Plaza del Peso


La comprobación de pesos y medidas en las transacciones comerciales de los mercados requirió la figura del almotacén, fiel del rastro o almotacín. Su oficina, denominada fielato, debió ser instalada en esta plaza o sus alrededores por la cercanía de la Plaza de San Martín donde tenía efecto la mayor parte del comercio. 
En el fielato se guardaban los patrones de pesos y medidas y se verificaba la validez de la moneda.
La plaza o plazuela debió de ser más grande que en la actualidad , ocupando el espacio que hoy tiene la calle de San Juan de la Cruz conocida anteriormente como San Teodoro.


Plaza del Peso en el plano basado en
 Francisco Coello de 1858 y en 2012












El mercado de la plaza del Peso
Fotografía de Venancio Gombau. Colección Sena


La histórica fotografía de Venancio Gombau muestra la actividad mercantil en la plaza del Peso a finales del siglo XIX o principios del XX. Se observan las dos líneas de cajones fijos, de 3x2 metros cuadrados, similares a los instalados en la plaza de la Verdura (Plaza del Mercado) y otras plazas céntricas de la ciudad antes de la inauguración del Mercado Central de Abastos en 1909 y tal como aparecían en el plano que el aparejador de obras municipal D. José Prieto dibujó en 1874. Frente a ellos unos puestos de vendedores temporales, revendedores o recatones esperaban clientes para sus mercancías colocadas en cestas de mimbre. 
A la izquierda de la imagen aparece parcialmente el lado sur del edificio de la Audiencia (o de la Lonja) que dejó paso al Gran Hotel en 1930, mientras que a la derecha se percibe una casa de cierto empaque, como confirman sus blasones renacentistas, que ocupó gran parte del solar de la actual plaza del Peso hasta que fue derribada en 1928. Sus blasones iniciaron entonces un periplo viajero que les llevó, en 1930, a una casa en la calle Méjico y al ser derribada ésta, en 1986, a un almacén municipal, hasta que en 1995 fueron colocados en los muros del Gran Hotel situados hacia la plaza del Peso, muy cerca de su situación original. Tras el derribo del Gran Hotel en 2007 pasaron a ocupar una situación similar en el edificio que le sustituyó. Como fondo de la imagen aparecen las casas de los Portales del Lino hoy calle San Juan de la Cruz.


© C.H. fc 260615/15 Rev. 00




"Escena urbana", fachada del mediodía del edificio de la Lonja 
en la plaza del Peso
Arthur Byne para la Hispanic Society de Nueva York probablemente entre 1915 y 1918

Esta conocida fotografía apareció titulada "escena urbana" en el libro recopilatorio de imágenes que Mr. Patrick Lenaghan y D. Luis Miguel Mata Pérez, actual director del Museo de Automoción, publicaron en 2003 con el título de "Salamanca en los fondos fotográficos de la Hispanic Society of America". 
Sobre el autor de la fotografía, el señor Arthur Byne, recae la grave acusación de ser el mayor saqueador del patrimonio artístico español. Mr. Byne y su esposa Mrs. Mildred Stapley recorrieron el territorio español licenciados por la Hispanic Society de Nueva York en 1915, 1917 y 1918 con objeto de recopilar información y fotografías para diversos trabajos de esta sociedad, muchos de ellos plasmados en libros. Sin embargo en 1921, rompiendo la relación con la Hispanic Society, derivó su actividad a marchante de arte en su propio beneficio, animado fundamentalmente por el dinero de su principal cliente, el magnate estadounidense William Randolph Hearst. A pesar de las leyes españolas, que desde 1926 prohibieron la libre exportación de arte, Mr. Byne continuó su expolio hasta su muerte en 1935. 
Ni fue el primero, ni será el último de los traficantes de arte español, pero este personaje, cuyo nombre ha vuelto a la actualidad mezclado con el caso del Claustro de Palamós, representa un caso singular, tal vez por las dimensiones de lo extorsionado o por el revuelto tiempo histórico en que tuvieron lugar sus "tratos", estando en sus actividades, sin duda, implicados muchos políticos, funcionarios e historiadores.

La "escena urbana" no es otra que la fachada sur del edificio de la Lonja situada hacia la plaza del Peso. El solar que ocupó la casona pertenece hoy al edificio Gran Hotel que a su vez sustituyó, en 2007, al Gran Hotel que había estado en el lugar desde 1930.
El edificio de la Lonja, antiguas Casas Consistoriales, hunde sus raíces desde finales del siglo XV. Ejerció de Ayuntamiento, Audiencia, cárcel y archivo municipal, además de contener un rosario de dependencias municipales a lo largo de su historia. Entre ellas fue Peso Real, organismo encargado del control de pesos y medidas y del cobro de los derechos derivados de su uso, y precisamente fue establecido en esta fachada sur del caserón municipal dando nombre a la plaza que presidía, plaza del Peso. El edificio tuvo su fachada principal hacia el oeste, actual plaza del poeta Iglesias. Como otros muchos edificios renacentistas dispuso de una lonja, que en su acepción arquitectónica es un "Atrio algo levantado del piso de las calles, al que regularmente salen las puertas de los templos y otros edificios". La lonja estaba delimitada por columnas de piedra unidas por cadenas como símbolo de la autoridad allí representada. Desapareció en 1855 y todavía podemos verla en un dibujo de Villaamil de 1849. Los casi 400 años que permaneció en el lugar sirvieron, aunque hoy todo se ha olvidado, para dar nombre a la plaza que ocupaba, la plaza de la Lonja (hoy, y desde 1830, plaza de Poeta Iglesias) y a las Casas Consistoriales, edificio de la Lonja. 
El edificio de la Lonja, tras un incendio en 1622, reedificaciones y muchas reparaciones, fue finalmente abandonado en 1925 cuando la Audiencia se trasladó a la Cárcel Vieja en la zona baja de la cuesta Sancti Spiritus. Fue derribado en 1928 y en su solar comenzó a construirse el Gran Hotel, con planos del arquitecto D. Modesto López Otero.

La nítida sombra lineal en el suelo de la plaza pertenece, sin duda, a una vieja vivienda de cierto empaque, a juzgar por sus blasones, situada en la plaza del Peso esquina con la cuesta de San Justo. Fue también fotografiada por Mr. Byne. Otros muchos fotógrafos y pintores dejaron constancia de ella, siendo uno de los lugares no monumentales más representados de la ciudad. Esta casa fue derribada en el mismo año que el edificio de la Lonja en 1928 y desde entonces sus escudos nobiliarios comenzaron un largo periplo por diferentes puntos de la ciudad, lo que hizo que D. Enrique de Sena las tildara de "Piedras errantes", hasta retornar a la fachada sur del edificio Gran Hotel en el mismo espacio, pero en otro tiempo, captado en la imagen de hoy. Pero eso es otra historia.

© C.H. fc 03/06/16 Rev. 00




LOS ESCUDOS PERDIDOS...... y encontrados

La casa de las siguientes fotografías fue derribada en 1928, en sus mejores tiempos debió de ser una casa-palacio de cierto rango, como parecen indicar los blasones de su fachada. Blasones de los Rodríguez de las Varillas, señores de Villagonzalo. No fue construido su solar, que ahora conforma una gran parte del suelo de la mermada Plaza del Peso.


casa en la plaza del peso
Vincent Breal et Cie. Paris 1928
Casa de la Plaza del Peso
Venancio Gombau 

Vivienda en la Plaza del Peso-
Arthur Byne
Plaza del Peso, esquina a
San Justo- Cándido Ansede

Según D. Enrique de Sena, en el artículo que reproducimos más abajo publicado en El Adelanto, el maestro de obras que la derribó, se llevó piedras, capiteles, falsas columnas y escudos y los colocó en una casa de nueva construcción en la Calle Méjico, por aquel entonces en el naciente barrio de la Prosperidad.

Fuente:  http://elsuelodesalamanca.blogspot.com.es/2010/11/las-piedras-emigrantes.html 

La casa de la Calle Méjico desapareció, en 1986, al igual que los escudos que la adornaban. Pero milagrosamente aparecieron en 1995, instalándose en la fachada del Gran Hotel del lado de la Plaza del Peso.



Con la demolición del Gran Hotel en 2007, volvieron a desaparecer. La Asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio solicitó (agosto del 2011) al Ayuntamiento de Salamanca que instase al propietario del nuevo edificio a que integrase los dos escudos que se conservaban en la fachada del derribado Gran Hotel. 
Y, al fin hoy, enclavados en la fachada del edificio Gran Hotel, vuelven a estar en la Plaza de Peso, donde, con distintas perspectivas, han estado cientos de años....