Cristo del Perdón y de la Agonía

Iglesia de las Mm. Úrsulas

 

 

Fue tallado por el escultor salmantino, Director que fuera de la Escuela de Artes y Oficios Artísticos don Damián Villar, en 19601 para sustituir a la imagen del Cristo del Perdón de las Mm. Bernardas, que, al trasladar su convento en 1959 al Camino de las Aguas se colocó muy en alto en su nueva capilla y teniendo la puerta de la iglesia demasiado baja y estrecha impedía la salida de la imagen del Crucificado en su carroza habitual.


Cristo de la Agonía de Damián Villar.
Fotografía de Danisd75, Wikimedia Commons

Es réplica del citado Cristo del Perdón y como aquel de tamaño natural, aunque dirige su mirada al lado izquierdo y en plano más bajo. La cabeza no muy grande de correcto modelado, la expresión del rostro agónica, la figura esbelta y de proporciones armónicas, cabellera abundante y ondulada que se desparrama sobre el hombro derecho y el torso, recortada barba rizada y puntiaguda no muy oscura, mirada impetrante a través de grandes ojos desorbitados, finas cejas, pómulos prominentes, nariz proporcionada, boca abierta dejando ver la dentadura de pequeños dientes, corona de espinas natural pequeña, cuello sensiblemente dilatado, los brazos de fina musculatura en la talla, bastante horizontales con los dedos de la mano juntos y extendi­dos, pecho no muy saliente pero avanzado de pronunciadas costillas redondeadas, epigastrio de arco muy abierto y piernas finas ligeramente inclinadas hacia el lado izquierdo, abultados gemelos y las rodillas juntas muy flexionadas con abundantes escoriaciones. 

El perizoma de tamaño muy reducido, anudado a la derecha, con paño colgante a este lado y por detrás, no tiene los pliegues tan airosos como el auténtico Cristo del Perdón y desde luego bastante menos que los del Cristo de la Agonía, dejando ver el muslo derecho. 

La Cruz grande, sólida, de tronco natural de nudos y sinuosidades en la corteza, de travesero corto donde apenas caben las manos y con cartela para la inscripción denigrante curva y apergaminada en los extremos. 

La Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón, a partir del hecho antes apuntado, trasladó su sede al convento de San Esteban y el Cristo nuevo se colocó en una capilla al lado de la Virgen de la Esperanza. 

Había  nacido la Hermandad, como filial de la Cofradía del Cristo de la Agonía, en 1945 como ya se ha dicho antes al tratar del Cristo del Perdón. 

Con la crisis de la Semana Santa salmantina, en 1973 dejó de salir en procesión la Cofradía a que nos referimos; el Cristo quedó abandonado en San Esteban con la intención de regalarlo a la comunidad de las Úrsulas, la carroza se cedió a la Hermandad Dominicana del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y el resto de los elementos procesionales se fueron perdiendo poco a poco. 

En el año 1981 la Venerable Orden Tercera de San Francisco no concedió permiso para que saliera en procesión el Jueves Santo el Santísimo Cristo de la Agonía por encontrarse en mal estado la cruz del Cristo, con lo que la Seráfica Hermandad de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Agonía hubo de acudir a una solución de emergencia que consistió en utilizar la copia del Cristo del Perdón de Damián Villar, que, como hemos dicho, se encontraba en San Esteban. 

Para un mayor parecido con el Cristo original (tallado en madera de nogal del Perú) se procedió a oscurecer la imagen, -aunque no se dio con el tono exacto pues salió un color rojizo tostado, tirando a caoba-, que desde entonces se venera en la capilla del monasterio de las Ursulas2, aunque en la procesión del Jueves Santo parte de la parroquia de la Purísima, a hombros de 32 hermanos, sobre carro­za tallada en madera de nogal, si bien en los primeros tiempos este Cristo era portado solamente por 18 cofrades. 

 



 

1.- Francisco Javier Blázquez y Luis Monzón, Semana Santa Salmantina. Historia y guía ilustrada. Salamanca, 1992. págs. 17 y 60.

2. - Id. id.  ob. cit. pg. 59.


Por José María Hernández Pérez
06/03/2023 Rev. 00