Las religiosas Franciscas descalzas fueron fundadas en Salamanca el 24 de agosto de 1601 por doña María (para otros doña Jerónima) esposa del mariscal don Luis Núñez de Prado, ocupando tres monjas una humilde casa en lo que hoy es la parte más elevada de la calle Azafranal, en terrenos de los Monroy, señores de Garriel.
En 1614, con las dotes de varias religiosas, adquirieron unas casas contiguas al convento, edificando la iglesia y extendiéndose hasta ocupar los terrenos que daban a las calles del Cristo de los Milagros, Azafranal y Corrales de Monroy.
Tanto el convento como la iglesia han sido demolidos en 1962 para dar lugar a la construcción de bloques de viviendas. Las religiosas viven actualmente en el paseo del Rollo, en un nuevo monasterio, obra del arquitecto salmantino Antonio Fernández Alba.
El monasterio carecía
de valor arquitectónico y la capilla poseía dos retablos barrocos, originales
de Gregorio Fernández, hoy propiedad del Patrimonio Nacional, ubicados en el
Museo Diocesano de Valladolid.
Calvario en relieve realizado en marfil del convento de las Franciscas Descalzas. Imagen del “Catálogo monumental de España. Provincia de Salamanca”, Manuel Gómez-Moreno |
Las pinturas del retablo mayor, así como las de los laterales, fueron terminadas en 1756 por José Enríquez en colaboración con Francisco Hernández.
La primera noticia sobre este pequeño relieve nos la aporta don Manuel Gómez-Moreno y Martínez quien habla de tres pequeños relieves en marfil, procedentes de Galicia1.
De los tres pequeños relieves nos vuelve a hablar Margarita M. Estella Marcos, quien a propósito de ellos dice: "Dentro de un grupo de plaquetas de escasa calidad artística y fuerte sabor local son de interés las dos plaquetas y un óvalo de marfil con relieves que poseyeron las monjas Franciscas Descalzas de Salamanca, repetición artesanal de viejos modelos que en pequeños detalles dejan percibir el paso de los años y el cambio de estilo"2.
Gómez-Moreno, sin embargo, afirma que su estilo es arte francés del siglo XIV.
Representan a Jesús en la calle de la Amargura, el Calvario y el Entierro de Cristo.
El primero que presenta forma de óvalo, formato casi inédito, mide 0,04 m de ancho y muestra el encuentro de Jesús con las Santas mujeres por las calles de Jerusalem, camino del Calvario y por una figura a la derecha con calzón, jubón y carmañola data la obra a finales del siglo XV, Margarita M. Estella Marcos.
El Calvario, en plaqueta rectangular de 0,072 por 0,05 m, con friso de triple arquería, está coronado por arquillo con gablete. El Cristo tiene la anatomía natural sin tanta contorsión como en otros ejemplares góticos del siglo XIV. La Virgen, sostenida por las otras Marías, presenta rasgos bastante irregulares, mientras San Juan aparece retratado en imagen manierista.
La tercera placa,
también rectangular de 0,072 por 0,05 m, representa el Entierro de Cristo, a
quien portan sobre una sábana José de Arimatea y Nicodemo,
acompañándoles otro hombre, que derrama ungüento sobre el cadáver de Jesús,
mientras varios personajes contemplan la escena.
1.- Manuel Gómez-Moreno y Martínez, Catálogo monumental de España. Provincia de
Salamanca. Valencia, 1967. Pg. 291.
2.- Margarita M. Estella Marcos, La escultura del marfil en España. Románico
y gótico. Madrid, 1984. Pg. 218.