Vistas Generales



Vista de la ciudad desde el puente 
Charles Clifford 
Album photografías Salamanca-Avila expedición 1853


Esta es la primera imagen fotográfica del muy típico Sky-line de Salamanca. Sin embargo este conocido perfil ya había sido plasmado anteriormente en diversas ocasiones en dibujos y grabados que comienzan a realizarse especialmente a partir de la Guerra de la Independencia. 
"De pronto, la imagen de una localidad decadente, perdida en el Oeste de España, empieza a interesar, a causa del enfrentamiento anglo-francés por la hegemonía de Europa", en palabras de Conrad Kent.

© C.H. fc 02/09/14 Rev. 01



La Clerecia y la Catedral  en 1858, Charles Clifford. Las huellas de la destrucción de la
Guerra de la Independencia son patentes en esta vieja foto y aún mucho tiempo después.
El Convento de San Agustín y el Colegio Mayor de Cuenca estuvieron aquí.

Vista de la Catedral a mediados del s. XIX, Charles Clifford.
En primer plano a orillas del rio está el teso de San Nicolás


Vista de la Catedral y la muralla
 J. Laurent h. 1865 (INHA)


Parece esta la imagen que el Sr. Lanzarote se empeñó en volver a la vida, cual dinosaurio en el parque Jurásico.
La historia como sabemos empezó una madrugada de junio del año 2000, cuando una parte de la muralla se vino encima de las casas que habían sido construidas adosadas a la muralla, en los primeros años del siglo XX. Nuestro edil aprovechó la circunstancia para devolver su viejo aspecto a las murallas, el que muestra esta fotografía. En 2011, tras 11 años de desahucios, desalojos, permutas, compras, litigios y un costo elevadísimo para la ciudad, por fin nuestro alcalde pudo ver su sueño cumplido, las casas fueron derribadas. No hace mucho tiempo que han concluido las obras de restauración y la zona ha sido urbanizada y ajardinada. Como es inevitable, el resultado a unos agradará y a otro no, pero todos estamos de acuerdo en que podría habernos costado menos.

© C.H. fc 19/11/14 Rev. 01




Vista general 1867, J. Laurent y Cia


La catedral vista desde Rector Esperabé, en primer plano tras la tapia está la
Iglesia de San Polo, foto de Laurent et Cie (ca. 1877)

La unión de las dos murallas. Puerta de San Pablo


Puente Romano  1867, Martinez Herbert

No es la misma foto que la anterior, pero Martinez Herbert la obtuvo en la misma sesión

Salamanca vista desde el actual Paseo de Canalejas esquina con la calle del Grillo,
 hacia 1870. (HEBERT).

Vista desde Fonseca, foto Laurent



Panorámica desde la calle San Pablo tomada por Luis González de la Huebra
 seguramente desde su casa de la calle San Pablo. La Torre del Clavero, el
antiguo Hospital General (hoy Colegio de las Siervas de San José), San Esteban,
Calatrava y el campanario de Santo Tomás son perfectamente visibles pero
lo más llamativo es la figura del Convento de las Bernardas (al fondo a la
izquierda) en cuyo solar se encuentra hoy el Colegio de los Escolapios cuya
construcción comenzó el 14 de octubre de 1958.

Espectacular vista de Luis González de la Huebra tomada desde la Clerecía. Observamos
San Martín, la Plaza Mayor, la Torre le la iglesia de San Julián, la Torre del Aire, La cárcel
vieja,..pero sobre todo llama la atención lo que no está, el mercado central (comenzado
 a construir en 1899),... y aquel camino a la izquierda en el horizonte que hoy es la
calle de Maria Auxiliadora y la avenida de Federico Anaya

Vista general de Salamanca. Fototipia Hauser y Menet. 1892

Desde la carretera de Madrid,  Laurent et Cie ca. 1877

Desde la carretera de Madrid,Laurent et Cie ca. 1877




El perfil urbano de Salamanca hacia 1890
 Fotografía de Hubert Vaffier, Colección Gallica



Entre el Puente Romano y la fábrica de harinas "El Sur", que para entonces había añadido a la fuerza motriz del agua la más constante de una máquina de vapor con su enorme chimenea, una pléyade de lavanderas realiza su penoso trabajo de bruces sobre el Tormes. Mientras, el ribereño y desaparecido barrio de Santiago exhibe su oficio más común con los cueros colgados que se secan al sol. Oficio este, de curtidores, que fue llevado a su máxima expresión en la fábrica de D. Miguel Lis, inmediata al Puente Viejo y río abajo, y cuyo propietario todavía no había construido su casa colgante en la muralla. El barrio guarda en sus entrañas la iglesia mozárabe de Santiago, separada de la puerta del Río y de su crucero por la carretera de Villacastín a Vigo. La antigua carretera, hoy transformada en avenida del Rector Esperabé, se reconoce sembrada de olmos desnudos que evocan, junto con el nivel de agua del Tormes, el invierno, estación que convierte en más penoso, si cabe, el trabajo de las lavanderas. La Puerta del Río, entonces todavía en pie y abierta, tomada a la derecha nos muestra el edificio del Hospital de San José, que tras distintos avatares hoy ejerce de Archivo General de la Guerra Civil Española, y los poderosos muros de las capillas de Santa Catalina y San Bartolomé y de la sacristía de la Catedral Nueva, además del románico cimborrio de la Catedral Vieja, la torre del Gallo. Y tomada a la izquierda nos sorprende con una inusual vista de la iglesia de San Millán en ese año ya suprimida y sirviendo de capilla a las Siervas de María Ministras de los Enfermos.
En el horizonte se distingue, tras el edificio de la Merced hoy convertido en sede de la sección de matemáticas de la Universidad de Salamanca, el viejo colegio Trilingüe ocupado en aquellos días por el regimiento de caballería de La Albuera tras haber abandonado el convento de los Dominicos. Pero sobre todo la imagen muestra la figura de las soberbias torres de las Catedrales y Clerecía, que acompañadas de la espadaña de la capilla universitaria y el ancho de su viejo edificio, definen el inconfundible perfil de Salamanca.
A pesar de que la fotografía, que conocimos por gentileza de Stefano Porte Quirós, está datada en la Biblioteca Nacional de Francia con la fecha de su donación en 1891, fue tomada con anterioridad ya que la Torre de las Campanas de la Catedral muestra aún el deterioro que fue corregido en la restauración de 1890, llevada a cabo con la dirección del arquitecto D. Enrique María Repullés.


© C.H. fc 15/02/16 Rev. 01(27/09/18)




Vista general tomada en 1890 (observese el andamiaje de la torre de la Catedral)
Archivo Cerralbo, autor desconocido




Vista General de Salamanca - Venancio Gombau



Vista hacia el norte desde la Torre del Aire
En los años de cambio del siglo XIX al XX. Desconocemos el autor

Al que no la conoce, esta foto puede producirle una profunda extrañeza.
Se trata de la Salamanca de 1900 y en una zona de grandes cambios. En esos años la ciudad apenas había rebasado el perímetro de la vieja muralla medieval.
Al fondo, tras la línea de árboles del paseo del Rollo (hoy avenida de Comuneros), se distingue el puente que salvaba el paseo de la Estación, dirigiendo las vías hacia el oeste por la actual avenida de Portugal y a su alrededor nada, o casi nada, de los actuales barrios al norte de la ciudad .
Más cerca, la escalera de la cuesta de la Raqueta asoma al Rondín (hoy Canalejas) y al triángulo de tierra que albergaba un joven Parque de la Alamedilla. La cuesta abajo desembocaba en la plaza del Pozo del Campo, apenas distinguible en la imagen, formada por la encrucijada de varias calles, la Ronda de Sancti-Spiritus, que entonces contenía el tramo que hoy conocemos como calle del Cristo de los Milagros y alcanzaba la puerta de Toro, la calle de la Alberca, la de la Cárcel Nueva y la de la Rosa, de la que se observan las fachadas de alguna de sus casas en el primer plano de la fotografía. La gran grieta que abrió la construcción de la Gran Vía, transformó profundamente el trazado de estas calles, desapareciendo muchas y volviendo irreconocibles otras.


© C.H. fc 26/12/14 Rev. 01


Construyendo el Puente Nuevo, Venancio Gombau 1905. Vemos las Pilas enclavadas y
el primer tramo en construcción. El 15 de septiembre de 1902 se colocó la primera piedra,
que era más bien una cápsula del tiempo en la que se introdujo un ejemplar del Adelanto
de ese día junto a otros objetos representativos de la época. Fue inaugurado el 22 de
octubre de 1913.

vista de Salamanca 1910, Underwood & Underwood



El trato en el mercado de ganados
Fotografía de Joaquim Morelló i Nart, 1910


En el Arrabal del Puente, junto al Puente Romano y muy cerca del teso donde se ubicaba la feria anual de ganados en el mes de septiembre, se celebraba mensualmente, con un soberbio telón de fondo, el mercado de ganado porcino. 
Este mercado de cerdos se había situado siempre fuera de los límites de la ciudad y, por razones obvias, en un lugar bien ventilado. Desde tiempos muy antiguos se celebró en las afueras de la Puerta del Río, junto a la iglesia de Santiago, donde actualmente el nombre de una plaza, plaza del Mercado Viejo, recuerda su antigua ubicación. A mediados del siglo XIX se trasladó a las afueras de la Puerta de Santo Tomás en el lugar denominado plaza de la Justicia, situado antes de alcanzar el convento de los Jerónimos (Fábrica de Mirat), donde ya se celebraba el mercado de ganado vacuno. A finales de siglo, en 1892, el trazado de la línea de ferrocarril de la Compañía Transversal cruzó el espacio de la plaza de la Justicia y obligó a trasladar ambos mercados, pasando desde entonces a efectuarse en el Arrabal del Puente.
En la imagen, ganaderos y tratantes parecen charlar distendidamente en busca, probablemente, de un trato final. En este tipo de mercados, al contrario de lo que ocurría en los mercados diarios o semanales de la ciudad, el trato parecía reservado a los hombres. Solo los niños realizaban labores auxiliares mientras aprendían los rudimentos de la negociación.


© C.H. fc 01/06/15 Rev. 00





El Puente Romano. Venancio Gombau. 

Postal de Calón de 1910

Postal de la librería A. García

vista de Salamanca, 1914


Puente Romano. Tarjeta postal doble edición estanco Talavera


Vista desde el puente 1905, fondos Miguel de Unamuno



Postal de Calón, la Clerecía


Postal de Calón, la Catedral

El aeróstato en la zona de la Aldehuela, Venancio Gombau.
En 1915 un equipo de ingenieros militares del Parque de Guadalajara realizaron prácticas 
de ascensiones, tanto en globo cautivo como libre. Durante las mismas los 
tripulantes tomaron diversas fotografías aéreas de la ciudad.

Vista desde un globo aerostático (Con seguridad de las ascensiones aerostáticas de 1915)

Vista de Salamanca, creemos que pertenece a la serie anterior del vuelo del globo aerostático .
de 1915. En primer plano se observa el barrio de Rollo prácticamente despoblado.
El depósito de aguas se construyó en 1914 y en el Paseo de San Antonio
no está aún el edificio de los jesuitas inaugurado en 1926, entre ambas fechas
se tomó esta fotografía.

Vista Aérea del Barrio de Mirat - 1917.(s.c.)
Así informa leyenda de esta fotografía que bien pudiera pertenecer
a la serie anterior de fotografías aéreas.(Con seguridad de las ascensiones aerostáticas 
de 1915)

Salamanca desde 500 metros. Publicada en el Heraldo Deportivo 05-04-1916


Una inusual vista general de Salamanca


Vista general de Salamanca tomada desde el norte. La panorámica está formada por cuatro postales de la Fototipia Castañeira, Álvarez y Levenfeld de Madrid edición M. Romero, gentileza de Miguel de Vargas Tur. Datada entre 1916 y 1918






Vista de las Catedrales. Fot. Kurt Hielscher publicada en La Esfera el 18-12-1920

Salamanca,  Kurt Hielscher. 1922

En esta hermosa foto de Alois Beer,
se aprecia sobremanera el escaso caudal del Tormes

La Catedral desde la Clerecía. La Esfera 15-05-1925


Vista aérea publicada en la revista Nuevo Mundo el 10-12-1926 

Vista aérea publicada en la revista Nuevo Mundo el 10-12-1926 


Vista desde el Noviciado Jesuita de Venancio Gombau. Se observan en primer plano los
terraplénes de la vía del tren hoy soterrada y un poco más allá, a la izquierda, la parte
trasera del colegio del Príncipe (hoy Padre Manjón) inaugurado en 1924. El Noviciado
fue inaugurado en 1926 y Venancio Gombau falleció en 1929, tenemos un margen de
tres años en al datación de la foto.



El Barrio de Santiago, Venancio Gombau


Gitanas en el puente. Otto Wunderlich (MCU-FPH)



Platero es pequeño, peludo, suave, ...
Antoni Maymó i Duarte


El comerciante catalán Antoni Maymó i Duarte nacido en Barcelona en 1901 y fallecido en 1986, fue un activo excursionista, escalador, espeleólogo y fotógrafo. Perteneció a diversas sociedades catalanas de excursionismo, como el Centro Excursionista de Cataluña en cuyo fondo se conservan sus fotografías. Una parte de su producción fotográfica está integrada por viajes turísticos y familiares en varias provincias de España, en algunos casos organizados por las entidades excursionistas a las que pertenecía. En una de estas excursiones debió captar esta imagen del típico perfil de Salamanca con el primer plano de este terco animal rebuznador que tanto representó en la economía salmantina de otros tiempos. 
Hoy, al parecer, hay 44 millones de burros y asnos en el mundo, alguno quedará en Salamanca.


© C.H. fc 02/01/15 Rev. 01




La Escalera al Cielo. Scala Coeli 
Fotografía de Cándido Ansede de mediados de la década de 1920.


En 1920, Salamanca apenas había comenzado tímidamente a rebasar sus límites urbanos medievales. Más allá del Hospital de la Santísima Trinidad y del convento de las Carmelitas solo había tierras de labor. Los campos de cultivo aparecen seccionados por los caminos a Ledesma y Villamayor que, bordeados de árboles, convergen para dirigirse juntos hacia este último municipio desde cuyas canteras se acarreó gran parte de la piedra franca utilizada en los monumentos de la ciudad. Salamanca apenas superaba los 24.000 habitantes y llegaría, en solo 15 años, a cobijar a más de 57.000 almas. Tal explosión demográfica, causada fundamentalmente por el abandono del medio rural, desbordaría la casi inexistente planificación urbanística de la ciudad.

El fotógrafo encaramado en la torre Norte de la Clerecía, captó la ciudad que asomaba tras la galería que recorre el tejado del pabellón norte del inmenso edificio jesuita. La cúpula barroca de la parroquia de la Purísima, reconstruida en 1675 con proyecto de Fray Lorenzo de San Nicolás tras el derrumbe de la original en 1657, divide la imagen en dos, mientras oculta parcialmente el Hospital de la Santísima Trinidad en el límite urbano. En la porción derecha, la calle Compañía discurre hasta fundirse con la de Bordadores rebasando a su paso el convento de las Agustinas, el palacio de Monterrey y la ciclópea torre del convento de las Úrsulas, y por su otra orilla a la iglesia de San Benito y el convento de la Madre de Dios, al fondo puede verse la Iglesia de las Carmelitas rodeada aún por su primitivo convento, quedando solitaria cuando fue trasladado a Cabrerizos en 1970. 
En el lado izquierda de la imagen los restos del convento de San Francisco ocultan parcialmente la zona que fue foco industrial de la Salamanca de finales del siglo XIX. Allí estuvieron las empresas de fundición de Moneo y Maculet o la primera fábrica de luz de "La Electricista Salmantina" de D. Carlos Luna. Como testigo de ello se advierte en la fotografía una alta chimenea, no fue la única de la zona, perteneciente a un horno o una máquina de vapor. El extremo de la chimenea parece señalar al edificio circular diseñado como anfiteatro anatómico forense en estilo neo plateresco por D. Santiago Madrigal en 1925. Fue construido, haciendo esquina con la cuesta Moneo (calle de Ramón y Cajal) frente al campo de San Francisco, junto a la hospedería del Colegio Mayor Arzobispo Fonseca, sede de la facultad de medicina desde 1903 hasta 1988, cuando se trasladó a un nuevo edificio en el campus Miguel de Unamuno.

Hoy, afortunadamente, el privilegiado lugar desde donde el fotógrafo captó esta imagen es fácilmente accesible para todos nosotros. Baste para ello dos moderados costos, uno dinerario y otro físico. Este último derivado del ascenso del par de centenares de escalones del programa “Scala Coeli” de visita a las torres y otras dependencias de la Clerecía. Visita muy aconsejable con la que disfrutar de unas vistas panorámicas únicas de la ciudad.


© C.H. fc 18/02/16 Rev. 00




Vista de Salamanca de Cándido Ansede

Vista aérea


Tarjeta Postal editada por la librería Cervantes



Vista de Salamanca de Cándido Ansede

Vista de Candido Ansede



Vista panorámica. Antonio Passaporte para la agencia Loty
Con su habitual maestría, Passaporte añadió al típico perfil salmantino un primer plano,
de marcado carácter rural, en el que hombres y bestias transitan hacia sus destinos con
la parsimonia de un tiempo ya muy lejano.

Vista panorámica desde el Teso de la Feria. Antonio Passaporte para la agencia Loty.
Las bestias descansan en el teso de la Feria, ignorantes de su próxima venta o sacrificio,
su destino se trataba generalmente en el Arrabal del Puente, la parte baja del teso 
orientada hacia el río y frente al puente romano. Este teso está enfrentado al de la 
Catedrales, a su vez flanqueado por el teso de San Vicente y el de San Cristóbal y 
configura geográficamente, junto a ellos, la antigua ciudad de Salamanca.Teso es una 
palabra muy salmantina y sirve para denominar una meseta que se eleva unas decenas 
de metros sobre su entorno circundante (al igual que la, también muy salmantina, 
palabra, arapil). Parece provenir del latín tensus participio de tendere, estirar. 
Covarrubias escribió: “teso, un campo en Salamanca, de la otra parte de la puente, 
donde se haze la feria famosa del vestiaje" y agrega la explicación "díxose assí porque 
nunca se rompe, y assí está tiesso". La palabra es típica de los dialectos leoneses y 
por lo tanto compartida con las antiguas provincias del reino de León, Asturias y 
Galicia de donde parece provenir en último extremo, en gallego têso significa altillo. 
Esta afirmación indica la mucha antigüedad de las denominaciones geográficas 
mencionadas. Fuera de estas zonas la palabra no se utiliza.

El puente romano sobre el rio Tormes. Antonio Passaporte para la agencia Loty.
Antes de que perdamos definitivamente la denominación geográfica de Teso de la 
Feria, podemos situarlo en esta esplendida foto de Passaporte. El teso se percibe 
perfectamente sobre el Arrabal, rodeado de una cerca que contiene el ganado. Hoy 
el teso lo ocupa el Parador de Turismo y todo un barrio residencial con el nombre 
de una de sus calles como único recuerdo de su centenario pasado.

El Tormes, por su naturaleza, resultó ser un río de caudal caprichoso. A lo
largo de la historia provocó grandes inundaciones en épocas de lluvia, algunas
devastadoras, y severas sequías en época estival, convirtiendo su cauce en un
barrizal con exiguos regatos de agua, incapaz de garantizar el suministro a una
ciudad que siempre tuvo que recurrir al agua de fuentes subterráneas para
disponer de suministro, siempre escaso y frecuentemente de mala calidad.

La situación no cambió hasta los años 60 del siglo XX con la construcción del
pantano de La Maya, hoy conocido como embalse de Santa Teresa, que regularizó
el caudal del rio Tormes evitando desastres, convirtiendo miles de hectáreas
en regadío y sobre todo garantizando el suministro del agua en Salamanca y
muchas otras poblaciones. La zona de la Maya había sido propuesta en algunos
proyectos fallidos del siglo XIX para el suministro de agua a Salamanca, pero la
verdadera gestación del proyecto del pantano se produjo en época de la 2ª
república siendo, el entonces diputado, D. Filiberto Villalobos uno de sus
promotores, dándose la circunstancia de ser natural de Salvatierra de Tormes,
uno de los pueblos cuyas tierras de cultivo están prácticamente anegadas por
el embalse.


Al terminar la Feria. Antonio Passaporte para la agencia Loty.
Al terminar la jornada en la feria de ganado, tras el trato, el regreso a casa. 
Hombres y animales retornan a su hogar en una insólita armonía, es la hora 
del descanso o tal vez de la diversión en las casetas de baratijas o de feria, 
que hoy hemos sustituido por las casetas de la feria de día, o en la verbena, 
sustituida a su vez por los conciertos de algún grupo a artista de moda. 
¡Todo ha cambiado en la forma, pero tal vez en el fondo, no tanto!


Vista de Salamanca con lavanderas. Pelayo Mas 1927.
Durante su estancia en Salamanca en 1927, Pelayo Mas captó muchas imágenes 
de la ciudad. Entre ellas esta vista de Salamanca en cuyo primer término a orillas 
del Tormes una multitud de lavanderas realizan su trabajo. Sobre ellas, el tendido 
eléctrico, soportado por torres metálicas, atraviesa el río contrastando con su 
ancestral labor. La fotografía forma parte de la colección Amatller.

El Arrabal del Tormes. Anterior a 1929, Foto Ansede.
Fotografía publicada en La Esfera 20-07-29

La reproducción fotográfica, de escasa calidad pero de rara y hoy, por la vegetación, 
imposible perspectiva, muestra en primer plano la aceña del Arrabal, centenario 
molino, cuyo directo antepasado, la aceña del Arenal, es mencionada en 1499 tras la 
crecida de Santa Barbara de diciembre de 1498. El molino, compartía la pesquera o 
presa de contención del Tormes con la Harinera El Sur, que a su vez sustituyó a la 
aceña del Muradal y que actualmente se ha transformado en Casino del Tormes, al 
otro lado del rio. Hace unos años se planteó, y rechazó, transformar esta aceña del 
Arrabal en una mini-central hidroeléctrica.
Tras el molino, a la salida del puente romano, se reconoce la farmacia y vivienda
de Heliodoro Díez, que en 1903 proyectó el arquitecto Cecilio González. El edificio, 
existente todavía, constaba de dos plantas, desván y semisótano, con un mirador de 
madera con vistas al Tormes y a la ciudad. En 1929 la farmacia parecía disponer de 
una sucursal justo enfrente, al otro lado de la carretera, donde arranca la falda 
del Teso de la Feria. En ese mismo lugar también se intuye el edificio achaflanado 
con balaustrada superior que construyera en 1908 Carlos Grasset, el mismo arquitecto 
que trazó el teatro Moderno “la bombonera de D. Cayo”, en estilo ecléctico y hoy 
propiedad de la empresa Procasa.
© C.H. fc 27/10/14 Rev. 01


Vista al sur, extraida de una vista estereoscópica de los años 30 del siglo XX



Vista al sureste, extraída de una vista estereoscópica de los años 30 del siglo XX





El Cuartel de Intendencia desde el río 
Autor desconocido, años 30


Esta era la silueta de los edificios ubicados sobre la llamada Peña Celestina en los años 30. 
Sobre el solar del Colegio del Rey y del Convento de San Cayetano, ambos destruidos durante la Guerra de la Independencia por el ejército francés para utilizar sus materiales en la construcción de fuertes defensivos y que a su vez también resultaron destruidos durante la toma de la ciudad por el ejército aliado, se decidió en 1880 la ubicación del Cuartel de Intendencia perteneciente al Ramo de la Guerra. Las lentas obras realizadas desde 1821 para la reconstrucción del Colegio del Rey fueron aprovechadas e incluidas en el nuevo Parque de Intendencia.
El terreno permaneció en posesión del Ministerio de Ejercito hasta que fue cedido al Ministerio de Educación el 26 de Noviembre de 1963. A partir de 1965 se inició sobre el viejo solar la construcción de la Facultad de Ciencias. La ejecución del edificio planteó numerosos problemas al aparecer restos arqueológicos sobre los cuales se actuó de forma un tanto negligente ante la necesidad de culminar la obra. El edificio estuvo operativo en el curso 1970-1971, después de haberse realizado un buen número de modificaciones en el proyecto.
Del antiguo cuartel solo queda un remate neoárabe construido en ladrillo.


© C.H. fc 08/04/15 Rev. 01


Vista de Salamanca, foto Aledo



Vista desde el río hacia San Esteban
Autor desconocido, años 30 (foto del CDAHA)


Esta orilla del Tormes corresponde con la actual calle del Teso de San Nicolás, cuyo nombre recuerda al teso que existió en el lugar y que, a su vez, recibió ese nombre por la iglesia de San Nicolás de Bari que hubo a su vera. La iglesia fue consagrada en 1180 y con el tiempo fue perdiendo importancia hasta que en 1419 fue donada a la Universidad de Salamanca para el enterramiento de estudiantes pobres que fallecieran en el Hospital del Estudio. Fue el primer edificio religioso propiedad de la Universidad
En 1552 se dispuso que el templo albergara las clases del ilustre doctor Cosme de Medina y para ello se construyó en San Nicolás el primer anfiteatro anatómico de España. Se inauguró en 1554 y tenía en el interior la típica disposición elíptica o circular con gradas para los alumnos y espectadores. Durante años el anfiteatro estuvo sometido a los caprichos del Tormes quedando inundado y dañado en diversas ocasiones hasta que a fines del siglo XVIII se decidió su abandono.
Finalmente la iglesia, en un pésimo estado, fue demolida en 1880 y la zona del teso quedó sumida en el abandono utilizándose como lugar de extracción de tierra municipal, llegando a convertirse en depósito de las ropas y efectos de los enfermos de la terrible epidemia de cólera de fines del siglo XIX.
En 1897, una vez aprobado el plano de alineaciones de la zona y una vez trazadas las calles, los espacios sobrantes fueron subastados. El teso fue adquirido por los Sres. Moneo y Compañía y traspasado a la fábrica de luz de “La Unión Salmantina” que tras el desmonte, en el que ofrecieron tierra gratuita a quien la quisiese, construyó allí sus instalaciones de las hoy quedan las dos naves que constituyen una parte del Museo de Automoción.
El resto del terreno fue ocupado por particulares cuyas edificaciones han ido cambiado mucho con el tiempo. En el sótano de uno de los grandes bloques de viviendas construidos en 2001 permanecen, sin acceso público, los pocos restos de la iglesia de San Nicolás de Bari que se conservan.


© C.H. fc 14/04/15 Rev. 01


Desde el puente Pradillo. Candido Ansede

Feria de ganado, Candido Ansede

Tenerías, Candido Ansede


A través del puente Pradillo. Fotografía de José Suárez 1932





Vista desde los pináculos de la Catedral
Fotografía de José Suárez, 1932 


A vista de pájaro, desde los pináculos góticos de nuestra Catedral Nueva, el fotógrafo captó esta mirada que, sobrevolando el caserío, alcanzaba el horizonte de las Villas y la Armuña. En esos años, los años 30 del siglo XX, el ensanche de la ciudad solo era una tentativa urbanística que había nacido sin proyecto ni control técnico, mientras que en el recinto interior la altura de las viviendas continuaban con su dimensión decimonónica a la espera de lo que Enrique de Sena llamó el "altanche" que convirtió la población, sin variar la anchura de las calles, en un abigarrado cúmulo de altos bloques de ladrillo y cemento, esto sí, con el beneplácito de la autoridad.
Desde la altura, solo destacaban las grandes y todavía "modernas" construcciones de las primeras décadas del siglo. A la derecha la enorme mole del Noviciado Jesuita construido donde en otro tiempo estuvo el convento de San Antonio y que fue inaugurado en 1926. Tras él, el desaparecido Depósito de Aguas levantado en 1914 con la intención de resolver el sempiterno problema del suministro de agua de Salamanca y que solo consiguió aliviar. Su utilitaria figura ocultaba en parte el colegio que las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús inauguraron en 1907, cuando la zona solo era un descampado atravesado por el paseo del Rollo, y que además de colegio para señoritas con internado disponía de colegio gratuito para niñas pobres. En sus alrededores se aprecia el breve caserío que anunciaba el desarrollo del suburbio de las Delicias y del Rollo. 
A la izquierda de la imagen sobresale la figura del colegio de los Salesianos inaugurado en 1909 que fue testigo y motor del crecimiento de un incipiente barrio de Garrido y Bermejo


© C.H. fc 03/09/15 Rev. 01 (09/09/18)


Vista al este desde los pináculos de la Catedral. Fotografía de José Suárez 1932



Vista general,  librería de Antonio Garcia

Rio, puente, Catedral y una mujer lavando,  Luis Cortés

Luis Cortés





José Nuñez Larraz

José Nuñez Larraz

Desde la piscina de los Reparadores, José Nuñez Larraz

José Nuñez Larraz

José Nuñez Larraz





Vista de la ribera del Tormes desde la Catedral, Guzmán Gombau


Las torres de Salamanca, Guzmán Gombau

Desde el Cerro de San Vicente, Basilio Martín Patino


Las torres de Salamanca
Tarjeta Postal del archivo


“Por aquellos días finiseculares, y durante muchos años más, Salamanca, vista extramuros, desde cualquier punto de la rosa, es un breve caserío apretado con los salientes de sus torres monumentales”. (Luis Cortés. Salamanca en la literatura, 1ª ed. Salamanca: Gremio de Libreros de la Ciudad de Salamanca, 1972, pág. 202)

La magnífica fotografía evoca estas palabras que, siguiendo la estela de la concepción urbanística de Salamanca de otros pensadores, escribió nuestro admirado D. Luis Cortés, poco tiempo después de que fuera captada.
Pasaron muchos años desde aquella Salamanca de fin de siglo XIX, y todavía, en esta imagen de la década de los 60, se puede apreciar el poderío de sus torres aun cuando la ciudad ya había crecido desbordando sus límites clásicos. Fue captada desde alguno de los grandes "rascacielos" que el "desarrollismo" colocó a la vera de la "nueva" Gran Vía, guardando para la posteridad una atmósfera añeja, sintetizada por sus gentes utilizando lo incorpóreo de su cultura, sus tradiciones, sus dramas y su vida cotidiana combinada con la solidez de sus edificios, sus calles, plazas y jardines. Una atmósfera que a pesar de ser cambiante, en el espacio y en el tiempo, caracteriza a Salamanca como una ciudad única. 
Cambios notorios que se detectan fácilmente en la imagen, como la desaparición de los tradicionales métodos de construcción de muros con entramado de madera, rellenos de yesones, cascotes de derribo, adobe y otros materiales, muchas veces revocados. Método de construcción barato y rápido de ejecutar pero de corta durabilidad, utilizado fundamentalmente en edificaciones residenciales económicas y contrapuesto a la construcción con muros de fábrica de ladrillo o de mampostería de piedra más factibles en las construcciones religiosas, universitarias y oficiales.
Pasados algunos años más, ya bien entrado el siglo XXI, aplacadas nuestras ansias por el gigantismo constructivo, el poder de las torres sigue siendo visible desde cualquier lugar suficientemente alejado. Sin embargo hemos perdido su presencia desde la mayor parte de las calles en el interior de la ciudad.


© C.H. fc 20/05/16 Rev. 00




El Tormes helado, mediados de los 70

El Tormes helado, mediados de los 70





Vista aérea de Salamanca desde el norte
 Tarjeta postal de la editorial Manipel, 1970


Eran tiempos de cambio y crecimiento en la ciudad. Aún terreras, las calles de los barrios de Salesas y Chinchibarra veían levantarse altos bloques de viviendas sustituyendo a las humildes viviendas unifamiliares de una sola planta a menudo con corral. Calles como Alfonso VI, Conde Don Vela o la plaza Madrid están trazándose en esos momentos.
Entre los muchos detalles apreciables en la imagen detenemos nuestra atención en las edificaciones que se encuentran en primer plano a la izquierda de la plaza de toros de la Glorieta. Tuvieron su origen en las instalaciones del Instituto de Higiene Victoria, una empresa dedicada a la fabricación de sueros y vacunas de capital estadounidense y la colaboración económica de la banca salmantina de Matías Blanco Cobaleda (Más tarde Banco Salamanca). Su edificio había sido proyectado por D. Eduardo Lozano Lardet en 1933. Sobre sus instalaciones, ya abandonadas, se celebró la primera feria de muestras de carácter provincial organizada por la Cámara de Comercio de Salamanca que fue inaugurada el 09 septiembre de 1961. Para su celebración fueron explanados más de 40.000 m2 de terreno. En 1962, las instalaciones que habían sido destinadas para cerdos en el Instituto de Higiene Victoria fueron aprovechadas en el matadero industrial y fábrica chacinera que D. Pedro Díaz inauguró en el lugar el 28 de mayo de 1962. Hoy este espacio se encuentra totalmente urbanizado formando parte del barrio de la Chinchibarra, barrio que creció alrededor del depósito del teso de la Chinchibarra construido por el Ayuntamiento, en 1945, para abastecer de agua la zona norte de la ciudad dentro del plan integral realizado por el ingeniero Paz Maroto en el año 1938.
Faltaba aún la urbanización del jardín del monasterio de Santa María de Salesas Reales que hoy contiene además de bloques viviendas, el jardín de Salesas y la calle Salesas. La Orden de la Visitación de Santa María había llegado a Salamanca en el año 1910 y en 1917 fue colocada la primera piedra de su monasterio, entonces en la Avenida de la Glorieta, hoy Torres Villarroel, que sería construido con planos del D. José Yarnoz sobre un teso en labrantío que tuvo que ser fuertemente explanado. Su inauguración tuvo lugar el 30 de octubre de 1919, dando el nombre con el que son conocidas sus monjas, salesas, al barrio donde se ubica. Su edificio fue una de las grandes edificaciones en la zona junto con los dos cuarteles construidos en la década de 1920, el del "General Muñoz Cabo", hoy "General Arroquia" y "Julián Sánchez, El Charro", que puede verse en la imagen, hoy desaparecido para dejar su espacio al Corte Inglés.


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Panorámica de la zona sur de Salamanca en 1970


En 1970 el puente Romano aún soportaba tráfico rodado y lo seguiría haciendo hasta la construcción del puente Sánchez Fabrés en 1973.
En la orilla izquierda, la iglesia Nueva del Arrabal, construida en 1952 y hoy desacralizada debido a su pésimo estado, parece presidir el antiguo barrio del Arrabal, que en esos días ya no era el único barrio trastormesino.
Tras el Matadero Municipal y el Teso Chico comenzó a construirse en 1950 un barrio promovido por el Sr. Salas Pombo, que para entonces ya había dejado de ser gobernador de Salamanca para serlo de Valencia. El barrio recibiría en nombre de barrio de la Virgen de la Vega tras los dubitativos nombres de Salas Pombo y barrio del Matadero. 
A la izquierda, más allá del edificio de los PP. Reparadores y las instalaciones de Campo de Tiro y Deportes había nacido, a mediados de los años 60, un gigantesco proyecto de construcción de viviendas que además albergaría algunas instalaciones provinciales como el Hospital Psiquiátrico o el Polígono Industrial del Montalvo. En 1970, estaba todavía pendiente la construcción de la tercera fase del primer grupo de viviendas, el Grupo San José Obrero, que daría nombre al barrio y todo el segundo grupo, el de San Mateo. 
Pronto comenzarían a aparecer problemas de comunicación entre las dos orillas y la necesidad de un nuevo puente.


© C.H. fc 16/11/15 Rev. 00



Vista aérea de Salamanca, 1973

En 1973 la ciudad, a través de la Comisión Provincial de Urbanismo, reclamaba la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de 1966 que se había mostrado ineficaz para resolver los problemas de Salamanca. El Plan, que si bien había introducido cierta rutina de planificación parcial, dejando atrás la libertad perniciosa en el crecimiento urbano y construcción salvaje, carecía de rigor en la determinación de espacios libres y reservas de equipamiento, era ineficaz en la determinación de zonificación de usos y provocaba numerosos conflictos con las ordenanzas anteriores. El Plan Especial del barrio Universitario (1972-1975), que el arquitecto Fernando Pulín preparó para la protección patrimonio histórico de Salamanca, nunca llegó a materializarse ante los problemas derivados de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana y la reforma de la Ley de Suelo. El cambio político en el país contribuyó, aún más, al retraso en la implantación de nuevas normativas urbanas y hubo que esperar a 1984 para la entrada en vigor simultáneamente del nuevo Plan General de Ordenación Urbana y del Plan Especial de Protección y Reforma Interior, ambas normativas marcaron la planificación actual de la ciudad. 
Aún con leyes ineficaces y obsoletas la ciudad no se detuvo: 
En 1973 se inauguró el tercer y último tramo de la Gran Vía, que junto a la vía del Rodeo recibida el año anterior nunca resolvería el problema del tráfico en la ciudad. Se urbanizó la zona de Sancti Spiritus y del paseo de San Vicente. El puente de San Antonio fue ensanchado y se inauguró la calle de los Cedros en el barrio Garrido y el instituto "Torres Villarroel" en el barrio San José. En ese año se aprobó la expropiación de las casas de la calle Santiago, San Gregorio, Torrente, Ribera del Puente y Plaza del Puente para la construcción de la Ronda de Circulación Sur y que a la postre llevaría a la desaparición del barrio de Santiago en 1978. También en ese año se aprobaron la expropiaciones para las obras de vía-parque de la Vaguada de la Palma afectando a casas de la calle de la Palma, Esgrima, Cuesta de San Blas, plaza de Donados, calle Sierpes, plaza de San Blas, calle Cervantes, Desengaño, de la Cruz, Empedrada y Puente de la alberca.
En la imagen aún aparece el barrio de Santiago y la vieja estructura de la Vaguada de la Palma. Sobre la Peña Celestina se encuentra el edificio de la Facultad de Ciencias que diseñó Fernando Población, que comenzó a construirse en 1965 y que por dificultades diversas no pudo estar totalmente operativo hasta el curso 70/71. Entre estas dificultades estuvo el hallazgo de restos arqueológicos de los edificios del Colegio del Rey y del Convento de San Cayetano, muy dañados durante la Guerra de la Independencia, que ocuparon antes el solar y que mucho antes había ocupado el primitivo Alcázar-Castillo del siglo XIII de la Ciudad, cuyos únicos restos quedaron al descubierto en 1997 tras el derribo del edificio-tenería que existía a los pies de la Peña de la Celestina. Junto a la Facultad de Ciencias está el jardín de la Merced, todavía sin la reforma del arquitecto Fermín Querol inaugurada en julio de 1974. A su lado se encuentra el edificio de la Merced, heredero decimonónico del convento de la Orden de la Merced (Mercedarios Calzados) establecido a inicios del siglo XV sobre los restos de una sinagoga judía. El edificio, adquirido por el Ayuntamiento a primeros del siglo XX, pasó por ser escuela graduada anexa a la Normal de Maestras, Gota de Leche y almacén municipal, hasta ser trasferido a la Universidad en 1974 que le destinó a albergar, desde 1980, la Sección de Matemáticas de la Facultad de Ciencias. Frente a la Merced se levantaba todavía el camaleónico edificio del Trilingüe, cuya historia iniciada a principios del siglo XVI se encuentra plagada de reconstrucciones y reformas nunca del todo satisfactorias. En los últimos años de su compleja historia había albergado el Instituto de Enseñanza Media de Salamanca. Su parte femenina, el instituto Lucia de Medrano, lo había abandonado en 1968 y le siguió el masculino Fray Luis de León en el año 1974, quedando el edificio en el abandono. La piqueta se hizo cargo de él en 1977 y el solar permaneció sin utilidad hasta 1987, cuando sobre su mitad occidental se construyó el edificio de la sección de Física de la Facultad de Ciencias y en 2001, y sobre su otra mitad, se puso en marcha la Biblioteca General de Ciencias Abraham Zacut. Pocos años antes, en 1998, había comenzado a funcionar el edificio del Archivo Histórico Provincial y había sido reorganizada toda la manzana entre la calle de las Mazas y de la Plata. 
Permanecía en uso el campo deportivo universitario conocido como "Pistas del Botánico", construido en 1963 con proyecto de Fernando Población. Aunque en principio no debía interferir con las manzanas de viviendas que conformaban las calles Oliva, Longaniza y Cuenca, diversas modificaciones determinaron las expropiación de estas y su desaparición conformó la actual calle Balmes y la recuperación de la zona para uso universitario. La inauguración de las instalaciones deportivas de Salas Bajas cerró las "pistas del Botánico", que desde entonces se han constituido como uno de los focos más importante de polémica urbanística, primero con la construcción de un parking y luego con el intento de construcción de la Biblioteca General de Humanidades con proyecto del arquitecto luso Siza, proyecto que fue paralizado y abandonado a causa del hallazgo de los restos del colegio Cuenca en 2001. Muy cerca, aunque principalmente bajo el suelo de la plaza de Fray Luis de León y de la calle Balmes, están los restos del convento e Iglesia de los Agustinos desaparecida, como la práctica totalidad de los numerosos edificios clásicos de la zona, por los efectos de la Guerra de la Independencia y la negligencia de las autoridades de la época para su conservación o reconstrucción. 
En la cuesta de Oviedo se aprecian obras en el solar que hoy corresponde al Palacio de Congresos de Castilla y León, solar en donde estuvo el antiguo Colegio Mayor de Oviedo fundado en 1521 por Diego de Muros, luego obispo de Oviedo, que fue extinguido en 1797 y cuyo edificio desapareció, ¡cómo no!, en 1812 durante la Guerra de la Independencia. Efectivamente, tras la adquisicion del solar por la Universidad se había iniciado en 1969 la construcción del Colegio Mayor Femenino Oviedo, en honor al viejo colegio, con proyecto de Antonio Fernandez Alba, pero la quiebra económica de la empresa constructora impidió su finalización y permitió el cambio de planes a la Universidad que finalmente cedió el terreno para la contrucción de Palacio de Congresos en 1984.
Hasta aquí estas notas sobre los edificios del primer plano de esta hermosísima vista de la ciudad que podrán, sin duda, ser ampliadas detallando sucesivos planos hasta alcanzar un horizonte que permite vislumbrar los cerros de Cabrerizos.

Para saber más:
DESARROLLO URBANÍSTICO DE SALAMANCA EN EL SIGLO XX. DAVID SENABRE LOPEZ, JUNTA DE CASTILLA Y LEON, 2002
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