Ya en 1943 el Plan General de Ordenación Urbana de D. José Paz Maroto contemplaba la necesidad de eliminar la línea férrea portuguesa que retrasaba el crecimiento de la ciudad por el norte, única dirección de crecimiento que se concebía. La nueva avenida que ocuparía su lugar serviría de comunicación transversal para los nuevos barrios del ensanche salmantino.
Esta línea ferroviaria dividía en dos partes la ciudad que se comunicaban por medio de los viaductos de Torres Villarroel (doble viaducto con un ojo de piedra para dar servicio a la calle del Gran Capitán y un tramo metálico para la avenida de Torres Villarroel) y el del paseo de la Estación, en esa época llamado paseo del General Mola, y por los pasos a nivel de María Auxiliadora (recibiría este nombre en 1945 y hasta entonces se llamó de Sánchez Ruano y calzada de Toro), el de la calle Rodríguez Fabrés, conocido como de "Santa Elena" por la fábrica de Harinas situada en el entorno, y los de la carretera de Ledesma, del Camino Viejo de Villamayor y del Camino del Cementerio. Existió además un pequeño túnel que comunicó la zona de "La Bombilla" (conocida así por un merendero que durante los años 20 y 30 de siglo XX existió junto a la carretera de Ledesma y que había tomado el nombre prestado de la castiza zona madrileña de recreo) con los terrenos de Manuel Vidal y que hoy diríamos entre el barrio Carmelitas-Oeste y el barrio Vidal, concretamente entre la calle Mallorca y la plaza del barrio Vidal. Esta galería, que atravesaba el terraplén de la vía portuguesa, más que ser un viaducto propiamente dicho, servía para el drenaje del regato que se formaba en épocas de lluvia y que desde antiguos tiempos se conoció como regato del Anís (dicen que recibió este nombre con ironía por su mal olor). Hoy este pequeño túnel se ha convertido, por obra y gracia de las diferentes rasantes, en un verdadero puente por el que la avenida de Portugal libra la calle Mallorca.
En el verano de 1943 el Ministerio de Obras Públicas dio a conocer el proyecto de la "Variante de Tejares" que establecía un nuevo ramal de la vía portuguesa por la zona sur de la ciudad que paralelo a la carretera de Tejares enlazaría a través de la zona de la Serna con la vía transversal y el puente Pradillo. Sin embargo las obras fueron muy lentas y tras once años de trabajos y burocracia acabó inaugurándose el 8 de agosto de 1954. Habría que esperar todavía un año más para que los terrenos donde se situó la antigua vía pasasen a propiedad municipal. La deseada avenida de Portugal podía comenzar.
No evolucionó su construcción de manera homogénea, los problemas derivados de la orografía ondulante de terreno, salvada mediante terraplenes por la vía de ferrocarril, establecían serias dificultades en las rasantes de las calles que habían surgido junto a ellos. Tal fue así que no pudo abrirse totalmente al tráfico rodado hasta el 20 de enero de 1974. Los tramos entre el paseo de la Estación y Torres Villarroel y entre la plaza del barrio Vidal y la actual Glorieta Brigada de Caballería del Jarama fueron urbanizados con cierta normalidad en los últimos años de la década del 50 y durante la de los 60, mientras que el tramo entre Torres Villarroel y la plaza del Barrio Vidal mantuvo, por muchos años, el terraplén del ferrocarril y comenzó su acondicionamiento a finales de los 60 terminándose, como hemos indicado, en el año 1974. Aún hoy, quedan pruebas de las dificultades con las rasantes en este tramo.
En 1966 se decidió la creación de un nuevo polígono de viviendas con carácter social al sur del barrio del Carmen y junto al antiguo trazado de la vía portuguesa, constituyó este el último tramo de la avenida de Portugal. Allí nacieron en los primeros años 70 los bloques que conocimos como "pisos de Nicar" (llamados así por la empresa constructora). Esta zona no terminó de urbanizarse hasta finales de los años 80 con la construcción del parque de Manuel Villar y Macías.
El resto del trazado de la vía portuguesa a su paso por Salamanca fue urbanizado paulatinamente, o se encuentra aún en vías de hacerlo, creándose avenidas con una nomenclatura diferente, como avenida Alfonso XI, avenida Luis de Camoens o Fernando Pessoa.
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Tramo de la vía portuguesa entre María Auxiliadora y el paseo de la Estación. Fotografía de Guzmán Gombau. En la imagen se observa la casa de chaflán curvo, característico de su estilo racionalista, que con diseño del arquitecto D. Francisco Gil fue construida en 1935 para D. Juan Taramona en la esquina con la calle de los Ovalle
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Colegio de María Auxiliadora de los Salesianos. Todavía no se había construido la actual iglesia del colegio, hoy parroquia, que fue inaugurada en 1945. Delante de la tapia se logra ver un tramo de las vías de tren a Portugal que fueron retiradas en 1955.
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La imagen muestra un momento de la construcción de la Capilla del Colegio de María Auxiliadora de los Salesianos. Fue el 14 de agosto de 1944, según la anotación en la propia fotografía, todavía faltaban 10 meses para su consagración como templo sagrado ocurrida el 14 de junio de 1945, por el religioso salesiano y obispo de Pamplona D. Marcelino Olaechea. Su construcción había comenzado el 31 de marzo de 1944 con proyecto de D. Genaro de No. En 1968 la capilla pasó a convertirse en parroquia diocesana.
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Fotografía de la vía portuguesa desde el paso a nivel de la carretera de Ledesma, hoy Avda. Italia, hacia el barrio Vidal. Las casas a la izquierda de las vías fueron construidas en 1950 (dato infocatastral) y todavía se encuentran presidiendo la plaza del barrio Vidal entre las calles Leñadores y Esperanza. Fotografía de Guzmán Gombau
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El apeadero de María Auxiliadora (s.d.). La calle María Auxiliadora recibió ese nombre en 1945 a petición de la propia congregación salesiana cuando la iglesia del colegio, hoy constituida en parroquia, fue inaugurada. Desde 1906 la calle fue conocida como calle de Sánchez Ruano y desde tiempos inmemoriales como calzada o camino de Toro.
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Viaducto de la vía portuguesa en la avenida de Torres Villarroel (s.d.)
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Viaducto de la vía portuguesa en la avenida de Torres Villarroel (s.d.)
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Viaducto de la vía portuguesa en la avenida de Torres Villarroel. El viaducto metálico se complementaba con otro de piedra para dar servicio a la calle del Gran Capitán (s.d.)
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Paso a nivel con la vía del ferrocarril a Portugal, hoy Avenida de Portugal, con la actual Avenida Italia, entonces carretera de Ledesma. Fotografía de Guzmán Gombau.
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Por debajo del viaducto de la vía portuguesa que sobrevolaba la avenida de Torres Villarroel, D. Guzmán Gombau captó esta imagen que deja para la posteridad el magnífico edificio que D. Abundio Gómez mandó diseñar al arquitecto D. Francisco Gil en 1935 en la calle Álvaro Gil esquina con Juan Manuel de Villena, entonces Eras de la Glorieta.
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Fotografía aérea de lo que será la avenida de Portugal con la vía férrea recien levantada. Se observa la irregularidad en el alineamiento del caserio a lo largo de la trayectoria de la vía. El trazado definitivo de la avenida mantuvo esta irregularidad en la acera del la iglesia de María Auxiliadora y colegio Salesiano (s.d.)
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Este era el aspecto que presentaba el paseo de la Estación y la avenida de Portugal, a principios de los años 60 del siglo XX, en la fotografía de D. Guzmán Gombau
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El viaducto del paseo de la Estación no había sido desmantelado todavía, pero se encontraba fuera de servicio. Los raíles y la traviesas de lo que había sido la línea a Portugal a su paso por la ciudad de Salamanca habían desaparecido. La avenida de Portugal estaba a punto de comenzar su existencia. Fotografía del Archivo Municipal de Salamanca.
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Cruce con Torres Villarroel, urbanizado tras la desaparición en 1955 de la vía portuguesa. Guzmán Gombau
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La Torre de Salamanca, el edificio más alto de Salamanca se construyó en 1958 con proyecto del arquitecto Francisco Gil. Guzmán Gombau
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Los primeros años de la avenida de Portugal no debieron ser cómodos. La calle sin urbanizar y las continuas construcciones provocaron continuas molestias y con lluvia tremendos barrizales, por otro lado muy habituales en aquella Salamanca de muchas calles aún terreras. Fotografía de Guzmán Gombau.
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Vista de la nueva avenida de Portugal desde el terraplén, en ese momento todavía existente, que había soportado la vía portuguesa. Guzmán Gombau
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Viaducto de la calle Mallorca. Más que ser un viaducto propiamente dicho, esta galería que atravesaba el terraplén de la vía portuguesa servía para el drenaje del regato que se formaba en épocas de lluvia y que desde antiguos tiempos se conoció como regato del Anís (dicén que recibió este nombre con ironía por su mal olor). La fotografía de 1960 fue publicada por Juan Carlos Avila Herrero en "fotos antíguas de Salamanca"
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Eliminación de los restos del viaducto de Torres Villarroel. La matrícula del camión (1955) y la fecha que entrega la página web del Catastro (1959) para el edificio nº3 de la calle del Gran Capitan, aún hoy existente, nos sitúa esta escena en los años 60 probablemente sean los trabajos para la eliminación del terraplén de la vía y la preparación de las nuevas rasantes. Fotografía de Guzmán Gombau.
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Vista del cruce con Torres Villarroel hacia el barrio Vidal. A mediados de la década de los 60 esta parte de la avenida todavía no se había llegado a desarrollar, ni siquiera había sido retirado totalmente el terraplén de la vía portuguesa. Guzmán Gombau
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La avenida de Portugal va tomando el aspecto actual. Guzmán Gombau
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Vista parcial del cruce entre la avenida de Portugal y Torres Villarroel en la entrada a la calle del Gran Capitán. Debe transcurrir el año 1964, parece que empieza a construirse el edificio con la esquina con Torres Villarroel de 1965. Permanece el terraplén de la vía portuguesa y al fondo se ve el bloque construido en 1960 que quedó descolgado por la bajada de las rasantes viéndose obligado a crecer un piso "hacia abajo". Hoy día todavía existe el edificio en el nº 3 de Gran Capitán del año 1959 que vemos en el centro de la fotografía de D. Guzmán Gombau. Los datos están recogidos de la Sede Electrónica del Catastro
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Avenida de Portugal con los carruseles de las ferias de septiembre a mediados de los 60. El terraplén de la vía del tren todavía permanece en el tramo hacia el barrio Vidal. Guzmán Gombau
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Carruseles, atracciones de feria y casetas varias instaladas en la avenida de Portugal en los años 60. Fotografía de Guzmán Gombau
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Carruseles, atracciones de feria y casetas varias instaladas en la avenida de Portugal en los años 60. Fotografía de Guzmán Gombau
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Vista aérea de los carruseles, atracciones de feria y casetas varias instaladas en la avenida de Portugal en los años 60.
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En el patio del colegio de los Salesianos se celebra una exhibición gimnástica. Arriba se ve la avenida Portugal y en el centro de la imagen el edificio racionalista del Sr. Taramona que se construyó en 1935 según proyecto del D. Francisco Gil, a su lado luce el edificio de tres plantas y bajo construido en 1959 (dato infocatastral). La preciosa imagen de D. Guzmán Gombau debe de ser de los primeros años 60.
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La fotografía, realizada en el verano de 1967 en la plaza del Barrio Vidal, muestra el terraplén de la vía portuguesa aún sin retirar. La fotografía fue publicada por Juan Carlos Ávila Herrero en "fotografías antiguas de Salamanca"
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La retirada del terraplén de la vía portuguesa y la adopción de las nuevas rasantes en este tramo de la nueva avenida ocasionó que algunos edificios (nº 148 actual) construidos durante los años 60 quedaran seriamente desfigurados al descubrirse sus cimientos a nivel de calle, viéndose obligados a crear en ellos una nueva planta, quedando su antigua planta baja como un entresuelo. Otra consecuencia de la aplicación de aquellas rasantes se observa actualmente en la calle Luis Vives que desemboca en la avenida de Portugal a una altura considerable que se salva mediante una escalera. Las fotografías, datadas en 1970, fueron publicadas por Juan Carlos Ávila Herrero en "fotografías antiguas de Salamanca"
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Los "pisos de Nicar" construído al iniciarse la década de 1970 antes de la urbanización de mediados de los 80 y la construcción del parque de Villar y Macías
Ya en 1943 el Plan General de Ordenación Urbana de D. José Paz Maroto contemplaba la necesidad de eliminar la línea férrea portuguesa que retrasaba el crecimiento de la ciudad por el norte, única dirección de crecimiento que se concebía. La nueva avenida que ocuparía su lugar serviría de comunicación transversal para los nuevos barrios del ensanche salmantino. 
