos en otra horca que hay fuera del lugar"1.La plaza a la que se refiere es la de San Martín y en 1593 consta que el cantero Juan de Salcedo procedió a asentar la picota del tablado de la plaza, por concierto que hizo con don Francisco Maldonado2. Años más tarde, en 1626, Andrés González construyó un nuevo cadalso3. La horca pasó luego a la Plaza Mayor, una vez construida ésta. 

Es curiosa la circunstancia de la cercanía a este Crucero de la iglesia de Santiago Apóstol, que era el templo de "acogerse a sagrado" en el que se refugiaban los malhechores condenados a muerte por los tribuna­les y que conservó esta prerrogativa cuando -en 1772- se suprimió tal merced a los demás templos salmantinos, excepción hecha de la Cate­dral. 

"¿Fue acaso una idea de misericordia la que llevó a cabo esta cercanía entre la pena y el perdón?" 4.


La cruz del Río y el recuerdo de la iglesia de San Gil
Fotografía de Walter Schröder en el Bildarchiv Foto Marburg.


 



 

 

 

1.- Jesús Majada Neila y Juan Martín Martín, Viajeros extranjeros en Salamanca (1300-1936). Salamanca, 1988. Pg. 100.

2.- Andrea Barbero García y Teresa de Miguel Diego, Documentos para la historia del arte en la provincia de Salamanca. Siglo XVI. Salamanca, 1987. Pg. 209.

3.- Pilar García Aguado. Documentos para la historia del arte en la provincia de Salamanca. Primera mitad del siglo XVII. Salamanca, 1988. Pg. 85.

4.- El Museo. Crónica salmantina. I. Juan Domínguez Berrueta. Artículo: Camino de Santiago. Salamanca, 1957. Pg. 78.

 

Por José María Hernández Pérez
06/03/2023 Rev. 00