Paseo de San Gregorio

En otro tiempo fue calle estrecha, mal alineada y peligrosa debido a la posibilidad de desprendimientos de tierras en la Peña Celestina (e incluso por la caída de suicidas que aprovechaban la altura de la misma para sus trágicos fines).
Camino muy transitado por los jornaleros de las muchas tenerías de la zona, que aprovechaban su situación extramuros y la disposición de agua. Partía de la puerta de los Milagros, al pie de la Peña Celestina, y ascendía hasta alcanzar el Puente Romano en el ensanche que fue conocido como plaza del Puente, en su otro extremo el puentecillo de San Lorenzo, construido hacia 1711 y que salvaba el albañal-arroyo de los Milagros, le unía con la calle del Desengaño.

Debía su nombre a la presencia de la ermita dedicada a San Gregorio Ostiense, protector contra las plagas del campo, fundada en 1466 en tiempos del obispo Gonzalo Pérez de Vivero. La ermita estaba aneja al hospital de la Pasión y Santa Susana que había sido fundado por mozárabes hacia el año 1340 en las afueras de la puerta de san Pablo. Con la supresión de los hospitales de 1581 sus rentas y las de la ermita pasaron al hospital general (Villar y Macías, M). La ermita quedó después en manos particulares y así estuvo hasta su derribo en 19481 para permitir la alineación de la calle (Llamas Martínez, Enrique. Las ermitas de Salamanca). Sus pocos restos resisten, mal ubicados, en un muro de hormigón situado frente a la facultad de ciencias, al iniciarse el descenso desde la zona de los Caídos a la calle de la Palma (cuesta de los Milagros).

La calle recibió antiguamente el nombre de Santa Cruz por encontrarse en ella la iglesia de Santa Cruz, mencionada en el Fuero de Salamanca y documentada desde 1178. Fue suprimida en 1802 y agregada a la iglesia de Santiago. Se situaba próxima al Puente Romano. A pesar de ello Gil González Dávila la nombra como calle de san Gregorio en su "Historia de las antigüedades de la ciudad de Salamanca" de 1606. Tampoco fue la de Santa Cruz la única iglesia de la zona, puesto que en el otro extremo de la calle antes de alcanzar la esgueva se situaba la iglesia de San Lorenzo que dio nombre, además de al puentecillo mencionado, a la puerta de la muralla inmediata, también llamada de los Milagros por la imagen que lucía de la Virgen. La iglesia de estilo románico fue construida por los mozárabes en 1170 y resultó muy dañada en la riada de San Policarpo (26 de enero de 1626). Reconstruida continuó celebrando culto hasta finales del siglo XVIII y finalmente fue suprimida y agregada igualmente a la iglesia de Santiago en 1802. Sus restos pueden verse, frente al I.E.S. Vaguada de la Palma en el actual paseo de San Gregorio, dentro de una gran urna de metacrilato.2

Desde mediados del siglo XIX, la zona ha sufrido numerosas intervenciones urbanísticas, alineando y ensanchado la calle, al tiempo que se ha logrado disminuir sus fuertes desniveles. En 1910 fue construido un muro de contención para la Peña Celestina y en los años 30, tras la construcción del colector de los Milagros, se unió la carretera de Ledesma, a través del Paseo de Carmelitas, con la carretera de Villacastín a Vigo que penetraba en la ciudad por el Puente Romano quedando la calle de San Gregorio con una anchura de 6 metros. La desaparición de las tenerías y del barrio de Santiago, la construcción del puente de Sánchez Fabrés (iniciado en 1968 e inaugurado en 1973) y la más actual remodelación de la zona la Vaguada de la Palma, entre otras intervenciones, han convertido la calle en una espléndida avenida pero carente de edificios de viviendas.



© C.H. Blg  14/08/19 Rev. 01


La inminencia del derribo de la ermita la encontramos publicada en El Adelanto del 12 de noviembre de 1935, donde textualmente dice: "Se habló del próximo derribo de la ermita de San Gregorio, prometiendo el señor alcalde avisar a la comisión de monumentos cuando se proceda a la subasta de los materiales de dicha ermita, al efecto de guardar las piedras que tengan una pátina histórica y artística. Además en el libro "Salamanca Guía Sentimental" de D. Juan Domínguez Berrueta en su tercera edición de 1938 podemos leer: "Siguiendo nuestro paseo por aquello de las Tenerías, junto a la Peña Celestina, ambiente de la novela picaresca, desembocamos a la entrada del puente, dejando a la izquierda una casita muy vieja que debió de ser la ermita de San Gregorio. Por encima de la puerta destartalada se leían todavía, en las piedras, unos letreros que decían las indulgencias que se podían ganar, rezando un padrenuestro, los viernes de cuaresma, ante una imagen que ya no existía allí. Hace muy poco tiempo se demolió lo que quedaba de la ermita de San Gregorio, para una más lamentable alineación de calles, en los barrios típicos de la ciudad antigua." Podemos concluir que el derribo debió de ocurrir a fines de 1935 o, en todo caso, antes de 1938.


En siglos anteriores el entramado de calles de la zona debió resultar más tupido, con calles aún más estrechas, cortas y trabadas. Así Quadrado asegura que en el siglo XVII a la parroquia de Santa Cruz le correspondía “su respectiva calle, la de San Gregorio, la del Judio Uguero, citada en 1460, la de San Juan del Alcázar que subía a la misma puerta y la de la Celestina."
Algunas de estas calles no podemos situarlas en la actualidad, habiéndose fundido con otras hasta desaparecer. D. Manuel Villar y Macías en su Historia de Salamanca escribe “en parte del (distrito) comprendido entre la Puerta de los Milagros y del Río, alguna calle tomó el nombre de uno de sus moradores, como la del Judio Uguero, llamada un tiempo del Aire, es paralela a la de San Gregorio y va a la Cuesta del Alcázar” que nos recuerda la antigua denominación de calle de las Airosas que en el parcelario de la II República es la continuación ascendente de la calle de la Ribera del Puente que es nuestra actual calle o cuesta de San Juan del Alcázar. Tampoco nos extraña, al ascender a su peña, que recibiera el nombre de la Celestina.



Calle de San Gregorio en el plano de 1864 de Francisco 
García San Pedro y en Google Maps en 2019