Luis González de la Huebra



Por José María Hernández Pérez
25/04/2020 Rev. 00



Nace en 1855 y habiendo fallecido sus tres hermanos a edades tempranas, queda como hijo único. Se casa con una señorita bejarana María Sánchez Rodríguez, a quien retrata en una galería repleta de plantas en su casa familiar. Aunque no se dedicara a la fotografía con fines comerciales merece una mención especial ya que se aficiona al nuevo arte como consecuencia del éxito obtenido por la Exposición Universal de París de 1878.

Los “Grandes Almacenes de Novedades” de Luis González de la Huebra, en la calle de san Pablo, creados en 1821 por sus abuelos Joaquín González de la Huebra y María Luisa González Verdugo, padres de seis hijos, como tienda de comestibles, con el sistema de trueque de artículos y heredados de su padre Rafael, casado con María Teresa Mantilla de los Rios, fallecido en 1886, los transformó en un negocio de ferretería y artículos de importación con una exposición permanente de objetos para regalo donde se podían encontrar gramófonos, pianolas, organillos o los primeros inodoros domésticos, artículos todos ellos importados de París, Londres, Berlín, Viena o Estados Unidos. Se especializa en muebles y decora los cafés, tiendas, hospitales y colegios salmantinos, el palacio episcopal y dota de muebles y objetos decorativos las casas de Carlos Luna en Salamanca y de su hija Inés Luna Terreros en el Cuartón de Traguntía, o las tres viviendas de Madrid en las calles de Zurbano, Fernando el Santo y Paseo de Recoletos con alfombras, telas bordadas para sillas y sofás, camas de blanca madera y demás mobiliario. Decora también la Casa de Lis, verdadero muestrario de art-déco.

Se convierte en importador de muebles exóticos procedentes de China y Filipinas al tiempo que vende nuevos aparatos, linternas mágicas y cámaras fotográficas de fácil manejo, como las máquinas de fotografía instantánea “Le Patant” a 20 pesetas y artículos de fotografía, papel y placas de la casa Lumière de Lyón. En 1883 y tras el éxito conseguido en la  Exposición de París importa el célebre piano Erard, instrumento con el que han tocado a lo largo de la historia los mejores compositores. En 1888 adquiere un ejemplar para el Casino de Salamanca.
Luis González de la Huebra (1855/1922) editaba un catálogo de aparatos y accesorios fotográficos destinado especialmente a los aficionados a los que animaba, pues con solo algunas horas de ensayo, uno mismo, sin necesidad de maestro alguno, bastaba para comprender los secretos de la fotografía y obtener los más satisfactorios resultados. Son sus principales clientes la buena sociedad salmantina que se aficiona al invento y Luis obtiene a lo largo de los años excelentes imágenes de la ciudad y retrata con fines publicitarios a su entorno familiar y a sus amigos. Se convierte en proveedor de material y equipos fotográficos para los profesionales de la época. Reúne una excelente colección de máquinas  para retratar que lega a sus herederos y que han llegado a la actualidad.

Fue Presidente de la Cámara de Comercio salmantina entre 1892 y 1893 y como integrante de la directiva de la Sociedad Anónima titulada “Constructora de Nueva Plaza de Toros de Salamanca”, de la que fue el primer Secretario, se dedicó a fotografiar los diversos aspectos de su construcción, desarrollo y espectáculo.

En julio de 1890 retrató, por el procedimiento de la fotografía instantánea los seis toros de don Fernando Pérez Tabernero que pastaban en el Villar de los Alamos y que iban a ser enviados para su lidia en la Semana Grande de San Sebastián. En 1898 el objetivo de su cámara es el desmontaje del templete de la Plaza Mayor.

Tiene infinidad de fotografías: La iglesia de san Esteban; Riada del Tormes; Posada de la Cadena; Plaza de san Cristóbal; Plaza del Poeta Iglesias; Plaza Mayor visita del Conde de Romanones; Plaza de Colón (2); Panorámica desde la calle de san Pablo; Colegio de Fonseca; Iglesia de Sancti Spiritus; Niños en la pastelería de La Mallorquina; Niño sobre el río Tormes; Fachada de muebles Huebra; Lavanderas en el río Tormes; Iglesia de san Marcos; Iglesia de san Marcos con pórtico; Plaza Mayor con la Guardia del Regimiento de Borbón; Facultad de Medicina; Fábrica de harinas del Sur; Charlatán en la Plaza del Poeta Iglesias; Panorámica de la Catedral desde san Esteban; Carro en la Plaza del Mercado; Calle Zamora esperando al Conde de Romanones; Villa María Teresa; Mercadillo, Vendedor y Vendedor ambulante en la Plaza del Corrillo; Teso de la Feria; Amigos en calesa; Vista de las Catedrales; Palacio de la Salina (2); El Coso blanco; Galería de doña Boni; Con sus suegros; Manuela Rodríguez-Arias Yagüe; Don Pepito; La Mallorquina; El espejo y él; Vaguada de la Palma. Sus imágenes están desprovistas del romanticismo monumental que adornaban las fotografías de los extranjeros, manifestándose frescas y cotidianas.

Dejó un legado fotográfico que se conserva en Filmoteca de Castilla y León compuesto de 384 negativos en cristal y 194 cristales para linterna mágica y en el Museo Cerralbo de Madrid existen cuatro fotografías de elementos salmantinos: el cuadro de San Carlos Borromeo en la peste de Milán, de Francisco Camilo de la Catedral Nueva; retablo de Nuestra Señora de la Leche, restaurado recientemente, hoy en las Salas Capitulares; el cuadro de san Andrés, de Juan de Flandes, actualmente en el Museo de Bellas Artes de Salamanca y fotografía del Cristo de la Zarza, de nuevo en la iglesia de san Juan de Barbalos.

Al fallecer en 1922 pasa el negocio a sus tres hijos: Rafael, nacido en 1908 y fallecido en 1993, María Teresa y Carmen, conocidas por “las Huebras”. Hoy el negocio es llevado por los tres hijos de Rafael: José Manuel, Eduardo e Ignacio González de la Huebra Gómez.








Bibliografía:

La luz de la memoria.- Charo Alonso.
Pinceladas de historia bejarana.- Jerónimo Gómez-Rodulfo Barbero.
Un impulso gracias al estilo “vintage”.- Alba Casilda.
Historia de la fotografía en España.- Publio López Mondéjar.
Sueños de plata. El tiempo y los ritos.- Dirección Carlos Piñel.
Castilla y León en los fondos fotográficos de la Filmoteca.- Maite Conesa.