Cristo de Marfil en la Sacristía de la Iglesia de San Esteban

  

 

Se trata de un Cristo moribundo sobre la Cruz, hispano-filipino, datado en la primera mitad del siglo XVII, de 40 x 36 cm1. 

De marfil de buena calidad y suave brillo, aunque algo amarillento, la cabeza cae sobre el pecho ladeada hacia la derecha, rostro alargado, frente amplia y marcado entrecejo fruncido, cejas arqueadas, ojos casi cerrados con el párpado superior redondo y abultado, nariz grande con el caballete hundido, boca de gruesos labios, corta barba rizada de ondulaciones simétricas que termina en dos puntas, rizado bigote abundante, ligera policromía en el cabello -de líneas paralelas onduladas- pegado al cráneo que cae en dos grandes guedejas simétricas sobre el hombro y axila derecha hacia el tórax y sobre el cuello y espalda al lado contrario, dejando ver en su integridad la oreja izquierda muy separada en la parte superior. No lleva corona de espinas ni se aprecia que alguna vez la tuviera. 

Tronco estrecho de suave y modelado cuerpo vertical esquelético, torso poco arqueado, costillas muy bien dibujadas y pectorales ligeramente abultados con señalamiento de pezones anulares, llaga poco pronunciada, gotas de sangre de color rojo claro y anaranjado fluyendo por el cuello, escurrido abdomen, brazos largos rígidos finos y antebrazos musculosos, manos muy bien talladas con los dedos pulgar, anular y meñique flexionados hacia los clavos y los índice y corazón en actitud de bendecir, piernas delgadas verticales muy bien torneadas, sin venas ni músculos, con las rodillas poco salientes y sin escoriaciones, pie derecho sobre el izquierdo que presenta exagerada torsión con la planta pegada al madero para ser ambos atravesados por un sólo clavo. 

Paño de pureza amplio, de forma rectangular, muy ceñido a las caderas con pliegues diagonales poco pronunciados, la tela vuelta en la cintura tapando la soga de sujeción, derramándose en dos caídas laterales sin plegadura apenas, llegando por detrás más abajo de las rodillas. (Recuerda este paño de pudor a los primitivos Cristos flamencos en los que la fina tela de seda transparenta el cruce de los paños, uno debajo del otro). 

La Cruz muy ancha y plana es "enconchada" con reflejos iridiscentes de nácar compuestos por perfiles curvos irregulares que presentan decoración nielada de hojas ribeteadas de hilillos de estaño con las conteras del mismo material terminadas en forma recta. 

El fundador del Oratorio del antiguo Noviciado, fray Antonio de Sotomayor, donó gran número de alhajas de las que se hizo inventario en la escritura de convenio de 16 de enero de 1632 y entre ellas figura "otro Crucifijo pequeño de la misma hechura y forma"2. [Crucificado vivo de marfil en una cruz de ébano]. 

El Cristo que hemos descrito pudiera ser éste por la coinci­dencia de fechas, no así por tratarse de un Cristo muerto o al menos moribundo y por tener la cruz de laca y "enconchado" y no de ébano.

 

 

 

1.- Margarita M. Estella Marcos, La escultura barroca de marfil en España. Escuelas europeas y coloniales. (2 volúmenes) tomo II. Madrid, 1984. Pg. 121 y 122 y Archivo Español de Arte. Artículo: Exposición marfiles hispano-filipinos en las colecciones particula­res. Tomo XLVI. Madrid, 1973. Pg.  256.

2.- Alfonso Rodríguez G. de Ceballos, La iglesia y el convento de San Esteban de Salamanca. Salamanca, 1987. Pg. 105-107.



Por José María Hernández Pérez
06/03/2023 Rev. 00