La fábrica de cervezas de José Vonarburg. El palacete del marqués de Llen


DE FÁBRICA DE CERVEZA A CLÍNICA DE RESONANCIA MAGNÉTICA
El palacete del Marqués de Llen



Palacio del marqués de Llen durante su período como sede de CONFAES


Pocas huellas de su corto pasado vemos hoy en el Paseo de la Estación, pero, sin duda, la casa que fuera residencia en Salamanca de Don Manuel Sánchez Tabernero, marqués de Llen, es una de ellas.

El edificio, al parecer construido en 1894, albergó la fábrica de cervezas y hielo artificial de don José Vonarburg Tries, caballero alemán afincado en Salamanca que como otros muchos compatriotas suyos se desperdigaron por el mundo, en el siglo XIX, expandiendo la industria cervecera alemana.

Desde 1873 trabajó, asociado con Ramón Hernández Pérez, fabricante de licores, y el comerciante y hostelero Luis Ansede, en una fabrica de cervezas sita en unas casas propiedad del primero en la zona entre las calles Santo Domingo, San Buenaventura y San Pablo, lo que hoy es la Plaza Concilio de Trento y que antes ocupó el convento de monjas de San Pedro de la Paz, desamortizado, declarado posteriormente en ruinas y derribado.

Dirigió la fábrica en solitario desde enero de 1892, hasta que en 1894 decidiera la construcción de este edificio en el pujante, urbanísticamente hablando, paseo de la Estación dedicándolo a fábrica, vivienda y despacho, ya que en su jardín montó un completo servicio de veladores con música incluida. Este inmueble, habitualmente atribuido a Joaquín de Vargas y Aguirre, fue realizado por «El Chiclano», maestro de obras que había trabajado en muchas ocasiones con Vargas. En cualquier caso, a la hora de escoger el emplazamiento, diseñar la planta, decorar el hall, etc. la opinión de Vargas debió ser tenida en cuenta (según Testimonio de doña Manuela Vargas Sánchez)*.

La construcción de estilo modernista, pero muy particular, presenta un hall de gusto alhambrista con una impresionante escalera de mármol y columnas metálicas.

No sabemos si tuvo mucho éxito en su negocio, pero sabemos que en 1908 pretendía venderlo a una asociación de hosteleros de Salamanca, el siguiente anuncio aparecido el 18 de marzo de 1908 en el diario "El Castellano" lo asegura:


"Asunto importante
La asociación gremial "Vinos, Comidas y Licores" de esta ciudad, cita a todos los industriales de bebidas, restaurantes, cafés, tiendas de ultramarinos y horchaterías, a una junta general que se celebrará el viernes 20 de los corriente á las tres de la tarde en uno de los salones del café Pasaje, con objeto de comprar mediante acciones DE CIEN PESETAS UNA, la fábrica de don José Vonarburg, sita en el paseo de la Estación de esta población. Se ruega la puntual asistencia. 
— La Comisión."

No parece que la compra se llevara a efecto. Pero tres años después, se realiza la venta a un empresario alemán, Don José Ertl, y así lo comunica El Adelanto el 13 de enero de 1911.

"El conocido fabricante de cervezas don José Vonarburg Müller, ha cedido en venta su fábrica, situada en el paseo de la estación, á don José Erte, que ha practicado durante varios años en la academia de cervezas de Munich."

El nuevo propietario parece realizar serias reformas y mejoras y el día 1 de marzo inaugura el nuevo establecimiento.

El Adelanto, 04/04/1911, publica la visita a la fábrica de unos de sus redactores.

"UNA VISITA
La fábrica de hielo, cervezas y gaseosas 
Atentamente invitados, visitó días pasados uno de nuestros redactores, la nueva fábrica de hielo artificial, cervezas y gaseosas, que recientemente ha instalado el inteligente industrial alemán, don José Ertl. Esta fábrica, notablemente mejorada en maquinarias de los últimos modelos, es la que durante tantos años ha tenido abierta al público, en el paseo de la Estación, don José Vonarburg, quien la ha cedido en venta al señor Ertl. El señor Ertl, que ha estudiado en las academias de cerveza de Munich, y practicado en Babiera, América y España (últimamente en la fábrica de El Aguila, de Madrid, á cuyo frente ha estado durante cuatro años), ha introducido, en el hermoso edificio de la fábrica, grandes mejoras que han de redundar en provecho del público, mejorando, por lo tanto, la calidad de la cerveza.Desde el día 1° de Marzo próximo pasado, quedó abierto al público el nuevo establecimiento. El señor Ertl, con amabilidad exquisita, nos enseñó todas las dependencias de la fábrica, comenzando por la sala de máquinas. Allí vimos una excelente máquina pará la fabricación del hielo artificial, movida eléctricamente, último modelo del acreditado sistema Stein. Dos magníficos motores eléctricos de diez y ocho y siete caballos, respectivamente, que ponen en movimiento toda la maquinaria de la fábrica. Una gran caldera para cocer la cerveza; una tina que funciona eléctricamente y dos enormes depósitos de agua, admirablemente montados. Vimos además en estos salones de maquinarias, una curiosa "bandeja", con un refrigerante de cobre para enfriar la cerveza hasta cuatro grados, antes de la fermentación; un refrigerante para el hielo, instalado en un hermoso patio, y dos máquinas para sifones y gaseosas, de los últimos modelos. En las bodegas, que son magníficas, revestidas de piedra de cantería, hay instalados aparatos refrigerantes que dan el frío hasta cero grados en todo tiempo, para la conservación del hielo y de la cerveza. Hay también grandes tinas para la fermentación de la cerveza y toneles de gran capacidad cúbica, donde se conserva la misma. Vimos, asimismo, un excelente filtro, sistema Enzingor (nuevo modelo), con prensas del mismo sistema, una máquina isobarométrica, para llenar las botellas y otra para llenar los barriles. Un molino para la malta y un monta-carga con un torno, por medio del cual se introducen en las bodegas los bocoyes. Por último, visitamos los almacenes de los artículos destinados á la fabricación de cervezas, viendo grandes existencias de malta, traída directamente de los mercados de Austria, donde se produce la de mejor calidad. El lúpulo lo trae el señor Ertl de Saaz, y la levadura, flor de cerveza (que también se emplea como remedio medicinal), la expenderá el nuevo fabricante para este fin á todo el que lo solicite. En los jardines de entrada á la fábrica, ha introducido el señor Ertl grandes reformas, hasta convertirlos en ameno y delicioso lugar para la temporada de verano, Durante esta, piensa el señor Ertl organizar conciertos y otros espectáculos que sirvan al público de expansión, instalando veladores en los jardines, como en los grandes bares del extranjero. De la visita que á la fábrica del señor Ertl hicimos, salimos en extremo complacidos. La fábrica es hermosa; está admirablemente instalada, y si el público corresponde á los esfuerzos del simpático propietario, hará una obra de justicia. Antes de abandonar la fábrica, el señor Ertl nos obsequió espléndidamente. Y con sinceridad decimos que la cerveza que nos sirvió en nada tiene que envidiar á las de fama más reconocida. Que tenga el señor Ertl muchas prosperidades en su negocio es lo que le deseamos."

anuncio en el Adelanto 26-06-1914

No sabemos el tiempo que el señor Ertl estuvo dirigiendo la fábrica, pero durante los años posteriores tanto la publicidad como las notas de prensa, siguen apareciendo con el nombre del Señor Vonarburg y la marca "La Estrella". Hasta que a finales de 1914 y principios de 1915 aparece en la prensa local y madrileña el siguiente anuncio de venta:

"Buena ocasión.
Se vende una máquina para hielo artificial, casi nueva, de excelente resultado; ídem una máquina para gaseosas y sifón, con todos sus adelantos más modernos: botellas, Sifones, cajas, carros, caballos; ídem dos calderas, una de cobre y otra de hierro, para fábrica de cerveza, con su gran tina y máquina mezcladora; tinas para fermentación, bombas de trasiego, fieltro y lavaderos para papel y prensa, máquina «Gloria» para taponar, 12 cubas de 2.000 litros cada una, ídem 12 cubas de 600 litros ídem, 80 barriles pequeños de 17 a 100 litros, más de cien metros de tuberías, transmisiones con poleas, 24 veladores de mármol, 100 sillas de hierro, servicio de cristal y porcelana y muchas otras cosas, en la fábrica de cerveza Paseo de la Estación."

La desaparición de la fabrica de hielo, parece que dejo sin servicio de este producto a Salamanca, que tuvo que recurrir al antiguo sistema de los pozos neveros para la obtención del mismo, así se desprende de la siguiente entrevista publicada el 9 de abril de 1918 en El Adelanto:

"NUEVA INDUSTRIA SALMANTINA

La fabricación de hielo artificial. La necesidad de este producto. ¡Siempre la guerra! El sacrificio de dos industriales salmantinos- La producción de hielo.- Proyectos para el porvenir.

El cronista, lector, es un fervoroso ejemplar de optimismo y de esperanzado vivir. El cronista, hermético á las falsas sirenas que propalan nuestra irremediable decadencia, va día por día, con un carnet diminuto y un lapicerito ingénuo, indagando, investigando una sola nota de aliento que implique vitalidad y progreso en el régimen industrial de nuestro pueblo. El cronista, lector, del carnet y el lápiz color esperanza, ha dado hoy con unos industriales emprendedores y tenaces que han puesto en la franca atención del periodista un motivo loable para emborronar unas cuartillas y estas cuartillas queremos nosotros que tengan una doble virtualidad. Divulgar un nuevo foco de relación mercantil y un encomio debido á la iniciativa dé los emprendedores comerciantes. Pero el caso parece insólito. ¿Cómo simultanear el cuotidiano trajineo de Salamanca,a veces cristalizado en este periódico, con facetas políticas, con la imprescindible cháchara política, á la par que esta callada labor fecunda y productora de riqueza? En una compulsación de valores, este matiz tendría más importancia para la vida salmantina. Hemos entrado en este patio de la casa de D. Rodolfo Hernández, y al pasar hiere ya nuestros oídos el zumbido sordo de la máquina y el rumor seco y áspero de los correajes que voltean sin cesar ruedas en infinito mecanismo. Estrechamos la mano de D. Francisco Torres, que nos invita á pasar al salón donde la maquinaria canta.
— ¿Pero ustedes...?
—Le invitamos á usted á visitar nuestra nueva instalación donde fabricamos, como verá después, hielo en grandes cantidades para la industria y el consumo público y privado, porque nos interesaba que pudiera usted comprobar la existencia de un producto tan necesario en Salamanca y su provincia. Usted recordará que el industrial ya retirado, D. José Bonamburg, tenía establecido en el Paseo de la Estación una fábrica de hielo, que surtía el consumo salmantino. Desmontada aquella por dejación de su dueño del negocio, veníamos los que necesitábamos hielo entregados á la rutina de las charcas y del río, donde el hielo, además dé conservarse con grandes dispendios y dificultades enormes, no podía ser garantido de limpieza é higiene que su utilización, incluso para enfermos, requería. En vista de ello y de que la necesidad de esta fabricación se dejaba sentir en Salamanca con imperioso dominio, mi consocio D. Rodolfo Hernández y yo pensamos en habilitar la fabricación mencionada.
-¿...?
— Figúrese usted. El período crítico de la guerra ha encarecido de tal modo este artículo de maquinaria, que ha sido un verdadero milagro poder montar en nuestros locales esta magnífica «Suncht» alemana, modelo en su género y acaso única en la provincia. Crea que nos hemos impuesto un considerable sacrificio, pero puede darse por bien empleado, al poder ofrecer hoy al público un mercado de hielo en inmejorables condiciones de salubridad é higiene, que, como usted puede ver, es escrupulosa. En efecto, el método de hacer hielo es extraordinariamente curioso. Se trata de una máquina espléndida que por una constitución especial de serpentines provocan en un generador ó depósito una temperatura tan baja, que solidifica en pocos minutos hasta cuarenta y tantas cubetas de agua depositadas en el generador. Basta llenar de líquido perfectamente potable las cubetas, suspenderlas en el generador y al escaso tiempo de reposo, el bloque de hielo blanquísimo está fabricado. La mano del hombre no interviene para nada. Ello da idea de la exquisita higiene que preside la fabricación.
-¿...?
—La que solicite el Mercado. Podemos calcular en cuatro mil kilos diarios la producción susceptible de originarla máquina. Como usted ve, el hielo sale de las cubetas en bloques de quince kilogramos.
-¿...?
—Desde luego. Nosotros pensamos abastecer á toda la provincia, porque la competencia de pozos, charcas y ríos, es imposible con la modernidad de esta instalación. Además, el público prefiere siempre al manipuleo sucio de las charcas, la limpieza rigurosa de esta clase de fabricaciones.
—Le felicitamos á ustedes sinceramente.
—Tenemos en proyecto también otra fabricación.
-¡Ah! ¿Sí?
—Sí, señor. Pensamos montar, para dentro de breves fechas, una fábrica con los últimos adelantos y exigencias, de cerveza. Para ello tenemos ya contratada la maquinaria especial que requiere, con el servicio de bodegas y locales que ultimamos para su instalación definitiva.
— ¿...?
— Tal es así, que cuando la fábrica esté terminada, será capaz de un tipo de producción de tres á cuatro mil hectolitros anuales de cerveza.

Y nos hemos despedido de los señores Torres y Hernández, deseándoles prosperidades sin cuento en su generoso empeño de libertar á la industria salmantina del rutinarismo tradicional, que hasta la fecha ha constituido la mascarilla de nuestros focos industriales."

La fábrica cerveza mencionada del comerciante de licores Rodolfo Hernández Morales, hijo de Ramón Hernández Pérez, y del hostelero Francisco Torres fue inaugurada el 26 de enero de 1920 en las instalaciones de la calle San Pablo donde ya había estado la fábrica de cerveza de Ramón Hernández Pérez y el comerciante y hostelero Luis Ansede. Esta fábrica elaboró la marca “La Corona” bajo la dirección del cervecero alemán Georg Zein y entró en competencia directa con las marcas nacionales distribuidas en Salamanca: “Mahou”, “Águila” y “Cruz Blanca”.



La residencia del marqués en Salamanca se encontraba en la calle el Prior hasta el incendio que la destruyó en abril de 1910. Entre 1910 y 1915 edificó el desaparecido chalet de Llen, en la carretera de Las Veguillas, obra de Joaquín de Vargas y Aguirre.

Estimamos, según se desprende de estas notas, que la casa del Paseo de la Estación debió pasar a manos del Marqués de Llen en el año 1914 o 1915. 




Con el tiempo, el edificio pasó por varias manos más pero nunca encontró asiento definitivo. En los 80', aparte de su utilización eventual en alguna fiesta de fin de año organizada por la hostelería salmantina, fue sede de CONFAES. En el año 2003 la empresa Grupo Prado lo remodeló para su utilización como centro de negocios y a partir de 2005 restaurante en su bodega. Durante esta reforma del edificio se produjo la pérdida de uno de los escudos nobiliarios de la fachada, el de la derecha al mirar la fachada.

Sin embargo, la empresa cerró estas instalaciones debido a la crisis económica que comenzó en 2008 y el edificio quedó en manos bancarias.

En marzo de 2017, la Casa de Llen, con las debidas reformas, volvió a abrir como sede de la clínica Centro Resonancia Magnética.




César Hernández R.
22/05/2015 Rev. (16/03/23)



*ESTUDIO DE LA OBRA DE JOAQUIN DE VARGAS Y AGUIRRE EN CIUDAD RODRIGO por José Ramón NIETO GONZALEZ y María Teresa PALIZA MONDUATE.