Paseo del Rollo





Con sus 700 metros de longitud trazados en línea recta fue uno de los tramos del paseo triangular que, con vértices en la puerta de Zamora, la glorieta de Cuatro Calles y la glorieta del alto del Rollo, fue construido a finales del siglo XVIII. Deshabitado durante todo el siglo XIX, fue lugar de establecimiento de algunas instituciones religiosas y benéficas al iniciarse el siglo XX, no acogiendo viviendas familiares hasta la segunda década del siglo XX. Cien años después se encuentra completamente urbanizado, con zonas públicas verdes y grandes bloques residenciales.













El Paseo.....

...junto con la tertulia, estuvo muy enraizado con el concepto de diversión en el periodo de la Ilustración. El paseo, flanqueado de árboles, además de lugar de sociabilización y escaparate de modas y comidillas, representaba un acercamiento a la naturaleza para el habitante de las ciudades. Salamanca, tradicionalmente carente de jardines públicos y arboledas interiores dada la dificultad de suministro de agua, buscó en el exterior de la murallas el lugar de esparcimiento. El entorno del río, entre las huertas, había sido desde antiguos tiempos lugar frecuente de paseo, pero es a finales del siglo XVIII, sobre todo en tiempos del corregidor D. Vicente de Saura y Sarabia, cuando surge la necesidad de arreglar los paseos de la ronda de la muralla y adecentar con árboles los accesos a la ciudad.

Con la construcción de la Plaza Mayor, el Rollo de Justicia, instalado hasta entonces en la Plaza de San Martín, se trasladó a un alto cercano a la calzada que unía Salamanca con Madrid, en esos entonces a Madrid se iba por el camino de Aldealengua, y provocó que el lugar fuese conocido como Alto del Rollo.
Por las características de construcción del paseo creado en la salida hacia Madrid, el paseo del Rollo, con largos trazados rectilíneos y glorietas en los vértices, podemos considerarlo como, de entre los realizados en el siglo XVIII, el que mejor representaba el concepto ilustrado de paseos y todavía hoy se hace manifiesto en el trazado urbano de Salamanca. Su recorrido triangular formaba un circuito de 2739 varas (1 vara castellana=0.8359 m). El tramo desde la Puerta Toro hasta el Alto del Rollo fue arreglado como Paseo en 1793 y a él se añadieron los tramos que hoy corresponden con la calles del Parque de la Alamedilla, avenida de Campoamor y Paseo del Rollo. En el siglo XIX la mención al paseo del Rollo se refería casi exclusivamente al primer tramo mencionado que a partir de 1906 se denominó avenida de Rodríguez San Pedro y tras la Guerra Civil, en 1942, recibió el nombre de  Hermanos Pérez Almeida, hoy y desde 1980 conocemos el tramo con nombre de avenida de los Comuneros. En la actualidad solo el tramo entre la glorieta de Cuatro Caminos y la del Alto del Rollo, conserva el nombre original, paseo del Rollo, y este ha sido su único nombre.

Apenas nada se hizo durante el siglo XIX en la zona del actual paseo del Rollo, a duras penas se conservó el trazado original en pugna continua con los agricultores de la zona. Solo a finales de siglo se acometió en la zona una obra de cierto calado. El 29 de febrero de 1872 comenzó la construcción de los depósitos destinados al suministro de agua de la ciudad que entraron en funcionamiento en 1875. La zona donde se soterraron se conocía como teso de San Mamés, en alusión a una ermita que existió en el entorno. Nació a la sazón el Camino de las Aguas que no era más que el trazado de las tuberías para el ascenso del agua desde la casa de bombeo a orillas del Tormes. Aprovechado los restos de estos depósitos se inauguró a inicios de 2006 el Museo del Comercio.
No fue hasta 1905 cuando la asociación religiosa de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, establecidas en 1899 en el nº 2 de la calle Azafranal, adquirió un terreno junto al paseo el Rollo. Allí en 1907 fue inaugurado un edificio en el que establecieron su Noviciado, un colegio para señoritas, con internado, media pensión y externas, y unas escuelas gratuitas para niñas pobres. El edificio fue diseñado por D. Juan Bautista Lázaro de Diego y recuerda extremadamente al colegio de Ntra. Sra. de Loreto -las Ursulinas- en la madrileña calle del Príncipe de Vergara, obra del mismo arquitecto.
Casi simultáneamente, en agosto de 1906, el patronato del asilo de San Rafael, creado en 1880 por voluntad testamentaria del doctor en derecho D. Rafael Pérez Piñuela y que había utilizado como primera sede la casa del difunto en la calle Toro inmediata al callejón de la Bola, hoy llamado calle del Dr. Piñuela, adquirió en el paseo del Rollo, en el sitio llamado de San Mamés, una tierra de unos trece mil metros cuadrados para la construcción de una nueva casa-asilo cuyo proyecto fue encargado a D. Cecilio González Domingo. La casa-asilo fue inaugurada el 8 de diciembre de 1908 y permaneció en el lugar hasta 1970, cuando fue derribada y reedificada, retranqueando su posición, como residencia de ancianos, liberándose de los terrenos junto al paseo del Rollo para emplearlos en su financiación. La nueva residencia de ancianos se inauguró en 1972 dependiente de la Fundación Patronato Benéfico Virgen de la Vega.

Pocas construcciones significativas aparecieron en las zonas cercanas al paseo del Rollo en los siguientes años, solo mencionar la fábrica de harinas “El Ángel” propiedad de D. Luis Arias que fue construida en la Avenida Rodríguez Sampedro con un proyecto de D. Santiago Madrigal de 1911; o la fábrica de mosaicos de D. Tomás Martín Bazán en nº3 de la misma avenida esquina con la calle Espronceda.

No se habían solucionado los problemas de suministro de agua, principal causante de la falta de saneamiento e higiene en Salamanca, cuando en 1912 fue aceptado por el Ayuntamiento el proyecto de traída de agua y alcantarillado presentado por la Sociedad Franco-Española de Aguas y Saneamientos. Entre las infraestructuras que el proyecto contemplaba, el depósito aéreo de San Mamés era el más llamativo.
Fue levantado por la empresa Constructora Bilbaina en 1914, entre los meses de abril y de septiembre, pero distintos problemas no permitieron su utilización hasta 1918. Era un depósito de doble cilindro de 27,5 metros de diámetro y 7 de alto con capacidad para albergar más de 4000 metros cúbicos de agua, izado hasta una altura de 23,5 metros por columnas cilíndricas arriostradas con una altura total de más de treinta metros, construido todo él en hormigón armado. Su derribo comenzó el 19 de febrero de 2002 después de una fuerte polémica en la ciudad.

La construcción del depósito de aguas parece que fue el revulsivo para que el interés inmobiliario surgiera en la zona. A partir de ese momento y promovido inicialmente por D. Esteban Corral y Castro comenzó la urbanización del entorno entre el paseo de San Antonio, la vía del ferrocarril y el camino de La Alamedilla, hoy avenida Campoamor. D. Esteban parceló y vendió el terreno en el que se costruiría un barrio de casas modestas, sin las debidas condiciones higiénicas y ajenas a cualquier ordenanza municipal. De la misma forma, muchas parcelas de terreno entre el paseo de Rollo y el río, fueron vendidas por D. Antonio Díez.
A pesar de los problemas higiénicos derivados de no disponer de los ineludibles servicios municipales, la necesidad de casas baratas favoreció el crecimiento desordenado del nuevo barrio que se conoció como “La Prosperidad” y que llegó con 250 habitantes censados a 1922. A pesar de que durante la II República se hicieron grandes esfuerzos por dotar de servicios al barrio del Rollo, el desorden debió seguir en aumento, al igual que en el resto de la ciudad.
Poco a poco se fueron levantando casas modestas de una y dos alturas que ocuparon las aceras del paseo del Rollo sin sobrepasar la altura del colegio de las Esclavas.

En 1931, en un terreno de 58.000 metros cuadrados del paseo del Rollo frente al colegio de la Esclavas y junto al Asilo de San Rafael, propiedad de la Caja de Ahorros de Salamanca se proyectó el Preventorio-Escuela, obra social de esta institución. La construcción, con diseño en estilo racionalista de D. Joaquín Secall Domingo, concluyó en la primavera de 1933 y se inauguró oficialmente el 3 de junio de 1934. El edificio no mantuvo mucho tiempo la función para el que había sido creado, en la Guerra Civil fue utilizado como hospital para heridos de guerra y posteriormente fue cedido a la Falange que lo convirtió en hogar-cuna y guardería. El edificio fue derribado entre enero y febrero de 1997 para la urbanización de la zona.
También de 1931 es el proyecto de parque de bomberos obra del arquitecto municipal D. Ricardo Pérez Fernández, fue terminado en 1934 en terreno municipal junto al depósito de aguas.

No es hasta 1943 cuando el Plan General de Reforma Interior y Ensanche, encomendado a  D. José  Paz Maroto, contempla la necesidad de urbanizar y completar la zona de la Prosperidad y la regularización de la Glorieta del Alto del Rollo impidiendo el chabolismo incipiente en esa zona.
Como contrapunto y pertenecientes al llamado “cinturón del incienso” de postguerra se construyeron dos edificios religiosos en la zona: la Casa de Espiritualidad de las Misioneras Seculares, inaugurada en julio de 1955, y el monasterio de la Purísima Concepción de Franciscanas Descalzas, que con diseño de D. Antonio Fernández Alba se inició en 1958 para terminarse en 1962. Dentro de este periodo álgido de construcciones religiosas podemos incluir la construcción de la capilla del colegio de las Esclavas en 1953, constituida en parroquia en 1968.

Las pequeñas casas de una o dos plantas fueron a lo largo de los años 60 y 70 sustituyéndose progresivamente por edificios de bloques, tal vez excesivamente altos. El barrio del Rollo, o mejor los barrios del Rollo, permanecieron con sus calles terreras hasta finales de los años 70, salvo sus calles principales. Hoy, sin duda, los nuevos planteamientos urbanísticos han convertido el sector en una de las zonas residenciales más agradables de la ciudad.


© C.H.  10/12/18 Rev. 00


Fuentes:
David Senabre López. Desarrollo urbanístico de Salamanca en el Siglo XX: Planes y proyectos en la organización de la ciudad. Junta de Castilla y León. Consejería de Fomento, 2003
María Nieves Rupérez Almajano, Urbanismo de Salamanca en el siglo. Colegio Oficial de Arquitectos de León, 1992.
Fátima Miranda Regojo. Desarrollo urbanístico de posguerra en salamanca. Colegio oficial de arquitectos de león, delegación de Salamanca 1985
Enrique de Sena Marcos. Guerra, censura y urbanismo: Recuerdos de un periodista. Historia de Salamanca vol. V. Centro de Estudios Salmantinos. 2001
Prensa histórica de la época.