Frente a la entrada el
muro tiene tres arcos simétricos guarnecidos de pilastras con agujas góticas y
en el central, distinto a los otros, pues adopta forma rectangular, existe un
pequeño retablo -sobre cajonera- en el que se encuentra un Cristo crucificado de
tamaño natural, obra del siglo XVI, llenando el centro con dosel de terciopelo.
Testero de la sacristía de la Catedral. catedralsalamanca.org |
Pese a las publicaciones dedicadas en exclusiva a la Catedral apenas se dice nada sobre el Cristo al que nos estamos refiriendo. Es Camón Aznar el único que nos da algunos detalles sobre la imagen: "muy buena talla, de gran finura y patetismo"1. El resto de los autores se limitan a constatar su existencia y a señalar su ubicación.
El Cristo, de tamaño
natural, es una escultura policromada de expresión doliente y real, con gran
meticulosidad en toda la talla, de anatomía naturalista. La cabeza pequeña,
caída e inclinada hacia el hombro derecho, corona de espinas tallada, melena
abundante cayendo sobre el hombro derecho, pecho abombado, vientre hundido, la
pierna derecha con torsión que hace que la rodilla se presente muy avanzada,
brazos sensiblemente horizontales con los dedos flexionados en torno a los
clavos. El sudario de mediado tamaño y bastante airoso en los pliegues
horizontales, con anudamiento y colgante sobre la cadera derecha. Los pies
quedan casi tapados por el florero que adorna la pequeña capilla sobre el ara
del altar.
Cristo en la sacristía de la Catedral, imagen tomada de la tesis doctoral “Escultura barroca en Salamanca” de Mariano Casas Hernández |
La Cruz arborescente
muy delgada en tono castaño, con el travesaño largo y el vertical corto,
tapando el pequeño cabecero una cartela blanca con el título afrentoso que se
extiende en sentido vertical, con dos ligeras ondulaciones, apuntando a
volutas.
1.- José Camón Aznar, Guía de Salamanca. Madrid, 1932. Pg. 33.