Hogar-Escuela de la Sagrada Familia en los Pizarrales



Punto final para el Hogar-Escuela de la Sagrada Familia en los Pizarrales 
Fotografía de C. León. 1951. Archivo Caja Duero


Durante la posguerra, un pequeño grupo de monjas del Amor de Dios llegó a un necesitado barrio de Pizarrales con la intención de prestar ayuda a los vecinos en la medida de sus posibilidades y dentro del ámbito de su fe. El barrio, nacido en las primeras décadas del siglo XX, había añadido a sus carencias iniciales, entre las que principalmente se encontraba la falta de agua, las dificultades propias del momento: falta de productos de primera necesidad debido al aislamiento del régimen, la corrupción, las cartillas de racionamiento y el extraperlo, los sueldos miserables que obligaron a trabajar a niños y niñas a edades tempranas para contribuir a una economía familiar que apenas conseguía paliar el hambre que en estos arrabales desdichados aún campaba más a sus anchas.
Cuentan que las monjas iniciaron su labor en 1945, en una pequeña casa junto a la iglesia vieja que les había proporcionado el párroco. Atendieron las necesidades sanitarias de muchas gentes del barrio, organizaron una escuela-taller de costura y cultura general que permitiera a los asistentes conseguir un mejor puesto de trabajo y trataron de paliar el hambre de otros muchos con el reparto de comida.
A finales de los años 40, la Obra Social de la Caja de Ahorros de Salamanca entró a participar en este loable proyecto benéfico y en 1950 comenzó la construcción, en un solar de casi 6.000 m2 junto a la carretera de Ledesma, de lo que sería el hogar-escuela de la Sagrada Familia que siempre gestionaron las monjas del Amor de Dios. Sin embargo, el próximo 31 de julio de 2017 se verán obligadas, por decisión de los actuales propietarios, a abandonar el recinto y avenirse a ser destinadas a otras sedes de su congregación.
El edificio fue inaugurado el 31 de octubre de 1951 y había sido diseñado por el arquitecto Joaquín Secall Domínguez, nieto de D. José Secall Ansión que fuera figura destacada de la arquitectura salmantina del siglo XIX. D. Joaquín tras haber sido arquitecto municipal desde 1911 hasta 1924 renunció al puesto para dedicarse a la arquitectura privada realizando obras para, entre otras instituciones, la Caja de Previsión Social o la Caja de Ahorros de Salamanca. Para esta última realizó este proyecto (1949) de hogar-escuela, en estilo desornamentado, muy sobrio, sin apenas decoración, con planta en forma de U, dos alas unidas por la capilla. En el ala derecha se situaron la guardería infantil, el dispensario y la residencia de la religiosas. En la izquierda, la sala de visitas, la biblioteca, sala de juntas, despacho de la delegada y la escuela-taller, que podía transformarse en salón de actos o cine.
Tras 66 años de utilización, este edificio, que en los últimos años ha funcionado como guardería gratuita, quedará finalmente vacío y con su futuro en el aire.

Los salmantinos tenemos que asumir que aquella obra social generosamente financiada por la Caja de Ahorros de Salamanca es historia. Las cajas de ahorros, que nacieron como fundaciones crediticias privadas con fines sociales y sin ánimo de lucro, se fueron transformando en entidades financieras que, aún conservando su carácter social, actuaban con los criterios de mercado propios de los bancos comerciales. La crisis económica de los últimos años y la progresiva pérdida del carácter democrático en sus órganos de dirección con la consiguiente mala y muchas veces irregular gestión ha conducido prácticamente a la desaparición de las cajas de ahorro del panorama financiero español, transformando sus “cadáveres” en bancos comerciales y derivando su obra social a fundaciones convencionales creadas al efecto con escasos activos para realizar su cometido. En Salamanca trabajan, como herederas de la obra social de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad, la fundación Caja Duero y la fundación España Duero, derivadas respectivamente de las antiguas Caja Duero y Caja España Duero, esta última con sede en León y con ámbito prácticamente de nivel regional y que, a modo de ejemplo, tuvo un presupuesto en 2013 de 4 millones de euros cuando cinco años antes alcanzaba los 45 y esto con 2,8 millones de gastos corrientes y de personal.

(09/02/2018) Un acuerdo entre el propietario del edificio, la Fundación Caja Duero, y la Cruz Roja de Salamanca permitió que se siguiera manteniendo su tradicional función social transformándolo en Centro de Formación de la Cruz Roja de Salamanca. Tras la necesaria habituación del edificio, el nuevo centro fue inaugurado el 8 de febrero de 2018. 
C.H. fc 24/07/17 Rev. 01 (09/02/18)