La Casa de las Cruzadas, un debate urbanístico



La Casa de las Cruzadas, un debate urbanístico 
Fotografía de autor desconocido, 1952



De entre los muchos detalles que podrían examinarse en esta bella panorámica nevada, realizada desde la torre de las Campanas de la Catedral Nueva, destacamos la presencia de la Casa de las Cruzadas (en la fotografía ligeramente virada al rojo para mejor situarla). 
En 1949, el Instituto Secular Cruzada Evangélica instaló en Salamanca un centro de atención a mujeres embarazadas fuera del matrimonio en la desaparecida Casa de Nebrija de la calle de Libreros. La casa, por este motivo, recibió popularmente el nombre de Casa de las Cruzadas. 
Pronto, el centro fue trasladado al edificio, sin gran valor arquitectónico ni artístico, que vemos en la fotografía, entre las calles Arcediano, Patio Chico y Plaza de los Leones y evidentemente heredó el nombre. El centro estuvo activo hasta finales de los años 60, cuando el edificio ya estaba prácticamente en ruinas. El Patronato de Protección de la Mujer, propietario del edificio, lo cedió al Ministerio de Hacienda que vendió el solar en subasta a un particular. En 1972, siendo alcalde de la ciudad D. Pablo Beltrán de Heredia, fueron expropiados algunos metros cuadrados del solar para dar una mayor amplitud al Patio Chico. El terreno restante de 371,83 m2 estaba calificado como terreno edificable y permitía la construcción de un inmueble de dos plantas. En 1999, la Comisión de Patrimonio, tras varios intentos por parte del propietario, aprobó un proyecto de edificio del arquitecto D. Ramón Peláez que nunca se ejecutó y el solar fue finalmente adquirido por Caja Duero en el año 2000, pasando posteriormente a ser propiedad de su heredero, el banco España-Duero, que lo cedió de forma "gratuita" al Ayuntamiento de Salamanca en diciembre de 2016 (Entrecomillamos “gratuita” porque al parecer en el acuerdo de cesión el Consistorio garantizó que su gestión financiera se canalizará a través de este banco).
En la actualidad el Instituto Secular Cruzada Evangélica sigue presente en Salamanca a través del Centro Materno Infantil Ave María situado en Santa Marta.

El solar de esta casa se encontró durante muchos años abandonado, cubierto de espesa vegetación y maleza y rodeado de una valla de ladrillo enfoscado que la mayor parte del tiempo se encontraba “grafiteada” desluciendo esta delicada zona monumental salmantina. Finalmente tras la cesión al Ayuntamiento se tomaría una decisión sobre su futuro. 
Dos conceptos divergentes sobre el futuro más conveniente para este solar se debatieron en ese momento en la ciudad. El primero, basándose en las recomendaciones internacionales sobre conservación de los cascos urbanos de ciudades históricas (Carta de Venecia de 1964, Carta Internacional para la Conservación de las Ciudades Históricas o Carta de Toledo 1986 y otras), mantenía la necesidad de construir en el solar para de esta forma conservar “la forma urbana definida por la trama y el parcelario” y su “relación entre los diversos espacios urbanos, edificios, espacios verdes y libres”. También se argumentó la necesidad de construir como medio para el mantenimiento y consolidación de la calle del Arcediano que resulta precisa para defender las posibilidades de Salamanca como ubicación literaria de la novela de la Celestina y la “justificación” del jardín de Calixto y Melibea. Esta idea, un tanto peregrina, resulta sin embargo muy conveniente para los intereses de la ciudad. 
La segunda postura preconizaba, sin grandes argumentos, que el solar fuese destinado a zona ajardinada o espacio libre, de tal forma que permitiera la contemplación sin obstáculos de la maravillosa zona monumental del Patio Chico.

El debate, comedido y sin grandes porfías, quedó resuelto cuando, en mayo de 2017, el Ayuntamiento obtuvo el dictamen favorable de la Comisión Territorial de Patrimonio para convertir el solar en zona ajardinada y posteriormente la aprobación del proyecto. En septiembre de 2018, fue abierto el nuevo espacio ajardinado cubierto solamente por césped y una rampa de tipo italiano.

Sin ánimo de entrar en polémicas, opinamos que debería de haberse tenido en cuenta que este tipo de intervenciones destinadas a liberar espacios para permitir la contemplación de un monumento o bien patrimonial, a menudo empleadas en Salamanca y pocas veces exitosas, aún bien intencionadas y enfocadas a embellecer el entorno, han tenido y tienen consecuencias en la estructura social y económica del centro urbano. La pérdida de vivienda y de locales implica la pérdida de diversidad social, especialmente por su encarecimiento, y la polarización económica relega el centro histórico a la condición de lugar exclusivo para los turistas y, a la larga, a perder su “alma”, su actividad, su comercio, su vida, su identidad social y podría llegar a convertirlo en lo que se ha dado en llamar una “ciudad-museo”, como si de un “parque temático” se tratara, perdiendo con ello una parte del atractivo de esta ciudad tan cosmopolita y consiguiendo, de paso, que los propios salmantinos perdamos también un poco de ella. Tal vez parezca un poco exagerado este discurso teniendo en cuenta las pequeñas dimensiones de este solar abandonado durante años, pero no podemos evitar pensar en otras muchas actuaciones similares que llevaron incluso a la lamentable pérdida de un barrio.



Para saber más:
Los diversos artículos sobre el tema en prensa de D. Ignacio Francia accesibles digitalmente y su libro "La Salamanca desaparecida a través de 'Nueve cartas a Berta'", 2011
 C.H. fc 17/08/17 Rev. 01 (10/10/18)