Cristo del Perdón de la Iglesia de las MM. Bernardas

 

  

En la iglesia del monasterio del Buen Nombre de Jesús, de las Madres Bernardas del Císter, situado donde hoy el Colegio de los Padres Escolapios de San José de Calasanz, se veneraba, en el presbiterio, un "Cristo de la Expiración semejante y al parecer copia del de la Orden Tercera de San Francisco, pero con la cabeza vuelta hacia el lado opuesto. Está en un buen retablo churrigueresco", falsamente atribuido a Martínez Montañés1 y que en realidad es obra de Bernardo Pérez de Robles, según el padre Alfonso Rodríguez G. de Ceballos2.


El Cristo del Perdón. Fotografía de El Norte de Castilla

 

Parece tratarse de uno de los cuatro Cristos, que a su fallecimiento dejó tallados el escultor salmantino, de gran parecido estilístico con el afamado Cristo de la Agonía que recibe culto en la iglesia de los Padres Capuchinos. 

Es de extraordinario valor artístico y su talla se produjo hacia 1670. Se trata de un Cristo agonizante, de tamaño natural, sereno y sin angustias en el momento de la Expiración, título con el que es catalogado por don José Camón Aznar, quien dice de él: "en un retablo un magnífico Crucifijo de fines del siglo XVI"3. También es citado por Juan Eduardo Cirlot4 en 1956 y por Rafael Santos Torroella5 en 1967 y todos coinciden en datarlo, erróneamente, en el siglo XVI. 

Colocado el Cristo sobre robusta cruz cilíndrica, de tronco natural de corteza y nudos, el paño de pureza blanco, muy pegado al cuerpo, de amplios y quebrados pliegues barrocos y muy abierto, permite ver perfectamente la soga y nudos que lo sujetan al flanco derecho, mientras se abre al lado contrario en verticales pliegues acartonados, de reducido volumen y cae por detrás de la cadera derecha en barrocas y amplias plegaduras. Tiene la cabeza ligeramente vuelta hacia la izquierda, los ojos abiertos con la mirada implorante dirigida al cielo, cuidada barba negra y tupida, boca entreabierta dejando ver la dentadura, cabellos ensortijados de abundantes bucles que caen sobre ambos hombros, pequeña corona de espinas metálica de finos hilos dorados que se entrelazan y unen por medio de menudos pinchos. 

Brazos bien tallados sensi­blemente horizontales, con los dedos de la mano extendidos y abiertos, piernas con poco relieve de venas y músculos, separadas y avanzadas con inclinación hacia la izquierda, luciendo ambos muslos en toda su integridad, dado lo reducido del ceñidor, delicado busto de anatomía acabada, apenas dibujados los pectorales, abdomen hundido y profusión de rasgaduras sangrantes y hematomas sanguinolentos por todo el cuerpo, en especial sobre el costado, junto a la soga del sudario y sobre las rodillas, donde se aprecian magulladuras, llagas y escoriaciones. 

La Cruz lleva sencilla cartela o titulus de madera con el INRI oprobio­so en letras que la ocupan en su totalidad.


Cristo del Perdón en el actual convento de las
Bernardas. Fotografía de El Norte de Castilla

    

Cristo del Perdón saliendo del antiguo monasterio de las
Bernardas (Escolapios).Fotografía de Guzmán Gombau
publicada en El Adelanto del 12 de abril de 1949.

Hoy el Cristo se venera en el nuevo convento que para las MM. Bernardas construyó el arquitecto salmantino Francisco Gil Fernández en 1959, al final del Camino de las Aguas, donde éste se cruza con la Aldehuela, cerca del río Tormes.

La Seráfica Hermandad de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Agonía, en 1945, fundó una Cofradía filial, denominada Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón para que desfilara al anochecer en la tarde del Domingo de Ramos, 25 de marzo y llegada a la Cárcel Provincial se indultaron siete reclusos que, una vez liberados y vestidos bajo túnica y capa blancas con capirote y cíngulos rojos, hábito de la Hermandad (para guardar el anonimato), seguirían a la imagen del Cristo en su vuelta al monasterio de las monjas, de donde había partido. 

Se rezaba el Vía Crucis dentro del recinto carcelario durante los primeros años y a partir de 1945 se colocaron las 14 estaciones a lo largo del recorrido procesional. 

Desde 1959 y con motivo del traslado del convento de las Madres, como se ha indicado antes, la procesión nacía en el conven­to de San Esteban y la Hermandad se vio obligada a encargar una nueva imagen pues el Cristo del Perdón había sido colocado muy alto en la nueva capilla y además la puerta de la iglesia era demasiado pequeña para la salida del Cristo en su carroza, tallada en madera de nogal.


El Cristo del Perdón
Danisd75, Wikimedia Commons


La nueva imagen es obra del artista salmantino don Damián Villar quien dotó a su trabajo de una gran semejanza con el Cristo del Perdón. Se ubicó la imagen en la iglesia de San Esteban, junto a la capilla de la Virgen de la Esperanza. 

La crisis de los años setenta afectó también a esta Hermandad que dejó se salir definitivamente en 1974, no habiéndolo hecho en 1970 por falta de personal. 

La imagen del Cristo del Perdón de Villar quedó abandonada y en un primer momento se pensó en regalarla a la comunidad de las Madres Úrsulas pero, finalmente, en 1981 volvió a salir a la calle sustituyendo al Cristo de la Agonía ya que la Venerable Orden Tercera de San Francisco había negado el permiso para que desfilara el Cristo titular, por encontrarse la Cruz muy deteriora­da. La carroza del Cristo del Perdón, bella talla en nogal, fue regalada a la Hermandad Dominicana del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.

Remontada la crisis de las Hermandades salmantinas volvió a salir el Cristo del Perdón el 23 de marzo de 1986, desde el nuevo convento de las MM. Bernardas para lo que fue necesario colocar la imagen sobre unas sencillas andas y en ellas un soporte para la Cruz, que va colocada sobre plano inclinado y que portan veintidós hermanos, con lo que se solucionó el problema de la pequeñez de la puerta de la iglesia. 

Llegaba la procesión a las puertas de la cárcel pero no entraba en el recinto, saliendo el preso liberado a unirse al desfile procesional, junto con la directiva de la cofradía que sí ha entrado y a quienes acompañaban el director y funcionarios de prisiones que daban fe de la entrega del preso. 

Se ha recuperado el rezo del Vía Crucis que se realiza en el vecino recinto del parque de los Jesuitas y la cárcel ha sido vaciada de presos que se han trasladado a un nuevo recinto penitenciario en el vecino pueblo de Topas. 

Desde 2022 la Hermandad desfila por el centro de la ciudad, saliendo de la Catedral y dirigiéndose a la plaza de Colón donde se realiza el acto del indulto, junto a los juzgados, para volver a su sede canónica, el monasterio de las Bernardas. 


 

 

1.- Manuel Gómez-Moreno y Martínez, Catálogo monumental de España. Provincia de Salamanca. Valencia, 1967. Pg. 280

2.- Alfonso Rodríguez G. de Ceballos, Guía de Salamanca. León, 1989. Pg. 108.

3.- José Camón Aznar, Guía de Salamanca. Madrid, 1932. Pg. 96. 4.- Juan Eduardo Cirlot, Salamanca y su provincia. Barcelona, 1956. Pg. 109.

5.- Rafael Santos Torroella, Salamanca. Barcelona, 1967. Pg. 30.


Por José María Hernández Pérez
06/03/2023 Rev. 00