La locomotora Tardienta Instalada sobre un pedestal en la Avenida Pio XII de Madrid, 1975-1985 |
No, la fotografía no es de Salamanca, pero la locomotora de la imagen fue protagonista de la vida salmantina durante muchos días a finales del siglo XIX.
En abril de 1884, esta locomotora hizo acto de presencia en la estación de Salamanca. Había nacido en Liverpool en 1862 junto a una hermana gemela, fabricadas por la firma John Jones & Son. Ambas llegaron a España en 1864 adquiridas por la pequeña compañía del ferrocarril de Tardienta (de ahí su nombre) a Huesca, para pasar luego a prestar servicio en diferentes compañías en la zona norte del país. La 1T Tardienta había venido a Salamanca para trabajar, moviendo materiales para el balasto o transportando traviesas y raíles para las vías, en la infraestructura que la Compañía del Ferrocarril de Salamanca a la Frontera Portuguesa construía en la ciudad de Salamanca y sus alrededores. Para cumplir su función fue preciso trasladar la locomotora a unos nueve kilómetros, hasta el punto donde se había iniciado el tendido de las vías, más allá del cerro de la Salud, en Tejares, donde se estaba construyendo el puente que cruzaría el Tormes y que recibiría el nombre de puente de la Salud. Ante la falta de camino con un buen firme para su traslado, se empleó el método de ir construyendo un tramo de vía provisional ante la locomotora que, tras ser recorrido por la máquina arrastrada por parejas de bueyes, era desmontando y vuelto colocar ante ella. El viaje se inició el día 20 de abril y el método resultó lento, lentísimo, ya que para hacer el recorrido se invirtieron 16 días y se causaron infinidad de molestias a vecinos y carreteros, amén de graves daños en las nada preparadas calles de Salamanca. El recorrido discurría por el paseo de la Estación, la Alamedilla, la carretera de circunvalación o carretera de Villacastín a Vigo (actualmente paseo de Canalejas), la Ribera del Puente (paseo de Rector Esperabé), salvaba el Tormes por el Puente Romano y continuaba por la carretera de la Fregeneda, cruzando el arroyo del Zurgén por el viejo puente que en esos años aún existía y se temió por su integridad.
La expectación en la ciudad fue impresionante y también las críticas, en la prensa podía leerse: "personas a quienes no se ocurría otro medio por falta de conocimientos en la materia, también encontraron defectuosísimo el medio empleado para la traslación de la Tardienta sobre raílls portátiles arrastrados lentamente por parejas de bueyes, que destrozando las carreteras, causaban no pocos perjuicios materiales y algunos personales, habiendo exposición a que se hubieran causado en estos últimos de bastante consideración, producidos por el espanto de caballerías y sustos e impresiones fuertes, que en niños y aldeanos causaba el silbido de la máquina y el escape del vapor por las válvulas de la caldera." (La Liga de Contribuyentes de Salamanca, 30 de abril 1884)
En el julio de 1884, las locomotoras M.C.P. 42 y M.C.P. 45 llegaron para ayudar a la Tardienta en su trabajo. Para su traslado se intentaron otros métodos, pero finalmente hubo que emplear el mismo que para la Tardienta.
Finalizada su etapa salmantina, la Tardienta trabajó para la Azucarera de Alfaro (La Rioja) y la Azucarera de Aranda de Duero (Burgos), desde donde pasó en 1968 a propiedad del Museo del Ferrocarril (de donde hemos obtenido muchos de estos datos). En 1975, tras su restauración, fue instalada en un pedestal en la Avenida Pio XII de Madrid, para en 1985 pasar a la nueva sede del Museo del Ferrocarril en la estación de las Delicias madrileña, donde se encuentra actualmente.
La Tardienta fue muy probablemente la primera locomotora que cruzó el puente de la Salud y lo hizo muchas veces, trayendo y llevando materiales, sirviendo de gran expectación a nuestros tatarabuelos que sin duda apostaron por cuánto tiempo tardaría en derrumbarse esa estructura metálica tan ligera que llamaban puente.
© C.H. fc 29/10/15 Rev. 00
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