Hauser y Menet fue una de las grandes empresas editoriales españolas, su trayectoria comienza en 1891 y se extiende durante casi 90 años, cuando en 1979 los problemas económicos causaron su cierre. Fue especialmente conocida por sus trabajos en tarjetas postales a fines del siglo XIX y primeros años del XX.
A fines de la década de 1880 se creó en Madrid la Sociedad Artístico-Fotográfica de fotógrafos profesionales con el objetivo de suministrar material a la prensa. La fotografía había comenzado a utilizarse en 1880 en el periódico Dayly Graphic de Nueva York y su uso se extendía rápidamente. Adolfo Menet Kursteiner, fotógrafo suizo nació en Gais (cantón de Appenzell) en 1866, asentado en París y especializado en la fotocomposición mecánica, fue contratado como experto en la nueva empresa en 1888. Una vez en Madrid, Menet gestionó la contratación del también fotógrafo suizo Oscar Hauser Muller que había conocido en París y con el que estableció una gran amistad.
Hauser y Menet, una vez fuera de la Sociedad Artístico-Fotográfica, publicaron un álbum de fotografías de Madrid que fue bien acogido por el público, animándoles a iniciar la serie España Ilustrada en la que ofrecían fotos de muchas ciudades españolas y cuadros del Museo del Prado. En 1890 fundaron su empresa común, instalada en primer lugar en la calle Maudes para luego ser trasladada a la calle Ballesta, 30. Se dedicaron inicialmente a la impresión de láminas de vistas de ciudades y monumentos, láminas de gran calidad en las que predominó el tono verdoso. Para luego también dedicarse a la edición de tarjetas postales ilustradas. En 1892 comenzaron a la recopilación de fotografías de España, los negativos eran trasladados a Madrid y editados mediante fototipia. La publicación de la famosa Serie General de tarjetas postales se inició en 1897, alcanzando su catálogo las 2500 postales entre 1892 y 1904. Fue tal el éxito alcanzado que llegaron a producir en sus talleres más de medio millón de tarjetas postales mensuales.
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Debido a una enfermedad, Oscar Hauser abandonó la empresa en 1919 y regresó a Suiza. Adolfo Menet continuó el negocio hasta su muerte en 1927, sucediéndole su hijo Adolfo Menet Alonso, para entonces la época dorada de las tarjetas postales ya era historia.
La fototipia
El proceso de fototipia (o colotipia) fue inventado por Alphonse Poitevin (1819 - 1882) en 1855 y desarrollado más tarde por el alemán Joseph Albert en 1868 (Albertipos) que además consiguió en 1874 realizar las primeras impresiones en tricromía mediante la fototipia. El proceso de impresión básicamente consiste en preparar una placa de vidrio o metal con una capa fotosensible de gelatina con sales de cromo (gelatina bicromatada). La placa es expuesta a la luz a través del negativo fotográfico a reproducir. La gelatina se endurece en función de la cantidad de luz recibida, lo que a la vez la convierte en receptora o rechazadora de tinta, las zonas más transparentes del negativo (más oscuras en el positivo) endurecen más, lo que las hace más receptivas a la tinta y al contrario en las zonas oscuras, estableciéndose un fino gradiente en el entintado que establece una gran variedad tonal. Tras el entintado de la placa o matriz se transfiere la imagen al papel mediante una prensa.
La fototipia o colotipia es el procedimiento fotomecánico de mayor calidad, bien ejecutado logra reproducciones exactas que muestra los detalles finos y una enorme gama de tonalidades, los expertos aseguran que una vez barnizado es prácticamente indistinguible de la fotografía original de donde proviene, además el proceso resulta bastante económico.
Por contra tiene el inconveniente de ser una impresión lenta y limitada, ya que cada matriz sólo puede imprimir un número variable entre 500 y 2000 imágenes debido a su deterioro.
Por su calidad y economía, la fototipia fue uno de los sistemas más utilizados en la industria editorial desde 1880 hasta bien entrado el siglo XX. La imposibilidad de ser impreso junto a caracteres de texto, debido a su sistema de representación tonal mediante la mayor o menor cantidad de tinta, fue uno de sus principales inconvenientes. Lo que en principio obligó a presentar las imágenes separadas del texto y luego a buscar un sistema en el que la matriz en relieve interpretase los tonos mediante la mayor o menor densidad de puntos de impresión con igualdad de tinta. Esto se consiguió colocando una retícula, más o menos fina, entre el negativo fotográfico y la matriz con la capa de gelatina bicromatada en el momento de la exposición, lográndose que el tono continuo de la fotografía se descompusiera en una gran cantidad de puntos en relieve que en función de su densidad el ojo los captase como oscuridad o claridad. La trama, como una retícula de puntos redondos y constantes, de las imágenes así obtenidas fue conocida como de semitono y es fácilmente reconocible ampliando la imagen, y es muy diferente a la trama irregular de mosaicos alargados que forma la imagen fototípica clásica.
Fuentes:
-Actas de los XIII Cursos Monográficos sobre el Patrimonio Histórico (Reinosa, julio-agosto 2002) coordinador : José Manuel Iglesias Gil
-La Tarjeta Postal en España. Carlos Teixidor. Espasa. 2000.
-Catálogo de las primeras tarjetas postales impresas por Hauser y Menet. Martín Carrasco. Casa Postal. 1992.
Vista General. Hauser y Menet |
Patio de Escuelas. Hauser y Menet |
Fachada de la Universidad. Hauser y Menet |
Casa de las Conchas. Hauser y Menet |
San Esteban. Hauser y Menet |
Torre del Clavero y calle Caldereros. Hauser y Menet |