El edificio del Dr. Victor Villoria en 1984. Luce la bandera y el escudo del consulado portugués |
Nombramiento de D. Victor Villoria como Director General de Sanidad El Adelanto 28-10-1934 |
Fue médico forense del Partido de Ledesma y, en política, miembro del Bloque Agrario que se uniría a Acción Popular para crear la CEDA. En 23 de octubre de 1934 fue nombrado Director General de Sanidad. Durante su mandato, e impulsado por él, comenzó la construcción del Hospital Antituberculoso de los Montalvos cuya concepción inicial había sido del médico y ministro de Instrucción Pública D. Filiberto Villalobos.
Abandonó muy pronto la Presidencia General de Sanidad, en mayo de 1935, creemos que por motivos de salud, estableciendo su residencia en Salamanca. Apoyó entonces el proyecto de construcción de un sanatorio antituberculoso para funcionarios públicos en Ledesma al tiempo que anunciaba el proyecto de construcción de un edificio destinado a viviendas y uso comercial en el solar que ocupaban las casas de su propiedad números 13, 15 y 17 de la entonces calle Doctor Riesco, hoy calle Toro.
Aún antes de ser oficialmente concedida la licencia de construcción por parte del Ayuntamiento,
lo cual sucedió el 11 de diciembre de 1935, aparecieron los carteles del inmediato traslado de los comercios que ocupaban los bajos de las casas implicadas. Una fotografía de El
Adelanto del 5 de octubre de 1935 mostraba el aspecto de estas casas de tres y
cuatro plantas y con una aparente buena construcción. Una de ellas muestra cierto empaque, con escudo de armas y galería superior.
En el número 13, donde luego la armería de Pablo García, estaba la esterería de Torres en invierno, que en verano se transformaba en horchatería. En el número 15 estaba la célebre taberna de Pacheco en los bajos y el hotel de "La Vascongada" en los pisos superiores, que era propiedad de Telesforo Sánchez y en el 17, la acreditada sastrería de Joaquín Sánchez, alias "Tajina", que en la fotografía es la de los escaparates con lámparas y carteles anunciadores.
Para entonces ya había sido elegido el proyecto para el nuevo edificio, obra de D. Francisco Gil (1905-1962) en disputa con el de otro joven
arquitecto cuyo nombre no ha trascendido. Dos acuarelas de Gil muestran el proyecto
inicial cuyo aspecto no acabaría de adaptarse al resultado final.
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La ley Salmón provocó una oleada de construcciones en toda
España que en Salamanca se manifestó en este edificio y en otros
como el proyectado por la Caja de Ahorros en la calle Espoz y Mina o el fallido
edificio Barajas. El proyecto de este último edificio fue presentado por el
conde de Barajas, D. Tristán Falcó y Álvarez de Toledo, hijo menor del duque de
Fernán-Núñez. Pretendía construir en su finca del nº 43 de doctor Riesco (La
casa del Corralón) un edificio a tres calles que albergaría varios locales comerciales y 115 viviendas repartidas en 7 plantas sobre un solar de 2000 m2, con calefacción central y cuatro ascensores. Su autor era, según la información de
la prensa, el arquitecto D. Vicente Eced y Eced (1902-1978) de Madrid que había
construido el edificio Capitol (Edificio Carrión construido entre 1931 y 1933)
en compañía de D. Luis Martínez-Feduchi Ruiz (1901-1975).
En abril de 1936, ante la pasividad del proyecto, el Ayuntamiento apremió al propietario del
Corralón para que comenzara las demoliciones que eran necesarias para tomar
posesión de los terrenos de la futura Calle F (Calvo Sotelo y luego Doctor
Tovar). La Guerra Civil terminó de parar definitivamente el proyecto.
En septiembre de 1938 el Banco Mercantil realizó las
gestiones con los condes de Barajas para la compra del solar resultante del
derribo de la casa del Corralón. Algunas dificultades mantuvieron el solar vallado durante dos
años hasta que comenzó la construcción de un nuevo edificio, proyectado por D. Francisco Gil, en marzo de 1941.
Derribo en Toro y Piñuela El Adelanto 8/02/1936 |
¡Esto Fabio, oh dolor! que ves ahora
montones tremebundos de cascote,
fue la antigua taberna de Pacheco.
Aquí gustaron el sabroso néctar
varias generaciones salmantinas
propicias a los mostos ribereños
o a los dorados caldos de la Sierra
que fueron la parroquia de la casa,
y no supo de “tapas” ni “vermutes”
si no de “perros” mondos y lirondos.
Aquí el gran tablón con que los sábados
se completó la calle de la bola
las tertulias alegres y artesanas
sin “extremista” exceso en la política,
y el dulce chismorreo pueblerino.
Primero el Armuñés luego Pacheco…
Con razón se lamenta un concurdáneo
¡No va a quedar una taberna típica
para un buen trago con sosiego y calma!
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Edificio derribado de "El Armuñés" en la plaza del Liceo El Adelanto 18/10/1935 |
Estado de las obras en mayo de 1936 El Adelanto 31/05/1936 |
Salvadas todas las dificultades, incluso la de su exceso de altura, comenzó la construcción del edificio que D. Victor Villoria apenas llegó a ver ya que falleció el 17 de marzo de 1936.
En el solar de 600 m2, con 530 m2 construidos,
se levantó el edificio de 8 plantas: sótano, bajos, entresuelo, cuatro plantas
de viviendas y ático. Su armazón se realizó con estructura metálica realizada en Salamanca por la empresa Autógena Morollón, para la fachada su emplearon varios materiales: el chapado de piedra franca, los paramentos estucados, el ladrillo visto y en el zócalo, el granito pulimentado.
Su estilo racionalista, en su variante expresionista,
soluciona la esquina con la habitual torre a partir de la cual se articulan
planos escalonados con remates curvos. El torreón se remata con un estudio
habitable de privilegiadas vistas al que acompañan las terrazas y los
trasteros.
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La Guerra
Civil ralentizó su construcción. Sabemos que en enero de 1938 se recibieron de
Sestao los radiadores para la calefacción y que el edificio quedó operativo a mediados de 1939 cuando nos constan
los primeros inquilinos. Probablemente ya entonces el local de la esquina de la calle Doctor Piñuela y la calle Toro, llamada entonces del Generalísimo Franco, fuera
ocupado por la armería Pablo García, aunque sólo podemos confirmar su presencia
desde mediados de 1940, este establecimiento permaneció abierto hasta 2010.
Otro local emblemático, que abrió al iniciarse los años 40, fue el “Salón
Italiano” de Barssanti Nanizzi que había llegado como militar en la Guerra Civil, el negocio transformado en “Los italianos” perduró hasta 2014.
César Hernández. Bg 22/03/20 Rev. 01
Construcción del edificio de Victor Villoria.
Serie Salamanca sin paro obrero. Foto Delesro fechadas el 31 de diciembre de 1937.
Biblioteca Nacional
Bibliografía:
Diez Elcuaz, José Ignacio. Arquitectura y urbanismo en Salamanca 1890-1939. Colegio Oficial de Arquitectos de León (Delegación Salamanca). Salamanca, 2003
Núñez Izquierdo, Sara. El arquitecto Francisco Gil González (1905-1962) y la arquitectura salmantina del segundo tercio del siglo XX. Ediciones Universidad de Salamanca, 2014
El Adelanto, diario de Salamanca. Especialmente los números entre 1935 y 1940.