El Edificio España




Adiós al Edificio España.

A mediados del siglo XX la ciudad de Salamanca desbordaba ligeramente la cifra de 80.000 habitantes. Las clases sociales con mayores recursos económicos se mantenían obstinadamente dentro de los límites de la ciudad histórica, ocupando los nuevos bloques de viviendas construidos en altura y en zonas totalmente remozadas como El Conejal, entre la calle Toro y Zamora, o la recién abierta Gran Vía. La muralla, ahora invisible, retenía en el exterior a las clases menos favorecidas, obreros y braceros llegados en los últimos años fundamentalmente de la Salamanca rural.
Ya tenían cierta entidad los barrios de Garrido, Labradores, Carmelitas, Rollo, Prosperidad, La Glorieta y Pizarrales; otros acababan de nacer como el barrio de San Bernardo (Salas Pombo, 1942), Vidal (1943), Ciudad Jardín (1950) y La Vega (1951). Las mejoras en la urbanización y saneamiento general puestas en marcha avanzaban con ritmo irregular y con acierto relativo.



La Puerta de Toro, junto a la glorieta de la Alamedilla, había pasado en los últimos 50 años de ser el simple acceso al paseo de la estación de ferrocarril y al pequeño arrabal al norte de la ciudad a ser el nudo más importante para la comunicación interior de la ciudad: la plaza de España.

Por esta zona, alejada del centro de la ciudad que entonces concentraba la mayor parte de la oferta comercial y de ocio, apostó don Elpidio Sánchez Marcos cuando adquirió en 1952, mediante subasta judicial, los terrenos donde construiría el Edificio España. El solar lindaba a su izquierda con el viejo mercado del Ángel, establecido por D. Ángel Borrego en 1908, en esos años transformado en almacén de hierros y a su derecha por una pequeña casa con jardín que fue derribada a finales de los años 50 y cuya verja enlazaba con un edificio de cierta entidad en la esquina de María Auxiliadora, en el que en 1946 instaló el doctor Miguel Ferrer Blanco su clínica de cirugía y que desapareció en 1996 sustituido por un moderno bloque de viviendas.
En esta ubicación, la elevada figura del flamante Edificio España destacaba sobremanera. Se inauguró el 27 de febrero de 1956 y dispuso de apartamentos, hotel, restaurante, terraza, una taberna y, por supuesto, del cine España.



D. Elpidio Sánchez Marcos (1900-1970), natural de Aldeatejada, era un próspero constructor y contratista de Obra Pública. En 1935 disponía de una fábrica de asfalto en Salamanca, en el cruce de la carretera de Ledesma y la vía del tren a Portugal, hoy cruce de la avenida Italia y avenida de Portugal, con la que no sólo satisfacía sus propias necesidades sino también las de otros colegas contratistas de carreteras. La Guerra Civil y el consecuente paro en la contratación de Obra Pública obligaron a D. Elpidio a diversificar su negocio que orientó hacia el sector del ocio aprovechando la nueva situación de la ciudad como capital en la retaguardia del nuevo régimen. En septiembre de 1937, asociado a D. Remigio Gil y D. Luis Nodal, inauguró el Frontón Tormes, establecimiento que alcanzó un notable éxito durante los años de la guerra. 
Pero con final de la contienda, las apuestas y las bellas señoritas raquetistas cayeron en desgracia y D. Elpidio, ya como socio único, transformó el frontón en una sala de cine inaugurada el 3 de marzo de 1945 con el nombre de “Cinema Salamanca”. Iniciaba así la actividad en la difusión y proyección cinematográfica que se ha mantenido en sus empresas hasta la actualidad.
En 1952 compró los solares de la plaza de España en los que unos años después construiría el Edificio España con el propósito de ampliar su negocio inmobiliario y también el cinematográfico con la apertura en él del cine España. En esta última actividad también figuró la explotación del teatro Moderno, reconvertido en cine antes de la Guerra Civil, que D. Elpidio dedicó a reposiciones y sesión continua.
El proyecto del Edificio España, de estilo historicista con detalles del gusto de los años 50, fue fechado en 1954 por los arquitectos Francisco Gil y Buenaventura Vicente Miñambres, actuó como aparejador Ricardo Mateos Orive y como delineante Francisco Rodríguez Martín. Intervino, además, el escultor Damián Villar que realizó para la fachada dos figuras femeninas de corte clásico que quedaron instaladas en hornacinas rectangulares. Otras dos hornacinas coronadas con arco semicircular ocupadas por urnas pétreas y varias ventanas circulares completan su decoración.

La empresa EDIFICIO ESPAÑA, S.A. comenzó su actividad el 27 de febrero 1956 dedicándose “a la promoción y gestión de inmuebles, explotación y gestión de salas cinematográficas, y explotación y gestión de establecimientos hoteleros y hostelería”.

Cine España a finales de los años 50. Fotografía de Guzmásn Gombau

El cine España, dotado de los más modernos sistemas de proyección del momento, se inauguró el día 1 de marzo de 1956 con la emisión de la película “Tarde de Toros” que acababa de ser estrenada en España. Fue dirigida por Ladislao Vajda e interpretada por Domingo Ortega, Antonio Bienvenida, Enrique Vera, María Asquerino y Manolo Morán entre otros. Algunos de sus protagonistas asistieron a la inauguración y, al parecer, llegaron con retraso debido a las inclemencias del tiempo.
Además del cine, el edificio fue explotado mediante el alquiler de oficinas, apartamentos y locales. También funcionó el hotel-residencia España con 50 habitaciones, una taberna charra, la Terraza y un restaurante que además de servicio a la carta ofrecía, como se puede ver en las imágenes, menús especiales para bodas y banquetes.




Muy pronto se abandonó la explotación hostelera del Edificio España, también se renunció al alquiler de apartamentos dedicándolo exclusivamente al arriendo de oficinas y locales, manteniéndose la explotación del cine España.
La sala de proyección, con capacidad para 1000 espectadores, había sido dotada con los mayores adelantos técnicos del momento y el mobiliario más cómodo y avanzado. En su primera etapa fue dedicado al cine de estreno pero luego se especializó en reposiciones, programas dobles y matinales de domingo. El negocio de las salas de proyección cinematográfica había iniciado a finales de la década de 1960 su particular calvario cuando la mejora de las condiciones de vida y la aparición de una incipiente sociedad de consumo permitió el acceso de la población a nuevas ofertas de ocio como la televisión, el coche o las salas de fiesta. Al iniciarse la década de los 80’, la crisis empeoró por el traslado de audiencia a los hogares debido a la aparición de los videos digitales domésticos. Muchos de los grandes cines eran incapaces de completar su aforo, además la competencia de las nuevas salas multicine, más versátiles y con mucha más oferta en exhibición, fue un obstáculo imposible de salvar para las grandes salas únicas.

El cine España cerró en junio de 1985. (El advenimiento de internet, la generalización de la piratería digital y los nuevos sistemas de cine online, a los que se ha sumado la crisis económica de los últimos años, perpetúan las dificultades de las salas cinematográficas en la actualidad, dejándoles un futuro incierto)


El tiempo, inexorable, también hizo mella en el edificio y en sus sistemas de negocio. En 1987, sus propietarios decidieron realizar una reforma parcial y convertirlo en un moderno Centro de Negocios con 60 despachos, salas de reuniones, exposiciones, aulas de formación y servicios especializados para empresas, es entonces cuando se recrece el edificio alcanzando una superficie total de aproximadamente 5.100 m2.

Desde entonces, al amparo de su oferta de servicios, una infinidad de negocios han nacido, crecido y desaparecido en sus instalaciones. Abogados, profesionales de la sanidad, empresas de Seguros, ingenieros,.... profesionales de lo más diverso. Discotecas, recreativos, gimnasios, bingos, tiendas de ropa,.... casi cualquier negocio ha tenido cabida en sus locales.
El edificio fue adaptándose a los nuevos tiempos implementando nuevos servicios como oficina virtual o coworking. A pesar de ello, sus propietarios consideraron llegado el momento de poner fin a su actividad y proceder a su derribo. En su lugar se alzará un edificio eminentemente residencial con, según las noticias de prensa, 26 viviendas de unos 200 m2, cinco despachos profesionales, locales comerciales y 63 plazas de garaje.

¡Adiós, Edificio España! ¡Bienvenido, Edificio España!





Para saber más, consultad las fuentes:
"Entre dos siglos. El legado de Elpidio Sánchez Marcos en el centenario de su nacimiento (Salamanca, 1900-2000)". Santiago Juanes. Imprenta Kadmos. 2005.
Página web de Ediesa (EDIFICIO ESPAÑA, S.A) http://www.grupoediesa.com/
"Salamanca de cine". Ignacio Francia. Caja Duero, 2008.
“El arquitecto Francisco Gil González, 1905-1962, y la arquitectura salmantina del segundo tercio del siglo XX”. Dª Sara Núñez Izquierdo. Ediciones Universidad de Salamanca. 2014



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